lunes, 28 de noviembre de 2011

CULMINANDO ETAPAS

En el mes de noviembre, las diferentes unidades educativas han ido culminando su gestión escolar, diferenciándose en el calendario solo por la cualidad fiscal y privada. Con este hecho se cierra un año más para los estudiantes que tendrán para disfrutar y aprovechar de la manera más productiva de las vacaciones de verano que seguramente serán semilleros de una multitud de anécdotas y recuerdos hasta que llegue el momento de reincorporarse para comenzar, y dar continuidad, al proceso de formación educativa. En este cometido, es responsabilidad de los padres y los propios estudiantes el buen uso que se vaya a hacer del tiempo de ocio del que dispondrá en este periodo, ya que de lo contrario se cae en el riesgo del mal entretenimiento o de malgastar el tiempo disponible, que solo con los años genera su reflexión de haber sido ese tiempo perdido que no vuelve.

             Pero dentro de este panorama estudiantil, sin duda, para los bachilleres la culminación de este, último, año de estudio en la secundaria resulta mas relevante porque cierra una etapa de la vida que sin embargo es el preámbulo de las nuevas condiciones y responsabilidades que se deberá ir asumiendo. En este caso, hablamos del ingreso a la educación superior dentro de las universidades, básicamente, donde se tendrá que optar por una carrera profesional que será uno de los pilares de la época adulta e independiente. Entonces, ya con este paso se van acrecentando las cuotas de responsabilidad del estudiante que debe responder a las exigencias académicas de estas instancias además de a la familia que, en la mayoría de los casos, sustenta esta formación que a su vez, para nuestra realidad, obliga a vivir un proceso de emigración hacia otras ciudades del país.

            Por otro lado, se encuentra la crítica hacia el sistema educativo, que parece ahondar un distanciamiento entre la secundaria y la educación superior donde la primera, muchas veces, no logra otorgar las competencias necesarias a los estudiantes para que tomen decisiones acertadas frente a una realidad más compleja de la que existía entre las paredes del colegio. Donde un primer elemento, pero fundamental, es la incertidumbre ante la elección de la carrera por la que se optará, siendo que no se genera un sentimiento y direccionamiento de la vocación acorde a un perfil profesional. Con esto se desenvuelve una serie de problemáticas que en el peor de los casos llega al abandono de las universidades o la pérdida de un tiempo valioso en esta nueva etapa de formación. En este sentido, partiendo del mismo sistema educativo, pasando por los maestros y padres se hace necesario brindar estas herramientas que permitan a los bachilleres tener una capacidad de decisión acertada para los caminos que se vaya a seguir. No se debe olvidar que este es un momento muy importante para la independencia de los individuos lo cual conlleva atribuciones pero, sobre todo, también responsabilidades en la preparación de conformar una parte de la sociedad como un ciudadano más en nuestro país. Por todo ello, este momento de llegada y partida es neurálgico para las personas y se debe realizar una reflexión profunda que vaya más allá de un festejo por haber vencido una primera etapa de las muchas más que devendrán posteriormente en el camino de la vida.

lunes, 21 de noviembre de 2011

SALUD, CAMBIO Y POLÍTICA

Con un prolongado paro de actividades en la Caja Nacional de Salud, a raíz de la posesión del nuevo Gerente Juan Carlos Alvarado designado desde el Ministerio de Salud y la posibilidad de la libre afiliación y desafiliación de los asegurados, salta nuevamente a la palestra una problemática social que tiene muchas colas para analizar sobre todo desde un aspecto crítico de los servicios que ahí se prestan. Como ya es sabido, existen diversas críticas en relación a los servicios de salud que se brindan para atender a la población, lo cual se pretende dar solución desde esferas gubernamentales aunque esto vaya a provocar un choque con sectores gremiales como ser los sindicatos que responden a intereses, muchas veces ajenos al tema de salud de calidad. Con esta situación surge la interrogante a cerca de la principal institución encargada de la salud pública en cuanto a su funcionamiento que responda o no a las necesidades de los asegurados.

