lunes, 25 de enero de 2016

NACIÓN CHICHAS Y ESTADO PLURINACIONAL

Cuando se venía trabajando dentro de la Asamblea Constituyente se consideró el proyecto planteado por el Pacto de Unidad que con gran brillantes estructuró un horizonte de país luego del fracaso del Estado Nación generado en 1952. Así, la agenda que emergió desde los movimientos sociales y los pueblos indígena originarios tomó cuerpo para introducirse dentro de este histórico proceso de refundación del Estado boliviano con una visión más coherente con la realidad actual. No obstante, con todo lo acontecido durante este conflictivo proceso constituyente se fueron modificando algunos planteamientos, los cuales terminaron de cambiarse dentro del Congreso, para viabilizar la convocatoria al referéndum aprobatorio del nuevo texto constitucional. Con estos antecedentes, en la actualidad contamos con una carta magna donde se tiene importantes avances enmarcados en la construcción de la plurinacionalidad como la cualidad principal del Estado. Así esta característica lleva consigo una serie de elementos y proyecciones que se deben profundizar para tener realmente este tipo de organización política y administrativa en Bolivia.

De esta manera, se han logrado aciertos y errores que permiten generar cambios en los diversos actores individuales y colectivos a partir de la apertura que devino de este proceso constitutivo. En este sentido, como uno de los ejemplos más importantes de las limitantes, circunscritos a la esencia plurinacional, se encuentra el Artículo 5° de la Constitución Política donde se establece los idiomas oficiales de Bolivia dentro de los cuales se considera a los idiomas de 36 pueblos indígena originario campesinos que suele generar la confusión de estos 36 pueblos como naciones originarias reconocidas por el Estado, pero esta mención no va más allá del tema idiomático. Entonces, todavía queda pendiente la inclusión estructural de estas naciones indígena originarias como parte constitutiva del Estado boliviano con nombre y apellido. Contrariamente, a lo largo de la constitución se describe los elementos que permiten conformarse como una nación al igual que en otras leyes como la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibañes”, lo cual trae consigo un vacío en cuanto a saber quiénes son o no parte de estas naciones, claramente luego de cumplir con los requisitos normativos para considerarse como tal.


Dentro de este debate se incluye el caso de la Nación Chichas y su reconstitución como parte del Estado Plurinacional de Bolivia, ya que como se ha demostrado se cumple con estos requerimientos establecidos en la Ley Marco (Artículo 30° parágrafo I). No obstante, en el Artículo 5° de la CPE la Nación Chichas no se encuentra mencionada ni incluida. De igual forma, en el territorio boliviano existen otros casos como el de los Yampara que se autoidentifican como una nación originaria pese a tampoco estar dentro del listado “oficial”. Por otra parte, desde el otro lado, encontramos el caso del pueblo afroboliviano que ha sido incluido y reconocido como pueblo originario, vulnerando el requisito de ser preexistente a la colonia. Con lo mencionado, el debate es amplio y complejo para continuar con la relación, a veces contradictoria, entre el Estado Plurinacional y la Nación Chichas que continua en la lucha por su reconocimiento e inclusión estructural en Bolivia. Así, el Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2012 permitió la revalidación de la existencia actual y la vigencia de la Nación Chichas con la adscripción voluntaria de casi 60.000 habitantes del territorio boliviano. Además con esta fisura establecida en el censo mencionado se puede sobre entender la posibilidad de la reemergencia de otras naciones originarias que fueron ignoradas dentro de procesos fundantes como la Asamblea Constituyente. De esta manera, queda por sentado que del reconocimiento e incorporación de estas, otras, naciones originarias vigentes en la actualidad depende la consolidación y fortalecimiento del Estado Plurinacional que debe contar con estas naciones originarias como base constitutiva de su horizonte de país en un mediano y largo plazo.

lunes, 18 de enero de 2016

ESTADO Y SOCIEDAD PLURINACIONAL

La sociedad boliviana concurrió por diferentes momentos cargados de una serie de elementos que fueron reconfigurando las relaciones colectivas e individuales. En este sentido, debemos introducirnos en un primer momento con un tipo de organización, ahora muy lejano, a decir del incario y las relaciones con otros pueblos y naciones que se encontraban dentro del territorio que se convertía en una pugna o negociación, dependiendo las condiciones y capacidad de relacionamiento, siempre con la visión imperial presente. Posteriormente, llegamos a la colonia donde la verticalidad de la sociedad fue mayor generándose mecanismos como la mita que llevaron a nuestra gente a la semi esclavitud bajo una figura de empleo paupérrimo con un trasfondo de explotación cotidiana a cargo de los colonos españoles hacia los indios americanos.

