lunes, 12 de diciembre de 2016

VOLVER A LAS COMUNIDADES

Para las personas que venimos de lugares pequeños, ya sean capitales de Provincia o comunidades, conocer algunas “carencias”, no es novedoso ya que es bien sabido que en el desarrollo del país ha habido diferencias y desigualdades generadas a partir de una serie de decisiones, principalmente políticas. Así, por ejemplo en las ciudades sur potosinas, partiendo de la propia experiencia y los datos corroborados, el agua ha sido y sigue siendo una de las principales problemáticas que trajo consigo las consecuencias, casi lógicas, dentro de lo correspondiente a la salud, ya que el agua potable que sale por cañería, incluso ha sido considerada como no apta para consumo humano, por las altas concentraciones de residuos de minerales pesados. Pese a esta situación, de condiciones insalubres que atentan contra la vida misma de mujeres y hombres, niñas y niños,  dentro del líquido vital esencial para la supervivencia y que lleva consigo una serie de efectos desfavorables dadas estas condiciones; en estos lugares consideramos valioso este insumo presente en cada momento del día a día. En este contexto, en los últimos años se sigue luchando por conseguir nuevas aducciones con agua más saludables y en mayor cantidad que llegue de acuerdo hasta el grifo, de acuerdo a las comodidades a las que nos hemos acostumbrado en todos los lugares a nombre de civilización, progreso y desarrollo, muy influenciados por la globalización y más bien apartados de la necesidades básicas insatisfechas (NBI), que más bien deberían se categorizadas como NBS, necesidades básicas satisfechas.


Sin embargo, vinculando aspecto migratorios, es también recurrente el que en estos lugares “pequeños” se generen procesos de salida poblacional, conocida como emigración, hacia las capitales de departamento para continuar, a veces, con estudios superiores profesionales, o en otros casos simplemente buscar mejores condiciones de vida guiados por el horizonte del progreso de las ciudades “grandes”. Así, la comunidad se va quedando atrás para ir por derroteros diferentes en todo el territorio nacional. En este marco, algunos llegamos hasta Cochabamba, donde si hacemos una relación con el tema del agua, la situación no es muy lejana, ya que además es sabido que en esta ciudad existe un racionamiento del líquido elemento, con algunas diferencias zonales ya que, incluso dentro de la ciudad, la zona sur está más afectada por esta carencia lo que repercute en otros aspecto como la economía familiar. En este sentido, luego de varias décadas de vivir esta situación, los habitantes han aprendido a vivir, de manera consciente, con la lógica del racionamiento de agua como una corresponsabilidad de todas y todos. Bajo estas lógicas, casi culturales, los que residimos en este espacio también nos convertimos en corresponsables del cuidado de los recursos escasos. De esta manera, el agua es, tal vez, considerada con mayor atención y cuidado que en otras ciudades; a su vez esto explica el por qué Cochabamba se convertiría en escenario de la Guerra del Agua en Bolivia, y que seguro será replicada de alguna manera en otros lugares por las condiciones adversas que se van agudizando cada vez más en relación a este recurso. Entonces con estos devenires, que no son causas y azares, vamos reforzando esta cultura del racionamiento, ya que la situación no depende simplemente del tamaño del lugar en el que te encuentre o los NBIs, sino que es una simple lógica de subsistencia de cuidar los recursos en general y administrarlos de la mejor manera, mucho más cuando éstos son escasos.

La crisis ambiental y el calentamiento global vienen haciendo su parte para agudizar esta problemática de manera global, sin ninguna distinción en sus efectos, aunque si la existe en los responsables. Si bien es necesario tener los culpables mayores que generan un mayor impacto ambiental, al mismo ritmo de los avances tecnológicos con un desarrollo que no logra solucionar aspectos tan vitales para la humanidad, como incrementar el agua potable, apta para consumo, o detener la crisis climática, de revertirla todavía no hablamos. Pero, dentro de este marco más general, nos enfrentamos a una serie de situaciones críticas que devienen, principalmente, de la exacerbación capitalista y el consumismo que ha desencadenado, más rápidamente, la crisis ambiental, crisis alimentaria, crisis energética entre otras. Entonces nos estamos refiriendo a una problemática más amplia y complicada en su atención, como una respuesta a este tipo de situaciones se han ido planteado medidas de alcance internacional como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que dejan atrás a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ya que las necesidades urgentes se han direccionado hacia temas ambientales que requieren de atención inmediata porque se trata de la subsistencia y permanencia de la humanidad sobre la tierra.

Entonces hemos recorrido rápidamente, por algunos de los factores que han influenciado a que se sucedan hechos tan cotidianos como la falta de agua en algunas zonas de los hogares, esta vez, de la ciudad de La Paz. Pero más allá de las responsabilidades institucionales, resulta llamativo cómo, aunque no existe el agua, “nos lavamos las manos” de cualquier responsabilidad, pese a saber que en algún momento hemos sido presas del uso desmedido e inconsciente del agua como si fuera un recurso sin riesgo de acabarse, más allá de su cualidad de renovable. De esta manera, ahora vamos exigiendo atención y respuestas inmediatas a problemáticas que deberían de haberse previsto hace mucho tiempo con racionamientos en la distribución y la generación de una cultura del buen uso de este recurso. En este caso, las famosas tres R (reducir, reutilizar y reciclar) son también aplicables en este caso específico, y así lo supimos quienes venimos de otros orígenes en condiciones normalizadas de cuidar el agua con la que se cuenta. Por tanto, cuando se logre restablecer el servicio “normal” de abastecimiento de agua, esperemos haber tenido aprendizajes significativos para darnos cuenta que vivimos en tiempos difíciles respecto del medio ambiente y que los recursos renovables también se pueden acabar.

