lunes, 29 de diciembre de 2014

BISAGRA CRONOLÓGICA

En estos días nos preparamos para realizar un cierre, posiblemente forzoso, de una gestión que tuvo consigo una serie de aspectos que son pasibles de recordar o dignos de olvidar. Como siempre están las polaridades que suelen dar el sentido a la vida (quitándolo o devolviéndolo) ya sean con éxitos y fracasos en los planes que se buscan direccionar nuestras acciones en el día a día con diferentes dimensiones dependiendo de las personas y sus intereses. Sin embargo, no se puede desestimar ninguna de las experiencias vividas de las cuales se adquiere una serie de conocimientos empíricos que se complementan con lo aprehendido en espacios formales establecidos por el sistema, en nuestro caso, plurinacional. Así, podemos entender lo sucedido desde dos ámbitos: el personal y el social-colectivo.

Desde el primer ámbito debemos entender nuestros propios deseos, trabajos, anhelos y proyecciones que bordean el existencialismo fluctuante por lo profundo y frívolo entre los cuales varía en nuestro devenir. También, en una relación con las construcciones sociales se suele asociar este desarrollo personal con las etapas por las que trascurrimos donde se incluye el estudio, profesionalización, trabajo, familia y patrimonio entre otros. De esta manera, se ingresa en un periodo de construcción compartida que enlaza el sentido individual con lo colectivo en el objetivo de la construcción de una sociedad, o en el mejor de los casos una comunidad, que en el establecimiento de las redes configuran los estilos y tipos de estructuras, que en un momento alguien definió como capitalismo, socialismo y comunismo, pero que al final de cuentas tienen un sinfín de configuraciones que matizan la realidad de las personas y sus entornos, así como sus condiciones de vida y formas de relacionamiento.

            Ya en el ámbito colectivo, nos enfrentamos a formas complejas de relacionamiento donde el poder es uno de los principales motores para que la historia siga su curso. Dentro de este aspecto están la política y la economía que son las principales manifestaciones del poder, sin considerar a los micropoderes que se encuentran en cada individualidad y que cobran mayor potencia cuando son sumadas en acciones colectivas que generalmente se direccionan contra el orden establecido, representando el tan necesario contrapoder. Desde esta perspectiva, la política nos deja una año muy marcado por el proceso electoral donde se tuvo como resultado la reelección del Presidente del Estado Plurinacional, que solo tiene de novedoso los nombres de las y los representantes en la Asamblea Legislativa. Bajo un lineamiento similar y electoralista, el 2015 ya comienza matizado por unos atisbos de campaña que pretenden posicionar nombres y siglas como el preámbulo a las subnacionales. En todo caso, la cotidianeidad de la vida y sus recurrencias solo parece ser interrumpida por sucesos como estos que buscan modificar nuestras concepciones y resultados que en muchos casos terminan con una nueva desilusión frente a que ese orden de las cosas sigue inalterable, por lo menos en un plazo inmediato. El paso del 31 de diciembre y el 1 de enero es simplemente una bisagra cronológica entre dos tiempos imaginarios en el calendario gregoriano, que se mezclan con una serie de creencias religiosas, paganas, endógenas y otras que se entrecruzan para darle sentidos propios y adaptados que inserten algo de magia a este cambio de dígito y que el destino de nuestros caminos se vea algo bendecido con una idea de trasfondo que nos dice que este destino no existe y que más bien es definido a cada instante por las acciones y decisiones que vamos tomando enmarcado en el libre albedrío o el humanismo existencialista.   

lunes, 22 de diciembre de 2014

UNA NAVIDAD SIN NIEVE

Nuevamente estamos en las vísperas de la navidad y las personas, en gran parte, se dirigen hacia los centros de comercio para abastecerse de una serie de elementos que supuestamente son parte de esta celebración. Entre estas prácticas se encuentran las muestras de consumismo extremo donde parecería que el nivel de gasto en los regalos y otros objetos son sinónimo de los sentimientos que uno refleja hacia sus familias y el entorno inmediato. Por una parte, tenemos la presencia de los adornos de temporada que han sido asumidos y normalizados para nuestra realidad con tantas contradicciones como un sinsentido en que se cae de forma estructural. Así, como solo un ejemplo tenemos estos objetos que expresan figuras como Papa Noel, pesebres nevados y muñecos de nieve, entre muchos otros. De esta manera nos topamos con que, contrariamente, en nuestro país mayoritariamente no nieva y mucho menos en esta época de transición entre primavera y verano donde se encuentra el solsticio de verano como el paso entre estas estaciones.

Con esta adaptación tenemos uno de los mayores procesos de aculturación en esta parte del mundo donde se aceptó todo un paquete de costumbres que pasaron por un, complicado, sincretismo para tener una navidad a la boliviana con la mezcla de varios elementos, a veces complementarios y también contradictorios. Bajo este mismo lineamiento se han ido estableciendo gran parte de las festividades del ciclo anual, donde de trasfondo el mercado parece ser el determinante de cada una de ellas para su repetición y recurrencia periódica. Sin embargo, este es un efecto de todas las influencias ante las cuales solo somos los reproductores, casi, inocentes y pasivos de estas prácticas donde la economía marca las diferencias dentro de una sociedad, todavía, llena de desigualdades, diferencias y discriminación. Así, se va estableciendo un marco donde se cruzan imágenes como las de personas que caminan indiferentes en la búsqueda de regalos costosos, los cuales se contrastan con familias inmigrantes que se trasladan hasta las principales ciudades con objetivos más modestos como la simple sobrevivencia que es más compleja que la simple mendicidad como la ven gran parte de los habitantes de la urbe.

            En contramano, en algunos lugares (provincias y comunidades) todavía se mantiene una resistencia a las directrices del mercado en la pretensión de conservar tradiciones de austeridad y con otros trasfondos donde se encuentra el origen mismo de esta festividad como fue el nacimiento de Jesús con una carga de valores y objetivos más esotéricos y espirituales. No obstante, se va ampliando la amenaza permanente del sentimiento mercantilista que logra llegar hasta todos los pueblos posibles mediante diferentes mecanismos sutiles y encubiertos en los medios de difusión que se convierten en corresponsables para la expansión de este pensamiento superficial y frívolo marcado por las capacidades económicas para realizar los gastos como si esto fuera un reflejo del cariño hacia las familias. Nuevamente surge una gran necesidad espiritual en medio de todo un sistema superficial para que logremos interpretar los profundos significados de toda la simbología de la navidad muy ligada a la conciencia y el despertar de cada persona en una confrontación y autoconocimiento muy complejo y difícil que es un reto en el día a día y que no se logra responder mediante la superficialidad de la materia que más bien genera un sinsentido en la vida.


“Detrás de las luces y ruidos de la pasajera navidad, pretendemos olvidarnos e   ignorar las sombras y el silencio que siempre están presentes” (EpE).

lunes, 15 de diciembre de 2014

TAMALES CON LLAJUA

Es bien sabido que los procesos culturales vienen muy asociados a las construcciones sociales, por lo cual también son construidas, deconstruidas y modificadas parcial o completamente en el paso del tiempo. Desde este punto de partida debemos realizar un paseo gastronómico por diferentes latitudes del país donde se ubica un alimento del mismo nombre, pero con características diferentes en mayor o menor proporción. Nos referimos al “tamal”, que se encuentra en lugares como Tupiza, con una masa hecha de maíz pelado y relleno con charque y otros ingredientes; en Tarija lo encontramos similar aunque varía en el cuero de chancho (que según las abuelas en Tupiza era preparada con este mismo elemento en años pasados, siendo este el preparado original) que forma parte sustancial en su preparación que además consta de dos segmentos que cuentan con una parte media, lo que inspiró frases como “linda cholita cintura y tamal”. Por último, llegamos a Santa Cruz donde este mismo platillo más bien es parecido a lo que en este lado conocemos como huminta, pero que de todas formas es nombrado como tamal; todo este bagaje se amplía aún más si nos remontamos hasta México donde la variedad se agranda considerablemente. Así, con esta primera aproximación nos topamos con una dificultad en cuanto a una pretensión de patrimonializar este bocadillo tan peculiar en tierra chicheña.

En la misma línea que busca identificar cualidades y particularidades chicheñas, nos encontramos con la caballería chicheña que no podría tener un sentido ni explicación si eliminamos los encuentros y desencuentros con los colonos españoles que trajeron consigo estos equinos para que ahora sean parte fundante de nuestra identidad. Pero con este tipo de ejemplos solo se busca mostrar la movilidad y dinámica de las culturas que se van transfigurando en base a las realidades y contextos del devenir de la historia, en base a lo cual se construyen las bases identitarias. Aquí jugamos con aspectos como las relaciones de la intra e interculturalidad que demuestran desde una categorización muy actual esta misma condición de los relacionamientos y conflictos entre culturas, e incluso dentro de una misma cultura. Pero este tipo de estrategias son las que permiten mantener vigente a un grupo cultural dentro de un entorno tan complejo y variado como el boliviano donde se considera a este aspecto como uno de los principales baluartes de nuestra riqueza inmaterial.