Una vez ingresada la república, superados los procesos independentistas en varios lugares del continente, se logra la independencia lo cual no garantizó unas relaciones horizontales o algo más inclusivas sino que solo significó la generación del colonialismo interno consolidando a nuevas elites excluyentes, por lo general, herederas del anterior sistema colonial y con relaciones de parentesco con los potentados españoles. Bajo este paragua de relaciones desiguales se fue configurando el nuevo Estado que pasó por diferentes etapas y condiciones particulares, teniendo algunos avances en cuanto a inclusión y generación de mayores derechos para los habitantes, los cuales sin embargo eran muy poco significativos. De esta manera, se tuvo que llegar hasta 1952 para que mediante un proceso revolucionario se implementen cambios mayores como ser el voto universal, una característica básica de una verdadera democracia en Bolivia. Posteriormente los movimientos sociales e indígenas y campesinos se van configurando como nuevos actores históricos desde la lucha social para demandar al Estado el aumento y reconocimiento de derechos individuales y colectivos.


Bajo este panorama llegamos a la última etapa con la crisis del neoliberalismo y la emergencia de estos actores consolidados dentro del escenario nacional, reclamando una serie de elementos que fueron base de los cambios actuales como ser la Asamblea Constituyente y la nueva Constitución Política del Estado, la cual lleva implícita esta nueva configuración estatal y las relaciones sociales de horizonte socialista comunitario. Así, los sucesos de los últimos 10 años nos abren a una sacudida de la sociedad boliviana donde se interpela y pone en cuestión de forma estructural a las relaciones de poder y el orden establecido. También nos encontramos en un momento de grupos empoderados donde se encuentran, principalmente, los pueblos indígena originario campesinos siendo parte fundamental de esta nueva estructura y organización de la sociedad boliviana plurinacional. En este sentido, se va más allá al plantear a la plurinacionalidad como una característica del Estado boliviano, lo cual involucra estos cambios de profundidad con una serie de connotaciones en varios aspectos que pasan por el social, político, cultural, económico y el cotidiano. Con lo mencionado, debemos relacionar la influencia del Estado en cuanto al tipo de sociedad que se presenta en cada contexto, donde éste es el encargado de generar condiciones que permitan tener relaciones horizontales comenzando por la inclusión y respeto por los derechos de todos y todas sin distinción, de lo cual este nivel estatal es el garante principal. Por tanto, en la última etapa histórica, junto a la nueva Constitución Política, se comienza con cambios importantes que permean en las relaciones sociales expresadas en la cotidianeidad tomando en cuenta la abolición de racismo y discriminación entre personas y potenciando identidades regionales y locales en el marco de la plurinacionalidad teniendo como objetivo concreto las autonomías que generen mejor administración de recursos y toma de decisiones a partir de las necesidades priorizadas por los actores primarios de cada entidad territorial. En última instancia, más allá de un gobierno u otro el valor de las políticas de Estado se encuentran en el tipo de sociedad que vaya a generar donde se reduzcan las desigualdades en todos los sentidos y se cuente con mismas oportunidades como un punto de partida elemental para este tiempo.

lunes, 11 de enero de 2016

11 DE ENERO, LA BISAGRA ROTA

Cochabamba es considerada como la ciudad y el departamento corazón de Bolivia, esto fundado sobre todo por su ubicación geográficamente estratégica en el centro del país. En este sentido, resulta de gran importancia para la geopolítica interna, sobre todo en tiempos del proceso de cambio, como un espacio de definición de posiciones y fortalecimiento de las mismas enmarcadas en un complejo escenario político. En este contexto, el año 2005 se marcó un antes un después en la política nacional donde con el 53,7 % de votación Evo Morales, y el Movimiento Al Socialismo, gana las elecciones generales constituyéndose como Presidente constitucional de la República de Bolivia. A partir de este hecho se comienza con una serie de medidas que, en cierto modo, interpelan al orden establecido dentro del nivel político y económico cuestionando a los sectores privilegiados herederos del modelo neoliberal que se encontraba en crisis total, al igual que su sistema de partidos entre muchas otras cosas. Así, bajo este panorama se presenta un escenario lleno de conflictos que se agudizaban cada vez más con sectores opositores aliados a comités cívicos y otros grupos conservadores y reaccionarios que se oponían al cambio en las estructuras. De esta manera, se presentaron enfrentamientos en diferentes ciudades como ser Santa Cruz, Sucre y Cochabamba aumentando la tensión en el momento que se denominó empate catastrófico que tendría que devenir en una u otra salida, lamentablemente con el paso por los hechos de violencia desmedida.

