lunes, 6 de noviembre de 2017

MACHOS CHICHEÑOS

Sin duda, el problema de género está presente en todos los espacios y grupos poblacionales y en el último tiempo se viene trabajando desde varias instancias por erradicar este tipo de aspectos que devienen, además, en manifestaciones discriminatorias, excluyentes y en el peor de los casos el ejercicio de violencia en todas sus formas (física, psicológica, sexual, económica y otras). No obstante esta situación se agrava cuando toda una comunidad establece su identidad a partir de esta característica marcada por el machismo dentro de un sistema patriarcal, lo cual trae como resultado la reproducción irreflexiva tanto por hombres y mujeres sin distinción. Así, con lo manifestado se hace necesario generar espacios y mecanismos de interpelación a este tipo de imaginarios y relaciones desiguales precedidos por la cuestión del género.

En las maneras de hablar en la población chicheña existen palabras y expresiones características tanto de hombres como mujeres que han sido base para la construcción de la identidad regional. En este sentido, encontramos afirmaciones como “los bravos chicheños” y mucho más el decir “macho chicheño”, del cual, consecuentemente, devienen manifestaciones misóginas u homofóbicas, entre otras. De esta forma identificamos una problemática sutil muy presente en el acontecer de nuestros pueblos como ser la inexistencia de una percepción incluyente y equitativa respecto del género en los Chichas. Bajo este mismo lineamiento, podemos realizar un repaso de las construcciones sociales de los elementos que han conformado una identidad colectiva de las y los chicheños donde se ha concentrado la atención en los roles masculinos dentro de un plano principal y hegemónico de las maneras en que nos entendemos colectivamente.

Pero retomando el caso de la comunidad de los Chichas debemos comenzar este sumario por un cuestionamiento del orden establecido y de las costumbres y tradiciones que se vienen reproduciendo, con lo cual se viene normalizando cada vez más estas relaciones y formas de pensamiento. Como un primer paso, debemos remontarnos a los procesos históricos de esta parte donde se ha relegado a las mujeres en casi todos los hechos de importancia reduciéndolas nuevamente al espacio doméstico-privado-reproductivo que suele ser considerado como muy poco determinante o influyente en la sociedad. Asimismo, tratando de conocer a los personajes de la historia solo se identifica a hombres resaltantes ya sea durante los levantamientos insurgentes de la independencia hasta el ingreso de la república. Posteriormente emergen nombres de mujeres ilustres que por propios méritos lograron el reconocimiento colectivo, pero para esto tuvieron que suceder varios hechos y levantamientos con esta demanda. Ya en la actualidad, el tema de género y sus problemáticas tienen otras formas de manifestación donde encontramos a la cosificación que nos lleva a elegir, por ejemplo, durante el carnaval a la “reina” al igual que a la “cholita” donde además de la carga sexista se tiene un sesgo clasista y discriminatorio ampliando la gama de desigualdades. Igualmente, no se queda de lado el lastre de esa construcción identitaria que se sigue arrastrando con una aprobación colectiva de reconocer, nuevamente, a los “bravos chicheños” de esa historia ocurrida hace casi 200 años y que sigue siendo la base y estructura de nuestras maneras de entendernos como colectividad, pero todavía no como comunidad.

lunes, 16 de enero de 2017

VUELVO, TIERRA VUELVO

La última vez que pude estar en tierra chicheña, aproveché en desempolvar los discos de vinilo y el tocadiscos familiar (3 en uno todavía en uso) para vivir esas performance muy peculiares que requieren de varios elementos específicos y especiales: lugar, tiempo y personas. Así, encuentro a Horacio Guaraní, con la muestra de una serie de canciones primordiales en el folklore con sentido como “La copla del carcelero” o “Milonga para mi perro”, entre otros. Entonces junto al tan estimado paisano Carlos amargueamos, nuevamente después de algún tiempo de haber omitido este tipo de encuentros para conversar desde lo más frívolo de la vida hasta llegar a temáticas de determinación existencial. Pero esta vez, destacando el sello musical percutor de la reflexión, como lo es y será Horacio Guaraní, entre algunos, pocos, otros y otras. En este marco el tiempo se hace corto en viajes fugaces de retorno a nuestra tierra para fortalecer la raigambre necesaria en tiempos que te alejas para tomar otros caminos y otras agendas.

Entonces, lo que importa simplemente puede ser el momento de existencia para seguir sumando recuerdos, anécdotas y otros aspectos subjetivos. Así, no contábamos con que Guaraní todavía se encuentre presente o haya partido, lo cual recién consideramos luego de la real partida, que nos remonta a reflexionar sobre una serie de derroteros que seguimos como horizonte de vida, donde la muerte se presenta como, posiblemente, el único factor que puede frenar nuestros objetivos. De esta forma, generamos una relación con la ley de impermanencia y otras que definen la vida sin que nos demos cuenta, por simplemente pasar el día a día de forma, a veces, fútil y poco productiva. También asociamos a las personas que están y ya no, en esta dimensión, llamada vida para asumir actitudes que nos generen un poco de profundidad respecto de la relatividad, y muchas otras cosas de índole existencial.


La partida, física, puede ser un pretexto de este tipo de pensamientos y sentimientos que vamos teniendo a lo largo de la vida como instantes en los que reaccionamos y despertamos en el camino. Pero en fin, habrá que considerar qué es lo que queda de nuestro paso por el mundo, así como estos, considerados como, “grandes” personajes que lograron construir un legado para la sociedad con mensajes sugerentes, revolucionarios y poco convencionales, de los cuales ahora solo queda esa producción. ¿Y nosotros/nosotras? Retomamos una serie de mensajes bajo los cuales podemos ubicarnos y reinterpretar o revisitar para la construcción de nuestro propio legado a la sociedad para no perdernos en el anonimato. Mucho más cuando nos encontramos en tiempos de tanta frivolidad donde, en este caso, la música destaca por su superficialidad y mensajes en contra sentido de lo esperado, con contenidos sexistas, violentos y discriminatorios, para mencionar solo algunas de sus características. Entonces, tomamos a Horacio Guaraní como un, nuevo, pretexto para escribir estas líneas vinculadas con la vida, la cotidianidad y el devenir individual, social y de comunidad. Ha partido Guaraní y con seguridad retomaremos sus canciones, hasta donde se pueda, en esos discos de vinilo con una peculiaridad muy propia y un gusto aparte para seguir hablando de identidad, existencialismo, socialismo y más, temas que emergen de cada frase y palabra de estos mensajes tan sugerentes como: “pueblo que escucha únete a la lucha/pueblo unido nunca vencido”, que debemos buscar en el mar de superficialidad musical y artística de nuestros tiempos.