Con seguridad lo que se conoce actualmente como la cultura chicheña es producto del encuentro de muchas vertientes que influyeron en lo que entendemos en la actualidad como estas subjetividades e identidades colectivas. Así, encontramos aspectos originarios, coloniales, republicanos, transfronterizos y contemporáneos entre muchos otros; los cuales vienen deconstruyendo y replanteando a cada momento la cultura chicheña actual. Asimismo, los actores involucrados en este cometido son los principales responsables de fluctuar entre la estática romántica y lírica de esta línea o más bien convertirla en una actividad permanente unificando lo autóctono y la estilización moderna acorde a las realidades actuales. Así, en un evento propiciado por el Ministerio de Culturas se pudo apreciar a lado de los tamales tupiceños un plato de llajua, lo cual fue cuestionado por una inexactitud de la forma de comerlos; no obstante las costumbres gastronómicas o preferencias y gustos son simplemente eso y no se han constituido en normas rígidas y cerradas que empantanen una cultura en frivolidades como la manera correcta o no de comer un platillo tradicional. El buscar la innovación, ya sea desde el paladar, no significa un sacrilegio a una cultura que de por sí se encuentra lejos de un esencialismo abstracto y más bien puede estar presente de forma tangible en otros espacios que rompen con las limitaciones locales o regionales. El encasillamiento de elementos que pretenden ser impolutos solamente muestra un ensimismamiento innecesario que puede terminar sofocando las prácticas culturales y su relacionamiento con otras poblaciones y culturas. Este hecho, principalmente ha develado un sentimiento negativo de nuestra población que siempre busca el eslabón débil de cualquier cadena propositiva y gestión que se realice para la región lo cual puede devenir en una ruta perversa que nos vaya aislando de nuevas proyecciones, ya sean externas o internas. Así, otra vez debemos prestar atención a una frase muy llamativa del Himno a Tupiza, que dice “es la tierra soberbia la nuestra”; a la espera que transformar la misma en una apertura necesaria para poder ser gestores de esa histórica cultura que continúe produciendo y proponiendo, más que carcomiéndose y anulando lo avanzado. Esa llajua combinada con los tamales deberá ser el llamado de atención para continuar con una gestión cultural activa y dinamizada en espacios que rompan con la miopía a la que posiblemente nos vamos acostumbrando, con serios riesgos de etnocentrismo totalmente desacertado en estos tiempos de glocalización. 

lunes, 1 de diciembre de 2014

CERÁMICA EN LOS CHICHAS


Entre la serie de vertientes culturales existentes en los Chichas la cerámica ha tenido una fuerza dentro del territorio donde destacan localidades como ser Chagua y Berque que han mantenido vigente este arte por varias generaciones logrando captar muchos elementos simbólicos de la población al igual que la cosmovisión propia del lugar. Así, encontramos documentadas dentro de estas producciones muchas etapas de la historia cotidiana de los pueblos del sur. De igual manera, la cerámica encontrada en diferentes sitios arqueológicos quedan con el pendiente de ser estudiados a profundidad por técnicos especialistas en el área, lo cual con seguridad brindará nuevas e importantes luces sobre nuestra cultura, ante este vacío se debe reconocer los aportes de Dante Ángelo que ha trabajado al respecto, pero todavía queda mucho margen por seguir profundizando.

            Como parte de este reconocimiento a la región como creadora de productos cerámicos nos encontramos con eventos de importancia como el sucedido el pasado 2013 con el Tercer Simposio de Cerámica Tradicional y Artística; realizado en Tupiza y con participación de una serie de artistas vinculados a este ramo. Para esta realización se tuvo la participación del Museo Nacional de Arte dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia quienes junto a la Escuela de Bellas Artes Alfredo Domínguez y otros apoyos lograron ejecutar este importante encuentro de artistas. Desde esta perspectiva nuevamente llegamos hasta los dos lugares citados, Chagua y Berque, hacia donde se dirigieron los participantes para conocer los procesos de elaboración y producción que se mantiene por muchos años, encontrándose en Berque con una vasija de siete metros de alto como una muestra de la gran capacidad que tienen los artesanos del lugar y como un icono de la representatividad en este espacio. Así, desde la visión urbana existen varias iniciativas que buscan promover aún más esta práctica como la existencia de la Asociación UCAB que trabaja con la producción de cerámica con identidad propia.


Dentro de la misma temática, como parte de los festejos por la Batalla de Suipacha y matizada por una exposición pictórica de artista tupiceños, el pasado 5 de noviembre se presentó en La Paz el libro “Tierra, Aire, Agua, Fuego y Arte” de la autora Nedda Ramírez Rivas donde se encuentra una serie de elementos para el análisis de la cerámica ya sea a nivel general así como en un espacio más reducido como el caso de Chagua con características propias y singulares. Así se hace una mención de la cerámica en la Nación Chichas donde se describe las distintas formas de entenderse este arte con las diferencias con otros espacios productores de cerámica en el país y el mundo. Desde este abordaje, el libro presentado se abre como una nueva propuesta de análisis y encuentro con los Chichas donde se vincula de forma integral varios aspectos de las vivencias cotidianas, donde se encuentran lo cultural- económico como aspectos complementarios de un mismo proceso productivo y que superan el mismo, por la perspectiva del libro. De esta manera, la cerámica en los Chichas es otro importante factor integrador de nuestros pueblos en ese intento de reconstituir la Nación Chichas donde la capacidad productiva estará muy ligada a la autonomía y la autodeterminación chicheña donde las mujeres brindan un aporte mayor desde este lugar. Este 1 de diciembre el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) será el espacio donde nuevamente se presente este libro como un derrotero de arte y cerámica para introducir el conocimiento de la Nación Chichas en la actualidad.

lunes, 24 de noviembre de 2014

EL APRESTO DE LAS SUBNACIONALES

Con la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) y Evo Morales como Presidente del Estado Plurinacional, reelecto, se prepara una nueva etapa electoral donde emergen los y las líderes regionales que pugnarán por las alcaldías y gobernaciones en todo el país. Bajo este panorama político, se viene considerando diferentes aspectos que se deberán tener en cuenta para lograr un espacio de “poder” que permita dar vigencia a uno u otro partido o agrupación ciudadana. Así, el MAS deberá consolidar su hegemonía en otros niveles de gobierno luego de la rectificación del gobierno nacional con más del 60% de apoyo electoral. Sin embargo, esta vez la figura del Evo Morales como líder de este partido ya no será la que sea embanderada para las próximas elecciones y en este caso se tendrá que identificar y seleccionar a los más idóneos para articular proyectos locales/regionales con el que se viene implementando a nivel nacional.

            Desde la otra opción se encuentran los opositores que buscan mantener la visión unificadora que les permita lograr victorias en estos niveles subnacionales y pugnar con el gobierno nacional lo que debería traer consigo la necesidad por negociar los proyectos de desarrollo que beneficien a los departamentos y municipios. Con lo sucedido el pasado 12 de octubre y el debacle de los intentos por conformar un frente amplio, y único, se tendrá que reconsiderar seriamente esta posibilidad como una opción real en el próximo marzo. No obstante, posiblemente este intento sea aún más complejo y complicado por la diversidad y amplitud de liderazgos que existen en todo el país los cuales llevan consigo intereses propios-sectoriales que incluso superan y quedan al margen de oficialismo y oposición. De esta manera, se va reconfigurando el apresto hacia las subnacionales que podrían matizar los colores del mapa electoral boliviano o por el contrario consolidar la, denominada, ola azul que por poco abarcó todo el territorio en la anteriores elecciones.


            La pluralidad de opciones en los niveles subnacionales son uno de los aspectos más llamativos donde, como dijimos antes, son la opción más interesante que demuestra, entre otras cosas, la madurez política que permite elegir al candidato más apropiado de acuerdo a las condiciones y realidad de cada lugar. Por otra parte, a más de la sigla partidaria queda como cualidad fundamental la trayectoria personal que se haya tenido con trabajo demostrado en beneficio del lugar por el que se candidatea. En el caso de tenerse una recurrencia oficialista se podría considerar que la capacidad de gestión es más fácil y coherente, pero esta realidad no siempre ha sido así como se vio en pasadas y presentes gestiones. Por el contrario, si se tiene un partido opositor o un tercero imparcial ciudadano se deberá recurrir a una capacidad de negociación y trabajo coordinado con otros niveles de gobierno para tener una gestión productiva con avances significativos en cada localidad. Con todo esto, todavía queda algún tiempo, de mucha expectativa, para conocer los nombres de los candidatos y candidatas que estarán presentes en las papeletas electorales del próximo marzo. 

lunes, 17 de noviembre de 2014

CELEBRAR LA NACIÓN CHICHAS

El anhelo histórico de los pueblos chicheños viene entendido y enmarcado en un amplio y complejo proceso socio histórico de esta población donde mujeres y hombres han dado su contribución determinante para que esta visión no se termine de diluir. Con estos presupuestos hace algunos años atrás se comienza a retomar fuertemente la bandera de la autodeterminación donde el marco normativo junto al contexto y coyunturas nacionales se eslabonan con el discurso de la plurinacionalidad que se formaliza estructurando además un nuevo Estado Plurinacional, donde se incluye la cualidad, con autonomías. Con estos avances, los pueblos indígenas cobran mayor relevancia en las relaciones de poder para comenzar a interaccionar de manera horizontal entre pueblos y entre culturas. Bajo este mismo lineamiento se incluyen aspectos como la intra-interculturalidad y la descolonización como pilares fundantes de la nueva sociedad y sus relaciones que vayan disminuyendo las brechas de desigualdad en un país incluyente y participativo, además de políticamente maduro.

