lunes, 31 de agosto de 2015

CAMINO AL REFERÉNDUM POTOSINO

El territorio chicheño ha dejado pendiente una gran demanda histórica como una manera de reivindicación de los derechos de todo un pueblo mediante la capacidad de autodeterminación. Esta situación comenzó, de manera proyectiva, a fines del siglo XIX prolongándose hasta mediados del siglo XX. Los diferentes proyectos impulsados en estas iniciativas estuvieron ligadas a la creación del décimo departamento que se iría a llamar Chorolque o Chichas con un territorio total de 42.110 kilómetros cuadrados, en ese tiempo vinculado a la gran producción minera como principal argumento y poder de influencia, lo cual tiene constancia en los personajes que llevaban adelante esta empresa: Adolfo Torres Carpio, Enrique Baldiviezo y Félix Avelino Aramayo. Así, encontramos los primeros intentos de recuperar un legado histórico proveniente desde los Chichas originarios y que trascendió por varias épocas pasando por la colonia, república y, retomándose, en el actual Estado Plurinacional.

En tiempos contemporáneos, con la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado, trabajado dentro de una Asamblea Constituyente, se lograron importantes y sugerentes avances en diferentes términos pero en este caso el que no interesa es la aplicación de cuatro niveles de autonomías como una alternativa de desarrollo desde una mirada propia. Así, para las naciones indígenas y originarias se presentó una gran posibilidad para reconstituir sus territorios y sobre todo con la capacidad de autodeterminación, sin embargo ya en el proceso de aplicación de este tipo de autonomía fueron apareciendo diferentes problemas que terminaron truncando los procesos de conversión hacia la autonomía indígena o reduciendo geográficamente estas proyecciones, sobre todo a jurisdicciones municipales que se transformaron en municipios indígenas pero que no lograron concretar las proyecciones originales para optar por este tipo de Entidad territorial Autónoma.

Con lo acontecido en los términos antes descritos, el mes de septiembre en varios departamentos del país se realizará el referéndum para aprobar o rechazar los Estatutos Autonómicos donde Potosí también se someterá a la decisión de toda su ciudadanía. No obstante, estamos partiendo en un acelerado proceso de intentos de socializar este documento que será de mucha importancia para la gestión en los próximos años y que también determinará el nuevo tipo de relacionamiento con las provincias. Desde esta perspectiva, ya se conoce como un dato importante que la Nación Chichas ha quedado al margen del reconocimiento dentro del Estatuto lo cual tiene una significancia de menosprecio hacia las identidades territoriales que implican la existencia de estructuras complejas en proceso de Reconstitución como Naciones lo cual ya tiene varias connotaciones que son dignas de debatir y analizar. Más allá de esta información sobre el contenido del Estatuto, todavía queda un gran margen por conocer a partir de lo cual se deberá tomar una postura colectiva sobre la aprobación o rechazo en todos los municipios, provincias y, sobre todo, naciones existentes dentro del departamento potosino. Posiblemente el proceso de construcción de este documento no fue el más óptimo y participativo por lo cual es muy posible que nuevamente se vean plasmados solo los intereses de algunos grupos reducidos de la capital dejando relegadas a las provincias, nuevamente. Todavía quedan poco más de veinte días para conocer de manera profunda estos artículos lo cual implicará una reflexión crítica para que el 20 de septiembre se otorgue o no el visto bueno para aprobar el, por ahora, Estatuto potosino.

lunes, 24 de agosto de 2015

26 DE AGOSTO DE 1863

Repensar a los Chichas en el siglo XXI implica una serie de factores vinculados con los procesos ocurridos desde tiempos precolombinos, pasando por la colonia, república y el actual Estado Plurinacional. Tomando este punto de partida, debemos entender que en la actualidad hablar de los Chichas parece considerar simplemente niveles municipales que corresponderían a cinco espacios principales: Villazón, Tupiza, Atocha, Cotagaita y Vitichi. Estos territorios siguieron un proceso de alejamiento por las mismas obligaciones y gestiones de nivel administrativo que compete a este nivel de gobierno y por tanto la visión integradora se fue diluyendo en el día a día de cada administración local. Así, esta misma pasividad y reproducción cotidiana ha permeado en los y las habitantes de los Chichas para que en este tiempo se haya perdido algo del sentido crítico hacia el calendario cívico vigente, entre otras cosas.

