lunes, 28 de octubre de 2013

GÉNESIS CULTURAL


Hace 23 años atrás, un 26 de octubre de 1990, nacía en Tupiza un grupo cultural, con algún sesgo parroquial, denominado Génesis dentro del cual se desarrollaron una serie de manifestaciones que hoy recuperamos, pese a la actual inexistencia del mismo. Esta agrupación estaba a cargo de Nery Cabrera y Ernesto Villena quienes establecieron los principales lineamientos del mismo, contando con un importante número de integrantes de varias generaciones y que con el paso de los años iba aumentando su complejidad. En primera instancia hay que hablar del fin que se buscaba dentro de esta agrupación, el cual era la preparación de una, o varias, generaciones de adolescentes y jóvenes con un perfil personal el cual sea capaz de liderar diferentes espacios donde la cultura sea una transversal prioritaria. En ese sentido, se realizaba reuniones y actividades permanentes, y programadas, donde se iba trabajando estas características necesarias para construir ese perfil de servicio a la comunidad con sentido crítico y con una carga de valores coherentes y complementarios para este cometido.

            El Grupo Génesis tenía entre sus principales líneas de trabajo la danza y el teatro que se desplegaban durante todo el calendario anual y los principales escenarios para su ejecución eran espacios parroquiales y entradas locales y nacionales, como ser las de carnaval. Como un primer aspecto, el teatro se convirtió en una característica fundamental posiblemente siguiendo el derrotero heredado por Nuevos Horizontes para seguir potenciando al arte local con el paso de generación en generación continuando con esta tradición que recorría por más de cincuenta años en Tupiza. En esta línea, existieron una serie de anécdotas que podrían ingresar en un amplio libro de crónicas culturales, con el pendiente de una amplia publicación respecto de esta gesta cultural. Por el otro lado, estaba la danza donde la principal representación era realizada en una estilización del baile de las anatas al igual que la rueda chicheña, especialmente. Así se considera que la presentación de Génesis en las entradas de carnaval fue determinante para volver a posicionar este baile regional en Tupiza el mismo que se encontraba mermado con el paso del tiempo y con riesgo de su extinción en la urbe. Así, en torno a estas dos actividades culturales se iba recorriendo el paso de los años formando a varias generaciones con el comprometido apoyo de las familias, siendo un referente de alternativa grupal juvenil por todas sus particularidades.



El año 2000 se cumplió el décimo aniversario del grupo y se lo celebró con una serie de actividades relevantes donde sobresalió el encuentro entre las varias generaciones que habían pasado en ese tiempo. Sin embargo, este aniversario también fue el comienzo de la debacle porque algunos años después se disolvió cuando se encontraba en curso de la constitución del "Centro Cultural Génesis" con un nuevo perfil que trascienda a lo que hasta ese tiempo había sido el Grupo Génesis. De esta forma, una agrupación importante y bien estructurada de Tupiza cumplió su ciclo de servicio a adolescentes, jóvenes y familias; al igual que de la cultura chicheña que iba madurando progresivamente y que por algunas diferencias entre integrantes y generaciones acompañadas por el mismo proceso natural, obligó a cesar en las actividades que habían superado la década de trabajo permanente con la cultura del sur del país. Del objetivo planteado para la formación de un perfil personal de sus integrantes se puede encontrar una diversidad de formas y caracteres actuales, pero se rescata que un importante número ha quedado con este compromiso con la cultura y el devenir de la región lo cual se viene trabajando en la actualidad. Por otra parte, pese a lo sucedido la comunidad establecida dentro de este espacio sigue vigente por lo cual está pendiente un trabajo unificado para poder hacer realidad esta retribución hacia la tierra por parte de lo que un día fueron integrantes de este espacio cultural. Este 26 de octubre, Génesis hubiera cumplido 23 años, en los cuales queda saludar nuevamente este importante proyecto planificado a largo plazo por sus ideólogos y fundadores otorgando un cimiento fundamental a la denominada Capital Cultural de la Juventud la cual actualmente se encuentra en la disyuntiva por continuar con este título.

lunes, 21 de octubre de 2013

EL BONO PARA LOS NIÑOS

En Bolivia, a lo largo de la historia, se instauraron diferentes bonos, los cuales sobre todo apuntaban a dar un incentivo económico a sectores desfavorecidos o vulnerables, pero más allá del beneficio social como tal, conllevaban otros fines u objetivos casi siempre políticos. Todo ello frente a la desatención que se tenía hacia estos sectores, y tal vez a manera de compensación o una forma directa de llegar la población, es decir tratando de establecer un nexo entre la sociedad política y la sociedad civil. Así se fue estableciendo un mecanismo para que algunos sectores sociales tengan un acceso a los recursos estatales mediante diferentes formas y etapas históricas.