            Sin los antecedentes y condiciones establecidas la lucha de los pueblos chicheños sería aún más difícil y compleja por la perspectiva propia que se tiene y que en este último tiempo se denomina Reconstitución de la Nación Chichas. Ciertamente, más allá de aspectos normativos, las subjetividades de aspectos como la identidad y el imaginario colectivo vienen precediendo a todo este planteamiento que simplemente identifica un momento histórico y constitutivo para posicionar un discurso y una agenda propia para poder construir mejores condiciones de vida para sus habitantes. Así, los aportes han venido desde varias vertientes y la raíz primordial ha sido y sigue siendo mantenida en las comunidades integrantes de nuestro territorio. Por lo demás, la ciudades capitales de las provincias chicheñas tienen un ritmo propio en cuanto al desarrollo y las maneras de entender el “ser chicheño y chicheña” donde incluso se han generado pugnas identitarias entre la afirmación y negación entendidas como diametralmente opuestas o ampliamente integrales de un mismo espacio.


Este 17 de noviembre se celebra el segundo aniversario de la refundación de la Nación Chichas que representa solo una memoria, casi, inmediata de un pueblo milenario y precolombino. Más allá de los planteamientos conceptuales y teóricos, la reconstitución requiere de la participación y compromiso de la diferentes poblaciones que integran esta gran comunidad teniendo como el requisito indispensable y fundante la integración con lo cual se logre hegemonizar y legitimar este proceso encarnado en sus habitantes. En poco menos de cinco años, se han logrado grandes e históricos avances donde se encuentra, primero, la superación de un pensamiento segregacionista, elitista y señorial respecto de la identidad e historia de los Chichas; posteriormente se tuvo una aceptación masiva de este planteamiento posicionando a los Chichas como una Nación siendo la misma la principal opción de lograr mejores condiciones de vida en nuestra región. La legitimación vino desde el aval de un gran número de organizaciones sociales e instituciones de todas las provincias que se comprometieron con este cometido. De forma paralela y complementaria, uno de los mayores logros fue durante la realización del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 donde se concretó un dato real respecto de la recepción y aprobación desde 58.651 voces que declararon su pertenencia a esta Nación y son el impulso para profundizar este proceso. Con seguridad, estos avances enfrentarán varios retos y obstáculos, los cuales deberán ser superados para seguir hacia adelante. Pero esta fecha simplemente debemos celebrar uno de los proyectos históricos más importantes y visionarios de las últimas décadas que deberá tener como siguiente objetivo cumplido la consecución de la autonomía dentro de un territorio integrado y más que nunca hermanado, en base a la participación inclusión y consenso en una construcción y trabajo horizontales como punta de lanza. 

lunes, 10 de noviembre de 2014

SUIPACHA EN LOS CHICHAS

Los 204 aniversario de la Batalla de Suipacha llegan dentro de un escenario complejo y algo conflictivo que no obstante deberá resultar en la salida de una antítesis superada hacia una síntesis favorable para la colectividad chicheña en su conjunto. Pese a esta situación el recordatorio de la Gesta de los Chichas en 1810 nos devuelve al sentimiento de hermandad e integración que seguramente fue un factor determinante en los tiempos de los levantamientos independentistas. Así, el actual proyecto reconstitutivo de la Nación Chichas es el proemio para buscar esa integración materializada en todas la provincias chicheñas que fueron disgregadas por intereses y objetivos varios, y posiblemente ajenos. Desde esta perspectiva la hegemonía de Tupiza sobre la Batalla de Suipacha deberá deconstruirse para que se amplíe esta celebración hacia toda la región hasta cada localidad y población que en ese tiempo prestó a sus hombres para luchar en búsqueda de la emancipación en el Alto Perú.

            En la ciudad de La Paz, esta celebración no quedó en la indiferencia y se logró llevar adelante un amplio programa de festejos que contaron con diferentes actividades concatenando el deporte y las artes con el sentimiento cívico emanado por el bautizo de fuego en los campos de Suipacha. De esta manera, se comenzó con una serie de encuentros deportivos con la participación de los residentes chicheños en la sede de gobierno, los cuales terminaron el sábado 8 de noviembre. El día 4 de noviembre se inauguró la Exposición Pictórica con participación de representantes de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos “Filial Tupiza”, que tuvo una importante acogida por los visitantes además de los medios de comunicación nacionales. Para el día 6 de noviembre se tuvo la presentación del libro “Tierra, agua, aire, fuego y arte” de la artista plástica Nedda Ramírez Rivas donde se tiene como eje central a la cerámica y donde además se incluye una parte importante para la descripción de este arte en los Chichas, focalizándonos en Chagua. El 7 de noviembre se realizó la salutación en varios medios de comunicación de nivel nacional; asimismo se procedió a la tradicional ofrenda floral en la Plaza Murillo con una masiva participación de residentes y autoridades nacionales y argentinas invitadas. En la misma jornada en horas de la noche se realizó una fiesta social con participación del grupo “Los Cuatro para Tupiza”, donde se entregó reconocimientos a chicheños (Tupiza, Villazón y Atocha) que se destacaron en el desempeño de las labores cotidianas; en este evento estuvo presente el lente de Bolivia TV y el Programa Kuma Jakaru (del cual su conductor y gestor Mario Lima también fue reconocido), en palabras de la producción se conoce que se difundirá este evento el próximo 16 de noviembre en el mencionado programa de domingo. Para concluir, el sábado 8 de noviembre se llevó adelante el Festival del lechón y cordero a la cruz con la participación del grupo “Canto 4”, el violinista Fernando Torrez y anatas tradicionales.


            La Batalla de Suipacha sin duda es una de las fechas más importantes en el calendario chicheño porque denota un momento de emergencia del pueblo articulado bajo una misma bandera que quedó marcada dentro de la historia nacional, luego de varios y consecutivos levantamientos que se dieron en este territorio ancestral en la búsqueda de la autodeterminación. En la actualidad el contexto y coyunturas nos abren un surco importante hacia el proceso de Reconstitución de la Nación Chichas cuya fecha de refundación (17 de noviembre) está muy cercana al 7 de noviembre por lo cual la representatividad debe ampliarse hacia todas la provincias que fueron parte de territorio de los Chichas. Ahora que han pasado más de dos siglos desde esta emblemática victoria llega el tiempo para repensarnos y proyectar el futuro de los chichas en base a las características actuales superando esa valorable historia, sin que esto signifique vivir en el adormecimiento de esa memoria. Junto al proyecto de la Nación se vienen por delante muchas batallas ante las cuales debemos saber vencer, porque nuestra historia no está acabada en el pasado sino que debemos seguir escribiéndola hoy y en los días postreros. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

PUEBLITO DESENCANTADO

Tupiza, como una de las principales localidades de la región chicheña, lleva consigo una serie de denominativos que pasan por lo épico, lo pintoresco y otros donde se introduce uno de los mayores artistas oriundos del lugar y que fue reconocido a nivel nacional, refiriéndonos a Alfredo Domínguez Romero. Fue este prolífico maestro de la guitarra que dentro de su canción titulada “Tupiza” justamente tiene una estrofa que dice: Y el silvo del wichico / ha colaborau / pa’ llamarle Tupiza / pueblito encantau. Esta frase ha tenido muchos abordajes para su análisis e interpretación desde diversas visiones y perspectivas, sirviendo, incluso, como argumento para dar fin a la polémica fundación española del 4 de junio de 1574 develando un origen más antiguo y milenario. Sin embargo, todavía queda pendiente un análisis semiótico de las motivaciones, seguramente, artísticas que llevaron a Domínguez a otorgar este calificativo de pueblito encantado que muy posiblemente tiene una carga perceptiva y sensorial profunda de la visión de un gran creador y artista chicheño para mostrar todas las cualidades de un espacio geográfico boliviano.
                                              
            Con este tipo de calificativos los oriundos de este lugar seguimos sintiendo ese arraigo con la tierra que cuenta con este tipo de aspectos fundantes de la identidad colectiva de sus habitantes. Asimismo, gracias a estas particularidades Tupiza ha trascendido sus límites locales haciéndose conocer a nivel nacional e internacional por la mística del lugar que, como dicen, encanta a propios y extraños. No obstante, desde el otro lado de la moneda (que puede apelar a un verso del Himno a Tupiza que dice: es la tierra soberbia la nuestra) se tiene una carga social que trajo consigo secuelas negativas que en otros tiempos se manifestaban en expresiones como el regionalismo reaccionario que despertaba, entre otras cosas, sentimientos de exclusión y discriminación hacia pobladores de otros lugares y hasta de su propia gente por argumentos clasistas que dividieron una misma colectividad. Igualmente encuentran los miramientos existentes entre los pobladores que llevan consigo una carga de sentimientos disimulados y encubiertos, los cuales no han encontrado, todavía, mecanismos de canalización y convergencia para poder transformar los mismos hacia un sentido positivo.


