lunes, 28 de diciembre de 2015

ENERO CHICHEÑO 2016

Como ya es conocido, el fin de año, o el paso entre el año que se va y el que viene son de una singular significancia para la población de los Chichas porque de forma muy intensa recibe a hombres y mujeres residentes en otros lugares de dentro y fuera del país generándose un ambiente especial dentro de esta región, hecho que llama la atención también en espacios académicos como un particular fenómeno sociológico. En este sentido, a las postreras del mes de diciembre comienza a llegar la población por todos los medios posibles, donde se incluye la terrestre (pública y privada), férrea (con sus peculiaridades) a lo que se suma en este tiempo la aérea que llega hasta Uyuni para luego conectar carretera; acortando el tiempo de viaje de forma importante. En fin, haciendo paráfrasis en positivo diríamos que el fin justifica los medios para hacerse presente en la tierra de los Chichas siendo nuevamente parte de la comunidad y sin dejar el arraigo fundamental para todo oriundo del lugar.

Así, los calendarios festivos agendan sus mayores convocatorias para el paso entre diciembre y enero, a sabiendas de este importante flujo de personas que retornan aunque de forma esporádica para el reencuentro con los que aún están  brindando el valioso aporte en el día a día de cada localidad. Entonces, este es otro de los principales factores humanos que logran este retorno necesario, en el mejor de los casos, año tras año. Entonces, nos encontramos con actividades promovidas en los cinco municipios: Villazón, Tupiza, Atocha, Cotagaita y Vitichi; dentro de los cuales se tiene las programaciones propias de cada lugar muy vinculados con temas culturales e identitarios urgentes para los que nos alejamos espacialmente de los mismos. De este modo, cabe señalar que esta agenda tiene su prolongación hasta la fiesta del carnaval que es otro factor llamativo para propios y extraños quienes pretendan conocer el carnaval chicheño y más aún el carnaval de la Nación Chichas.

Esta vez, queremos hacer una especial mención de la agenda de enero a realizarse en Tupiza, ya que este lugar será escenario de varios eventos relevantes en cuestiones de turismo y convocatoria. Así, enero abrirá con la fiesta religiosa más representativa, a decir de la Fiesta de Reyes, que se realizará entre el 2 y el 10 de enero, mostrando gran parte de las manifestaciones y expresiones de los Chichas y su identidad. Después, luego de una gestión de por medio, se vivirá el Dakar 2016 entre el 7 y el 9 de enero con el ingreso y salida de varios tipos de vehículos incluidos automóviles y camiones mejorando la experiencia vivida en 2013, donde solo se pudo observar el paso de las motos por dentro de la ciudad de Tupiza. Como cierre tendremos el Festival Internacional Tupiza a realizarse los días 14 y 15 de enero, con la participación de grupos nacionales e internacionales donde resaltan el Chaqueño Palavecino y los 4 de Córdova, entre una amplia variedad para esta tercera versión del evento que se pretende posicionar como el más importante del país. Con este colofón de actividades, se acerca el “Enero Chicheño” que permitirá generar un espacio de encuentro y reencuentro además de difundir el potencial turístico de Tupiza en los Chichas como una alternativa importante para hacer turismo conociendo estos espacios míticos y legendarios donde se desarrolló la ancestral Nación Chichas que hoy vuelve a brillar otorgando la fuerza y energía a sus custodios cerros colorados.

lunes, 21 de diciembre de 2015

UN PERIÓDICO MADURO

En los pocos años que venimos colaborando con una columna semanal vemos la magnitud del compromiso y esfuerzo realizado número a número por el Periódico Patrimonio de la Nación Chichas, el Sureño. 1985, el año en que por primera vez fue publicado este semanario para enfrentar una serie de embates ya sean externos e internos que conlleva el hecho informativo. De esta manera, se llega a cumplir tres décadas al servicio de la información de un pueblo merecedor de tener un periódico propio dando continuidad al legado de la historia que permita contar con un medio de difusión donde se registre el acontecer semanal. Asimismo, con los 30 años cumplidos, además de haber mantenido vigente la información para habitantes en la ciudad de Tupiza se cuenta, a partir de estas publicaciones, con un importante archivo informativo del acontecer cotidiano el cual permanece registrado desde su aparición a mediados de la década de los ’80 del siglo pasado. Con seguridad que en el camino aparecieron otros periódicos dentro del mercado local brindando propuestas y ofertas de diverso tipo, pero uno de los mayores valores es el de la constancia sabiendo sobrellevar diferentes momentos en la historia así como contextos políticos y económicos. De esta manera, el Sureño ingresó y permanece dentro de la amplitud de publicaciones existentes en Tupiza, pero con la virtud siempre resaltante de haberse mantenido por 30 años en circulación, encontrándose entre los de mayor duración continua de nuestra historia regional. Esta permanencia también le hizo merecedor del reconocimiento como el Periódico Patrimonio de los Chichas, otorgado por el municipio de Tupiza en diciembre de 2010.

Por otra parte, es menester, mencionar la propuesta realizada por el periódico, que en el último tiempo logró sacar suplementos relevantes y necesarios como el suplemento cultural Los Chichas dentro del cual se encontraba información específica y especializada sobre el importante legado de la historia y cultura en los Chichas. Así, se cuenta con un recurso informativo adicional de temáticas específicas que mantienen su importancia pese al transcurrir del tiempo. De igual manera, el deporte no quedó exento, como un incentivo importante al quehacer deportivo de la región y con la proyección de recuperar los sitiales de relevancia a nivel nacional con nombres representativos en otros espacios. Por último, están las publicaciones miniatura enmarcadas en la fiesta de Santa Anita, que se han mantenido constantes al paso de los años y que nos traen una serie de personajes y hechos que marcan agenda y son abordados con el sentido autocrítico y coloquial de la publicación.

Así, han pasado 30 años y quedan muchas cosas por hacer para que el semanario sea fortalecido y permanezca vigente por mucho tiempo a posteriori, manteniendo esta cualidad de contar con un periódico regional, donde se deberá incluir, aún más, al acontecer noticioso del resto de capitales y comunidades de la Nación Chichas. Conocemos algo de las proyecciones que se tiene para que el Sureño continúe con la importancia para nuestra sociedad, siendo otro de los patrimonios tangibles con el que contamos hace tres décadas de manera significativa y relevante. Por otra parte, está el compromiso de los que colaboramos de forma semanal, al igual que los lectores y suscriptores que deberán renovar su apoyo junto a instituciones y organizaciones en un trabajo de retribución por el importante aporte que tiene nuestro semanario en el objetivo de construir comunidad.

lunes, 7 de diciembre de 2015

KUNZA, DEBATES IDIOMÁTICOS

Hasta hace algunos años, como en la actualidad, cuando se pretendía considerar los puntos de análisis sobre los Chichas se ingresaba en un debate amplio y de varias aristas, no obstante existía una limitante; el idioma. Desde este punto de vista, la argumentación se truncaba luego de exponer la existencia de ciertas toponimias de la región, las cuales se habían heredado del idioma perdido de los Chichas como el Tupiza, Quiriza y Palquiza entre otras. Así, siempre quedaba pendiente el avance hacia un planteamiento más estructurado de lo que fue, o es, el idioma propio. En el mismo sentido, otro aspecto, siempre llamativo, trata del modismo al hablar donde todavía perviven palabras “extrañas” y diferentes de lo que podría venir del castellano o quechua, como idiomas que lograron articularse en nuestra población, por diversos mecanismos.

Estos modismos generan nuestra asociación identitaria con lo chapaco ya que las características al hablar son muy similares, además de otras costumbres encontradas en los Chichas y en territorio tarijeño, actual. No obstante, ya es sabido el proceso histórico donde colonias de gente originaria de los Chichas fueron trasladadas hasta ese lugar para que con ese enclave se vaya a fortalecer la defensa de la frontera con los Chiriguanos; entonces se tiene a los Chichas como una de las vertientes identitarias principales en la población tarijeña, lo cual explica por si misma lo descrito al inicio de este párrafo. Pero, estas son simplemente algunas líneas de reflexión presentes en las hipótesis manejadas y que denotaban la existencia de un idioma propio de los Chichas que se había extraviado en algún tiempo y lugar.

Ya ingresado el siglo XXI, se presenta una significativa investigación que lleva por título “Kunza, el idioma de los Chichas” que abre todo un complejo panorama con surcos de develación respecto del idioma chicheño rastreado y recuperado. En esta publicación, Freddy Tarcaya, su autor, expone y argumenta de forma extensa el proceso que se siguió para concluir y nominar al Kunza como el idioma de la Nación Chichas. Dentro de esta publicación, además se comienza con una descripción territorial de los Chichas donde resaltan las diferentes parcialidades chicheñas, que a su vez nos permiten entender el alcance y extensión que llegó hasta departamentos como Tarija, Chuquisaca y países como Argentina y Chile, como dijimos a partir de las parcialidades. En el grueso del trabajo se encuentran varias aristas del idioma en cuestión, el Kunza, donde se articula cualidades varias que permiten construir esta argumentación desde diferentes perspectivas de los rastros dejados y encontrados de la presencia de este idioma y que logró permanecer vigente hasta nuestro tiempo. De esta manera, las toponimias han sido superadas y se desenvuelve todo un glosario de palabras y significados del Kunza, que pasó por varios periodos temporales y que permanece en utilización actual en el hablar cotidiano de nuestra gente. Con estos y otros elementos, se presentó el libro “Kunza, el idioma de la Nación Chichas” en la sede de gobierno ampliando las temáticas por seguir indagando y debatiendo a partir de trabajos investigativos realizados de forma detallada, cubriendo un vacío histórico para la identidad chicheña, el idioma. Con el Kunza, y sus implicancias, se abren una serie de vertientes que ayudarán a fortalecer la proyección y reconstitución de la Nación Chichas, a partir de lo cual, con seguridad, se ampliarán las visiones y el debate con la complejidad y amplitud que implica entender a los Chichas y sus proyecciones.

lunes, 30 de noviembre de 2015

BIBLIOTECA BICENTENARIA

En tiempos en los que la tecnología ha comenzado a “invadir” casi todos los espacios, la lectura o el hecho de leer también han sido víctimas de los procesos tecnológicos actuales donde se viene pretendiendo el cambio de los libros físicos por simples archivos que pueden convertirse en ebooks, solo para las personas que cuenten con un dispositivo en el cual hacer esa conversión. De esta manera, comienza un proceso complejo de resistencia del libro físico frente al digital que tiene seguidores en ambos bandos los cuales validan y argumentan cuál es el más legítimo en pleno siglo XXI. Claro que debemos decir que cada uno cuenta con ventajas y críticas que mantienen este debate permanente en todos los espacios donde un libro es un tema de discusión como pretexto de mayor conocimiento aprehendido o generado.