            Así, en primera instancia debemos considerar que, partiendo de la Constitución Política del Estado, la salud es un derecho fundamental y de aplicación universal y gratuita por lo que en este caso queda en cuestión la capacidad del Estado para hacer realidad esta situación siendo un mínimo porcentaje la cantidad de asegurados que existen y por lo que deben aportar por lo que además se anula la condición de gratuidad. Desde el otro ángulo, está la Caja de Salud que parece no tener la capacidad ni humana ni material para cubrir los requerimientos a lo que se suma una ineficiencia en sus trabajadores lo que le reduce la calidad en la atención de los servicios de salud. En un tercer lugar están los sindicatos que a nombre de estabilidad laboral u otros se ponen frente al Estado asumiendo posiciones políticas que en el peor de los casos afectan en la atención normal de la institución.

            Como se ve, existen diversos problemas en el tema de salud donde los principales afectados son los pacientes que buscan un remedio a sus males y que, muchas veces, aun contando con este seguro optan por la atención particular para tener un mejor servicio. Como en muchos de estos paros, cuando se trata de la salud no se puede tomar estas posiciones que van en desmedro de la vida misma de miles de personas que confían su seguridad en estas instituciones y que llegado el momento de necesidad suelen encontrarse con las puertas cerradas o con la atención básica en un país con tantos males aquejando a su población. Desde diferentes enfoques y los diferentes involucrados se hace necesaria una restructuración crítica de la Caja de Salud con participación de todas las partes, sobre todo de los encargados de mantenerla, los asegurados; donde más allá de intereses sectoriales se debe velar por los de la colectividad donde se asuma el tema de salud pública abordado de manera seria, incluyendo realmente a la salud dentro de las políticas públicas que concreten en la realidad lo que suena muy bien dentro de los derechos fundamentales de la Constitución. Cada minuto de paro puede representar muchas vidas en riesgo, dentro de las cuales pueden estar las nuestras o de los familiares, incluyéndose también la de los propios trabajadores de las instituciones prestadoras de servicios de salud. Entonces es bueno defender a la Caja Nacional pero no para cuidar algunos privilegios sino para ser autocríticos con la situación y cuestionar la estructura misma dejando de lado el miedo al cambio que es una realidad y necesidad urgente en el contexto que nos encontramos actualmente.

lunes, 14 de noviembre de 2011

CARRETERA DE INTEGRACIÓN

En la historia de la humanidad, desde la antigüedad, se ha buscado integrar a los pueblos de diferentes maneras; así se puede encontrar a los caminos como principal forma de comunicación y movilización para las personas, además haber sido uno de los primeros signos de la civilización. Por otra parte, están los ferrocarriles que en Bolivia no abarcan la totalidad del territorio y las embarcaciones marítimas, de las cuales nuestro país debe limitarse al ser mediterráneo. Como el medio más moderno, están los aviones los cuales reducen, de manera muy importante, el tiempo de viaje pero que tiene un mayor costo económico por lo que todavía se convierte en limitativo para la totalidad de personas. Entonces, llegamos nuevamente a los caminos que sin embargo deben contar con algunas condiciones para ser consideradas como vías seguras de transporte, carreteras.

Como vemos en este aspecto, es lamentable que nuestro país, en pleno siglo XXI, tiene deficiencias en el aspecto caminero habiéndose favorecido solo a algunas regiones en base a intereses económicos o políticos para los diferentes gobiernos de turno. De esta forma podemos remitirnos a la historia donde tanto en la Guerra del Pacífico y la del Chaco, principalmente, donde un factor importante para tener condiciones en contra fue el difícil acceso a esas regiones lo cual tuvo papel preponderante en las consecuencias de estos choques bélicos. Así, tiempo después los gobiernos no han aprendido de lo sucedido y no se tomó en cuenta este aspecto, al perecer hasta este último tiempo, donde recién se consideró como necesidad estratégica la integración caminera como un polo de desarrollo y articulación del territorio boliviano.