A lo descrito anteriormente, esta vez se suman una serie de denuncias y contradenuncias que fluctúan entre realidades, afirmaciones y especulaciones que opacan a Tupiza bajo una nube gris que reprime los sentimientos reafirmantes de nuestra identidad. De igual manera se aplica un sesgo ideológico, político y electoral que puede ser el impulso de un activismo necesario para regularizar hechos y acciones que atentan contra los intereses de la comunidad chicheña en su conjunto. Así, de manera contraproducente, se va generando un sentimiento de lejanía hacia importantes proyecciones realizadas en este último tiempo donde la integración es el paso principal en este fortalecimiento pero que ha provocado el recelo y antipatía en algunos sectores ante las denuncias de ida y vuelta. Sin duda el proceso de reconstitución de la Nación Chichas amerita un punto de quiebre entre las formas tradicionales de entendernos en todos los sentidos para, desde ahí, comenzar a profundizar el proceso con la introducción de nuevas visiones y perspectivas de desarrollo enmarcadas en los lineamientos legales y constitucionales que puede llegar a ser conflictivo y tortuoso. No ubicamos en un momento complejo de contradicciones que ponen en entredicho a todos los sectores involucrados en la actual problemática, pero este deberá ser un momento a ser superado para evitar males mayores posteriormente y que este gran proyecto histórico no lleve consigo ningún riesgo de cuestionamiento y más bien sea legitimado por una mayoría de la población y sus organizaciones e instituciones para contar con un propósito fortalecido y sostenible. Han pasado más de cien años desde el último intento de lograr la departamentalización de los pueblos del sur y al parecer las problemáticas internas no han sido superadas. Ahora simplemente resta esperar que este momento de amargura pase y podamos seguir avanzando con las lecciones aprendidas, mucho más al aprestarnos a conmemorar un aniversario más de la Batalla de Suipacha donde el sentimiento de emancipación y verdad sean las únicas banderas considerando que “la patria debe vivir, aunque nosotros tengamos que morir”.

lunes, 27 de octubre de 2014

LA (RE)VUELTA DEL TURISMO

Habiendo concluido una jornada de paseo y visita por la FIPAZ llega la hora de dar una lectura a algunas publicaciones obtenidas en este recorrido. Así llega el turno de la Guía Turística “Bolivia te espera” recabado en el stand del Ministerio de Culturas-Viceministerio de Turismo donde se encuentran los principales atractivos del país divididos por departamentos que comienzan por Uyuni para terminar con la Ruta del Che (Cochabamba-Chuquisaca-Santa Cruz); pero donde los Chichas no aparecen ni como dato. De igual forma, se incluye una diversidad de destinos que conforman un interesante marco tentativo para darse a conocer Bolivia, como principal política de esta instancia estatal proyectada hace algún tiempo atrás. En contraparte, dentro de la misma semana nos topamos con dos revistas de turismo, publicadas por iniciativas privadas, donde se logra vislumbrar un espacio destinado a un Eco Parque en tierra chicheña que se matiza dentro de un vitral de ofertas variadas en todo tipo de escenarios, climas y cualidades dentro de gran parte del territorio nacional.

            De esta manera, no puede quedar exento de nuestra memoria el proyecto presentado hace unos años por el arquitecto José Luis Vargas respecto de un Eco Parque que sirva además de estrategia de resguardo a la flora y fauna del territorio chicheño. Sin embargo, esta iniciativa había quedado en el letargo y olvido durante otro lapso que por ahora no recuerdo. Entre otras cosas, uno de los objetivos establecido para este Eco Parque era el de incluir a Tupiza y otros lugares turísticos regionales dentro de un circuito nacional donde se articule a un recorrido nacional e internacional ya que hasta ahora las actividades se las realiza de forma aislada del circuito principal promocionado desde otros departamentos y capitales. Pese a estas falencias y limitantes, la región cuenta con una variedad interesante y llamativa para atraer la atención de turistas nacionales y extranjeros que en muchos de los casos toman a esta parte como un simple tránsito hacia otros lugares de “mayor renombre” eslabonados en una cadena con principio y final predefinidos.

Así, tiempo después, este proyecto vuelve a la palestra del debate con nuevas connotaciones y consecuencias mediante una articulación con el Comité Impulsor de la Nación Chichas que viene apoyando la iniciativa para que sea concretada, tomando Tupiza como punta de lanza. De esta manera, se logró la aprobación de una Ley de Área Protegida Municipal donde se aprueba el reconocimiento del EcoParque Encantado que con los artilugios de costumbre todavía tiene un conflicto con los gestores del proyecto. Desde el ámbito público, el municipio de Tupiza tiene planificada para esta gestión el Encuentro Trinacional de Turismo para el próximo 5, 6 y 7 de noviembre con participación de Argentina, Bolivia y Chile. Con todo lo mencionado, los Chichas siguen dentro de un territorio privilegiado con todas sus peculiaridades, esta vez focalizadas desde el turismo, para ser un polo de desarrollo que beneficie a la población en su conjunto y supere intereses individuales y/o empresariales (aunque muy legítimos) con un impacto colectivo que además contribuya a la integración chicheña. Asimismo, el turismo comunitario sigue siendo una necesidad para potenciar esta arista con los réditos esperados a partir de actividades como el Dakar 2014 y el Festival Internacional en su primera versión, y de pronta repetición el 2015. Para ello las diferencias deberán zanjarse uniendo los esfuerzos entre los intereses colectivos, privados y públicos que terminen de encumbrar a los Chichas como otro destino turístico internacional y que en la próxima edición de la Guía Turística encontremos en sus páginas los legendarios espacios que se encuentran ubicados entre los cerros de colores y una página titulada “Los Chichas te esperan…”.

lunes, 20 de octubre de 2014

LO QUE SE VIENE

Concluido el proceso electoral, donde Evo Morales es ratificado en la Presidencia del Estado Plurinacional, se ha cerrado un ciclo político marcado por momentos interesantes que dejarán sus alcances durante la próxima gestión de gobierno dando continuidad al lineamiento establecido por el MAS, aunque sería muy pertinente retomar el camino del Instrumento Político. Con el 61% obtenido, y pese a los cuestionamientos al Tribunal Supremo Electoral, ahora está en suspenso, por ejemplo, el momento en que Jorge Quiroga coma su reloj luego de manifestar que si 6 de cada 10 bolivianos votaban por Evo él se lo comería. Por su parte, Samuel Doria Medina se prepara como cabeza de oposición donde se jugarán más que los dos tercios de la Asamblea con los riesgos siempre presentes de los disidentes de todas partes así como los librepensantes y ramas anexas. Como ya se dijo, Juan Del Granado y Fernando Vargas son los mayores perdedores de estas elecciones porque como principal argumento se tiene la pérdida de su sigla y capacidad del ejercicio de su derecho ciudadano a ser elegido, luego de superar su candidatura y convencer a la población que los apoye.

Bajo estas características establecidas en el país, ahora ya se escucha decir a integrantes del MAS y Unidad Demócrata que el actual Alcalde de La Paz, Luís Revilla, sería el mejor candidato a ese mismo puesto para las próximas elecciones del 2015. Así, no está muy claro si se logró esa gran, e impensada, unidad entre oficialismo y oposición para encausar a Revilla como el seguro candidato a las municipales o tal vez se disputen su imagen entre unos y otros para llevarlo bajo sus siglas partidarias, ahora que parece estar librado a su suerte y abandonado por el paraguas Sin Miedo. En todo caso, tal vez sería prudente, para evitar todos los gastos, trámites y acusaciones de fraude, hacer esa elección por simple aclamación, aplausos y rechiflas; sin duda una forma muy participativa aunque algo excluyente. Este es solo un ejemplo de la complejidad de las próximas justas electorales donde se tendrá decenas y centenas de nombres, tal vez, representativos de cada municipio y departamento donde en  muchos casos la sigla es atenuada por otros intereses enmarcados en el desarrollo local, muy legítimo. A partir de los resultados que vayan a surgir estaremos conociendo a los nuevos aliados y opositores de la ola azul que inundó casi toda Bolivia, exceptuando el Beni como un fenómeno todavía poco explorado y explicado.