Con lo señalado, nos vamos dando cuenta de que no hemos quedado exentos de situaciones tan enajenantes como el consumismo exacerbado de los famosos malls llenos del espíritu capitalista que nos van segando en otros intereses que nos deberían ser el centro de nuestra atención, en los tiempos en que  vivimos. Entonces, al observar estas actitudes donde el individualismo aflora plenamente y no importa la colectividad es que renovamos la mirada hacia las comunidades donde se recupere e interés por el bien común, y la corresponsabilidad esté presente de forma permanente, no solo en aspectos económicos sino integralmente. En este sentido, es que planteamos volver a las comunidades, más allá del entendimiento de ubicación o movilidad espacial territorial, sino que represente cambiar las lógicas en las cuales nos vamos moviendo día a día, comenzando por mirarnos dentro de las familias, junto a todas sus complejidades y variantes, para después proyectar nuevamente la comunidad en áreas rurales y urbanas. Con todo esto, esperemos no ser testigos de nuevas guerras del agua, pero esta vez entre pobladores de mismos territorios pugnando por los recursos que son propiedad colectiva, y que gracias a intereses ajenos vamos equivocando las lógicas con las cuales entendemos al mundo.

lunes, 28 de noviembre de 2016

SOBRE FIDEL

La historia universal, y mucho más la Latinoamericana, ha sido marcada y “definida” en algún sentido por hechos que influenciaron de forma determinante durante ciertas etapas. Así, todavía seguimos debatiendo entre acuerdos y encontrones respecto de sucesos como la Revolución Cubana y sus íconos más importantes como Fidel Castro y Ernesto Guevara. Entonces, es casi ineludible un ambiente de tensión cuando introduces estos nombres en discusiones de cualquier índole porque comienzan a emerger los respaldos y disentimientos respectivos, sin que tenga que ver el ser de izquierda o de derecha, aunque por detrás están siempre presentes estos percutores “inconscientes”. Así, han pasado muchas décadas desde la victoria del Movimiento 26 de Octubre que dio fin a la dictadura de Batista y el control del imperialismo en la isla cubana, lográndose así la verdadera independencia en este país, para ingresar en un régimen comunista con un carácter real en este derrotero. Así también, el paso del tiempo fue definiendo el desarrollo de una serie de problemáticas o virajes en lo que se pretendió con la Revolución Cubana en un mediano y largo plazo, pese a los constantes embates, injerencia y ataques de uno de los países más potentes del mundo, sin que sea necesario explicitar su nombre.

En este sentido, para las personas que plantemos el socialismo como un horizonte de la sociedad, con mayor justicia y equidad social, la muerte de Fidel Castro resulta inevitable para reconsiderar varios aspectos respecto del futuro de nuestros países, cuando el comandante cubano representa uno de los mayores símbolos del sentimiento revolucionario del siglo XX. Así, junto a los aciertos y errores, estará siempre presente en este marco para ir repensando los nuevos socialismos y las revoluciones que se deberán encarar a lo posterior, luego de la partida de Fidel con todas las décadas luchando en base a sus ideales. Desde este punto de vista, es seguro que pocas personas podrán igualar esta cualidad de la lucha permanente en base a lo que se cree y se siente como proyecto personal y social, por lo que es poco probable la emergencia de otro personaje con estas características.


Hace casi cinco décadas, justo en territorio boliviano, Ernesto Guevara fue “derrotado” fundándose así un símbolo de lucha que, por temas territoriales, cobró cercanía con los ideales en nuestro país. Ya ingresado el siglo XXI, muere Fidel Castro, posiblemente más lejano que el Che, pero que no se puede omitir de cualquier reflexión en el acontecer político e ideológico de las sociedades que pretenden lograr nuevos caminos y horizontes. Junto a los intentos de eliminación hacia Fidel, parece que la historia absolvió, finalmente, al revolucionario que se encontró con la muerte a raíz del paso de los años dentro una nueva coyuntura internacional, donde Cuba es casi el único país que mantiene un régimen abiertamente socialista con miras al comunismo. No obstante, en varias naciones sudamericanas se generó la ola de gobiernos progresistas enmarcados en el Socialismo de Siglo XXI, pero que poco a poco tuvieron un retroceso. En este contexto, queda Raúl Castro con la gran responsabilidad de mantener vigente a Cuba como el país emblema de la revolución, ahora sin su principal líder, pero no caudillo. Por más de medio siglo ha estado vigente la revolución cubana, desde los tiempos en que las revoluciones estaban en “boga”, pero en Cuba el régimen no se doblegó a diferencia de las otras que fracasaron en el intento de cambiar las estructuras nacionales lejos del utópico comunismo, y siempre sonrientes al capitalismo. Habrá mucho por seguir conversando y, hasta, discutiendo para recuperar o plantear nuestras nuevas utopías donde Fidel Castro será ángel o demonio en la mesa de debate, pero estará ahí siempre presente.