Pese a esta problemática entre libros y lecturas, lo que si queda confirmado es la importancia de los libros y la lectura como una forma de contribuir al cosmocimiento y la pluriversidad los cuales sean permanentes y sostenibles. Pero cuando hablamos de conocimiento debemos remontar nuestra mirada hacia el occidente desde donde hemos sido herederos de gran parte de este trabajo considerado como el básico casi en todas las ciencias y áreas de estudio. Por tanto, debemos aceptar que las bases de lo que conocemos en la actualidad están cimentadas en lo que se produjo en países y realidades lejanas que se aplicaron y homogeneizaron a nivel, casi, mundial ya sea por la razón o la fuerza. Dentro de esta pugna ingresan temáticas como el colonialismo o más específicamente la colonialidad del conocimiento que es planteado en algunos sectores para reflexionar o interpelar a lo que vamos reproduciendo en varios espacios como ser la escuela y las universidades.

Ya sea en base a esa colonialidad o no, en nuestro país se ha realizado una serie de trabajos y publicaciones desde la colonia; pero con un sentido de bolivianidad, posiblemente, ya en tiempos republicanos. Así, con el paso del tiempo el número de producciones y libros ha ido creciendo para contar en la actualidad con una cifra importante en la biblioteca boliviana, desde lo boliviano. Pero no es el interés de incidir en la bolivianidad sino en el aporte al conocimiento que se realizó desde nuestro país. De esta manera, al acercarnos a los 200 años de Bolivia se ha realizado la selección del mismo número de libros que van a construir lo que se denominó como la Biblioteca del Bicentenario, que terminará de entregar sus publicaciones el año 2025. En este marco, el pasado 26 de noviembre fueron presentados los dos primeros libros “Antología de documentos fundamentales de la historia de Bolivia” y “Antología de literatura infantil y juvenil de Bolivia” los cuales son una invitación sugerente para realizar un paseo por tiempos y autores incluidos en dichos trabajos. En este sentido, se presentan varios aspectos para reflexionar como el importante aporte que realiza el Estado boliviano a la democratización de la bibliografía nacional que recorre 200 años en nuestra historia. Por otra parte, se prevé la entrega de estos libros a bibliotecas en todo el territorio nacional las cuales puedan beneficiarse con estas publicaciones, muchas veces de difícil acceso, y que esperemos llegue hasta los lugares más lejanos para nutrir estos espacios que han sufrido un detrimento considerable por diversos factores, y que además sean una motivación para ingresar en los derroteros de la lectura. Para finalizar, dentro de la Antología de literatura presentada, se puede encontrar nombres conocidos como ser Gastón Suarez y Hugo Molina que fueron considerados dentro de estos compendios que reúnen a los autores y trabajos más representativos para el Bicentenario que se acerca por el horizonte. En la antología documental histórica queda una revisión exhaustiva para identificar los hitos en territorio chicheño, que seguramente están presentes en medio del enmarañado que construyó la Bolivia pasada y presente.

lunes, 23 de noviembre de 2015

PATRIMONIO

Los Chichas son herederos de una serie de hechos y periodos históricos dentro de los cuales se logró ser actores fundamentales del acontecer para el país en su conjunto, incluso desde antes de la República. En este marco, logramos identificar periodos como el de los originarios Chichas de quienes perviven restos arqueológicos de una validez inconmensurable ubicada a lo largo y ancho de las tres provincias que hasta el día de hoy forman parte del territorio milenario (Nor Chichas, Sud Chichas, Modesto Omiste). Posteriormente, no acercamos a la fase colonial de la cual provienen hechos como los levantamientos indígenas donde también se tuvo un papel protagónico en esta parte del continente que cobra mayor relevancia en el ocaso colonial y las batallas que ya son más que conocidas: Cotagaita, Suipacha y Tumusla de las cuales quedan los espacios físicos donde se llevaron a cabo y otros implementos que formaron parte de este periodo emancipatorio. Entre el fin de la colonia y la república, contamos con una serie de personajes y familias que, pese a las connotaciones, formaron parte de esta historia a partir de las cuales se desarrollan hechos particulares que, sin embargo, influyen en la identidad y proceso de los Chichas actuales. En tiempos más cercanos, están los personajes que resaltan como ser Alfredo Domínguez y Víctor Agustín Ugarte entre muchos otros, los cuales son representativos de toda la región chicheña para Bolivia y el mundo.

De esta manera, hacer un recuento de los hechos y personajes de la historia chicheña es un trabajo a detalle y de largo aliento para evitar la omisión de cualquier tipo. No obstante, esta vez se debe hacer una asociación entre este legado (físico y tangible) con las políticas culturales que se vienen realizando desde hace algún tiempo. Así, podemos realizar un paseo imaginario por todos los escenarios existentes los cuales llevan consigo un significado importante de los que fueron y nos ayudan a ser los Chichas. Primero, alejarnos de la urbe hace que nos detengamos en los sitios arqueológicos que día a día se van deteriorando por una falta de resguardo y mantenimiento que permitan contar con sitios turísticos aptos para ser visitados además de ser protegidos por los propios visitantes, ya sean locales o extranjeros. Después, ingresando al centro urbano, u otras poblaciones de importancia en su momento, el panorama es similar ya que el patrimonio arquitectónico todavía en pie ha sido descuidado casi por completo o afectado a partir del desconocimiento o desinterés de los y las que se encuentran bajo su cuidado o en posesión, y en el peor de los casos hasta ha sido destruido.

Esta situación se debe a diversos factores que ponen trabas a una mejor atención y generación de políticas culturales que contribuyan al resguardo de este patrimonio colectivo de los Chichas. Por una parte, y como lo más importante, está la falta de presupuesto para llevar adelante este tipo de trabajos lo cual se ahonda aún más con los recortes que se realizó a los municipios hace poco tiempo. Como un segundo elemento podemos encontrar la misma cultura del cuidado y protección que tiene la propia población que es la primera en afectar este patrimonio en el día a día. Sin embargo, como alternativas a la problemática se debe comenzar el cambio de visión y una mayor voluntad política para llevar adelante proyectos de resguardo y conservación que además deberán ser tomados como una inversión en favor de posteriores ingresos que beneficien y sean administrados por los municipios. Este cambio de perspectiva tendrá que ser parte de una revolución cultural donde en primera instancia se realice un diagnóstico y relevamiento de todos estos lugares patrimoniales como una oportunidad de desarrollo en un mediano plazo. En este sentido, debemos reiterar que los Chichas no son simple historia, sino que el pasado solo deberá significar un recurso para proyectar el desarrollo y mejores días para todos y todas aprovechando el potencial heredado en los diferentes periodos de nuestra historia.

lunes, 16 de noviembre de 2015

NACIÓN CHICHAS, 3 AÑOS

Decir que la Nación Chichas cumple su tercer aniversario puede sonar hasta sacrílego para las y los que pretendemos su reconstitución porque en base a los registros, datos e investigaciones sabemos que se trata de un pueblo ancestral y, obviamente, precolombino. Sin embargo, en términos “formales” y en el marco del último proceso impulsado desde hace algunos años atrás, se conmemora el 17 de noviembre como la fecha, simbólica, de la Reconstitución de la Nación Chichas como parte de una etapa donde se recupera esta bandera y se la legitima desde diferentes sectores sociales, cívicos y políticos de los Chichas. Así, desde la gestión 2012 contamos con este hecho fundamental que fortalece nuestra lucha en la búsqueda de autodeterminación demandada desde hace muchas generaciones atrás, sentimiento que trasciende la república y la colonia, por ser una base del ser chicheño y chicheña. No obstante, previamente al reconocimiento y aplicación del 17 de noviembre como refundación de la Nación Chichas tuvo que superarse varios momentos, posiblemente necesarios, para construir una nueva visión y perspectiva del derrotero a seguir.

No cabe duda que la región de los Chichas se destacó, y destaca, por ser un espacio de mucha producción académica e investigativa lo cual lleva a contar con un importante número de libros y otras publicaciones referentes a este territorio en diferentes temáticas, incluso especializadas. Sin embargo, el enfoque republicano aplicado anteriormente trataba a los Chichas como un espacio poco vinculado e integrado, el cual siguió la lógica provincialista y localista que fue generando un mayor alejamiento entre poblaciones, y en el peor de los casos incluso rivalidades. De esta manera, fuimos corresponsables de la segregación subjetiva e identitaria de los Chichas. Afortunadamente, según manda el devenir de la historia esta perspectiva se modificó con un quiebre troncal que nuevamente tiene la unidad e integración como principal andamio para proyectar el horizonte de los Chichas en un mediano y largo plazo. De esta manera, surge el discurso y la práctica de la Reconstitución de la Nación Chichas como el proyecto histórico de nuestros pueblos recuperando una sola bandera para las provincias que fueron reducidas durante la república y divididas en tres (Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste) además de otras que quedaron en los departamentos de Tarija y Chuquisaca y en otros países como Argentina y Chile.