Algunos años después da haberse creado la nueva República de Bolivar en 1825, se fueron generando diferentes conflictos de intereses vinculados a los territorios pertenecientes al nuevo país. Entre estos problemas no pudo quedar exento el territorio chicheño que estaba todavía constituido en una sola provincia, la Provincia de Chichas, hasta el año 1863 donde a raíz de una indefinición sobre la capital provincial y otros elementos fue dividida en dos para identificarse a las provincias de Tupiza o Sud Chichas y de Cotagaita o Nor Chichas. De igual manera se realizó la distribución y delimitación de los nuevos territorios administrativos que implicaron un primer alejamiento e interrelación entre pueblos hermanos. Con el paso del tiempo los derroteros que siguieron estas dos provincias mostraron algunas diferencias en cuanto al desarrollo en sus capitales. Sin embargo, cabe resaltar que el espíritu e identidad quedaron marcados y vigentes en ambas provincias lo que permite continuar con los lazos identitarios que nos mantuvieron unidos pese a estas condiciones y el paso del tiempo como un mismo pueblo perteneciente al territorio ancestral de los Chichas.

Hoy en día seguimos recordando el 26 de agosto como el aniversario de la Provincia, hecho que seguramente será replicado en Nor Chichas, porque ambas tienen la misma fecha de creación. Pero dadas las condiciones actuales y los procesos que se han seguido, esta fecha deberá significar un sentimiento necesario de unidad y reconocimiento que reafirme este origen común de la Nación Chichas como la misma matriz a la que estamos unidos más allá de los límites provinciales administrativos. Entonces, también es necesario un sentido crítico del calendario cívico que se viene realizando año tras año para considerar si en verdad se trata de una celebración o más bien resignificar nuestra identidad originaria como parte del territorio chicheño que todavía fue mayor desde tiempos precolombinos. De la misma manera, está el caso de la Provincia Modesto Omiste y su capital Villazón, que siguió un proceso diferente pero que también pudo ir en desmedro de los intereses de integración regional pero que deberá ser resignificado en este nuevo contexto y coyuntura donde se viene trabajando la Reconstitución de la Nación Chichas como un objetivo en común para todos nuestros pueblos. De esta manera, el 26 de agosto deberá convertirse simplemente en un recordatorio del territorio al cual pertenecemos y que desde las tres provincias deberemos profundizar el proceso de reconstitución, primero territorial y después, como una Nación Originaria y autónoma.

lunes, 17 de agosto de 2015

L&L “LA INDIVISIBILIDAD DE LA PROVINCIA SUD CHICHAS”*



De cuando en cuando suelen aparecer publicaciones que datan de muchas décadas atrás y que hasta por el aspecto se convierten en importantes y atractivos elementos para la indagación, análisis e investigación. Estos trabajos son textos que parecen haberse perdido con el paso del tiempo en el letargo pero que a su vez siempre estuvieron ahí prestos para reaparecer y contribuir mostrando la realidad de una época y un territorio específico, en este caso la Provincia Sud Chichas. Entonces, vamos a considerar una publicación que lleva el título de “La Indivisibilidad de la Provincia Sud Chichas” con un autor colectivo conocido en ese tiempo como “El Comité Pro Defensa Tupiza” que circunscribe a varias personalidades dirigenciales que se habían dado a la labor de intentar frenar el proceso de creación de la nueva provincia cuya capital sería Villazón. Así, comenzando la lectura nos encontramos con el Capítulo Palabras Liminares donde se abre con la siguiente exposición “En la Legislatura de 1925 se presentó un proyecto de ley tendiente a dividir la Provincia de Sud Chichas en dos secciones, cuyas capitales serían la ciudad de Tupiza y el Cantón Villazón”. De esta forma, nos introducimos en una lectura complicada, para su momento histórico en los Chichas, con cargas políticas y económicas además de prejuicios en los criterios para su consideración, como el que se identifica en la frase citada.

Bajo este mismo tenor, se va desarrollando el texto que comienza con una descripción del proceso histórico de los Chichas y la importancia que tienen para el país. De igual manera, se va demostrando las potencialidades económicas de Tupiza que son comparadas con lo que pasaría con Villazón en el caso de crearse la nueva provincia yendo en detrimento de ambas capitales. Pero más allá de estos elementos incluidos en la publicación es muy destacable el trabajo realizado desde una perspectiva informativa, que ha quedado documentada hasta nuestros días, ya que el libro se constituye en una especie de estado de la cuestión o diagnóstico de lo que fue la Provincia Sud Chichas entre los años ´20 y ´30, lo cual es descrito desde varios puntos de vista desde el social, cultural y económico. Esta información se convierte en un recurso importante para entender los procesos que van a explicar varios elementos como el identitario en el territorio chicheño, o incluso entender la matriz económica en una lectura cronológica hasta nuestros días. Otro dato importante es el del levantamiento de actas dentro de lo diferentes cantones provinciales donde se tiene el registro de las familias y apellidos que habitaban estos espacios siendo fuente de información importante en términos etnográficos y antropológicos muy vinculados a los lazos de parentesco en los Chichas.