lunes, 14 de noviembre de 2016

GESTAS LIBERTARIAS EN LA NACIÓN CHICHAS II

Luego de esta primera victoria, sucedieron 15 largos años de enfrentamientos y batallas, que fluctuaron entre el triunfo y la derrota para los patriotas en todos los confines del Alto Perú. Sin embargo, la historia quiso que la lucha independentista retorne a territorio chicheño para que, esta vez, en los campos de Tumusla se lleve adelante la última victoria por la liberación del yugo español. Este hecho acaeció el 1° de abril de 1825 donde las tropas patriotas, a la cabeza del Coronel Carlos Medinacelli, lograron derrotar al último representante de la corona española, el General Pedro Antonio de Olañeta, proclamado Comandante en Jefe de los Ejércitos de Fernando VII. La batalla se extendió por más de cuatro horas, hasta que se logró la capitulación y muerte de Olañeta, marcándose así el final del régimen colonial, con un ciclo que comenzó y terminó en territorio chicheño como bastión fundamental de la independencia.

Dentro de este proceso histórico, ocurrido en los Chichas, también resulta importante considerar a la caballería chicheña que se fue constituyendo como uno de los ejes sobre los cuales pudo realizarse todas las gestas antes mencionadas. Así, este cuerpo de lucha comenzó a estructurarse a partir de la llegada del caballo hasta este territorio junto al proceso colonial. No obstante, se dio un proceso de apropiación y asimilación del caballo como elemento fundante de la identidad y las características del ser chicheño hasta nuestros días con su acompañamiento en una serie de faenas que pasan desde el productivo, identitario, cultural y, obviamente, el histórico guerrero. Entonces, nuevamente, en la actualidad la dupla jinete-caballo está presente, incluso, en documentos oficiales como símbolo representativo de los chichas e ícono central de la identidad regional. De igual manera, esta caballería se constituyó en un bastión de lucha y victoria desde la colonia y la República participando en batallas como la de Ingavi, la Guerra del Pacífico (con la importante victoria de la Batalla de Tambillo encabezada por el chicheño Rufino Carrasco) y la Guerra del Chaco.


Con lo expresado, queda manifiesto que la actual Bolivia ha sido construida por una serie de sucesos históricos que le permitieron conseguir la independencia, con acontecimientos locales que brindaron aportes fundantes en los procesos históricos, y que contrariamente fueron ocultados, minimizados o negados por la historia oficial, escrita desde una sola vereda y que sería muy enriquecida si se complementara con estos hechos ocurridos más allá de la visión de los que, en su momento, escribieron y escriben sesgos cronológicos dejando en el anonimato a hombres y mujeres presentes en varios momentos constitutivos conformando procesos que explican la historia y la formación social boliviana en la complejidad con que la conocemos hasta nuestros días. En base a lo antecedido, y gracias al espíritu libertario heredado hasta la actualidad, las provincias chicheñas van trabajando en un importante proyecto reconstitutivo de la Nación Chichas, teniendo como antecedente todo el aporte brindado a la independencia. En la actualidad, los hechos ocurridos en el proceso histórico quedan como un importante legado para entendernos como una Nación sustancial en la configuración boliviana a la cual se sigue aportando desde diferentes perspectivas y con proyecciones enmarcadas en ese horizonte de libertad e independencia desde la posición de una Nación Originaria para la integración territorial plurinacional.

lunes, 7 de noviembre de 2016

GESTAS LIBERTARIAS EN LA NACIÓN CHICHAS

La historia “oficial” de Bolivia ha pretendido establecer los diferentes hechos ocurridos en los periodos donde sucedieron momentos importantes para el devenir del país. Sin embargo, existen todavía vacíos correspondientes a “las otras” historias locales de un sinnúmero de sucesos que van más allá de esta versión oficial y que lamentablemente fueron excluidos o minimizados por diferentes factores e intereses de grupos de poder y elites constituidas y en constitución. Por tanto, queda pendiente ir zanjando estos vacíos para tener una historia más completa y desde diferentes actores que vayan más allá del presidencialismo o las capitales, donde han quedado excluidos, por ejemplo, los pueblos indígenas como protagonistas de las gestas en la historia de Bolivia y que en su momento fueron representantes históricos fundamentales de la serie diacrónica en el país.

En este sentido, el territorio de los Chichas (comprendido en la actualidad por las provincias Nor Chichas, Sud Chichas, Modesto Omiste y Sud Lípez) ha sido protagonista, en varios momentos determinantes, para el devenir de la historia regional y nacional, situación que viene desde tiempos precolombinos y que tomó mayor fuerza durante la etapa independentista contra la opresión colonial. Así, con la llegada de los españoles se comenzó con una fuerte resistencia a la dominación siendo los Chichas uno de los pueblos más difíciles de doblegar por el régimen colonial, que previamente fueron reconocidos con el estatus de Orejones dentro del Imperio Incaico a raíz de esta cualidad guerrera y libertaria. Por tanto, ya desde el año 1.551 se fueron generando levantamientos, en este caso contra el español Valdivia; en 1.563 junto a Calchaquies, Omaguacas, Casavindos, Atacamas y Chiriguanos se destruye la ciudad de Nieva (actualmente Jujuy); en 1.570 se producen combates en Calcha, Toropalca y Cotagaita contra Luis de Fuentes y Vargas; en 1.625 se produce una de las más grandes masacres en Chocaya donde se exterminó a toda la población española y se vislumbró la bandera roja guerrera de la Nación Chichas quedando como testigo el pueblo de Animas que debe su nombre a este suceso y los lamentos que se escuchaban todavía mucho tiempo después. Así, esta primera etapa de levantamientos indígenas concluyó en 1781, junto al proceso de Tupac Amaru, al producirse un importante levantamiento en Cotagaita y Tupiza donde se tuvo a protagonistas como Pedro de la Cruz Condori y Luis Lasso de la Vega, quien se declaró Gobernador y Capitán General de la Provincia de Chichas, no obstante ambos fueron ejecutados posteriormente, junto a un número importante de insurrectos.


