lunes, 24 de enero de 2022

PERSPECTIVA PLURINACIONAL

 

Han pasado 13 años desde la refundación del Estado, en un proceso transitorio entre el republicano y Plurinacional. En este marco, la fundación de la República estuvo marcada por características sugerentes dentro de un periodo liberal que logró permear en las estructuras estatales de aquel tiempo, además de la base patriarcal implícita. Parte de esa influencia en la generación del sentido independentista vino desde Francia que había transcurrido por una revolución (1789) que significó la abolición del Estado monárquico y el advenimiento de un Estado con aires más democráticos y modernos. Estos fueron los vientos que llegaron, con mucha fuerza, sobre todo, hasta espacios académicos como la universidad donde se fue madurando estas ideas junto a procesos propios que se desarrollaban en el territorio altoperuano. De esta manera, entre 1809 y 1810 se fueron desplegando una serie de levantamientos desde el ocurrido en Charcas, La Paz y el de Suipacha, denominado el bautizo de fuego del proceso independentista.

 

No obstante, retrocediendo en el tiempo, 1781, debemos considerar un hecho altamente relevante, donde los pueblos indígenas gestaron un gran levantamiento contra la colonia donde participaron líderes y lideresas como Bartolina Sisa, Tupac Katari, Tupac Amaru, Tomas Katari en una gesta que se extendió por gran parte del Alto y Bajo Perú. Esta insurgencia significó el planteamiento de un proyecto de país, en el marco de la autodeterminación de los pueblos, donde se debería anular el régimen colonial e incluso se planteaba retornar al Tawantinsuyu. Sin embargo, esta empresa fue sometida por el régimen y los anhelos de libertad se mantuvieron en letargo algún tiempo más. Así, confirmamos que las luchas de los pueblos no solo se limitan a los 13 años de Estado Plurinacional y sus antecedentes inmediatos, sino que podemos apelar a esa memoria histórica larga de los, denominados, 500 años de luchas y resistencias permanentes, donde los pueblos y naciones indígenas originarias fueron actores centrales, constituidos en los sujetos sociales siempre presentes.

 

El 22 de enero, se celebra el día del Estado Plurinacional, este es el resultado de las luchas referidas en contra de las desigualdades hacia la población mayoritaria del territorio ancestral de las naciones originarias que fueron sometidas y postergadas desde la llegada y desencuentro con los colonos provenientes de España. Sin duda, vivimos otros tiempos y algunas condiciones han ido cambiando mediante una ampliación de derechos, inclusión y reconocimiento de sectores sociales antes, totalmente, excluidos. La etapa previa al Estado Plurinacional estuvo marcada por una serie de luchas contra el modelo neoliberal, lo cual desencadenó la crisis del sistema político y una crisis estructural que dio paso a la convocatoria a una Asamblea Constituyente donde con alta participación se sectores, organizaciones sociales y representaciones políticas se pudo elaborar una nueva Constitución que significó la refundación estatal.

 

Más de una década después, quedan muchas tareas pendientes para que el Estado Plurinacional retorne a la población en un ejercicio dialéctico de ida y vuelta, ya que este surgió de los sectores y organizaciones. Con lo ocurrido en el último tiempo hemos corroborado que el planteamiento plurinacional responde a las demandas históricas de los pueblos pero aún falta ahondar las transformaciones, donde podríamos destacar el reconocimiento pleno de las naciones indígenas originarias, la profundización de las autonomías indígenas, la lucha contra la violencia hacia las mujeres, la reforma a la justicia, la lucha contra la corrupción, entre otras. Pero más allá de estos pendientes, el modelo del Estado boliviano es una propuesta que surge desde el corazón sudamericano y se proyecta, sugerentemente, a la región continental, donde países como Chile vienen promoviendo dentro de la Convención Constituyente la necesidad de reconocer e incluir a los pueblos indígenas dentro del Estado chileno, por qué no un Estado Plurinacional chileno. En este marco, el peso de la historia llega a un punto de encuentro, donde la presencia del sujeto social histórico tiene que devolver la autodeterminación a los pueblos, rompiendo las lógicas del colonialismo interno, lo cual permita avanzar en el paradigma del vivir bien, desde Bolivia como un foco hacia los vecinos.