            Entonces, para el sur del país luego de muchos años de reclamar a los diferentes gobiernos, se ha logrado concretar la construcción de la carretera integrándose a las provincias de Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste, con las otras capitales y resto del país. De esta forma el Estado cumple con una de sus funciones por lo que que sin duda deberá seguir impulsando esta política abarcándose a todo el territorio nacional y generando condiciones equitativas entre los nueve departamentos. No obstante, la entrega de la carretera no es sinónimo de desarrollo de por si, sino que ahora toca a las autoridades locales y población en general con proyectos e iniciativas complementarias a la carretera. En este tramo el gobierno ha realizado la inversión de $us 42 millones asumiéndose como una obligación para el mismo dentro de las obras prioritarias de la actual gestión. Los caminos tienen diversos significados, más allá del simplemente económico, pero en la actualidad posiblemente éste sea el de mayor prioridad. Con esta entrega se ha habilitado una arteria fundamental que oxigenará a esta región del país que con el aporte de todos debe alejarse de ser considerado como parte de los pueblos olvidados del sur. La nueva carretera es un empuje para estas provincias que deberán dejar atrás el justificativo de la falta de integración para la dejadez o pobreza en sus pueblos, que con seguridad requiere de mucho más ahora con condiciones de entrada y salida en relación con el resto del territorio nacional.

lunes, 7 de noviembre de 2011

SUIPACHA Y LAS LECCIONES APRENDIDAS

Hace 201 años, el escenario en las colonias españolas de esta parte del Continente se encontraba en un proceso de emancipación frente al dominio de la corona, lo cual estaba sustentado en una serie de factores previos en diferentes espacios. Uno de estos aspectos fue la creciente búsqueda de libertad potenciada por las ideas liberales venidas desde Europa y que maduraban desde la Revolución Francesa que comenzaban a tener influencia para los pueblos que habían sido sometidos y sujetos a grandes injusticias. Así, se dieron los gritos libertarios en Chuquisaca y La Paz en 1809 y en Buenos Aires en mayo de 1810, dentro de este panorama el territorio de los Chichas no pudo quedar exento y el 7 de noviembre de 1810 se libraría la Batalla de Suipacha lográndose la primera victoria armada en el proceso independentista del Alto Perú.

            Al igual que en gran parte de esta región del continente, con seguridad los guerrilleros que se levantaron en armas para luchar por su independencia hicieron carne de los postulados venidos desde lejos, pero que son universales para todos como una necesidad básica de vida. Entonces, este mismo factor fue el que empujó hacia la búsqueda de mejores días para la población por lo que se fue asumiendo un compromiso con esta lucha que parecía una gesta muy difícil de conseguir después de más de trescientos años de sometimiento colonial. Pese a todo, a partir de esta batalla y pasados 15 años de lucha se concretó la nueva República, que lamentablemente volvió a excluir a los gestores de la nueva condición nacional. Así, más allá de las causales para la independencia se buscó un objetivo en común, el de recuperar la autodeterminación libre de sumisión y condicionamiento colonial impuesto con diferentes mecanismos.