Años después, ante el aplacamiento de la insurgencia indígena junto a su proyecto de país, emergieron los levantamientos independentistas en distintos lugares del continente donde se puede mencionar a Chuquisaca y La Paz en 1809 y Buenos Aires en 1810 donde se creó la Junta Tuitiva de Buenos Aires en representación de las Provincia Unidas del Río de La Plata presidida por Cornelio Saavedra (potosino). Siguiendo esta línea cronológica, en los Chichas ocurriría el primer enfrentamiento armado contra los realistas a partir de la integración de varios actores que se sumaron para declarar el “Bautizo de Fuego” en el proceso independentista del Alto Perú y la Primera Victoria Armada contra los ejércitos realistas de la corona española dentro de la Batalla de Suipacha. No obstante, antes de considerar lo acontecido en este lugar debemos ubicarnos en Cotagaita un 27 de octubre de 1.810 donde se dio un combate entre las fuerzas realistas y los patriotas con una victoria, temporal, de los primeros obligando a un retroceso de los patriotas hasta Tupiza y luego a Suipacha de forma progresiva. Sin embargo, esta fue parte de la estrategia para que el 6 de noviembre se unifiquen, en los campos de Suipacha y Nazareno, los patriotas argentinos (porteños, salteños y jujeños) con los patriotas tarijeños, cinteños y chicheños, a la cabeza del Coronel Pedro Arraya. De esta manera, bajo una sola bandera, el 7 de noviembre de 1810, luego de un combate de cinco horas se pudo derrotar a las tropas de Córdoba lográndose así la primera victoria armada dentro de los 15 años de lucha independentista en el Alto Perú. A raíz de este importante hecho suscitado en Suipacha la Junta de Buenos Aires, el 28 de noviembre del mismo año, otorga un reconocimiento a los beneméritos con la leyenda que dice “La Patria a los Vencedores de Tupiza” (emblema que es escudo oficial del municipio de Tupiza en la actualidad) además de que el himno argentino menciona a la Batalla de Suipacha como un justo reconocimiento de esta victoria y la hermandad entre los pueblos. Desde el punto de vista militar, esta batalla también es considerada como el inicio de la Guerra de Guerrillas como estrategia aplicada en otros lugares altoperuanos, replicando lo sucedido en esta saga patriota.

lunes, 31 de octubre de 2016

NUESTRO TODOS SANTOS

Pretender discutir respecto del origen de la festividad de Todos Santos puede recaer en un debate, casi, sinsentido ya que al igual que todos los procesos culturales y el cómo se construyen y establecen las costumbres y tradiciones, a la larga no suelen ser debates muy productivos. En todo caso, tampoco vale aclarar que esta es una costumbre “nuestra” en comparación con su similar de halloween que, se dice, es foránea; siendo que ambas fueron traídas, en algún sentido, desde otros contextos culturales. Asimismo, está la nominación como Todos Santos, de orígenes católicos clericales, incluyendo sutilmente a la Fiesta de los Difuntos, que no necesariamente son lo mismo o muy similares. Pese a esta situación, la festividad se fue adaptando y adecuando a nuestros propios usos y costumbres que en la actualidad es asumida, de forma casi automática, como muy nuestra aunque como un fuerte resabio de la colonización española. Así, hemos ido construyendo una serie de elementos simbólicos que parten desde nuestra idiosincrasia y, aún más, se diferencian entre regiones y lugares dentro del territorio boliviano.

Con estos antecedentes, haremos un rápido paseo por lo que significa Todos Santos o la Fiesta de los Difuntos que llegan cada año entre el 1° y 2 de noviembre como una manera de celebrar y recordar a las almas de las personas que se fueron hacia otros lugares después de haber desencarnado. Particularmente en Tupiza, como parte del territorio chicheño, realizamos el armado de las, denominadas, tumbas las cuales son mesas a manera de altar donde se incluyen una serie de elementos simbólicos entre los cuales se incluyen comidas y bebidas que gustaban a la persona fallecida, incluidas la chicha y aloja, entre otras. Hasta esta parte, pueden existir aspectos similares a las fiestas que se realizan en otros lugares entre el 1 y 2 de noviembre. Así, hay que destacar, principalmente, los denominativos utilizados los cuales son los más variados en espacios regionales. Entonces, hemos mencionados a las tumbas que se arman y que, por ejemplo, en Cochabamba son conocidas como mast’aku, pero con los componentes similares. No obstante uno de los más llamativos en las tumbas chicheñas son los turcos que son muñecos formados por masa de pan y que tienen origen, de su nombre, algo particular como la similitud de estos con ciudadanos provenientes de Turquía, según algunas versiones. Estos mismos son nombrados en otros contextos como urpus o tantawawas.