Con un complejo panorama socio político en gran parte del país, Cochabamba no estuvo exenta de esta situación con lo cual luego de una polarización de fuerzas y ciertas manipulaciones políticas el 11 de enero de 2007 sucedieron los enfrentamientos que tuvieron como consecuencia la muerte de tres personas. En esta jornada, la capital del valle se vio divida, de forma imaginaria, en dos territorios que distinguían el norte y el sur cada uno con su carga simbólica y el sesgo político ideológico que fue causal de que el sentimiento discriminador emerja para salir a “defender a la ciudad” de la invasión de los campesinos. Con este tipo de condiciones establecidas se hizo público el sentimiento latente y, antes, encubierto de la sociedad vertical dentro de la cual se debería permanecer, situación que no fue tal y concurrió en el quiebre del orden establecido interpelando a los sectores conservadores y retrógradas de la sociedad cochabambina. No obstante, más allá del hecho, obviamente lamentable, queda la reflexión necesaria sobre varios aspectos concernientes a esta etapa histórica, no solo en Cochabamba sino, en toda Bolivia. 


Es importante poner en claro a la estructura establecida luego de la República con lo que se denomina como colonialismo interno el cual terminó verticalizando la sociedad boliviana con pequeños grupos de poder político y económico, donde gran parte de la población quedó segregada dentro de un orden establecido bajo el paraguas de la república y la democracia, que no terminó de incluir a todos y todas como verdaderas ciudadanas. Así tenemos también el proyecto nacionalista homogeneizador del ’52 que fracasó luego del intento de igualar a toda la población bajo parámetros errados y clasistas. Entonces lo sucedido el 11 de enero en Cochabamba, la ciudad considerada como integradora del país, devela estas relaciones desiguales y ocultas desde la creación de Bolivia a partir de lo cual se deberá repensar respecto de la identidad nacional, que parte de la ruptura de estas identidades regionales que no lograron engranarse y complementarse. Casi 10 años después, este tipo de problemas continúan irresueltos pese a los avances que se han tenido, pero se debe generar un cambio en varios niveles desde el individual y el colectivo para poder configurar una verdadera comunidad, en el marco actual, con características plurinacionales para que sobre todo no sigamos teniendo más 11s de enero con quiebres del tejidos social que solo logra afectar la convivencia colectiva.

lunes, 4 de enero de 2016

ENERPOL FEST ROCK

El 2015 fuimos testigos de la publicación del video de la banda Enerpol que lleva por título “Halcón Exiliado”, siendo la misma un gran aporte al proceso de Reconstitución de la Nación Chichas desde una perspectiva cultural, enmarcada en la propuesta musical de alto nivel. No obstante, este trabajo no fue un hecho casual sino que responde a una larga trayectoria de esta banda con integrantes tupiceños, principalmente, que nos brindan una alternativa musical dentro del acervo musical en los Chichas, desde el género rock. De esta manera, se continúa con un extenso camino de estas bandas existentes en Tupiza y los Chichas desde la década de los años ’60. Por tanto, contamos con una banda exponente de este estilo musical que se suma a los géneros existentes en territorio chicheño la cual mantiene su vigencia por muchos años.

En este sentido, dentro de la oferta cultural, y musical, del Enero Chicheño no puede quedar exento el trabajo desde los gestores culturales independientes que se constituyen en un importante elemento de convocatoria y complementariedad en cuanto a las propuestas existentes en Tupiza. Para el 2016 se tiene programada la realización de la cuarta versión del Enerpol Fest Rock (precedida por los festivales realizados los años 2012, 2014 y 2015) que se encarga de reunir a importantes bandas de rock de todo el país, y del exterior, así como ser un espacio para promocionar y proyectar el trabajo de bandas locales dentro de los cuales se encuentran grupos de renombre y los nóveles como una renovación necesaria en el quehacer cultural en nuestra región. Asimismo, este tipo de espacios otorgan una mayor amplitud de propuestas para los visitantes y turistas que encuentran un refugio en el festival para compartir, encontrarse  y rencontrase en medio de un ambiente atractivo y alternativo.


Enerpol Fest está programado para el 8 y 9 de enero, en esta versión, donde se contará con la participación de 16 bandas como Desorvital Eyes, Saises, Cerberus, entre otras y donde desatacan los anfitriones de Enerpol además de Oveja Negra como representantes locales consolidados con su propuesta musical. De esta forma, la oferta del Enero Chicheño toma otras aristas abriendo la cartelera para los interesados en constituirse en territorio chicheño y ser partícipes de una serie de eventos deportivos y culturales con un gran atractivo para locales y nacionales. Enerpol Fest Rock, en su cuarta versión, continúa el proceso de consolidación para lo cual se deberá fortalecer la participación y difusión de este evento que sin duda parte de una inquietud de personas comprometidas con la cultura y le ponen el hombro para hacer realidad este Festival anual. Así el escenario está casi listo para recibir tanto a las bandas como a los espectadores que sin duda se harán cómplices de cada noche al ritmo de la música rock que será bien recibida por las fuerza y energía telúrica de los cerros colorados encargados de hacer resonar el eco del Enerpol Fest Rock 2016 que ya es parte del calendario y la agenda en Tupiza y los Chichas año tras año como un foco de atención a nivel nacional e internacional.