En este cometido, es importante hacer una diferencia entre los bonos de otras coyunturas y la que se está viviendo recientemente, durante el gobierno de Evo Morales. Anteriormente los bonos eran dirigidos, sobre todo, al sector laboral o asalariado; mientras que ahora los principales beneficiarios son los no trabajadores y con mayor énfasis los sectores vulnerables de la sociedad, es decir niños y ancianos que son parte de familias de escasos recursos económicos. Por tanto, se puede decir que anteriormente se generaba una forma de pongueaje político, ya que los gobiernos apuntaban a mantener un cierto control sobre los sindicatos de obreros, mientras que actualmente solo se podría dar un intento de prebenda lo cual involucraría a los “ciudadanos”. Entonces, estaríamos diciendo que la estrategia desde el Estado es buscar el apoyo electoral de las personas que cuentan con el derecho a elegir mediante el voto directo; y por lo tanto esto no involucra a los niños, que son beneficiarios directos de un bono, el Bono Juancito Pinto (BJP).

El BJP va a recorrer un proceso de varios años para la concreción de esta política que va desde la necesidad y manifestación del sector involucrado, pasando por etapas institucionales hasta llegar a consolidar a los niños como sujetos propositivos dentro de las políticas públicas. Después de lograrse la institucionalidad del Congreso del Parlamento Infantil, los representantes en el mismo viendo los elementos fundamentales de la problemática de la niñez van a plantear, desde este espacio, la aplicación del BJP como una política de Estado que beneficie a este sector de la población. Este proceso, también, tiene mucha relación con la toma del poder de los niños y de un aumento del nivel de participación en el Estado, por lo tanto un mayor relacionamiento entre Estado y sociedad civil. De esta forma, van varias gestiones en las cuales este beneficio está llegando hasta los niños bolivianos frente a lo cual hay que realizar los análisis de impacto, en varios niveles, yendo desde el económico, social, político y otros.

lunes, 14 de octubre de 2013

OCTUBRE EN DEMOCRACIA

Durante los días de octubre de 2003, me encontraba en Cochabamba en los azares de la universidad, o más bien tratando de adaptarme a un camino errado. Así, después de haber dado un salto desde el colegio a la educación superior todavía carecía de un sentido crítico de la realidad el cual, seguramente, todos los años de educación regular no lograron incentivar ni otorgarme, lamentablemente. De esta manera, lo que sucedía en La Paz, y sobre todo El Alto, me resultaba muy ajeno ante lo cual solo hacía el seguimiento por los medios de difusión que transmitían de forma permanente, mostrando la historia en vivo. Al observar las imágenes se presentaba ante mí una contradicción que, primero, me hacía cuestionar a la Policía por la subversión realizada, después, alarmarme por las actitudes de los estudiantes del Ayacucho que apedreaban el mayor símbolo del poder nacional (el Palacio de Gobierno). Posteriormente, me inquietó la aparición en una conferencia de prensa de los líderes sindicales y sociales más importantes del país, conformando un bloque sin precedentes democráticos. Por último, la matanza de decenas de personas, niños incluidos, fueron el último factor que influyó en mis percepciones que generaban esa contradicción en todos los imaginarios que tenía construidos sobre la realidad nacional.

Estos elementos, y otros de índole académica y de formación superior, fueron parte fundante de una especie de corte epistemológico que me permitió la deconstrucción de esos factores subjetivos a cerca de los lentes con los que miraba Bolivia. A partir de ese quiebre se fueron madurando las ideas y creencias junto a mi acercamiento hacia la profesionalización, formal, con un sin fin de anécdotas, debates, lecturas, discusiones, proyectos y otras vivencias externas e internas. Este despertar fue determinante para ir planteando lineamientos y afinidades que me acerquen a uno de los procesos sociopolíticos más importantes de Bolivia, en democracia. Con este devenir han pasado diez años y nos encontramos conmemorando lo sucedido en ese octubre negro de la “Guerra del gas”, con muchos pasos avanzados en la nueva lógica democrática donde incluso se puede concebir la categoría de una “Revolución democrática”. Pero, por el otro lado, están los cuestionamientos a este proceso, liderado por el Movimiento Al Socialismo, que se encuentra en el gobierno por dos gestiones consecutivas ganadas con un importante margen que supera el 50 + 1 % de votantes.