De la misma manera, una de las mayores particularidades de la fiesta en los Chichas es la ejecución de los cánticos llamados lojlos donde hombres y mujeres acompañados de instrumentos musicales como la flauta, caja y erke, principalmente, y a veces la guitarra, que brindan los acordes de tan llamativos cánticos copleros, acompañan a las y los rezadores que caminan en grupos buscando las almas nuevas y casas abiertas para ganarse las masas acostumbradas. En este marco, pese a fenómenos socioculturales importantes vinculados a la globalización y la llegada de celebraciones como el halloween, es grato observar que en los últimos años hubo un fortalecimiento, tal vez hasta inesperado, de las tradiciones antes mencionadas donde las familias o amigos y amigas caminan entre la tarde y noche del primer día de noviembre siguiendo esta herencia oral y práctica de la manera en que celebramos la fiesta de los difuntos. No obstante, sería interesante ir deconstruyendo toda la óptica respecto de la muerte, porque esta vez celebramos un culto a la muerte como parte, todavía, desconocida de la existencia humana y que tiene consigo una serie de elementos vinculados a las energías y el retorno de la conciencia en un futuro próximo. Sin embargo, solo alejarnos un poco de que la muerte sea un hecho generador de pena, lamento y luto puede ser un sugestivo punto de partida en esta construcción social que fue armada frente a los desconocido que conlleva el momento en que cerramos los ojos para dirigirnos a una, temporal, eternidad.

lunes, 17 de octubre de 2016

ERA UN 17

El 17 de octubre de 2003 el, hasta entonces, Presidente de la República de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada salía del país, casi en un situación de huida, a raíz de la grave crisis estructural desencadenada desde un tiempo previo a la fecha mencionada. Entonces se libraba una compleja carga histórica heredada desde tiempos de la colonia, y el desencuentro sucedido con la implantación del régimen español con la frase conocida de los “500 años”. Así llegamos a ese corte en el devenir de la historia respecto de los lineamientos propios de lo que sería el derrotero en los pueblos del Abya Yala, pero junto al sometimiento instituido se fue generando una serie de levantamientos y sentimientos insurgentes y libertarios durante unos cientos de años. De esta manera, se generaron los sucesos de 1809 a partir de lo cual se establece el periodo independentista en toda la región incluyendo el Alto Perú, teniendo el momento cumbre en 1825 con la fundación de la nueva República de Bolívar.

Sin embargo, este hito de la historia no fue el final de las sociedades segregadas o excluyentes sino que dio paso a lo que se conoce como colonialismo interno donde las nuevas oligarquías se hicieron del poder para ingresar en el periodo republicano marcado por estos lastres de la colonia. Con esta característica de la estructura social superamos varias etapas dentro de este republicanismo donde los grupos de poder a partir de sus capacidades de influencia económica y política ingresaban en altos cargos de decisión para toda Bolivia. Consecuentemente, es fácil denotar que las políticas establecidas se dirigían hacia los mismos sectores de elite respecto de sus intereses sectarios y, hasta, individuales. En este escenario, al final del periodo, se consolidó un grupo identificado como el de los Barones del Estaño (Mauricio Hotschild, Simón Patiño y Carlos Aramayo), quienes manejaban gran parte de la minería ejerciendo influencia en otros ámbitos, como ser la política. Así llegamos a la emergencia y realización de la Revolución Nacional de 1952, deviniendo una serie de reformas estatales junto a la creación de la Central Obrera Boliviana posicionando de esta manera un nuevo grupo de poder, con algunos rasgos más heterogéneos.

Junto al proceso del ´52, se aplicaron medidas direccionadas al sector indígena llevando adelante la Reforma Agraria, junto a la campesinización, castellanización y el intento de anulación de las identidades indígenas originarias, bajo un modelo homogeneizador. No obstante, el proyecto fracasó y sucedieron una serie de etapas pasando por las dictaduras, el retorno a la democracia y el neoliberalismo que marcaron a la forma de hacer política en el país. En este proceso, siempre estuvo pendiente el tema indígena, considerado incluso como el problema del indio, como un aspecto permanente desde la colonia hasta, ingresado, el siglo XXI. De esta forma, hemos considerado brevemente la denominada carga histórica que tuvo como pilar central a la población indígena en sus diferentes momentos y participaciones dentro de la historia. Así, con el advenimiento de la crisis del sistema de partidos, el modelo neoliberal y las propia crisis estructural es que se conforma un gran movimiento insurgente nacional con participación de diferentes sectores sociales, urbanos y populares quienes son fundamentales en los sucesos de 2003, con varios hechos antecedentes. De esta manera, considerar un suceso de la historia aisladamente puede traernos una lectura incorrecta, sesgada o incompleta de la variedad de aspectos y elementos complejos que están en torno. Así, el 17 de octubre de 2003 se realiza un rebalse de la carga sociohistórica de desigualdades y mal manejo de nuestro país, marcando un nuevo hito para generar un sugerente proceso de reestructuración estatal junto a un proyecto de país, que hasta la actualidad seguimos construyendo, con aciertos y errores pero que sin duda representa un momento determinante de lo que es y será Bolivia en un mediano y largo plazo.

