lunes, 26 de enero de 2015

GESTORES CULTURALES

Nuevamente Tupiza ha sido escenario del Festival Internacional que, según algunas voces, comienza a posicionarse como el más grande e importante del país y ahora tuvo su segunda versión. A partir de este evento se generaron algunos episodios llamativos que surgieron a partir de la presencia de diferentes grupos musicales provenientes de diferentes regiones que pretenden tener una mirada integral de lo que es nuestro país desde una perspectiva artística y musical. La cualidad cultural es una de las características principales de nuestra región que luego de varios años ha retomado una mayor actividad que atraiga la atención de los ojos de Bolivia y el mundo gracias a este evento de magnitud que en su primera versión vino precedida por el paso del Dakar, como una extraordinaria coincidencia y programación estableciendo un ensamble de un enero turístico muy atractivo para los viajes.

En esta segunda versión se tuvo la presencia de grupos nacionales y algunos internacionales donde emergen luces y sombras que se presentaron, principalmente en la segunda noche, ya que en la primera la lluvia hizo su parte para inquietar el éxito completo, lo cual no significó que este haya sido afectado en gran medida. Por otra parte los bloqueos ocurridos en las vías que conectan a Tupiza con otras capitales fue causal para tener contratiempos de las actuaciones y pese a ello todo el programa establecido logró ser efectuado. Ya dentro de la segunda noche se pudo percibir algunas reacciones colectivas que llaman la atención; en primer lugar a raíz de la participación de los Awatiñas, donde se notó un marcado alejamiento de este tipo de ritmos y culturas que nos remite a esa percepción regional que construyó un muro imaginario con otras culturas del país, principalmente de la parte andina. De igual manera, con la agrupación ecuatoriana Pueblo Nuevo se percibió otro distanciamiento hacia un género musical ligado a la canción social donde se incluyó temas como “Comandante Che Guevara” que por sí mismo despierta afinidades y rechazos dependiendo de las posiciones y preferencias político-ideológicas de cada persona cuyo efecto no se dejó esperar en nuestra ciudad con una carga señorial entremezclada dentro de su identidad. Por lo demás el consumo de bebidas alcohólicas fue otro factor que jugó en contra a lo que se suma el mal uso del espacio donde se realizó el evento ya que el campo de césped quedó en pésimas condiciones luego de la segunda noche. Sin embargo, el Festival Internacional es uno de los mayores eventos culturales de los últimos tiempos que deberán evitar este tipo de consecuencias negativas y que los próximos años sigan considerando a Tupiza como el lugar de su realización tomando mayores recaudos.


Con este marco, la capital chicheña viene retomando la característica cultural que debe ser potenciada desde otras vertientes donde seguramente se encuentra el teatro, gracias al legado que tuvimos con la presencia de Nuevos Horizontes. No obstante, la gestión cultural también es generada por propuestas independientes y alternativas que brindan un necesario y fresco aire propositivo en la escena cultural chicheña. Dentro de este ámbito se presentó la obra “Napoleón se fue a marte” con una muestra innovadora y performativa de entender el arte y la cultura como una manera integral y articuladora de música, teatro y danza de la cual Iván Alfaro fue uno de los principales gestores con el apoyo de otros artistas como ser Alejandro Ángelo que esta vez vienen a presentarnos un nuevo tipo de espectáculos que siguen renovando e interpelando la gestión cultural de nuestra tierra y sobre todo dando su aporte para que esta gestión no dependa solamente de instituciones públicas o privadas. Con todo lo mencionado, la potencialidad cultural debe tener una necesaria revolución para rescatar e innovar este tipo de actividades con participación de los diferentes gestores culturales que de una u otra forma brindan su aporte para que este cimiento de la identidad chicheña se vea fortalecida y siga proponiendo, construyendo y deconstruyendo nuestra forma de vernos y manifestarnos hacia otros espacios. 

lunes, 12 de enero de 2015

PROYECCIÓN MUNICIPAL EN LA NACIÓN CHICHAS

El proyecto histórico estructurado hace algunos años bajo la denominación de Reconstitución de la Nación Chichas ha seguido un curso muy llamativo articulando a diversos sectores sociales, organizativos e institucionales, además del valioso respaldo de la colectividad. De esta manera, se logró un avance preponderante dentro de la última etapa de letargo en el que se había ingresado dentro de los municipios y provincias chicheñas. Esta situación entendida como proyectos macro que involucren aspectos como la integración y el desarrollo mancomunado de nuestros pueblos muy vinculado a un rescate de la memoria ancestral y las características fundantes de una pretendida nación precolombina. De igual manera, para este cometido se tiene como condicionante el fortalecimiento del discurso en torno a esta reconstitución, el cual haya permeado en todos los niveles organizativos de la sociedad donde también estén las individualidades que permitan el debate, diálogo, deconstrucción y construcción de lo que se entiende por los Chichas y su Nación Reconstituida.