Las gobernaciones serán otro lugar de disputa importante donde nuevamente se jugarán intereses regionales, departamentales y políticos y en el mejor de los casos integrarán  todos ellos para una gestión eficiente y con alto nivel de gobernabilidad. Hasta la actualidad el cambio realizado de las prefecturas a gobernaciones ha quedado en mucha lírica y pocos resultados. Con todo esto, el panorama electoral se viene con mayores matices que reconfigurarán el tablero político del país y posiblemente encumbren nombres de los líderes que puedan estructurar propuestas coherentes y acordes para hacer frente a Evo Morales. Pero por ahora nos quedamos en esta espera que acelerará los ánimos electoreros, seguramente, con muchas más sorpresas que la predicha victoria sucedida el pasado 12 de octubre donde descubrimos que gran parte de la población boliviana sigue apostando por el proceso de cambio y por el contrario continúa desmontando historias gastadas como el “descubrimiento de América”.

martes, 14 de octubre de 2014

VOTAR LA DEMOCRACIA

En estos, pocos y escasos, días previos a las elecciones nacionales hemos pasado por un periodo caracterizado por el silencio electoral promovido por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) como una manera de evitar que las campañas sigan presentes en la cotidianeidad de las familias y la sociedad en su conjunto. Asimismo es una especie de retiro para poder reflexionar respecto del voto que se vaya a emitir dentro del cuarto en el cual se pondrá una X dentro de la casilla del o la candidata elegida para representante, ya sea presidencial o uninominal. Por otra parte, el mismo OEP viene pregonando que estas son las primeras elecciones en democracia intercultural  lo cual posiblemente se entienda por las reformas de la Constitución Política realizadas durante la Asamblea Constituyente aunque esta realidad salta a la vista al explorar, visualmente, la configuración de los asambleistas nacionales elegidos, como alguien diría, "entre votos y wiphalas". Más allá de esta caracterización es posible que la paridad y el intento de las mujeres por ser protagonistas de la democracia sea uno de los retos mayores en estas elecciones, pasando de una paridad simbólica y forzada hacia una participación real en la toma de decisiones en el Legislativo (para el Ejecutivo todavía hay que esperar, pero es el próximo paso forzosamente necesario).

            De esta manera, luego de nueve años de gobierno del Movimiento Al Socialismo y Evo Morales existen diferentes visiones de la gestión ya sean a favor o en contra que en última instancia debe ser legitimada por el "soberano" que ha superado el simple ejercicio de sus derechos políticos solo con el sufragio y ha ganado espacios en otras etapas como ser mediante el control social y otros mecanismos de participación.  Desde la otra vereda se cree que los movimientos sociales han perdido el horizonte propio para convertirse en instrumentos del gobierno de turno para cumplir diferentes funciones lo cual, sin embargo, le otorga una cualidad orgánica en relación a estas instancias. Así, luego de varios procesos electorales realizados dentro del actual gobierno, el MAS ha conseguido una aceptación en gran parte de ellos siendo su único traspie las elecciones para magistrados dentro del órgano Judicial. Así, la capacidad de gestión que se ha tenido es uno de los temas llevados como una bandera política dentro de una campaña de casi nueve años, como dice la oposición, enmarcada en la sola gestión de gobierno.


            Una vez más nos encontramos acudiendo a las urnas para definir desde la decisión individual, mayormente, el voto y elección de un candidato o candidata a quien delegamos el micropoder en el intento de tener mejores condiciones de vida que permitan eliminar las desigualdades sociales en nuestro país. Junto a todos los bemoles, continuamos alejándonos de las sombras de la dictadura dentro de una democracia madura a la que se espera que acompañe la madurez política de los ciudadanos. En varias ocasiones hemos escuchado, desde algunos sectores, decir que este es un gobierno de régimen dictarorial pero debemos retomar la reflexión de una realidad pasada donde el ejercicio de la libertad y los derechos eran inpensables y que no tenían ningún parangón con los gobiernos actuales. El ejercicio de la política es de ida y vuelta existiendo atisbos de performances que pretenden hacernos creer en pugnas e intereses totalmente opuestos e irreconciliables pero más de una vez hemos sido testigos de acuerdos extremos donde se cruzan los "ríos de sangre", precisamente producto de las dictaduras. Con todo esto, la ciudadanía sigue apostando por votar en y por la democracia manteniendo viva una esperanza de que a partir de uno u otro gobierno se vean mejores días en nuestro país. Bolivia ha logrado importantes avances en democracia que deberán seguir siendo trabajados y profundizados para mejorar este sistema que supera momentos relativos dentro de una realidad de largo aliento que se acerca al bicentenario de la independencia y donde seguramente quedará en entredicho los avances obtenidos hasta la actualidad.

lunes, 6 de octubre de 2014

ELECCIONES RECTA FINAL

Habiendo transcurrido algunas semanas de una ligera y tímida campaña electoral, nos encontramos a menos de una semana de las elecciones nacionales donde se conocerá al nuevo Presidente del Estado Plurinacional, aunque según encuestas y opiniones Evo Morales ya es el ganador. Con esta perspectiva debemos remontarnos hasta hace nueve años atrás donde el Presidente electo realizaba algunos viajes internacionales con diferentes objetivos donde incluso levantaba la polémica al presentarse frente al Rey de España con una ropa casual, incluyendo la famosa chompa a rayas. Posteriormente, luego de gran expectativa nos aprestábamos a la sucesión de mando donde Eduardo Rodríguez entregaba el mando y Álvaro García Linera, ya como Vicepresidente de Bolivia, colocaba la banda presidencial a Evo Morales desatando diversos sentimientos en gran parte de la población boliviana teniéndose la presencia hasta de algunas lágrimas por la emoción. A esto le siguió una de las gestiones más legítimas donde ese 53,4% validaba y establecía una especie de carta blanca para la gestión.

Después se desarrolló una de las etapas más conflictivas, motivadas principalmente por el proceso constituyente y la implementación de autonomías como propuestas ambivalentes que terminaron por ser canalizadas por el partido de gobierno de forma estratégica y adecuada dentro de un mismo discurso y agenda. Así con una nueva constitución aprobada mediante referéndum nuevamente se realizaron las elecciones nacionales con grandes cambios como un nuevo sistema de partidos con actores diversos y fundamentales para la definición de políticas públicas. Bajo este paraguas legal la victoria de Morales había sido, también, cantada mucho antes donde incluso se incrementó el porcentaje de votación dando al gobierno una mayor hegemonía y donde la oposición perdió casi la totalidad de capacidad e influencia. No obstante, las políticas impulsadas desde el gobierno nacional fueron muy acertadas, en la mayoría de los casos, donde se destaca la integración carretera, el avance tecnológico y la unificación nacional entre otros. Como uno de los factores contrarios nos encontramos en un escenario internacional adverso en el cual los países de similar línea progresista salieron a la luz con condiciones desfavorables, principalmente en temas económicos. Pese a esta situación, el gobierno boliviano se sigue manteniendo con una economía estable lo cual le permite contar con gran aceptación para las actuales elecciones.


En esta oportunidad, solo se tiene cinco candidatos presidenciales que no superan el 15%, a diferencia del MAS que en promedio tiene el 55%. Así la unidad buscada por la oposición nunca se logró concretar a raíz de lo cual ahora tenemos dos candidatos abiertamente opositores y con tendencias de centro derecha junto a otros dos de línea más conciliadora pero con los menores porcentajes en las encuestas. Con esta información se da por sentado que el actual partido de gobierno continuará a la cabeza del Estado siendo la única opción opositora la búsqueda de escaños para, desde el legislativo, hacer frente al MAS. Hemos transitado por semanas curiosas y llamativas donde los partidos opositores se han centrado principalmente en cuestionar la gestión de gobierno quedando a un lado las propuestas y programas; en contraparte el gobierno de turno lleva nueve años de buena gestión siendo la misma su principal campaña. Por otra parte, para estas elecciones han tomado algo de fuerza premisas como Voto Informado además de considerarse esta como la primera elección en democracia intercultural. De esta manera, es posible que la mayor novedad se genere a partir de las candidaturas uninominales producto del polémico voto cruzado como alternativa para algunos sectores de la ciudadanía inversa a la máxima del voto lineal para fortalecer el proceso de cambio. Pero queda mucho más por decir y dentro de unos días estaremos conociendo si las tan mentadas encuestas se acercaban a la realidad o estaban pretendiendo direccionar las preferencias. Esta vez, también se habla, de reformas constitucionales, pero en última instancia lo que queda muy claro es que el “soberano” definirá y otorgará la batuta del Estado a quien mejor le parezca y para ello debemos confiar en la madurez política de los y las bolivianas ya sea para cortar con un gobierno o apoyarlo ad infinitum.

lunes, 29 de septiembre de 2014

CAMPAÑAS Y #VOTOINFORMADO

En anteriores periodos electorales llevados adelante en nuestro país era muy recurrente encontrar mecanismos para direccionar el voto hacia uno u otro partido o candidato; desde este sentido, el clientelismo y la prebenda eran factores que se solía aplicar para trata de convencer a los electores. Así los regalos llevados, principalmente, hasta las comunidades se materializaban en objetos como gorras o abarrotes, situación que se replicaba con el paso de cada uno de los candidatos lo cual significaba el abastecimiento de las despensas de los beneficiados por estas prácticas electoreras. Paradójicamente, los resultados no siempre fueron los más esperados porque llegadas las elecciones solo uno de los partidos benefactores era el ganador con datos que lanzaban porcentajes, generalmente, menores al 30% de la votación y que a final de cuentas el Congreso era el que definía, en base a acuerdos, quién se quedaría con la presidencia de la República. De esta manera, el voto popular quedaba en entredicho por la poca claridad de la elección realizada.