lunes, 10 de octubre de 2016

OCTUBRE Y SU CARGA HISTÓRICA

Al parecer el mes de octubre viene cargado de una serie de hechos históricos que cruzan con la política y la sociedad boliviana. Así, comenzando un breve recuento de los primeros días del mes, vamos a encontrarnos con el 9 de octubre donde Ernesto Guevara “el Che”, es capturado y posteriormente eliminado, noticia que sale a la luz en la mencionada fecha. En torno a esta situación se presentan una serie de connotaciones vinculadas con la revolución, y un revolucionario que obtuvo la victoria en Cuba para después tener las condiciones en contra al salir de la isla, dentro de unas situaciones que todavía se discuten como la posición que tomó la izquierda boliviana respecto de los planteamientos y objetivos de Guevara. Como bien sabemos, nuestro país había pasado por una revolución muy cercana que todavía estaba fresca en la memoria siendo otro factor de lo sucedido en 1967. No obstante, luego de este proceso revolucionario de abril de 1952 se vinieron una serie de golpes militares que cambiaron la perspectiva política y la calidad de vida de nuestra población.

En este marco, después de una sucesión de gobiernos de facto, en 1982 Hernán Siles Suazo asume la Presidencia un 10 de octubre marcando el retorno de la democracia que permanecería hasta la actualidad, con una serie de virajes como el ingreso del neoliberalismo, pero “en democracia”. Sin embargo, esta reconquista de los derechos tuvo un proceso previo de luchas desde diferentes espacios y con una serie de actores y actrices con un profundo compromiso con este espíritu democrático a largo plazo. Algunos años antes, dentro de un pequeño hálito democrático; durante el gobierno de Lidia Gueiler Tejada se decretó al 11 de octubre como del Día de la Mujer Boliviana, en reconocimiento del nacimiento de Adela Zamudio Ribero. A partir de este recordatorio podemos desarrollar una serie de elementos de análisis en torno a este pretexto de reconocer a las mujeres como parte determinante de nuestra sociedad con los aportes que realizan en el día a día y sobrepasan los roles socialmente impuestos, superando desigualdades como la doble y triple jornada laboral. Desde esta perspectiva el 11 de octubre se constituye como un momento para reflexionar respecto de lo que significa el empoderamiento de las mujeres y la lucha contra la violencia en todas sus formas.


“Cinco siglos igual”, dice una canción de León Gieco que se presenta como un sugerente resumen de lo ocurrido a partir del 12 de octubre de 1492 con el desencuentro provocado a la llegada de los colonizadores españoles a nuestras tierras del denominado Abya Yala. A partir de este quiebre estructural de nuestras naciones y sociedades se comienza a generar todo un proceso de imposiciones y sometimientos en todas las esferas desde la económica hasta la simbólica. Posteriormente, tuvimos que ingresar en un periodo de levantamientos insurgentes con objetivos independentistas que lograríamos recién para 1825, donde contradictoriamente comenzaría el tiempo de colonialismo interno a la espera de algún espacio más de lucha y reivindicaciones desde abajo. Así, hemos arribado hasta épocas contemporáneas, donde esta carga social e histórica cobró sus efectos generando un nuevo tiempo de levantamientos sociales, en este sentido junto a una profunda crisis estructural, y de partidos, se dio paso la denominada Guerra del gas, con una serie de factores causales donde se logra articular un gran movimiento nacional contra el gobierno de turno bajo la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada. En esta coyuntura, y con varios heridos y muertos en la lucha, el Presidente de la República escapa del país un 17 de octubre para dar paso a un nuevo proceso sociopolítico que cambiaría al Estado de manera estructural así como el relacionamiento entre la sociedad misma de manera sustancial. Con solo algunos hechos de octubre, vemos que durante este tiempo vamos recordando momentos determinantes y necesarios de conmemorar para seguir entendiéndonos como país a partir de las historias y así generar los nuevos derroteros de nuestras sociedades.

lunes, 3 de octubre de 2016

ADULTOS Y ADULTAS MAYORES

Las categorías sociales van cambiando con el paso del tiempo y dependiendo de varios factores como la coyuntura y el contexto, a lo que se suman los debates y acuerdos internacionales en tema de derechos humanos vinculados a los diferentes sectores de la sociedad. En este caso nos referimos a las y los adultos mayores que, desde un punto de vista demográfico son las personas mayores a los 64 años, y desde lo normativo boliviano corresponde a los mayores de 60 años. En este sentido, a partir de las políticas sociales en nuestro país, se ha establecido el pago de la Renta Dignidad con un monto de 250 bolivianos mensuales para personas no rentistas y de 200 bolivianos para rentistas; con lo que se pretende generar una “vejez” digna para hombres y mujeres que aportaron desde diferentes posiciones al desarrollo nacional. Es justamente en este punto donde se han planteado una serie de cuestionamientos a esta política al considerarse que solo los rentistas tienen derecho a recibir un monto de dinero a manera de jubilación, principalmente. No obstante, la visión es más amplia y compleja al considerar situaciones como la informalidad del trabajo y el subempleo, como solo dos ejemplos, que muestran una realidad donde gran parte de las personas no logran “formalizar” sus trabajo y por tanto cuando ingresan a la edad de jubilación ésta es simplemente una retórica para las y los pocos, mientras que la mayoría debería quedarse en condiciones deplorables respecto de un sustento económico a posterioridad.