Hasta este momento el proceso ha seguido un curso, casi, netamente cívico y social donde el interés mayor colectivo y comunitario ha sido impulso para seguir avanzando, paralelamente a la propuesta teórica-académica que se le puede dar bajo un paraguas normativo como precedente de un intento por concretar este proyecto. Y ha sido precisamente este tipo de trabajo, de tinte integral, el que otorga mayor legitimidad cuando pretendemos esta reconstitución habiéndose considerado diferentes vertientes, opiniones y criterios para seguir profundizando este trabajo. Bajo estos lineamientos, las voces disidentes y opuestas no quedaron exentas y tampoco algunas pugnas que pueden surgir ante una deformación de ese interés mayor que pretendemos alcanzar. Pero ahora, el poder y la política parecen ser una necesidad para seguir avanzando en este caso desde la gestión pública y la institucionalidad que debe prestar el hombro y ser pilar fundamental para seguir en este derrotero, tomando en cuenta a las municipalidades y sus próximos gobiernos de turno.


De esta manera, llegamos a un momento donde las cualidades político electorales ingresan y toman relevancia para los diferentes municipios, con necesidades propias y singulares en cada localidad pero que en nuestro caso tienen como una transversal el proyecto histórico de consolidar la Reconstitución de la Nación Chichas en estos cinco municipios (Villazón, Tupiza, Atocha, Cotagaita y Vitichi), por lo menos inicialmente. Así dentro de los planes de gobierno y las proyecciones que sean propuestos por los candidatos deberá estar muy en claro este aspecto de los Chichas y los elementos con los que se irá trabajando para impulsar esta aspiración. Los gobiernos municipales son uno de los mayores representantes y voceros del interés de sus pueblos por lo cual deberán apropiarse de este proyecto para hacerlo realidad desde la gestión pública y su vinculación con los otros niveles de Estado. Por otra parte, tienen como tarea principal seguir llevando este discurso el cual se encarne en toda la población hasta que sea el pensamiento hegemónico para la sociedad en su conjunto y se libere de la tutela institucional, que pese a ello siempre deberá estar presente. Vamos acercándonos a una etapa electoral donde se muestre el interés por este anhelo de nuestros pueblos hacia una reconstitución, una autodeterminación y la autonomía; todo ello avalado por la Carta Orgánica donde se han dado los primeros pasos y que ahora corresponde concretarlos en la práctica y la gestión municipal con gobiernos comprometidos con este cometido y toda una estructura que vaya acorde con estas demandas, exigencias y necesidades. 

lunes, 5 de enero de 2015

LOS OVEJAS NEGRAS

“Hay que bonito se siente, ya estoy llegando a mi pago”, así dicta una de las estrofas con las que comienza un tema muy emotivo que precede a un retorno casi forzado y obligatorio hacia el planeta rojo. Pero más que esto la nueva propuesta musical realizada por un paisano chicheño, conocido como Oveja Negra, rompe con una latencia que estaba presente hace varios años atrás con lo que se conocía como música tradicional sureña. Así, este innovador género parece significar una revolución de la forma de entender la música chicheña que de por si adquirió una gran relevancia en un marco nacional e internacional con representantes fundantes de la música boliviana hasta nuestros días. De esta forma, Oveja Negra-Aldrin Sivila viene elaborando una nueva línea que influye incluso en la construcción del tejido social y la identidad colectiva a la que pertenecemos.

            Desde este vértice introductorio podemos hacer un paseo por varia facetas que nos permiten profundizar en la propuesta que bordea unos años y con mayor relevancia desde la grabación de su CD donde se plasman  una serie de canciones con mensajes complejos y directos que además rompen con una mirada simplemente regional e introduce estratégicamente problemáticas sociales que deberían llamarnos la atención a todos y todas. Llegando al “centro neurálgico” de Tupiza nos encontramos con una escultura realizada en madera que resalta por el sentido y abre la mente para permitirnos interpretar este trabajo performativo desde las propias visiones del mundo realizadas por su autor, Oveja Negra. Esta misma escultura inspiró una canción que tenía unos aires muy sugerentes y existenciales.  

De igual manera, en este último tiempo ha comenzado a ser conocida la banda Ovejas Negras que realizan diferentes presentaciones como la realizada hace algunas semanas en la ciudad de Cochabamba para poder interpretar sus composiciones y agrupar a los que gustan de este género innovador chicheño. Desde el mismo nombre adoptado por Oveja Negra se hace una interpelación a una sociedad que suele caer en un adormecimiento y doble moral donde todos pretendemos hacernos ver como la oveja blanca en el redil sin que esto sea lo socialmente necesario sino una máscara forzosa e impuesta por el qué dirán. Oveja Negra ha aumentado su redil y ahora tenemos la presencia de los Ovejas negras de Tupiza  que además incluyen esa ubicación específica que irrumpe en espacios como la Fiesta de Reyes para romper con el orden establecido y permitir a nuestra población ver más allá de lo permitido. Los procesos sociales y culturales siempre nos sorprenden con nuevas propuestas que interpelan deconstruyen y contrastan para seguir enriqueciendo nuestra identidad de acuerdo a la grandeza de nuestros pueblos y la complejidad de sus pensamientos.