Con el paso del tiempo es conocido el derrotero que siguió este proceso con la creación de la Provincia Modesto Omiste el 18 de septiembre de 1858 lo que significó una importante pérdida en términos territoriales y administrativos para los habitantes de Tupiza. Pero como siempre, la historia debe ser un elemento de análisis y reflexión en cuanto a las decisiones y acciones tomadas en su momento. Es posible que este suceso administrativo haya influido en la generación de sentimientos revanchistas entre poblaciones y hasta una debilitación de la identidad chicheña que por una parte fue apropiada desde una lógica patrimonial por los habitantes de Tupiza y por otra sufrió alteraciones en Villazón, donde se fue estructurando una nueva forma de entenderse culturalmente, paralelamente al alejamiento de la identidad chicheña. Pero ahora nos ubicamos en otro contexto, donde la integración es la bandera fundamental de las provincias chicheñas y se viene trabajando un proyecto en común que logre reintegrar nuestro territorio ancestral yendo aún más allá con el anhelado proyecto histórico de la Reconstitución de la Nación Chichas.

* Este artículo corresponde a “Libros y lecturas de y en los Chichas”, donde se revisa y revisita diferentes libros y publicaciones enmarcadas dentro de la temática general de los Chichas.

lunes, 10 de agosto de 2015

CAMINOS HACIA LA AUTODETERMINACIÓN

El paso del tiempo ha demarcado un sentimiento recurrente en el territorio chicheño, todo esto referido a la necesidad de la autodeterminación y administración de los recursos sin tener dependencias de ningún tipo, haciendo referencia del distanciamiento histórico que se tiene con la capital potosina, desde donde se retribuye el desinterés de velar por el bien de sus provincias. De esta manera, contamos con varios antecedentes que han demarcado el accionar de los pobladores de la región en la búsqueda de una nueva forma de administrar y organizar el territorio. Dentro de este marco, nos encontramos con los proyectos pasados que pretendían impulsar y consolidar la Departamentalización de los Pueblos del Sur; lo cual se trabajó en tres momentos principales comenzando en el Siglo XIX con Félix Avelino Aramayo (1880), Adolfo Tórres Carpio (1926) y Enrique Baldiviezo (1943). Donde el departamento proyectado comprendería cuatro provincias: Sud Chichas, Nor Chichas, Sud Lípez y Modesto Omiste, con una extensión territorial de 42.110 kilómetros cuadrados. No obstante, nuevamente la división y desintegración de los pueblos provocó el declive y derrota de los proyectos planteados para que en la actualidad sigamos buscando los mecanismos para conseguir estas modificaciones primordiales en la generación de mejores días para nuestras provincias.
           
            Con lo expresado el sentimiento de autogobierno solo quedó atenuado para reactivarse tiempo después, pero bajo nuevas condiciones y posibilidades de lograr este anhelo centenario. Entonces, dentro de este proceso las circunstancias establecidas en este lapso permiten retomar la bandera donde se requiere el trabajo unificado de todas las poblaciones, en lo cual se viene avanzando de forma trascendental, de igual manera se deberán establecer lazos fortalecidos en el territorio donde la identidad sea un eje articulador de toda una población con orígenes chicheños. Dentro de este último aspecto, de forma histórica, hemos conseguido la consolidación poblacional de habitantes que pertenecen, en la actualidad, a una Nación lo cual se ha logrado dentro del Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2012; donde el número de habitantes bolivianos(as) que declararon pertenecer a la Nación Originaria Chichas son los siguientes: Población total Nación Originaria Chichas a nivel nacional: 58.651 habitante (28.259 hombres y 30.392 mujeres).

Con lo manifestado, se ha consolidado uno de los reconocimientos más importantes para la Reconstitución de la Nación Chichas situación enmarcada, además, dentro de la normativa nacional vigente a decir de la Constitución Política del Estado y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”. Entonces con este determinante punto de partida se recobra el discurso de lucha reivindicativa y política para los Chichas mediante el cumplimiento de los requisitos formales para el establecimiento de la Autonomía en el territorio chicheño sin salir del margen legal establecido en todo el andamiaje legislativo. Con todo lo trabajado, solo queda seguir potenciando estas características donde el sentimiento de unidad e integración sean los derroteros principales del proceso actual en nuestra región. Bajo esta perspectiva, hemos ido madurando por diferentes etapas de discusión interna que ha durado varias generaciones, las cuales no pudieron avanzar en el pensamiento y una mirada de corto plazo adormecida por los resabios del romanticismo y lírica de un añorado pasado. No obstante, ahora se plantea ampliar esta lectura y mirar más atrás hacia la memoria larga para que desde esos cimientos y bases se comience a reconfigurar el nuevo escenario correspondiente a lo que deberemos entender y encaminar como la Reconstitución de la Nación Chichas con la capacidad de proyectar pilares de desarrollo sostenible a largo plazo.