Desde otra perspectiva, es cierto que pese a ingresar dentro del grupo de la Población en Edad de No Trabajar (PENT), más de los 64 años, las personas adultas mayores continúan realizando algún tipo de actividad que les permita contar con ingresos económicos y no considerarse una carga familiar o social. Por tanto, el tiempo para el retiro es todavía un privilegio de pocos y pocas para tener un alejamiento del mercado laboral. Aquí, ingresamos a analizar una situación sugerente respecto de la relación familiar que se conserva en parte importante del país donde todavía permanece una lógica de familia extendida en la cual los abuelos y abuelas son incluidas en este círculo, de una u otra manera, o desde el otro punto de vista no son marginados de este espacio, como se hace en otras sociedades de forma normal y naturalizada. En este sentido, retomando las categorías más afectivas, nuestros abuelos y abuelas son parte importante de la sociedad, siendo una reserva moral y una fuente de conocimientos, experiencias y sabiduría acumulada dentro de un proceso vivencial previo y determinante en el relacionamiento intergeneracional.

Los y las adultas mayores, permanecen presentes dentro de nuestras estructuras como un legado que no hay que olvidar, lo cual permite además brindarles una “vejez” digna mediante el reconocimiento de todo el aporte realizado en todas las etapas previas, habiendo sido responsables de nuestra crianza y formación. Es bien sabido que el ciclo de la vida cuenta con varias etapas, como un devenir obligatorio, que deberemos seguir teniendo también a la adultez mayor como la etapa de mayor acumulación de saberes y conocimientos como producto de varios factores y vivencias, así como las condiciones generadas por toda una estructura de un confluente de instituciones de las que formamos parte durante nuestra vida. En la actualidad, se continúa trabajando para ampliar y promover el respeto de estos derechos humanos que logren cubrir a todos los grupos poblacionales a partir de las necesidades particulares y el contexto en el que se desarrollan. En nuestro país existen avances importantes como la mencionada Renta Dignidad o el seguro de salud, pero lo que ahora corresponde es brindar servicios y atención de calidad, además de garantizar un acceso efectivo a estos servicios y beneficios con la cualidad y calidez de la inclusión.

lunes, 26 de septiembre de 2016

ESENCIAS PRIMAVERALES

El 21 de septiembre ha sido cargado de muchas significantes, en la mayoría de los casos vinculados al mercado y con el objetivo de generar un mayor consumismo en la población. No obstante, nos circunscribimos al relacionado con el equinoccio de primavera como un hecho cósmico y, cuasi, natural que nos involucra a todos y todas (donde además el día y la noche duran igual tiempo). En este sentido, desde perspectivas de la cosmovisión de nuestros pueblos, ubicados en el hemisferio sur, vamos ingresando en la temporada fértil o húmeda de la naturaleza donde la tierra comienza a producir y brindar sus frutos para disfrute y aprovechamiento de las personas, que en muchos de los casos ha devenido en sobreexplotación de estos productos junto a la consecuente crisis alimentaria, entre varios otros problemas ambientales.

En este marco general, recordamos la llegada del tiempo húmedo en los Chichas como un periodo en el cual solíamos redescubrir la gran variedad de regalos que nos entregaba la naturaleza. Un primer anuncio, muy visual, era poder observar el verdor y la diversidad de colores en los diferentes espacios naturales que teníamos para disfrutar como un derecho irrenunciable y muy presente. Así, era testigo de un árbol muy particular donde las flores anunciaban una futura producción de damascos en cuantía que servía como reserva del tiempo seco, hasta un retorno primaveral. Posteriormente, se percibía el aroma a humedad como anuncio de las lluvias que iban cargadas de una fragancia muy particular al juntarse con la tierra en una mezcla inefable. Entonces, el despertar muy temprano, casi junto a la salida del sol, y observar en un día muy específico esos indicadores naturales denotaba la llegada del tiempo cálido en la tierra colorada con una serie de productos de temporada para deleitarse en este ciclo. De esta manera, progresivamente teníamos la diversidad de frutas provenientes desde las comunidades vallunas de la región y de las vecinas; asimismo, el tan esperado choclo comenzaba a asomar en las ferias y mercados, para que en su mejor momento pueda ser procesado y convertido en humita como un manjar de temporada, acompañada de la infaltable chicha.


El tiempo pasa y algunas cosas van cambiando; donde una de las que se percibe casi inmediatamente es el crecimiento urbano y muy poco planificado, lo que implica la pérdida de espacios verdes y de recreación como Chajrahuasi donde íbamos muy temprano a practicar deportes y otros juegos en grupos de amistad o familiares, consolidando el espacio de encuentro ineludible. A raíz de todos los cambios climáticos, inmediatos a nuestro contexto, también se percibe que los productos van mermando poco a poco lo que va cuartando nuestra posibilidad de un disfrute pleno de la gran producción de los Chichas en cuanto a alimentos. No obstante, pese a esta situación, en este tiempo primaveral y de verano se produce un fenómeno social muy particular donde se generan procesos de reencuentro entre familias en varios niveles de la comunidad. Así se observa un considerable movimiento poblacional de retorno hacia las tierras chicheñas, en el sentido del arraigo y la necesidad de poder respirar los aires frescos de la tierra colorada y recargar energías para todo el año venidero. En este sentido, la llegada del tiempo húmedo y la calidez de nuestra tierra ha sido inspiradora de un sinfín de creaciones literarias, románticas y, hasta, líricas en torno a una añoranza permanente hacia la tierra de origen con todas esas particularidades que construyen nuestra identidad y permanecen, siempre, presentes en manifestaciones culturales, íntimamente articuladas a lo gastronómico. Esta vez nos ubicamos desde esa posición romántica que nos permita mantener el vínculo y compromiso con la tierra chicheña, partiendo de mucha subjetividad hasta concretar proyecciones y propuestas tangibles enmarcadas en el desarrollo de nuestra milenaria Nación Chichas.

