lunes, 10 de noviembre de 2008

LA BATALLA DE SUIPACHA Y EL SER CHICHEÑO

Para poder hablar del proceso de configuración de la identidad en una región, es importante considerar a los elementos fundamentales que dan validez y estructuran ésta. Es precisamente que el pasado 7 de noviembre, conmemoramos el 198 aniversario de la Batalla de Suipacha, que sin duda es uno de los elementos fundamentales de la tupiceñidad, y más aun del ser Chicheño. Es un momento apropiado para recordar la historia de nuestra tierra, y la importancia de ésta para la historia nacional, es decir para la posterior independencia de la República de Bolívar. Dentro de este marco de rememoración histórica, es que debemos refrescar nuestra memoria larga, para así sentirnos orgullosos de ser oriundos de esta valerosa y legendaria tierra colorada.

            En las diferentes latitudes de nuestro país tenemos la oportunidad de hacernos parte de esta celebración y reencuentro con los paisanos, con quienes podemos compartir subjetividades con las cuales volvemos a añorar nuestras vivencias que por ahora solo son recuerdos. Las circunstancias han llevado a muchos de nosotros a tener que tomar nuevas rutas, pero de una u otra manera el nexo con esta tierra sigue latente con el transcurrir del tiempo, tratando de reconstruir espacios que revivan estos recuerdos y los plasmen, aunque por momentos, en una realidad. De esta manera se hace una toma simbólica de diferentes espacios de otras ciudades de Bolivia, y el mundo, para ahí articular nuestra parte de la historia, con la historia que se consolidó como la “oficial” del país.

            Lo que queda ahora es que esta fecha histórica que nos toca conmemorar, sea comprendida a profundidad, con toda la implicancia que tuvo para la posterior Independencia. Un primer paso es que cada uno de nosotros se sienta orgulloso del ser Chicheño, conociendo a fondo los procesos históricos, junto a los culturales, políticos y otros; y con todo este cúmulo ir proyectando el futuro de la región, con un desarrollo fortalecido por todos estos elementos que nos sirvan de una fuerte base y fundamento. Solamente con este proceso de ir valorizando lo que somos, podremos trascender esta identidad hacia un escenario mayor que logre el merecido reconocimiento, a nivel nacional, de nuestro aporte a la formación social boliviana.


            La Batalla de Suipacha es uno de los pilares de la identidad Chicheña, y como tal debe ingresar a las páginas de la historia de Bolivia, y tomar el lugar apropiado que siempre debería haber tenido. Actualmente el lugar que ocupa este hecho histórico se limita a pequeños párrafos, si es que no es ignorada por completo para concentrase en otros sucesos que, tal vez, no fueron tan memorables como la batalla del 7 de noviembre de 1810; pero que por diferentes motivos o manipulaciones se encuentran en las paginas centrales de la historia boliviana. Para ir logrando este largo proceso de reivindicación, en diferentes niveles, se necesita de nuestro trabajo comprometido por ir ingresando en la historia hasta ahora escrita; y lo más importante será seguir aportando a la actualidad que se va desarrollando día a día, y que tal vez posteriormente sea digno de ingresar en las fojas históricas de nuestro país. Solo de esta manera demostraremos la trascendencia de nuestro devenir cotidiano, y que podemos seguir siendo importantes actores dentro de la diversidad y riqueza con que cuenta este conglomerado de tesoros llamado Bolivia.