            Otro de los aspectos cuestionables era la demagogia como principal argumento de campaña que era demostrada por el paso de uno tras otro partido en el gobierno que al final de cuentas no concretaba las promesas hechas con lo cual la fe en el ejercicio de la democracia iba en declive además del aumento en el desinterés por la función de gobierno para una mayoría de la sociedad civil. Con estos elementos, el alejamiento entre el Estado y la población parecía ampliarse aspecto que iba en detrimento de la misma democracia como ejercicio del poder que era reducido al simple momento de sufragio y después nuevamente la ruptura. De esta manera, el ingreso al periodo democrático fue superando etapas teniendo como principal impulso la amenaza del régimen dictatorial del cual pretendemos alejarnos lo más posible en el intento de mantenernos dentro de la libertad y el ejercicio de los derechos que implica este periodo en el que todavía nos mantenemos.

Como toda necesidad social y política, desde el año 2000, principalmente, y antecedida por una continuidad de movilizaciones y manifestaciones de diferentes y múltiples sectores se fue interpelando la cualidad del sistema de partidos que cargó con todos esos problemas antes mencionados para tratar de modificar los mecanismos de elección democrática en el país. Entonces, el proceso constituyente y la nueva Constitución Política fue uno de los más significativos avances que junto a la movilización de 2003 terminó de anular este viejo régimen de partidos además del mismo sistema democrático boliviano. De esta forma, al parecer, el pueblo viene alcanzando una madurez política que no responde mecánica o clientelarmente a uno u otro partido sino que el voto es algo más importante el cual, además, se prolonga durante toda la gestión con mecanismos participativos y de control social más reales que líricos. Así la sociedad civil asume el rol de actor social y político fundamental para garantizar la gobernabilidad en el Estado y todos sus niveles de gobierno. En las actuales elecciones, se presenta un nuevo reto que se expresa en la necesidad del voto informado que implica un mayor compromiso con el acto del sufragio que se aleje de la simple mecanicidad u obligación y más bien sea un acto responsable del ejercicio de los derechos políticos de cada ciudadano y ciudadana en el país. Nos aprestamos a una elección determinante donde se pugna la continuidad del denominado “proceso de cambio” o un viraje radical en cuanto al tipo de gobierno pero que con seguridad no podrá desechar los grandes avances logrados en este último periodo en el intento de mantenernos en democracia. El voto informado debe ser el principal motivador de la decisión para este 12 de octubre porque además, así, somos los gestores de acciones tomadas en un momento dado y donde la ignorancia no será óbice para librarnos de culpas o responsabilidades.


lunes, 22 de septiembre de 2014

CONSTRUYENDO UNA VISIÓN DE NACIÓN

Hasta la actualidad existe un importante número de trabajos realizados en torno a los Chichas; sin embargo, los mismos han sido realizados y proyectados desde temáticas diferenciadas y sobre todo segregadas desde una percepción integral y de totalidad como, ya sea, una región o, más aun, una Nación. Así, Tupiza ha sido una de las principales gestoras de estas iniciativas, ya sean, investigativas, literarias y otras dentro de las cuales se han identificado diferentes momentos o temas específicos para desarrollarlos a detalle donde destacan la fundación de Tupiza, Batalla de Suipacha, Alfredo Domínguez, Víctor Agustín Ugarte, Nuevos Horizontes entre muchos otros. No obstante, esta orientación ha ido trazando líneas de interés fortalecidas en detrimento de otros aspectos, características y sucesos ignorados y casi olvidados. Por otra parte, se ha producido un proceso de construcción identitaria en base a este tipo de pilares que otorgar un sentido al ser chicheño y chicheña, lo cual además ha implicado una apropiación de esta chicheñidad excluyendo a otros espacios y comunidades que también conforman los Chichas desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, por lo menos territorialmente pero, sin dejar de lado otros aspectos cualitativos importantes que son puestos en entredicho por pugnas regionales y locales de cada espacio en base a intereses, muchas veces, infundamentados.


Desde el punto de vista conceptual y discursivo, en estos últimos tiempos se ha producido un histórico avance en estos términos habiéndose logrado superar una visión señorial y excluyente que dio paso a la consideración de la posibilidad de una reconstitución de una Nación basada principalmente en esta identidad, antes mencionada, pero amplificada e incluyente. De esta manera, dentro del espacio propositivo se ha desarrollado una visión y perspectiva donde la segregación, diferencias y alejamientos habían calado hasta dañar el tejido social en los pobladores de todas las provincias chicheñas implantando una falsa idea de lejanía y negación mutua pese a contar con los mismos derroteros identitarios fundantes. Por otra parte, con estos avances se pretende trascender los límites imaginarios que nos encerraron dentro de la región sin que la identidad chicheña tenga un mayor renombre en espacios nacionales, teniendo como ejemplo a la misma Batalla de Suipacha, considerada como uno de los momentos más emblemáticos para nosotros pero, que es casi ignorada en otros espacios como ser la propia historia “oficial” de Bolivia. Al respecto, si bien se debe reconocer que Tupiza, como tal, ha logrado algunos reconocimientos en otros ámbitos, los mismos nuevamente recaen en ese localismo que deja de tener relevancia con el paso del tiempo, es decir que estos logros se van diluyendo entre el intento de fortalecer la identidad propia y su relacionamiento con otros grupos culturales del país que han logrado sentar presencia notable en espacios nacionales, ya sean culturales, históricos, políticos y sociales.


De esta manera, el proceso sociopolítico actual ha tenido, también, un rol fundamental en este potenciamiento y cambio de perspectiva donde se abre la oportunidad de tener un proyecto que supera el culturalismo y articula otros elementos como ser el histórico, político, económico, social, idiomático y otros para perfilarnos hacia la Reconstitucion de la Nación Chichas con miras de generar una capacidad autonómica. Bajo estos parámetros, hemos pasado por varios periodos históricos que partieron de una integralidad e integración de nuestros pueblos hasta una desmembración territorial que puso en riesgo la unidad cultural e identitaria y que pese a todas las influencias externas e internas logró permanecer con las características propias fuertes y solo sufrió modificaciones propias de cualquier proceso social pero que no perdió la raíz principal. Con todo lo trabajado hasta nuestros días se deberá seguir profundizando una propuesta bien estructurada e integral para poder entendernos como una Nación que esta vez requiere de avances institucionales y el respaldo mayoritario que legitime y avale este proyecto. Desde esta perspectiva las representaciones políticas con que se cuenten deben manifestar un respaldo comprometido con la Reconstitución de la Nación Chichas siendo los canales formales para profundizar este proceso en los ámbitos estatales de los diferentes niveles de gobierno. Con todo lo mencionado, esta reconstitución requiere de un trabajo complejo y participativo para que el mismo no recaiga en errores del pasado con diferencias superficiales que pueden truncar una visión histórica hacia la búsqueda de autodeterminación y administración propia desde nuestras necesidades y demandas centenarias.

lunes, 15 de septiembre de 2014

JAZZ CON AIRES CHICHEÑOS


El pasado viernes 12 de septiembre el Festijazz, programado para esta gestión en el Teatro Municipal de La Paz, tuvo la presencia magistral del paisano Martín “Tincho” Castillo que junto a su cuarteto presentó varios temas del género jazz despertando los aplausos de los asistentes a este encuentro cultural. La ocasión también sirvió para mostrar su última producción titulada “2 Tríos” con colores de jazz contemporáneo y música latinoamericana. Como siempre esta presentación comenzó con los ritmos característicos del género musical para ser cerrados por los acordes infaltables de Domínguez y de otros compositores chicheños perfectamente concatenados a este estilo tan particular. De esta manera, el cuarteto de Tincho Castillo brindó un gran aporte a este encuentro Internacional con la valiosa participación de un importante artista de la Nación Chichas con todo el aire, identidad y vivencias cargadas dentro de sus acordes traídas desde la legendaria tierra chicheña.