De esta manera, en estos últimos años se superó el pensamiento sesgado y señorial de los Chichas lográndose significativos avances como la generación de documentos fundantes a decir del “ABC de la Nación Chichas” y el “Acta Refundacional de la Nación Chichas”, entre otros. Asimismo contamos con investigaciones y trabajos publicados que toman a la Nación Chichas como eje central y donde se rescata aspectos relevantes que continúan aportando y llenando vacío del proyecto reconstitutivo como ser el libro “Kunza el idioma de la Nación Chichas” de Freddy Tarcaya que junto a otros autores y autoras continúan generando argumentos y elementos para justificar este proyecto reivindicativo. El debate queda abierto y todavía hay mucho por trabajar considerando la relevancia de la reconstitución que además comienza a posicionarse en espacios nacionales e internacionales mediante diversas estrategias. Hoy más que nunca los Chichas cuentan con una propuesta incluyente de la cual todos y todas deben formar parte para, también, evitar que la reconstitución sea cooptada por intereses personales o sectarios que vayan en detrimento y devalúen la propuesta. Tres años han transcurrido y los avances son muy significativos desde la temporalidad lo cual denota que la lucha debe seguir con mayor fuerza y vitalidad con el aporte desde todas las disciplinas y sectores poblacionales. La autonomía está en curso y se debe profundizar sin miramientos ni divisiones, hay que seguir sumando e incluyendo; ha llegado el tiempo de la unidad e integración, pese a las voces disonantes, porque la Nación Chichas está vigente para ser legitimada por su propia población y deberá ser incluida y reconocida por el Estado boliviano como uno de sus principales pilares que aporten a la construcción de la plurinacionalidad.

lunes, 9 de noviembre de 2015

LA PATRIA A LOS VENCEDORES DE SUIPACHA


Con la redacción de la Carta Orgánica Municipal de Tupiza, el 7 de noviembre, fecha conmemorativa de la Batalla de Suipacha, se convierte en la principal fecha cívica para Tupiza como parte de la Nación Chichas. Entonces, este día se reconfigura y cobra otros significados en el imaginario de nuestra población. Primero, debemos resaltar el hecho de que con este cambio dentro del calendario cívico del municipio se valida la voluntad libertaria que estuvo siempre presente en nuestras mujeres y hombres chicheños a lo largo del tiempo. También es importante hacer notar que con este reconocimiento y fortalecimiento, del 7 de noviembre, la supuesta fundación de Tupiza (4 de junio de 1574) queda relegada, pasando a ser solo una anécdota de la visión señorial y colonialista de antiguos pensadores que pretendían mantenerse arraigados a esta herencia colonial española, al parecer con muy poca reflexión y compromiso por la tierra.

Como un segundo punto, hay que devolver a los Chichas en su conjunto y como todo un territorio la representatividad y victoria conjunta del 7 de noviembre ya que más allá de la actual jurisdicción municipal en la que se encuentra Suipacha, esta fecha debe ser apropiada por la totalidad de poblaciones integrantes de los Chichas. En este sentido, por ejemplo, las diferentes versiones nos dicen que, solo como un dato, Pedro Arraya nació en la actual jurisdicción municipal de Villazón y por lo tanto este es otro elemento que nos invita a la integración entre actores y espacio de lo que fue la gesta chicheña del 7 de noviembre de 1810. Por lo tanto, a más de ser un patrimonio de la tupiceñidad, la Batalla de Suipacha debe replantearse de manera amplia e integradora en el marco del actual proceso de Reconstitución de la Nación Chichas que recurre a este tipo de momentos constitutivos para explicarse como un sola entidad territorial y poblacional que actuó unificada en varios momentos decisivos para la historia regional y nacional.

Sin ningún lugar a dudas, la Batalla de Suipacha seguirá siendo una de las mayores gestas de hombres y mujeres chicheñas que fortalecen la identidad y permiten proyectarla a otras instancias de mayor alcance a partir de la importancia que tuvo el hecho para todo el Alto Perú. No obstante, es necesario seguir inquiriendo más allá de la simple remembranza o la costumbre de conmemorar este hecho sucedido hace más de 200 años. En ese momento, los Chichas expresaron nuevamente el sentimiento de rechazo a la opresión y sometimiento de la colonia española, refrescándonos la memoria respecto del sentido que tiene el ser chicheño y chicheña. Pero nuevamente, debemos decir que hay que devolver varios elementos circundantes al 7 de noviembre, los procesos cronológicos que explican los lazos dentro del territorio chicheño, donde también se encuentra Cotagaita como un precedente  lo que sucedería en Suipacha. Y como vemos todos los argumentos engranan al territorio de la ancestral Nación Chichas como un mensaje de que esta integración no debe ser olvidada, y mucho menos por hechos que pueden ser cooptados por espacios menores o locales como los municipios dentro de la lógica republicana que mermó la fuerza de la unidad territorial de los pueblos y naciones originarias. Por tanto, con la intención de saldar estas deudas históricas y este sentido de integración y unidad del milenario territorio chicheño, debemos decir “LA PATRIA A LOS VENCEDORES DE SUIPACHA”.

lunes, 26 de octubre de 2015

ARGENTINA Y LOS CHICHAS

El país vecino del sur ha llevado adelante la elección presidencial luego de una larga etapa del denominado kirchnerismo en el poder, que se sumó a la corriente de gobiernos progresistas y de tendencia hacia la izquierda en esta parte sur del continente americano. Así, pese a los problemas sociales que se viene enfrentando en Argentina, parece que se renueva el apoyo al candidato oficialista a la espera de los cómputos oficiales o un posible balotaje en la segunda vuelta. Pero este es simplemente un pretexto para hablar de este país vecino con el cual los Chichas tuvieron una sugerente relación y todavía la sigue teniendo en referencia de la parte norte de la Argentina con espacios como Humahuaca y Tilcara, entre otros. Entonces, como un primer elemento fundamental está el territorio del cual los lugares antes mencionados formaron parte de la Nación Chichas y que hasta ahora mantienen lazos que vinculan el devenir de estos pueblos. Como prueba de ello encontramos investigaciones realizadas, tanto, en Bolivia y Argentina donde se da fiabilidad de esta relación cuando se habla también de localidades como Yavi que constituían territorio chicheño y la voluntad de sus autoridades por mantener vigente este vínculo de hermandad.

No obstante, falta profundizar las líneas investigativas que permitan tener un mejor sustento de rigurosidad científica en cuanto a estos orígenes compartidos entre la población del sur boliviano y el norte argentino sobre todo luego de los procesos republicanos donde comienza el mayor desmembramiento territorial de la Nación Chichas. Asimismo, ya en tiempos de la república y más contemporáneos seguimos con los procesos que nos vinculan al encontrarse una parte importante de población de hombres y mujeres oriundos de los Chichas que emigran hacia la Argentina como si fuera un sentido, casi, obligatorio que se debe seguir generación tras generación. Así vemos a la gente que ha retornado luego de un tiempo donde se encuentran los que tuvieron mejores condiciones que otros a partir los motivos por los cuales se dirigieron hacia el país vecino, entre los que se diferencian los estudiantes y los trabajadores “obreros”. A partir de estas vivencias se fueron generando diferentes imaginarios respecto de este proceso de emigración sin contar con las familias que se constituyeron en este espacio y que ya no volvieron hacia el país de origen.

El hecho de que los Chichas sean, en la actualidad, una frontera con Argentina también implica otros efectos más subjetivos que inciden en los procesos identitarios que sin duda tienen una vertiente que influencia en la cultura de los Chichas, ya sea por esta adaptación poblacional o los mecanismos de frontera que involucra varias aristas, desde la económica, social y otras, incluyendo hasta la deportiva. Así, se han logrado establecer varios elementos culturales que se fueron asimilando en los Chichas donde se encuentran costumbres y gustos musicales, gastronómicos y futbolísticos que incluso son prioritarios a otras preferencias ligadas con Bolivia. Desde este punto de vista podemos hablar de ejemplos puntuales como ser la presencia de la zamba, chacarera y malambo dentro del acervo musical del cotidiano para pobladores chicheños; de igual manera este performance es complementado con el compartir la yerba mate que se encuentra muy presente en espacios del compartir habitual. Hablando del futbol, es también conocida la rivalidad, aunque fútil, entre dos equipos como ser Boca Juniors y River Plate que también son fundantes a la hora de definirse futbolísticamente. De esta manera, la influencia argentina en los Chichas mantiene vigente el vínculo que se tuvo a partir de tiempos ancestrales, desde haber compartido un mismo territorio e identidad hasta los actuales mecanismos con los cuales la población interactúa entre países, lo cual no deja de influir en los procesos identitarios del ser chicheño y chicheña contemporáneos entre las muchas vertientes que nutren la compleja subjetividad de la Nación Chichas también entendida como identidad.

lunes, 19 de octubre de 2015

TODOS CON LA ROJA…

Ha comenzado una nueva etapa dentro del fútbol y a nivel mundial los diferentes países vienen disputando partidos clasificatorios para Rusia 2018. Así nuevamente reaparecen los sentimientos nacionalistas bolivianos en miras de poder contar con un cupo en este encuentro internacional y ver a nuestra camiseta representando a todos los y las habitantes de Bolivia. Sin embargo, es importante considerar que para esta versión se tienen “novedades” sugerentes en varios ámbitos. Primero, y uno de los más esperados, es el cambio en la dirigencia del fútbol nacional lográndose algo que se venía pidiendo hace mucho tiempo como una necesidad que de un nuevo aire al fútbol boliviano. De igual manera, el ex mundialista Julio Cesar Baldivieso asumió la dirección técnica del equipo boliviano en el mismo derrotero de otorgar innovación en este ámbito del deporte. Como un tercer aspecto, tenemos la inclusión de la camiseta alterna de color rojo que ya debutó en el partido frente a Ecuador, recuperando este uniforme que se había propuesto algunos años atrás.