            Hoy que se conmemora la Batalla de Suipacha tratamos de hacer memoria de lo significativo de esta fecha como un aporte más de la tierra chicheña hacia la construcción de la patria grande. Pero nuevamente este recordatorio se hace poco fructífero si es que este hecho histórico queda simplemente en una fiesta cívica más para después volver al baúl de los recuerdos hasta el próximo año; o más aún hasta que llegue el tricentenario donde se anuncie la fecha con parafernalias pero que luego quede desapercibido más allá de los límites provinciales o locales. Entonces, Suipacha es la muestra de que la historia se hace con hechos y decisiones que aporten en la actualidad para que esa historia se siga escribiendo desde lo cotidiano potenciado con la voluntad de su pueblo. Es posible que las gestas como la mencionada no se puedan, ni vayan a, repetir pero hay muchas otras que se pueden impulsar en el contexto y coyuntura actual. Hay que dejar de entender este hecho, y muchos otros, como una gran gesta ocurrida en nuestro territorio si el mismo no sirve de nada para influir en nuestra realidad actual. La historia empolvada sirve muy poco, o tal vez nada, cuando se la entiende de manera muerta y pasada; y por el contrario es uno de los mejores pretextos para revalidar esa gran herencia dejada por los que lucharon de manera conjunta en busca de mejores días. Por tanto, vayamos entendiendo las lecciones de nuestro bicentenario, que quedó muy entroncado en el cotidiano y demasiado lejos de ser historia.

domingo, 6 de noviembre de 2011

SUIPACHA, PRIMERA VICTORIA DE EMANCIPACIÓN

En el proceso independentista del Alto Perú, luego de los levantamientos en Chuquisaca y La Paz, el 25 de mayo y 16 de julio 1809 respectivamente, no se vislumbraron mayores sucesos que impulsen este objetivo. No obstante, el 7 de noviembre de 1810 se libró la Batalla de Suipacha en cercanías a Tupiza (Sur de Potosí), donde también participó el primer ejército auxiliar argentino, consiguiéndose así la primera victoria armada de la épica altoperuana, que se prolongó todavía hasta 1825. De esta manera, la tierra de los Chichas se convirtió en testigo de la primera capitulación del ejército realista y que coincidentemente el 1º de abril de 1825, vería caer al último realista Pedro de Olañeta en la Batalla de Tumusla, siendo este el combate final para la independencia del Alto Perú. Lamentablemente, estos hechos han ido quedando relegados de la historia, o menoscabados en su importancia, por diferentes motivos pero que sin duda sesgan la historia de Bolivia como sucedió con gran parte de las historias locales que existen en nuestro país.

            A raíz de estos acontecimientos, este 7 de noviembre se recuerda los 201 años de la Batalla de Suipacha que fue un percutor de combate y levantamientos donde luego de esta victoria Potosí, Chuquisaca, Cochabamba, La Paz y Oruro se alzan y reconocen la autoridad de la Junta de Buenos Aires (proclamada el 25 de mayo). Asimismo, la victoria de Suipacha es celebrada en Buenos Aires, Córdova, Salta, Jujuy y otras provincias argentinas por su valor estratégico que ésta representaba. Además de que la Batalla de Suipacha fue origen y comienzo de la Guerra de de Guerrillas. De esta manera, se sienta un precedente de la lucha de los pueblos en búsqueda de la libertad y su independencia donde se aplicaron diversas maniobras para conseguir poco a poco victorias frente al mermado ejercito realista.

            Como otra muestra del espíritu de integración la Junta de Buenos Aires otorgó a los combatientes de Suipacha, mediante el Decreto del 28 de noviembre de 1810, un Escudo con la leyenda “La Patria a los vencedores de Tupiza” que deberían llevar en el brazo derecho como una muestra de la valerosa y significativa victoria conseguida en los campos de Suipacha. En la actualidad este mismo emblema es el escudo oficial de la ciudad de Tupiza como un recordatorio de lo sucedido en la región. Lamentablemente este reconocimiento tuvo que venir desde afuera, hasta que para la celebración de los 200 años el Banco Central de Bolivia sacó a la venta la moneda conmemorativa a la Batalla de Suipacha, siendo este el único reconocimiento oficial en nuestro país. Ahora queda por delante que la historia vaya ampliando su perspectiva e incluya en sus páginas este tipo de sucesos en su verdadera magnitud e importancia donde, en este caso, la Región de los Chichas otorgó un valioso aporte para la causa independentista del actual territorio boliviano acogiendo a la primer y última victoria armada dentro de la denominada guerra de los 15 años.