C37 CANDIDATOS Y PROPUESTAS

La vida en los pueblos chicheños se caracteriza por un devenir permanente de cumplimientos cíclicos en el calendario habitual. Sin embargo, entre medio se cuenta con diferentes eventos y fechas que resaltan a determinado acto o suceso en la historia. Así, nos encontramos, principalmente, con festividades donde la manifestación cultural y el valor de la identidad toman mayor realce con las cuales se logra romper con el tedio de la rutina y la cotidianeidad. Dentro de este listado de fechas se encuentran los meses de diciembre y enero, principalmente, donde se produce un importante y singular fenómeno social en el cual grandes cantidades de personas oriundas de la región retornan a pasar algunos días en su tierra natal con lo cual se incrementa la fortaleza del ser chicheño y chicheña dentro de fiestas como las de navidad y posteriormente, en el caso de Tupiza, la fiesta de Reyes. Por otra parte, además de las festividades ya mencionadas a lo largo del año se cuentan con otra variedad de fechas donde las características y cualidades de las mismas hacen que esta particularidad cultural e identitaria sea aun más notoria.


Pero, en lapsos más largos nos aprestamos a encarar acontecimientos de participación donde se insertan otro tipo de elementos como ser el político junto al ejercicio ciudadano de la democracia. De esta manera, en octubre próximo se realizan a nivel nacional las elecciones presidenciales, junto a la de los próximos miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional, tomando en específico el caso de los Diputados Uninominales. Así, además de la decisión por uno u otro candidato presidencial se pone en cuestión e interrogante el nombre del o la candidata que representará a la Circunscripción 37 compuesta en parte gran parte por provincias chicheñas. En este sentido ya estamos a menos de un mes para el 12 de octubre y las propuestas deberán ir madurando y tomando fuerza para permitir a los votantes cumplir con ese gran objetivo democrático que es planteado como el Voto Informado. Con este mecanismo se podrán evitar situaciones como las del voto consigna emitido sin importar el o la candidata y su propuesta que sea efectiva dentro de los próximos cinco años.


Al respecto de las propuestas presentadas por las y los candidatos debemos lograr una mayor profundidad ya que desde hace mucho tiempo atrás se ha confundido las competencias de los diputados, desconocimiento que puede llevar a un engaño socapado con planteamientos que no tienen nada que ver con sus funciones dentro del legislativo y más bien son de carácter municipal, mayormente. Así, por lo general los representantes de las circunscripciones no han tenido los resultados esperados por la ciudadanía ya que posiblemente no tiene el conocimiento suficiente de las labores que cumplen en la Cámara Baja. Con estos presupuestos durante muchas gestiones el voto por uno u otro candidato y candidata ha sido realizado sin mucha información y con apoyos bajos donde incluso se tuvo un caso de la victoria del voto blanco en el primer lugar y después recién el nombre del diputado nombrado de manera casi forzosa. Sin embargo, en esta oportunidad el o la representante de la Circunscripción 37 tiene en sus manos una agenda histórica vinculada a la reconstitución de la Nación Chichas, objetivo que deberá ser puntal de la propuesta para que dentro de la Asamblea Legislativa se realice las gestiones pertinentes para lograr el reconocimiento oficial del Estado mediante una constitucionalización de la misma y posteriormente dar paso a otros objetivos como el avance de la autonomía en trabajo concordante con los otros niveles de gobierno. Con todo lo mencionado, nos encontramos dentro de una etapa donde la democracia ha tenido grandes avances y por tanto la elección y el voto por una o un candidato deberá generar la legitimidad y representatividad necesaria para que este sea el interlocutor válido en estratos nacionales y sobre todo no rompa el nexo con la comunidad a la que le debe este puesto, que puede ser solo transitorio o histórico dependiendo del compromiso y visión con lo que fueron, son y deberán ser los Chichas.

lunes, 8 de septiembre de 2014

JUVENTUDES POR EL CAMBIO

El año 2007, realizamos dentro de la Carrera de Sociología de Universidad Mayor de San Simón una investigación colectiva titulada “Culturas juveniles emergentes en Cochabamba en el periodo 2006-2007. Los nuevos derroteros de la juventud cochabambina”. La misma que fue precedida por un hecho ocurrido durante el 11 de enero donde se exacerbaron los ánimos y los sentimientos reprimidos en sectores conservadores de esa ciudad con el argumento de propiedad sobre ese espacio urbano influenciado, también, por el Prefecto de entonces adscrito políticamente a la “media luna”. Así, el tejido social de la capital valluna se vio afectado con secuelas que duraron hasta algún tiempo después. Pero volviendo al estudio mencionado, dentro del mismo se logró identificar tres corrientes político-juveniles: primero, el “Movimiento Universitario Identidad con Dignidad” que logró articular a partir de una estructura universitaria a todo un conjunto de organizaciones, grupos y colectivos entre otros, alrededor de una ideología de izquierda progresista afín al proceso de cambio, llegando a conformar la “Coordinadora de Juventudes Antifascista” y sobre todo reintegrando al campo y la ciudad. De igual manera, encontramos a los “jóvenes por la democracia” articulados de forma circunstancial al calor de la pretensión polarizadora del momento y donde se encontraban principalmente jóvenes provenientes de familias conservadoras que eran animados por sus propias madres para salir a expulsar a los “indios”, bates en mano, de su ciudad; utilizando superficialmente a la democracia como bandera de lucha. Por último, estaba la “Red Apu Tunari” compuesta por colectivos indigenistas de izquierda y alejada del compromiso con uno u otro partido político pero de trasfondo antifascista. De esta manera, con estos tres derroteros, el periodo de tensión fue superado y actualmente muchos de los dirigentes de entonces ocupan espacios dirigenciales y esta vez, incluso, con posibilidades de llegar a la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Lo dicho anteriormente es solo un precedente que nos permite entender las lógicas juveniles de relacionamiento con el poder o el Estado, o según Bourdieu el campo político, del cual estas y estos jóvenes habían sido relegados por mucho tiempo por una concepción adultocentrica que había tomado el control total de este espacio de decisiones. Sin embargo, como en otros tiempos de necesidad urgente para una participación, como fueron las dictaduras, este sector de la población se suma también retomando el papel protagónico y asumiendo el rol de actor social y político que contribuya al actual proceso que vivimos en el país. Pero esta apertura ha sido lograda, también, gracias a la ampliación del mismo Estado que ahora abre estos espacios y promueve una democracia participativa e incluyente desde las normas y leyes, más allá del simple discurso. De esta manera, la motivación revolucionaria sigue muy vigente pero en un nuevo contexto y coyuntura con las características de las y los jóvenes en todos los tiempos. Así, bajo las actuales condiciones, debemos considerar algunas particularidades de este sector poblacional, comenzando por la necesidad de hablar de juventudes, y no solo de juventud como grupo social, ya que las identidades que se mueven dentro son muy amplias y diversas y bajo este perfil también están las identidades políticas que se van asumiendo más que como solo una herencia, desde una experiencia de vida y una necesidad histórica de participación. Igualmente, la ideología ingresa en este espacio como una condición para la articulación a uno u otro proyecto para así contar con un contenido más allá de una simple participación efímera o instrumental.

De esta manera, en el proceso electoral que se vive en el país se ha presentado una novedosa propuesta bajo el denominativo de “Generación Evo” alrededor del cual se suman mujeres y hombres jóvenes con una propuesta innovadora y como estrategia de mediano y largo plazo para la profundización del proceso de cambio. Por otra parte, el aspecto tecnológico puede ser fortalecido por esta generación ya que resulta directamente proporcional a su vivencia donde las nuevas tecnologías así como el uso de redes sociales se irán convirtiendo en instrumentos políticos determinantes en el devenir. Con la intervención de estos grupos de jóvenes se abren nuevas perspectivas en la política nacional que refresque las ideas, la democracia y la política donde se direccione la atención de manera más estructural hacia necesidades y problemáticas juveniles como ser el acceso al empleo digno que sea el complemento necesario para efectivizar de manera positiva el Bono Demográfico con el que cuenta el país para que a partir de mejores condiciones de vida en las y los jóvenes tengamos un país más equitativo en todos los aspectos y grupos generacionales, donde además se inserte como una transversal al género, revitalizando de forma permanente la revolución democrática y cultural.

martes, 2 de septiembre de 2014

LIBROS Y LECTURAS (I) LOS ARAMAYO DE CHICHAS*

Dentro de la historia de Bolivia en los albores de la Revolución Nacional de 1952, se encuentra nominado, con una gran sombra encima, el apellido Aramayo como uno de los tres hombres que formaban la rosca minero feudal, junto a Patiño y Hochschild. Asimismo, este grupo gamonal formaba el grupo de los barones del estaño que después del 9 de abril sufrieron una fuerte arremetida enmarcada en la revolución en curso donde se impulsó el sentimiento nacionalista que pretendía fortalecer al Estado en todos los ámbitos, y entre ellos el económico mediante la nacionalización de las minas, y otras medidas. Así, ha quedado este antecedente como uno de los momentos más importantes para el país donde se realiza grandes cambios al orden social lo cual se expresó en un cuestionamiento al mismo Estado. Sin embargo, poniendo la atención en el apellido Aramayo, esta es solo una parte de esta historia con mucha carga política que se desprende de una contextualización y explicación más amplia que nos remonta hasta un par de décadas antes de la independencia de Bolivia.