A hablar de fútbol, para los y las bolivianas no deja de estar presente el recuerdo entremezclado con el ansia de lo que se espera del nuevo equipo boliviano que se encuentra apuntando hacia el próximo mundial de fútbol. En este sentido, los reducidos logros y victorias alcanzadas por nuestra selección son siempre el antecedente utilizado para brindarnos una nueva esperanza de tener resultados positivos en cada partido de cada eliminatoria o campeonato internacional. Así, primero hablamos del campeonato logrado en 1963 donde se encontraban hombres como Víctor Agustín Ugarte que marcaron la memoria colectiva hasta nuestros días. Un segundo momento se encuentra en la clasificación al Mundial de Estados Unidos ’94, hace más de 20 años, que es algo más cercano a los que ahora son adultos y adultas; pero que para las nuevas generaciones es solo un logro que deben imaginar y del cual no formaron parte vivencial.


Con todo lo mencionado, pese a las dos derrotas sufridas en esta eliminatoria, es importante destacar la reacción que surgió con los cambios suscitados en el último tiempo. Nos referimos al apoyo brindado por parte del público asistente al partido de apertura en La Paz, donde luego de la derrota se alentó este nuevo tiempo que se espera traiga alegrías a la población boliviana. Entonces, este es un cambio que hace notar una reacción oportuna de respaldo a la selección dirigida por Baldivieso la cual deberá ser mayor al sentimiento derrotista de algunos comentaristas deportivos que cambian el discurso según miran los resultados. En referencia al color de la camiseta, el cambio es sugerente sumándose a la corriente de modificaciones sufridas en el fútbol boliviano. Pero como es sabido, más allá de estos hechos falta un camino de largo plazo para que el fútbol boliviano sea pretexto para fortalecer la identidad nacional entre las tan reducidas cosas que son capaces de generar unidad en nuestro país y que se trabaje en un mismo sentido. Y cuando llegue el partido como locales ante Chile resultaría muy interesante utilizar la camiseta alterna, mucho más en el contexto del proceso que se lleva en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a lo que deberá seguir una victoria teniendo una, nueva, victoria importante ante el país vecino, esta vez de forma simbólica y con juego en igualdad de condiciones que nos sirva como un buen presagió en cuanto a lo que ocurra con el acceso al mar con soberanía.

lunes, 12 de octubre de 2015

NIÑA Y MUJER

Como un homenaje a la poetisa Adela Zamudio el 11 de octubre se recuerda el Día de la Mujer Boliviana y nos encontramos en un nuevo momento para celebrar a esas personas que superan a la mitad de la población en nuestro país. No obstante es seguro que una simple fecha no sirve de mucho para que se considere un verdadero avance en cuanto al respeto por los derechos de las mujeres así como ir eliminando la violencia que se ejerce día a día sobre este grupo poblacional como uno de los más vulnerables a esta situación. Asimismo, si bien las fechas conmemorativas pueden ser pretextos para conversar, también son mecanismos que muestran la doble moral en la que seguimos viviendo y donde encubiertos en regalos y felicitaciones superficiales se sigue vulnerando sus derechos el resto de los días del año. Así, con una lucha permanente por muchas décadas, las mujeres vienen generando sus propios espacios en el marco de la construcción de una sociedad más equitativa donde se eliminen, de una vez, las cargas sociales sesgadas por el patriarcado y reproducciones machistas que nos mantienen en una sociedad llena de violencia y desigualdad que, a partir de la mujer, incide en otros miembros como ser niñas y niños.

11 de octubre, también se recuerda el Día Internacional de la Niña (fecha reconocida también en algunos municipios del país) que nos lanza otros aspectos dentro de esa misma sociedad que de por si vulnera los derechos de las mujeres lo cual se amplía aún más hacia las niñas. De esta manera, esta fecha debe ser más que un simple día de, supuesto, festejo y convertirse también en otra bandera de lucha para visibilizar la problemática que encierra a nuestras niñas como víctimas de un sistema que se reproduce sin mayor reflexión de hacia dónde estamos llevando a nuestras niñas, y niños. Aquí también interviene la violencia tan presente en todos los espacios, ya sean públicos y privados, donde están expuestas a todos los tipos desde el físico, psicológico, sexual y simbólico entre muchos otros lo cual debe ser una señal de alarma para todos y todas por ser corresponsables de la niñez en su conjunto. En este sentido, lo más aberrante resulta en que esta violencia es ejercida dentro del hogar que habría de considerarse como un espacio de seguridad y protección para niñas y niños.

En esta oportunidad cabe preguntarse de manera muy seria qué tipo de infancia estamos construyendo, ya sea, a partir de nuestros comportamientos cotidianos y [re]acciones hacia niñas y niños donde el ejercicio de la violencia es un común denominador como la única manera de educar y convivir con las nuevas generaciones de las que se espera, contradictoriamente, un cambio generacional. En nuestro país la niñez parece haber quedado como una de las poblaciones más ignoradas en todos los espacios donde la gestión pública no se queda exenta al existir muy pocas políticas de atención, partiendo del cuidado, que nos lleva a considerar que “no es un país para niños y niñas”. En este sentido hay muchas aristas por seguir reflexionando para generar una respuesta efectiva a la problemática que viven las familias en torno a una mejor vida en relación a niñas y niños. Pero debemos seguir en la lucha, más allá de las reivindicaciones de género donde solo las mujeres luchan por las mujeres, esta vez es deber también de los hombres sumarnos a esa lucha por una sociedad más equitativa que parta de un simple día libre de violencia hacia mujeres y niñas que puede significar un cambio progresivo desde lo individual a lo colectivo, seguido del cambio social el cual todos y todas deberíamos buscar. Celebrar el 11 de octubre no significa solo un día al año, sino que es el recordatorio casi obligatorio de que cada día es determinante para que comencemos a vernos y cuestionarnos qué tipo de actitud tenemos para con nuestras niñas-mujeres eliminando de forma progresiva o inmediata el pensamiento naturalizado, arcaico y retrógrada de convivir con violencia hacia las que pueden ser nuestras madres, hermanas o hijas, donde somos incapaces de practicar la empatía que nos convierta solo un poco más en humanos.

lunes, 5 de octubre de 2015

#MARPARABOLIVIA

Se dice que cuando Chile invadió el territorio boliviano, 1879, el Presidente junto a miembros de su gobierno de su época se encontraba celebrando el carnaval y que solo hasta después de estas festividades se consideró en serio el problema en esta parte de Bolivia. Con este antecedente se fue construyendo uno de los periodos históricos del país que más secuelas han dejado en la población, pese a que ya pasaron más de cien años desde ese momento. Así, recordamos la pérdida del acceso al mar con esta carga histórica negativa y que afecta los imaginarios vinculados a la identidad nacional de la cual no se separa un reproche de lo que “se pudo evitar”. No obstante, con el paso del tiempo, la versión del Presidente irresponsable y carnavalero ha sido desechada y se ha comprobado que los acontecimientos fueron complejos y diferentes ya que la tardanza de una respuesta ante la invasión fue por la falta de conexión y comunicación con esa parte del país.

Pero el daño está hecho y el sentimiento de culpa junto a varios otros permanece en nuestras y nuestros habitantes, incluyendo niños y niñas en los cuales se reproduce de manera irresponsable este tipo de hechos históricos equivocados donde se incluye la construcción de enemigos inexistentes desde hace décadas atrás. El caso es similar en el país vecino, donde se conoce que existe una educación que llega a modificar la historia en favor de la permanencia de un tipo de pensamiento que genera la subsistencia de un enemigo con el cual no hay nada pendiente desde el tratado de 1904. Al igual que se ha estructurado este pensamiento derrotista en torno al mar, esta carencia se ha transformado en un objetivo al cual siempre se quiere volver, adscribiéndole incluso cualquier problema interno que pueda tener Bolivia, en los casos extremos. Así la falta de una salida soberana al Pacífico es una especie de muletilla a la cual se recurre en ciertos momentos ya sea para bien o mal y que ha quedado como una herida abierta que desangra a nuestro país.

Después de esta pérdida centenaria, el pasado 24 de septiembre, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya se declaró competente para proseguir con la demanda que interpuso Bolivia contra Chile lo cual ha desatado una serie de reacciones dentro ambos países y en diferentes instancias. Primero, se debe considerar como un importante avance, y hasta cierta victoria, para Bolivia que por lo menos influye en ese sentimiento nacional devolviendo un espíritu de victoria en el imaginario colectivo, alejándonos del complejo de inferioridad muy presente en varios sectores de la población. El día en el cual la CIJ hizo pública su declaración, después de haberse analizado los argumentos presentados por ambos países, se dieron las primeras reacciones precedidas por una vigilia en la Plaza Murillo a la espera de este resultado. La consideración de procedente a nuestra demanda resultó en lágrimas y mucha emoción en los y las bolivianas como algo inmediato. No obstante es importante considerar que este resultado es solo un paso inicial en este largo proceso que se hará esperar mucho más para que, en caso de resultar favorable hasta su conclusión, resultará con que Chile deberá negociar una solución al problema marítimo con Bolivia lo cual no es un sinónimo directo del retorno al mar con soberanía. Con este suceso los sectores políticos han pretendido adscribirse a la situación generada, desde diferentes perspectivas y con argumentos variados, pero teniendo como una constante el intento de lograr réditos electorales, mucho más en tiempos preparatorios al referéndum de febrero de 2016. Entonces, debemos concluir que con el resultado pasado emitido por la CIJ, todavía, no hemos retornado al mar y deberemos esperar algún tiempo más para lograr el objetivo; el tema marítimo no debe ser cooptado por  ningún sector político para consagrarse en una política de Estado, con el antecedente significativo de la participación de ex presidentes en una misma causa. Por último, con la, denominada, victoria de La Haya parece haber quedado en el olvido las afirmaciones tan peligrosas como la del Presidente Daza festejando en plena invasión; pero a su vez el intento de una solución diplomática en la CIJ deberá ser un nuevo mecanismo de entender estos diferendos anulando la idea del enemigo que nos arrebató la salida al mar hace más de cien años, porque es obvio que ya estamos en otros tiempos.

lunes, 28 de septiembre de 2015

EVALUAR EL REFERÉNDUM

Aunque algunos agoreros ya avizoraban los resultados contrarios a la aprobación de los Estatutos Departamentales, y algunas Cartas Orgánicas, en el pasado referéndum para aprobar o rechazar dichos documentos, los resultados no dejan de ser muy llamativos e interesantes para realizar una lectura del acontecer político en Bolivia así como eliminar falsas victorias que se pretenden crear. En primera instancia hay que considerar que luego de varios procesos electorales así como referendos la opción del partido oficialista por primera vez en mucho tiempo ha sido “derrotada”. Como es constancia habían trascurrido una serie de actos electorales donde la opción del Movimiento Al Socialismo resultaba como gran vencedora y esta vez los resultados dieron un giro, posiblemente esperado. Por tanto, este es el principal indicio para una llamada de atención, que tuvo como su precedente las elecciones subnacionales donde los resultados también fueron sugerentes en cuanto a política electoral.