Con lo antecedido, hace 31 años, octubre de 1982, se recuperaba la democracia en Bolivia luego de una serie de gobiernos dictatoriales de la más amplia variedad de especímenes en este repertorio. Dentro de esa coyuntura estuvieron inmersos otros actores entre los cuales no formamos parte y ahora solo podemos hacer rememoraciones históricas por medio de los registros escritos o fuentes orales que nos transporten a lo sucedido. Sin embargo, en este caso, es muy difícil generar la empatía real porque situarnos en ese tiempo y espacio puede ser muy ajeno a las experiencias propias. Así, con el paso de los años, nos alejamos aun más de lo acaecido bajo el régimen militar lo cual, posiblemente, amplíe la brecha de estas condiciones con las nuevas generaciones. No obstante, el periodo democrático en Bolivia, con apenas 31 años, ha tenido características muy singulares que requieren el análisis en detalle sobre el modelo de democracia a la boliviana. En toda esta amalgama de prácticas y estilos de los gobiernos constitucionales el que ha resultado el más nefasto fue el del Movimiento Nacionalista Revolucionario iniciado en 2002 ya que convirtió el país en un espacio, nuevamente, gobernado por la fuerza y el uso de violencia como única estrategia de un intento de gobernabilidad, eliminando la diferencia entre, como diría Facundo Cabral, la dictablanda y la democradura. Así, coincidentemente esto sucedió en octubre marcando otro hito sociopolítico dentro del calendario en torno al décimo mes del año. Con todo ello, ahora sí, en octubre de 2003 pudimos estar vinculados, directa o indirectamente, en el acontecer que todavía tuvo muchos años más para ir delineando las consecuencias de la destitución de Sánchez de Lozada y el derrumbe de todo el sistema político. De esta manera, en estos días estaremos girando la atención hacia octubre desde la recuperación de la democracia hasta su nivel de madurez, o legitimidad, en la actualidad; donde entre otras cosas incluso se comienza a delinear la agenda 2025 que traerá consigo otras categorías de análisis retrotrayendonos aún más allá, 200 años atrás, donde se luchaba por la emancipación “final”, la cual todavía seguimos buscando.

lunes, 7 de octubre de 2013

CAMINANDO POR LOS RECUERDOS DE CHAJRAHUASI

Tupiza representa una diversidad de aspectos dentro de los cuales su historia toma mayor fuerza. Sin embargo, la inexistencia de algunos lineamientos de preservación patrimonial hace que cada vez nos lamentemos más del deterioro de varios lugares pintorescos. De esta manera, uno de los espacios inmediatos ha significado Chajrahuasi en el cual la ex hacienda de Aramayo aparecía de forma misteriosa, desde las entrañas del cerro colorado, generando pensamientos, novedosos o recurrentes; donde este lugar fue testigo de una serie de vivencias para muchos de nosotros siendo referente principal para conversaciones y convocatorias. Con todo esto, cuando las personas han partido hacia otros destinos, ven pasar el tiempo entre recuerdos y nostalgias, tratando de no desarraigarse de una identidad que lucha al no encontrarse en su territorio originario. Así, emergen los diferentes espacios que generan esas remembranzas y por tanto el sentimiento de añoranza por volver a esos lugares para recrear vivencias pasadas, aunque sea en otras circunstancias. Tristemente, nada es estático y todo se trasforma; y de esta manera, hace algún tiempo, al caminar por esa ciudad sureña las impresiones recibidas inspiraron estas ingratas líneas:

“Al haber llegado a Tupiza, como siempre no encontré cambios significativos y, ya sea,  paseando o caminando por la ciudad, buscaba lugares que no me traigan ningún recuerdo, es decir, que hayan alterado la normalidad de ese “pueblito encantado”. Fue así que pasé gran parte de los primeros días de los esperados recesos de fin de año para volver a las entrañas (hablando en todo aspecto) que te vieron partir en busca del cambio de la rutina de vida, esto con diferentes fines y motivos, como lo hacemos gran parte de habitantes que nos alejamos para volver, o no, un día. La verdad es que lo que pasó ese día lluvioso, o por lo menos con amenazas de lluvia, fue algo raro ya que me puse a pensar desde hace cuánto tiempo no caminaba por este sector de la ciudad, o es que el “desarrollo y crecimiento” de las ciudades es tan rápido, pero en fin, era el sector que un día se denominó Chajrahuasi, el cual parecía una deconstrucción surrealista, ya que todo lo que conocía hace algunos (y no son muchos) años parecía que no existió, o es que tal vez por un fenómeno astronómico de alineación de planetas se había invertido.

            Era ese lugar en el cual un día solíamos jugar; ya sea, con la familia, amigos, compañeros, o cualquier conocido coyuntural con el cual el fin era compartir y divertirnos; ahora se convirtió en una especie de nueva ciudad o una ciudadela, llena de casas y construcciones que eliminaron todo el recuerdo que uno podría tener, y es que no pretendo comparar mis “pobres” recuerdos con los que suelo escuchar de las personas que pudieron conocer este lugar mucho tiempo antes que yo, pero cada quien es más rico o más pobre en recuerdos, y lo que debe ser importante, creo que, es el saberlos recordar. Lamentablemente no se supo elaborar un plan de urbanización organizado y sin atentar contra áreas verdes (gratuitas) y lugares de esparcimiento y, por qué no, contra los recuerdos de tantos otros románticos que al igual que yo a veces tratan de vivir de vez en cuando en una performance realista”.
(EpE, Cochabamba 2 de marzo de 2007)