El Libro “Los Aramayo de Chichas” (1981) de Alfonso Crespo, sin duda es uno de las obras más interesantes dentro de las que se refieren a los Chichas, la cual ocupa un lugar privilegiado en la biblioteca personal. Dentro de este libro logramos ampliar de forma muy satisfactoria varios aspectos referidos a esta historia de vida que sin embargo debe desagregarse en tres etapas, las referidas a esta triada generacional de Aramayo que parten en 1809. En primer lugar, se ubica a José Avelino [Ortiz de] Aramayo (1809-1882), después Félix Avelino Aramayo (1846-1929) y por último Carlos Víctor Aramayo (1889-1982) quienes formarían una familia de empresarios mineros, sin que todos hayan tenido un éxito completo como el que alcanzó, recién, el de la tercera generación. A partir de esta estructura general y orden del libro, Crespo nos invita a recorrer la vida de estos tres personajes pero lo que realmente resulta llamativo es la gran capacidad del autor para enlazar el devenir biográfico de los Aramayo en estrecha relación con el acontecer de la historia boliviana y sus avatares hacia el establecimiento de la nueva república, donde se destaca la participación que tuvieron, cada quien en su momento, en épicas como la Guerra del Pacífico, Guerra del Chaco y otras contiendas internacionales.

            En referencia del contenido del libro, además, es importante el relacionamiento que se hace en una misma, y a la vez diferenciada, línea cronológica entre las tres generaciones partiéndose de las condiciones en las que se encontraba esta parte territorial poco antes de la independencia y de cómo surge un emprendedor desde muy abajo en la búsqueda de lograr sus metas trazadas. Así, el punto de partida de toda esta aventura se ubica en Moraya (Provincia Sud Chichas-Potosí) desde donde comienza a surgir José Avelino Aramayo para llegar muy lejos, hasta tierras europeas y con objetivos disímiles y variados. Una vez avanzados en el tiempo, comienzan a manifestarse un colofón de nombres que hasta la actualidad son representativos de la política y la economía de esa época, donde tenemos a Andrés de Santa Cruz, Tomás Frías, José María Linares; para continuar, aunque en otras épocas, con Gregorio Pacheco, Aniceto Arce, Mariano Baptista, Ismael Montes, Bautista Saavedra, Hernando Siles, Daniel Salamanca, Franz Tamayo, entre muchos otros. Fueron estos personajes los aliados y rivales, que en cada momento tuvieron papeles e influencias variadas contrastando, como protagonistas o antagonistas, a los miembros de las tres generaciones Aramayo. Con todo este amplio paragua variado en perspectivas, los miembros de la familia Aramayo de Chichas, ocuparon espacios importantes, tanto a nivel político y económico como ser diputaciones, ministerios o representaciones ante otros países. Sin embargo, también están otros hechos singulares como el sucedido en 1909 cuando Félix Avelino inauguró el monumento de su padre en la plaza principal de Tupiza, del cual existe una fotografía en este libro; por otra parte Carlos Víctor fue el fundador del periódico “La Razón” además del Círculo de la Unión, en La Paz, que hasta nuestros días sigue siendo representativo de la elites actualmente efímeras. Con seguridad que adentrarnos en la lectura de “Los Aramayo de Chichas” nos llevará a conocer muchos aspectos de estas tres generaciones llenos de luces y sombras pero como un importante baluarte de personajes oriundos de los Chichas, con la segura necesidad de una relectura periódica para discernir todo el contenido procesado por el autor. Por último, como una merecida consideración reproducimos una frase ubicada dentro de esta obra donde Carlos Víctor Aramayo reflexiona contra la carga de prejuicio histórico hacia su apellido y su legado manifestando: “No dejó de sorprenderme que alguna vez, en artículos de prensa y en libros, ciertos hombres hablaran con alguna simpatía y respeto de la memoria de mi abuelo paterno, don José Avelino Ortiz de Aramayo, mientras vertían todo su veneno contra mi padre y contra mí mismo. […] Mi abuelo, a pesar de haber trabajado toda su vida con empeño e inteligencia, […] no alcanzó personalmente la satisfacción de conocer el triunfo, y cuando murió dejó más deudas que fortuna a sus hijos”.


* Este es el primer artículo correspondiente a “Libros y lecturas de y en los Chichas”, donde se revisa y revisita diferentes libros y publicaciones enmarcadas dentro de la temática general de los Chichas.

lunes, 25 de agosto de 2014

POLÍTICA ELECTORERA



Luego de haber transcurrido cinco años de gestión de gobierno, nos aprestamos a una nueva elección nacional donde se definirá el nombre del próximo Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, justamente en 12 de octubre de forma provocativa. Sin embargo, esta etapa se encuentra enmarcada en las campañas electorales todavía masivas, en referencia a los medios de difusión nacional y su capacidad de intervención popular. Esta situación responde al cronograma establecido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que hizo una planificación con tiempos específicos para cada momento rumbo a las elecciones 2014. Con estos prolegómenos, las encuestas y estadísticas lanzadas por varias fuentes y empresas del rubro vienen perfilando a Evo Morales como el candidato preferido para lograr una victoria con situaciones novedosas como el aumento de aceptación en el Departamento de Santa Cruz donde, en promedio, supera el 50%.

En los mismos términos de territorialidad y política, no encontramos con situaciones igual de sugerentes como ser la baja aceptación que tiene Juan del Granado en La Paz donde llega apenas al 3%, pese a que este fue uno de sus principales reductos a nivel municipal. Por otra parte, Jorge Quiroga sorprende con los datos que superan al candidato Sin Miedo sin importar que hiciera pública su postulación apenas algunos días antes del plazo límite de inscripción ante el TSE. En este caso, seguramente el respaldo viene desde el lado de la población más conservadora del país que pretende un retorno al modelo anterior en pleno a lo que se adscriben términos como el neoliberalismo y la derecha sin eufemismos. Samuel Doria Medina se pretende mostrar como el centro y la conciliación, es por ello que una de sus palabras primordiales es la unidad a la que se articuló, con fines electorales, lo demócrata; sin embargo con lo sucedido en la presentación de sus candidatos hace algunos días en Santa Cruz se pone en cuestión la capacidad unificadora con que se cuente gracias a este antecedente violento. Por último, nos encontramos con Fernando Vargas que dentro de las tendencias del voto parece un código binario que fluctúa solo entre 1 0 1 0 1 0, dependiendo de mínimas variantes que ni siquiera hacen la diferencia en su Departamento (el Beni) olvidando toda la parafernalia del TIPNIS.

Bajo estos precedentes, ya sean estadísticos o hasta anecdóticos, toma fuerza la campaña electorera pretendiendo tener una mayor ventaja entre EL oficialista y LOS opositores seguramente en espera de superar al primero o por lo menos lograr que los otros desistan de sus candidaturas. Centrando la atención en el aspecto de las campañas en pleno se nota una tibieza de las mismas donde el posicionamientos de los candidatos no está teniendo buena acogida y simplemente parece moverse en un estado latente de forma muy sutil pero sin cambiar la tabla de posiciones. Así por ahora, en su mayoría, las campañas son realizadas con trabajo hormiga y la voluntad de las bases (lamentando por cierto de aquellos que no las tienen) o por lo menos con funcionarios públicos dependientes de los diferentes niveles de gobierno que, tratando de ocultar un secreto a voces, utilizan estos recursos humanos para fines ajenos a la gestión pública. Por parte del candidato oficialista (¿u oficial?) parece que la campaña se entremezcla con la gestión de gobierno que pese a las críticas es la mejor carta de presentación que viene tan acorde al: “Bolivia avanza/Evo no se cansa” y como una constante sin importar los tiempos electorales. Desde la búsqueda de innovación nos topamos con candidatos que buscan formas llamativas de captar la atención desde palabras altisonantes hasta ingresar en modas mundiales que tienen de trasfondo la “solidaridad y beneficencia”, echándose agua helada y nominando a sus círculos más cercanos para que así entre todos tengan cobertura en los medios, se hagan más conocidos o resulten algo más simpáticos y carismáticos. Con esto, y mucho más, seguimos acercándonos al día de elecciones donde todo este proceso verá su efectividad o fracaso, entre la continuidad, la reconducción o el golpe de timón del proceso de cambio que cumplirá su primer década y pretende alcanzar, por lo menos, al 2025 para conmemorar la emancipación con una revolución.