No obstante, también es necesario hacer ciertas precisiones al respecto para evitar intentos de desinformación o falsos triunfalismos por parte de algunos sectores del país. Primero, es falso que la pérdida en el referéndum sea una victoria de la oposición porque, si bien hubo un intento de adscripción de consignas, no se puede asociar directamente la opción no con los representantes de sectores y partidos opositores porque este resultado es más complejo que un simple respaldo o rechazo a la gestión de gobierno. Por otra parte, se debe recordar que el proceso previo a la realización del referéndum fue muy acelerado y por tanto lo que más faltó fue la información para la ciudadanía, esta situación como un proceso explicativo deficiente y poco efectivo por parte de las instancias encargadas del mismo. Con este elemento, se desenvuelve que la población emitió su voto por varios factores como ser la consigna la cual no deja de estar relacionada a un voto en la ignorancia, en referencia a que muy pocos y pocas dedicaron un tiempo para leer, considerar y analizar las propuestas que se llevaban al referéndum. Por tanto, el resultado es cuestionable y posteriormente se deberá tratar de generar mayores espacios y tiempo para este trabajo y que la ciudadanía emita un voto responsable e informado.

El caso de las autonomías indígenas resulta otro punto fundamental para su consideración porque, en todo caso este fue el primer proceso democrático participativo donde se puso en consideración la opción por dos autonomías indígenas, Charagua (Santa Cruz) y Totora Marka (Oruro) donde solo la primera le dio el sí a este tipo de autonomía convirtiéndose, luego de un largo y complicado camino, en la primer autonomía indígena plena. Por delante queda mucho trabajo para realizar para seguir profundizando esta entidad territorial autónoma, habiéndose superado solo la primera parte que ya de por si fue muy complicada por viabilizar. Así, este tipo de autonomía es uno de los mayores avances que se han realizado en cuanto a la estructura del Estado boliviano por lo cual es casi obligatorio seguir impulsando estos procesos en otras naciones originarias del país. En todo caso, las autonomías en general son una victoria para la población boliviana por lo cual esta negativa a la aprobación de los estatutos tampoco debe asociarse a una preferencia por el centralismo, en ninguno de sus niveles y tampoco debe ser un retroceso. Para la Nación Chichas la autonomía seguirá siendo una bandera de reivindicación permanente que no deberá ser cooptada por ningún discurso político, porque representa la voz colectiva de todos los pueblos del sur integrados.

lunes, 21 de septiembre de 2015

LA CULTURA Y SU REVOLUCIÓN

En una definición, muy general, de lo que se entiende por cultura se trata prácticamente de todo lo que produce el hombre y la mujer. Sin embargo es importante ir delimitando esta percepción para que la cultura pueda ser abordada desde una perspectiva más específica y sea útil en cuanto a gestión cultural complementaria a las políticas públicas circunscritas a este eje. Así, en espacios donde la cultura es fundamental para el desarrollo de toda la población se deberá replantear los mecanismos que logren dar este impulso y que no solamente se trate de un intento de definición abstracta y de buenas intenciones. Por tanto, abordar a la cultura debe tratarse de un trabajo complejo y estructurado como parte sustancial de la planificación de un territorio, mucho más si este toma esta característica como bandera y carta de presentación que lo distingue de otros lugares.

Desde este punto de vista los municipios chicheños (Villazón, Tupiza, Atocha, Vitichi y Cotagaita) tienen consigo una serie de elementos determinantes circunscritos en lo que se identificaría como cultura por lo tanto solo hace falta revolucionar estas cualidades para que las mismas sean ejes de desarrollo más que simple lírica y rememoración histórica. Así, el hecho de contar con un importante legado que construye una identidad fuerte no solo involucra un factor de mención sino que deberá manifestarse en oportunidades de proyectar estas potencialidades las cuales sean generadoras de mejores condiciones de vida para la población. En este sentido, se debe superar dos etapas importantes en este proceso, primero fomentar y retroalimentar las características culturales las cuales deben convertirse en una fortaleza dentro de la comunidad en la que se circunscribe, para no caer en mero folklorismo que se reproduce sin mayor sentido y reflexión. Una vez logrado este proceso de internalización, se deberá proyectar esta potencialidad hacia otros espacios para que el localismo de la cultura no se vaya marchitando en su propio espacio y reproducción, más allá del compromiso interno que pueda existir.

De igual manera, los actores estratégicos dentro de la gestión cultural involucran a todos y todas los habitantes del territorio que se vinculan a una identidad específica. Pero, con un mayor nivel de especificidad la gestión pública es una de las primeras instancias encargadas de potenciar las manifestaciones culturales ya que el manejo de los recursos públicos debe atender esta área. Por otra parte, están los gestores culturales, como tales, que se encuentran en espacios no gubernamentales pero también se encargan de trabajar dentro de iniciativas culturales en temáticas más específicas, a diferencia de los gobiernos públicos. No obstantes, un paso más allá del trabajo del incentivo a las iniciativas culturales se encuentra el cambio de perspectiva que debe apuntar a una revolución cultural donde estas manifestaciones sean cuestionadas y, también, replanteadas desde la propia población vinculada a cada cultura. La revolución cultural también implica adquirir una mirada más integral de lo es cultura, sin generar desmedro a uno u otro tipo, principalmente rescatando los aportes de los pueblos indígenas originarios dentro de los cuales se puede hallar un mayor raigambre más allá de los procesos por los cuales trascurre la cultura, día a día. Pero el debate cultural es aún más complejo por lo cual la Revolución Cultural es un trabajo continuo y permanente que no caiga en el anquilosamiento que se convierte en el principio de la pérdida de las culturas.

lunes, 14 de septiembre de 2015

FELIPE V. RIVERA: UN PUENTE FECUNDO. MÚSICA ANDINA EN LAS FRONTERAS



Felipe V. Rivera (Suipacha 1896 - Buenos Aires 1946) es considerado como uno de los primeros músicos que logró llevar sus composiciones al formato RPM (revoluciones por minuto) que entre los años 1931 y 1943 grabó, en Buenos Aires, 350 temas musicales en RCA Victor y Odeón plasmando música boliviana y de Jujuy, por lo que se constituye en las grabaciones con fines comerciales más antiguas que existan sobre el patrimonio musical del surboliviano y la provincia de Jujuy. Además del importante aporte a la música, historia y cultura de Suipacha y los Chichas, el trabajo comprende un libro y un CD donde se ha rescatado con tecnología actual la música propuesta por Rivera durante la primera mitad del Siglo XVIII. En palabras del autor “La vida y obra de Rivera son increíbles, y de ello refiere el libro, además de todos los temas que hemos digitalizado y restaurado y que conforman el disco compacto”.

Este libro y disco trata sobre la vida y obra del músico boliviano Felipe V. Rivera (1896-1946) que después de afincarse en La Quiaca en 1929, fue el primer boliviano en realizar registros discográficos con fines comerciales en Buenos Aires, entre 1931 y 1943, llegando a grabar 350 temas de música boliviana en RCA Victor y Odeon. Con lo cual se quiere reivindicar con este trabajo la figura de Rivera y su importante obra, como un legado boliviano dentro de la cultura popular argentina. Este proyecto se realizó desde la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, del Ministerio de Cultura de la Nación en cooperación con la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Mediante el proyecto se digitalizó y restauró discos de 78 RPM grabados por Rivera, para realizar un CD con la selección de 25 temas. El libro disco reúne textos, fotografías y música.  Cuenta con un prólogo escrito por Teresa Parodi donde resalta una “América que nutre de infinidades”. La presentación de Américo Cristófalo (Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA) quien destaca “el alcance y apertura de la conversación latinoamericana contemporánea, una conversación que exige porosidades de frontera, que se hace escuchar como un sikuri a un lado y otro del puente”.

Radek Sanchez Patzy, el autor, plantea que Rivera fue autodidacta, con grandes condiciones artísticas y de una empeñosa capacidad empresarial. En el transcurso de su vida Felipe trabajó como joyero, grabador de metales a buril y fabricante de sellos de goma y de metal. Fue, además, poeta y también incursionó en las artes escénicas: la danza y el teatro. De todas las actividades que desarrolló en el transcurso de su vida, la más trascendente fue, sin duda, la musical. Rivera supo aprovechar la situación geográfica y la coyuntura histórica que le tocó en suerte para llevar a cabo una empresa comercial que le permitiría echar a andar su proyecto más anhelado, tanto artístico como –por así decirlo– patrimonial: dejar un registro sonoro de la música boliviana y, de la de las tierras altas de Jujuy. Este proyecto fue truncado por una muerte temprana pero su legado tuvo la hondura suficiente para influir en el camino que seguiría la música andina en el transcurso del siglo XX, en una banda y otra del río La Quiaca. Con este libro disco “hemos querido reivindicar la figura de Rivera y su importante obra, como un legado boliviano dentro de la cultura popular argentina”.


Las presentaciones se realizarán el 17 de septiembre en el Instituto Interdisciplinario de Tilcara perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y el viernes 18 de septiembre a las 18:00 horas en el Salón del Hotel de Turismo de La Quiaca. Además se tiene prevista la participación de un grupo de música que hará versiones actuales de esos temas. Este libro es una coedición entre la Secretaría de Pensamiento Nacional del Ministerio de Cultura de la Nación y la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

ESTATUTO SIN NACIONES

Para tomar una posición este 20 de septiembre, donde se llevará adelante el Referéndum aprobatorio del Estatuto Autonómico Departamental de Potosí, debemos obrar con responsabilidad para emitir un voto informado. En este sentido, es necesario, como requisito previo e ineludible, dar un paseo por el contenido y los 103 artículos que se encuentran dentro de dicha propuesta. De esta manera, estaremos ejerciendo el voto de forma adecuada, cuando hablamos de autonomía dentro de las Entidades Territoriales Autónomas. En este caso, vamos a votar por el Estatuto del Departamento de Potosí que debería brindar mejores condiciones integradoras e incluyentes dentro del departamento en relación a las provincias; por lo cual dentro del proceso autonómico que se vive en el país la tenencia del marco normativo y jurídico es fundamental para seguir profundizando la capacidad de autodeterminación.

En gran parte del estatuto potosino se notan aportes interesantes en lo que respecta atención de la población diferenciada, ya sea, por su grupo etario, género y otros que significan avances interesantes  dentro de lo que se entiende como desarrollo humano. Por otra parte, dentro de un importante porcentaje del documento se tiene una similitud en relación con otros estatutos del país lo que nos hace notar una búsqueda de homogeneización en su planteamiento. No obstante, por las características del departamento debemos prestar atención a algunos aspectos como el tema de la minería y el desarrollo de las cuatro regiones identificadas como ejes para este desarrollo. Pese a ello, parecería que el trabajo realizado en la construcción del Estatuto Departamental de Potosí quedó corto ya que el desarrollo de los artículos y las temáticas que conllevan no tienen una profundidad necesaria, y más bien parecen rápidas menciones con el objetivo de cumplir con los requerimientos de un estatuto.

Dentro de los temas que más nos interesan están el reconocimiento de la Nación Chichas, y otras naciones, dentro de este estatuto. Sin embargo, ya es conocido que se hizo una completa omisión dentro del documento lo cual mantiene esta separación con el nivel de gobierno departamental. Así, en uno de los artículos que nos hablan del Órgano Legislativo se tiene solo un Asambleísta Departamental que representa a todos los pueblos indígenas originarios, donde se deja de lado a las naciones originarias como inexistentes dentro del departamento. Asimismo no se explicita cuáles son esos pueblos para que se logre el consenso y la representación mencionada. De esta manera, la categoría de nación dentro de esta propuesta es casi nula por lo cual se crea un gran vacío que incluso contradice a la Constitución Política del Estado donde se ha llegado hasta el reconocimiento de las autonomías indígenas originarias, con la posibilidad de reconstituir poblaciones y territorios como entidades territoriales autónomas. En este sentido, una de las grandes omisiones dentro del Estatuto Autonómico Departamental de Potosí ha sido el ignorar a las naciones existentes dentro de este territorio lo cual incrementa el alejamiento y el sentimiento de no pertenencia a este departamento, pese a las demandas históricas vigentes desde mucho tiempo atrás. La aprobación del Estatuto en Potosí ha sido considerado uno de los más complicados por lograr, esto a raíz del conflicto originado por sectores reaccionarios con una oposición abierta; pero por otra parte este tipo de aspectos, como el desconocimiento de las naciones, será otro óbice por superar ya sea que se apruebe o no esta propuesta porque los derechos de las naciones originarias vienen sustentadas desde la carta magna y aún más están respaldadas por la legitimidad que le otorga la población como una demanda histórica hacia la autodeterminación y que seguirá en curso amparada por la Constitución Política como un proyecto común de todas y todos los habitantes de los Chichas.

lunes, 7 de septiembre de 2015

PRIORIDADES DEL MUNICIPIO

Los gobiernos municipales han recibido un golpe duro con el recorte del presupuesto, proveniente del IDH, a raíz de la caída del precio internacional del petróleo casi en un 50 %. En este sentido, los que más sufrirán las consecuencias de esta situación van a ser lo municipios de ciudades intermedias, entre otros mayoritarios del país. Consecuentemente, la capacidad de gestión desde sus gobiernos locales será aún más complicado por la cantidad de recursos limitados para la ejecución de obras en el Plan Operativo Anual de la próxima gestión. Con este panorama, los gobiernos municipales noveles en sus gestiones, que recién ingresaron en junio del presente año, tienen que enfrentar estas condiciones adversas a pocos meses de comenzadas sus funciones a la cabeza de estas entidades territoriales.

Bajo este marco, se debe realizar la planificación en base al presupuesto para la próxima gestión 2016 donde se deberá debatir cuáles son las prioridades del municipio, o más bien para los habitantes del mismo. En este sentido, se presentan muchos temas, algo conflictivos, que primero deben ser entendidos por la población al conocer este recorte sufrido en el presupuesto de los municipios como un punto de partida. Otro tema, involucra la distribución que se debe hacer a nivel territorial dentro del municipio priorizando, ya sea, pequeñas obras concordantes con el porcentaje correspondiente a cada Distrito, por ejemplo, o caso contrario proyectar obras “grandes” que sean de beneficio para toda la comunidad o de interés colectivo y dentro de las cuales se vaya un importante porcentaje del presupuesto. Por otra parte, está la lógica en cuanto al desarrollo o cómo entendemos el progreso, esto en referencia a incentivar aspectos como obras vinculadas a infraestructura, o más bien potenciar el Desarrollo Humano y también el desarrollo productivo fundamental en temas económicos. De esta manera, hay muchas cosas por consolidar dentro de lo que se debería entender como Desarrollo Económico Local con identidad propia en cada  municipio y que éste sea planteado en base a potencialidades y oportunidades conformes a nuestra realidad.

Con lo manifestado, es necesario comenzar con un diálogo dentro del municipio para identificar estos posibles polos del desarrollo y el cómo se debe distribuir los recursos para tener un avance donde todos y todas seamos beneficiados con un municipio eficiente y con  amplia participación de la sociedad civil organizada como corresponsable de la misma. En contraparte, hace unos días se conoció el proyecto “Hospitales para Bolivia” que ha considerado a Tupiza y Villazón para la construcción de un hospital de segundo nivel con lo cual se tiene una noticia favorable que podrá ser muy significativa para una de las principales necesidades de la población, la salud como un derecho, lo que deberá ser consolidado con un acceso real y con atención efectiva para los usuarios o pacientes. De esta manera ingresamos en otra situación donde se considera aspectos como la salud y educación entre las prioridades de los diferentes niveles de gobierno. Por último, debemos mencionar la demanda urgente que se ha mantenido latente por varias décadas, en referencia a la problemática del agua que además de ser un derecho humano fundamental está deteriorando la salud de los y las habitantes de esta parte del país, lo cual sigue siendo la principal prioridad para nuestra población, generación tras generación. No obstante, con la información respecto de la construcción del hospital de segundo nivel se vienen avizorando proyectos de magnitud que beneficien a nuestro municipio donde seguramente también deberá estar la respuesta al problema del agua como un sinónimo de salud y vida a mediano y largo plazo.

lunes, 31 de agosto de 2015

CAMINO AL REFERÉNDUM POTOSINO

El territorio chicheño ha dejado pendiente una gran demanda histórica como una manera de reivindicación de los derechos de todo un pueblo mediante la capacidad de autodeterminación. Esta situación comenzó, de manera proyectiva, a fines del siglo XIX prolongándose hasta mediados del siglo XX. Los diferentes proyectos impulsados en estas iniciativas estuvieron ligadas a la creación del décimo departamento que se iría a llamar Chorolque o Chichas con un territorio total de 42.110 kilómetros cuadrados, en ese tiempo vinculado a la gran producción minera como principal argumento y poder de influencia, lo cual tiene constancia en los personajes que llevaban adelante esta empresa: Adolfo Torres Carpio, Enrique Baldiviezo y Félix Avelino Aramayo. Así, encontramos los primeros intentos de recuperar un legado histórico proveniente desde los Chichas originarios y que trascendió por varias épocas pasando por la colonia, república y, retomándose, en el actual Estado Plurinacional.

En tiempos contemporáneos, con la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado, trabajado dentro de una Asamblea Constituyente, se lograron importantes y sugerentes avances en diferentes términos pero en este caso el que no interesa es la aplicación de cuatro niveles de autonomías como una alternativa de desarrollo desde una mirada propia. Así, para las naciones indígenas y originarias se presentó una gran posibilidad para reconstituir sus territorios y sobre todo con la capacidad de autodeterminación, sin embargo ya en el proceso de aplicación de este tipo de autonomía fueron apareciendo diferentes problemas que terminaron truncando los procesos de conversión hacia la autonomía indígena o reduciendo geográficamente estas proyecciones, sobre todo a jurisdicciones municipales que se transformaron en municipios indígenas pero que no lograron concretar las proyecciones originales para optar por este tipo de Entidad territorial Autónoma.

Con lo acontecido en los términos antes descritos, el mes de septiembre en varios departamentos del país se realizará el referéndum para aprobar o rechazar los Estatutos Autonómicos donde Potosí también se someterá a la decisión de toda su ciudadanía. No obstante, estamos partiendo en un acelerado proceso de intentos de socializar este documento que será de mucha importancia para la gestión en los próximos años y que también determinará el nuevo tipo de relacionamiento con las provincias. Desde esta perspectiva, ya se conoce como un dato importante que la Nación Chichas ha quedado al margen del reconocimiento dentro del Estatuto lo cual tiene una significancia de menosprecio hacia las identidades territoriales que implican la existencia de estructuras complejas en proceso de Reconstitución como Naciones lo cual ya tiene varias connotaciones que son dignas de debatir y analizar. Más allá de esta información sobre el contenido del Estatuto, todavía queda un gran margen por conocer a partir de lo cual se deberá tomar una postura colectiva sobre la aprobación o rechazo en todos los municipios, provincias y, sobre todo, naciones existentes dentro del departamento potosino. Posiblemente el proceso de construcción de este documento no fue el más óptimo y participativo por lo cual es muy posible que nuevamente se vean plasmados solo los intereses de algunos grupos reducidos de la capital dejando relegadas a las provincias, nuevamente. Todavía quedan poco más de veinte días para conocer de manera profunda estos artículos lo cual implicará una reflexión crítica para que el 20 de septiembre se otorgue o no el visto bueno para aprobar el, por ahora, Estatuto potosino.

lunes, 24 de agosto de 2015

26 DE AGOSTO DE 1863

Repensar a los Chichas en el siglo XXI implica una serie de factores vinculados con los procesos ocurridos desde tiempos precolombinos, pasando por la colonia, república y el actual Estado Plurinacional. Tomando este punto de partida, debemos entender que en la actualidad hablar de los Chichas parece considerar simplemente niveles municipales que corresponderían a cinco espacios principales: Villazón, Tupiza, Atocha, Cotagaita y Vitichi. Estos territorios siguieron un proceso de alejamiento por las mismas obligaciones y gestiones de nivel administrativo que compete a este nivel de gobierno y por tanto la visión integradora se fue diluyendo en el día a día de cada administración local. Así, esta misma pasividad y reproducción cotidiana ha permeado en los y las habitantes de los Chichas para que en este tiempo se haya perdido algo del sentido crítico hacia el calendario cívico vigente, entre otras cosas.

Algunos años después da haberse creado la nueva República de Bolivar en 1825, se fueron generando diferentes conflictos de intereses vinculados a los territorios pertenecientes al nuevo país. Entre estos problemas no pudo quedar exento el territorio chicheño que estaba todavía constituido en una sola provincia, la Provincia de Chichas, hasta el año 1863 donde a raíz de una indefinición sobre la capital provincial y otros elementos fue dividida en dos para identificarse a las provincias de Tupiza o Sud Chichas y de Cotagaita o Nor Chichas. De igual manera se realizó la distribución y delimitación de los nuevos territorios administrativos que implicaron un primer alejamiento e interrelación entre pueblos hermanos. Con el paso del tiempo los derroteros que siguieron estas dos provincias mostraron algunas diferencias en cuanto al desarrollo en sus capitales. Sin embargo, cabe resaltar que el espíritu e identidad quedaron marcados y vigentes en ambas provincias lo que permite continuar con los lazos identitarios que nos mantuvieron unidos pese a estas condiciones y el paso del tiempo como un mismo pueblo perteneciente al territorio ancestral de los Chichas.

Hoy en día seguimos recordando el 26 de agosto como el aniversario de la Provincia, hecho que seguramente será replicado en Nor Chichas, porque ambas tienen la misma fecha de creación. Pero dadas las condiciones actuales y los procesos que se han seguido, esta fecha deberá significar un sentimiento necesario de unidad y reconocimiento que reafirme este origen común de la Nación Chichas como la misma matriz a la que estamos unidos más allá de los límites provinciales administrativos. Entonces, también es necesario un sentido crítico del calendario cívico que se viene realizando año tras año para considerar si en verdad se trata de una celebración o más bien resignificar nuestra identidad originaria como parte del territorio chicheño que todavía fue mayor desde tiempos precolombinos. De la misma manera, está el caso de la Provincia Modesto Omiste y su capital Villazón, que siguió un proceso diferente pero que también pudo ir en desmedro de los intereses de integración regional pero que deberá ser resignificado en este nuevo contexto y coyuntura donde se viene trabajando la Reconstitución de la Nación Chichas como un objetivo en común para todos nuestros pueblos. De esta manera, el 26 de agosto deberá convertirse simplemente en un recordatorio del territorio al cual pertenecemos y que desde las tres provincias deberemos profundizar el proceso de reconstitución, primero territorial y después, como una Nación Originaria y autónoma.

lunes, 17 de agosto de 2015

L&L “LA INDIVISIBILIDAD DE LA PROVINCIA SUD CHICHAS”*



De cuando en cuando suelen aparecer publicaciones que datan de muchas décadas atrás y que hasta por el aspecto se convierten en importantes y atractivos elementos para la indagación, análisis e investigación. Estos trabajos son textos que parecen haberse perdido con el paso del tiempo en el letargo pero que a su vez siempre estuvieron ahí prestos para reaparecer y contribuir mostrando la realidad de una época y un territorio específico, en este caso la Provincia Sud Chichas. Entonces, vamos a considerar una publicación que lleva el título de “La Indivisibilidad de la Provincia Sud Chichas” con un autor colectivo conocido en ese tiempo como “El Comité Pro Defensa Tupiza” que circunscribe a varias personalidades dirigenciales que se habían dado a la labor de intentar frenar el proceso de creación de la nueva provincia cuya capital sería Villazón. Así, comenzando la lectura nos encontramos con el Capítulo Palabras Liminares donde se abre con la siguiente exposición “En la Legislatura de 1925 se presentó un proyecto de ley tendiente a dividir la Provincia de Sud Chichas en dos secciones, cuyas capitales serían la ciudad de Tupiza y el Cantón Villazón”. De esta forma, nos introducimos en una lectura complicada, para su momento histórico en los Chichas, con cargas políticas y económicas además de prejuicios en los criterios para su consideración, como el que se identifica en la frase citada.

Bajo este mismo tenor, se va desarrollando el texto que comienza con una descripción del proceso histórico de los Chichas y la importancia que tienen para el país. De igual manera, se va demostrando las potencialidades económicas de Tupiza que son comparadas con lo que pasaría con Villazón en el caso de crearse la nueva provincia yendo en detrimento de ambas capitales. Pero más allá de estos elementos incluidos en la publicación es muy destacable el trabajo realizado desde una perspectiva informativa, que ha quedado documentada hasta nuestros días, ya que el libro se constituye en una especie de estado de la cuestión o diagnóstico de lo que fue la Provincia Sud Chichas entre los años ´20 y ´30, lo cual es descrito desde varios puntos de vista desde el social, cultural y económico. Esta información se convierte en un recurso importante para entender los procesos que van a explicar varios elementos como el identitario en el territorio chicheño, o incluso entender la matriz económica en una lectura cronológica hasta nuestros días. Otro dato importante es el del levantamiento de actas dentro de lo diferentes cantones provinciales donde se tiene el registro de las familias y apellidos que habitaban estos espacios siendo fuente de información importante en términos etnográficos y antropológicos muy vinculados a los lazos de parentesco en los Chichas.

Con el paso del tiempo es conocido el derrotero que siguió este proceso con la creación de la Provincia Modesto Omiste el 18 de septiembre de 1858 lo que significó una importante pérdida en términos territoriales y administrativos para los habitantes de Tupiza. Pero como siempre, la historia debe ser un elemento de análisis y reflexión en cuanto a las decisiones y acciones tomadas en su momento. Es posible que este suceso administrativo haya influido en la generación de sentimientos revanchistas entre poblaciones y hasta una debilitación de la identidad chicheña que por una parte fue apropiada desde una lógica patrimonial por los habitantes de Tupiza y por otra sufrió alteraciones en Villazón, donde se fue estructurando una nueva forma de entenderse culturalmente, paralelamente al alejamiento de la identidad chicheña. Pero ahora nos ubicamos en otro contexto, donde la integración es la bandera fundamental de las provincias chicheñas y se viene trabajando un proyecto en común que logre reintegrar nuestro territorio ancestral yendo aún más allá con el anhelado proyecto histórico de la Reconstitución de la Nación Chichas.

* Este artículo corresponde a “Libros y lecturas de y en los Chichas”, donde se revisa y revisita diferentes libros y publicaciones enmarcadas dentro de la temática general de los Chichas.

lunes, 10 de agosto de 2015

CAMINOS HACIA LA AUTODETERMINACIÓN

El paso del tiempo ha demarcado un sentimiento recurrente en el territorio chicheño, todo esto referido a la necesidad de la autodeterminación y administración de los recursos sin tener dependencias de ningún tipo, haciendo referencia del distanciamiento histórico que se tiene con la capital potosina, desde donde se retribuye el desinterés de velar por el bien de sus provincias. De esta manera, contamos con varios antecedentes que han demarcado el accionar de los pobladores de la región en la búsqueda de una nueva forma de administrar y organizar el territorio. Dentro de este marco, nos encontramos con los proyectos pasados que pretendían impulsar y consolidar la Departamentalización de los Pueblos del Sur; lo cual se trabajó en tres momentos principales comenzando en el Siglo XIX con Félix Avelino Aramayo (1880), Adolfo Tórres Carpio (1926) y Enrique Baldiviezo (1943). Donde el departamento proyectado comprendería cuatro provincias: Sud Chichas, Nor Chichas, Sud Lípez y Modesto Omiste, con una extensión territorial de 42.110 kilómetros cuadrados. No obstante, nuevamente la división y desintegración de los pueblos provocó el declive y derrota de los proyectos planteados para que en la actualidad sigamos buscando los mecanismos para conseguir estas modificaciones primordiales en la generación de mejores días para nuestras provincias.
           
            Con lo expresado el sentimiento de autogobierno solo quedó atenuado para reactivarse tiempo después, pero bajo nuevas condiciones y posibilidades de lograr este anhelo centenario. Entonces, dentro de este proceso las circunstancias establecidas en este lapso permiten retomar la bandera donde se requiere el trabajo unificado de todas las poblaciones, en lo cual se viene avanzando de forma trascendental, de igual manera se deberán establecer lazos fortalecidos en el territorio donde la identidad sea un eje articulador de toda una población con orígenes chicheños. Dentro de este último aspecto, de forma histórica, hemos conseguido la consolidación poblacional de habitantes que pertenecen, en la actualidad, a una Nación lo cual se ha logrado dentro del Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2012; donde el número de habitantes bolivianos(as) que declararon pertenecer a la Nación Originaria Chichas son los siguientes: Población total Nación Originaria Chichas a nivel nacional: 58.651 habitante (28.259 hombres y 30.392 mujeres).

Con lo manifestado, se ha consolidado uno de los reconocimientos más importantes para la Reconstitución de la Nación Chichas situación enmarcada, además, dentro de la normativa nacional vigente a decir de la Constitución Política del Estado y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”. Entonces con este determinante punto de partida se recobra el discurso de lucha reivindicativa y política para los Chichas mediante el cumplimiento de los requisitos formales para el establecimiento de la Autonomía en el territorio chicheño sin salir del margen legal establecido en todo el andamiaje legislativo. Con todo lo trabajado, solo queda seguir potenciando estas características donde el sentimiento de unidad e integración sean los derroteros principales del proceso actual en nuestra región. Bajo esta perspectiva, hemos ido madurando por diferentes etapas de discusión interna que ha durado varias generaciones, las cuales no pudieron avanzar en el pensamiento y una mirada de corto plazo adormecida por los resabios del romanticismo y lírica de un añorado pasado. No obstante, ahora se plantea ampliar esta lectura y mirar más atrás hacia la memoria larga para que desde esos cimientos y bases se comience a reconfigurar el nuevo escenario correspondiente a lo que deberemos entender y encaminar como la Reconstitución de la Nación Chichas con la capacidad de proyectar pilares de desarrollo sostenible a largo plazo.

lunes, 27 de julio de 2015

POTOSÍ Y LA NACIÓN CHICHAS

La Nación Chichas existió desde tiempos precolombinos y preincaicos con un territorio propio donde gozaba de la autodeterminación como un principio fundamental en su desarrollo. Esta condición se encuentra evidenciada en documentos históricos como el Memorial de Charcas donde se hace mención de esta sociedad que también tuvo participación dentro de importantes estructuras territoriales como la Confederación Qaraqara Charka. De esta manera, con el paso del tiempo y los periodos de la historia, en esta parte del continente, se fueron generando algunos cambios en temas territoriales vinculados a la administración. Así, posteriormente se conoce la existencia del Partido de Chichas que se fue conformando en base a estos límites antes mencionados, esta vez dentro del régimen colonial. Como un paréntesis debemos incluir a los diferentes levantamientos emancipatorios ocurridos en este espacio, donde se produjeron diferentes levantamientos en contra del régimen colonial a partir del Siglo XIV donde se levantaba la bandera roja de los indios Chichas, asimismo en este proceso resalta la victoria de Suipacha en 1810 y la de Tumusla en 1825, las cuales marcaron un principio y un final dentro del proceso independentista para el Alto Perú sucesos encabezados por guerrilleros como Vicente Camargo, José María Chorolque y Pedro Arraya entre muchos otros.

Así, los Chichas fueron importantes gestores y partícipes del logro de la independencia para esta parte del territorio Sudamericano, no obstante una vez lograda la creación de la República ocurrió una de las mayores desmembraciones territoriales para los Chichas ya que parte de este territorio quedó en la República Argentina y otra en Tarija sin desestimar a la de Chuquisaca. Posteriormente, una nueva división con la creación de las provincias culminando con este proceso de fragmentación en tres espacios: Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste (para este último caso incluso perdiendo la característica chicheña en su nombre). De igual manera, en términos político administrativos el territorio chicheño quedó bajo la tutela de la capital potosina la cual estaba muy alejada de la realidad de estas provincias, alejamiento que con el paso de los años se fue agudizando aún más hasta llegarse a un olvido y rezago para esta parte sureña del país.

En contraparte, la población chicheña fue profundizando un sentimiento de identidad propia que marcaba una diferencia con los intereses y propuestas de la lejana capital potosina. Esta situación es justificada por todo el proceso histórico, social y cultural de los Chichas donde se tuvo una serie de particularidades que marcan esta separación con las proyecciones capitalinas. Este tipo de circunstancias llevaron a proponer iniciativas fundamentales para el desarrollo de estos “pueblos olvidados del sur” que tuvieron su cúspide en la búsqueda de la conformación del décimo departamento en tres ocasiones: 1883, 1926 y 1964 pretendiendo la creación del Departamento Chorolque o Chichas como una reconstitución territorial de este pueblo ancestral. Sin embargo, por otros factores esta empresa no tuvo éxito y nuevamente el letargo quedó marcado en el devenir de los Chichas sin que ello signifique perder el sentimiento de autodeterminación velando por mejores días para nuestra población. De esta manera, todavía persisten los sentimientos de lejanía con Potosí lo cual se reproduce ante la situación de abandono por parte de la administración departamental hacia sus provincias. A raíz de estas condiciones en el último tiempo se viene trabajando un nuevo proyecto revalidado históricamente donde se pretende concretar esta integración territorial que será secundado por la Reconstitución de la Nación Chichas en el marco de la Constitución Política del Estado y otras leyes como la Ley Marco de Autonomías y Descentralización como un nuevo proyecto de reivindicación del pueblo chicheño. De esta manera, se ha generado un proceso inverso donde el sentimiento unificador se viene ampliando dentro de tres provincias y sus cinco municipios (Cotagaita, Vitichi, Atocha, Tupiza y Villazón) embanderando nuevamente a la Nación Chichas como emblema de desarrollo e integración. Esto también ha quedado en manifiesto, en el Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2012, con la autoidentificación de 58.651 hombres y mujeres comprometidos con este proyecto y que vienen legitimando la propuesta. Con lo manifestado, no se pretende ver amigos o enemigos en Potosí sino simplemente poner las cosas en el lugar correspondiente para poder relacionarnos en condiciones de igualdad sin que estemos supeditados por una estructura vertical que prioriza los intereses de unos en detrimento de las mayorías. La Reconstitución de la Nación Chichas viene planteada en el marco constitucional de la Autonomía y esa proyección continuará madurando con el respaldo de todos y todas basados en la integración nacional y mejores condiciones de vida de nuestra población a partir de una agenda propia basada en nuestras demandas legítimas manifestadas por los voceros válidos dentro de un territorio que ha pervivido por muchos siglos pese a las condiciones adversas y desiguales.

Como mencionamos, en la actualidad la Nación Chichas se encuentra dentro de un complejo proceso reconstitutivo que busca el logro de la autonomía sustentado en las bases y principios de la Constitución Política y las leyes. En este sentido, la Nación Chichas cuenta con todos los requisitos establecidos para conformarse en una Nación, según el Artículo 30 parágrafo I de la Constitución Política del Estado que dicta: “Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española”. A partir de lo mencionado, debemos indicar que el territorio de los Chichas cuenta con cada una de estas condiciones por lo cual el proceso de Reconstitución queda solventado desde todo punto de vista. En este sentido, se viene trabajando desde diferentes perspectivas para seguir profundizando este proyecto que emerge como una demanda histórica para la reivindicación de nuestros pueblos. Para el efecto, se cuenta con la participación y compromiso de las instituciones, organizaciones sociales, académicos e investigadores trabajando en el aporte para lograr este objetivo a lo que se suma el respaldo de la comunidad en su conjunto que ha expresado su apoyo legitimando la demanda del pueblo chicheño más allá de sus divisiones provinciales con fronteras imaginarias. Incluso, este sentimiento ha traspasado países donde se cuenta con un respaldo por parte de hermanos y hermanas argentinas quienes han manifestado la necesidad de reintegrar a los Chichas, que para este caso han quedado circunscritos a las Provincia de Jujuy, siendo las más importantes poblaciones Humahuaca y Tilcara.


Con todo lo manifestado, la Nación Chichas se encuentra fortalecida articulando el proyecto reconstitutivo que simplemente pretende mejores condiciones de vida para sus pobladores, a partir de un olvido generado por la administración potosina que se ahondó con las características culturales e identitarias vigentes en todo el territorio chicheño (los municipios de Vitichi, Cotagaita, Atocha, Tupiza y Villazón) como una estrategia de  visibilización en términos de interculturalidad y relacionamiento con otros pueblos. Siguiendo este derrotero, en los gobiernos municipales se ha logrado incluir la autoidentificación y pertenencia a la Nación Chichas dentro de las Cartas Orgánicas que contradicen al desconocimiento por parte del Estatuto Autonómico de Potosí donde nuevamente se invisibiliza a las Naciones Originarias de este Departamento, continuando con este devenir de menosprecio hacia los habitantes de las provincias. Así, se ha desarrollado este proceso con pretensiones de integración y generación de aislamiento dentro del departamento potosino a partir de lo cual se proyecta la Reconstitución de la Nación Chichas recuperando su autodeterminación, dentro del marco constitucional, a partir de lo cual podamos relacionarnos de una manera más equitativa y con el reconocimiento hacia un pueblo que aportó, y sigue aportando, a la construcción de nuestro país.


NOTICIA QUINTA. DISCURSO POLÍTICO PARA HACER FELIZ AL PARTIDO DE CHICHAS. Lo más doloroso es que habiendo minas ricas en Chichas, no tengan el trabajo de sus mismos naturales para su labor, y que Potosí, distante tantas leguas, goce el privilegio de la Mita para beneficio de sus minerales, tan en perjuicio de aquellos infelices indios, que si se repartieran allí, trabajarían como aquí, sin salir de sus tierras, y los Asientos de aquel Partido estarían más abundantes y mejor servidos, con la preferencia de su propio bien, a que es justamente acreedor por derecho natural. Así lo juzgó el Emperador Claudio, estimando por inhumano, cruel y duro, que las fuentes nacidas en propias tierras fecunden las ajenas, dejando secas y estériles las de su origen (Pedro Vicente Cañete y Domínguez, “Guía de la Provincia de Potosí” 1791).