lunes, 12 de septiembre de 2016

LIBROS, JAZZ Y CULTURA

Como una interesante coincidencia, en La Paz ha llegado septiembre con el encuentro de dos eventos culturales que deberían ser primacía para cualquier gusto. Nos referimos a la Feria Internacional del Libro y el FestiJazz que de forma paralela vienen llevándose adelante en varios espacios de la sede de gobierno. Dada la realidad de nuestro contexto, este ambiente se desarrolla como una alternativa al devenir cotidiano del resto del año donde podemos encontrarnos con otras actividades menos singulares y, tal vez, más comerciales. Así, para hablar de libros y de jazz debemos enmarcarnos en una parte reducida de la población, lo que puede resultar como algo negativo, principalmente cuando nos referimos al gusto por la lectura dentro de un país que lee muy poco y que tiene a los libros entre las últimas preferencias a las que presta atención.

En este marco, es siempre grato encontrar a paisanos chicheños partícipes de este tipo de eventos. Por una parte debemos mencionar la presentación del libro “Zoe Meditaciones” del autor René Cortés agendado dentro de la serie importante de publicaciones que salen a la luz en estos eventos de encuentro internacional. Así, en la feria del libro nos adentramos en un mundo de información, amenidad y otras aristas que nos permiten, siempre, abrir un poco más la mente e incluso conocer mundos reales y fantásticos que de otra manera nos pueden resultar lejanos y hasta inalcanzables. Para mencionar al jazz, tenemos la participación de Tincho (Martín) Castillo dentro de la programación a presentarse en el Teatro Municipal Alberto Saavedra el último día de jazz (16 de septiembre) a la espera del próximo año con nuevos repertorio y ese espacio alternativo de la música y los otros sentidos, trayéndonos este estilo particular con los, siempre bienvenidos, aires chicheños herederos de la tierra colorada.


De esta manera, dos escenarios culturales alternos a lo cotidiano han tenido un encuentro sugerente, además, con la intervención de paisanos en representación de los Chichas luchando por mantener vigente esa capacidad gestora cultural que permita decir presente con esa producción cultural que destacó por muchas generaciones atrás. Igualmente, esta capacidad de producir cultura deberá fortalecerse en el propio territorio de los Chichas, considerada la cuna del teatro, la capital cultural de la juventud, entre muchos otros nombramientos recibidos a lo largo de la historia. Esta situación también debería estar vinculada a la Revolución Cultural permitiendo realizar un trabajo de fortalecimiento identitario en toda la región que integre al territorio y la población, teniendo como un gran articulador a la cultura muy presente en las capitales y comunidades chicheñas con lazos de hermandad fortalecidos. Sin duda los eventos culturales, como los antes mencionados, son percutores de movimiento en el lugar donde se los realice y por tanto los Chichas deberán destacar a personas, hombres y mujeres, que trabajan día a día para producir, investigar y contribuir al acervo cultural del país con esa mirada chicheña particular que enriquece de sobremanera a los aportes del nivel nacional. Hablar de cultura se convierte en un paraguas amplio para desarrollar las potencialidades de cada localidad, a partir de las características propias con que se cuente y que permita traducirse en desarrollo en el marco de las fortalezas identificadas. 

lunes, 29 de agosto de 2016

VILLAZÓN EN LA NACIÓN CHICHAS

En la actualidad los diferentes municipios y sus comunidades pertenecientes a los Chichas vienen trabajando en un proceso pendiente dentro de la historia regional. En ese sentido, la Reconstitución de la Nación Chichas ha sido planteada en base a una serie de elementos históricos como datos concretos que demarcan esos derroteros que se siguieron hasta la actualidad donde se busca la integración de todo nuestro territorio. Atrás quedaron esos días de división, y hasta confrontación, entre pueblos hermanos provenientes de una misma raíz social y cultural. Por tanto, en pleno siglo XXI Bolivia transcurre por una etapa fundamental en la articulación territorial junto al fortalecimiento de entidades territoriales como ser las naciones originarias, dentro de las cuales se enmarca la Nación Chichas en esta parte del país. Ingresando en la revisión documental histórica y contemporánea, son cada vez más los datos que vienen presentándose en torno al territorio que comprendió a la Nación Chichas desde tiempos precolombinos y que solo fueron afectados en tiempos republicanos por una serie de intereses y pugnas coyunturales.

Los Chichas, documentados desde la colonia, mantienen una sugerente extensión territorial además del estatus y rango concordante con la importancia que tuvo hasta esos tiempos dentro la estructura político administrativa, fundamentada por características mineras y económico agrarias. Como un primer hallazgo, nos encontramos con el Memorial de Charcas de 1582, donde se hace mención a la existencia de la Nación Chichas desde tiempos de incario como soldados del imperio. Así, se hace mención de la presencia y reconocimiento como una nación reconocida en ese contexto. Luego encontramos la Guía Histórica, Geográfica, Física, Política, Civil y Legal del Gobierno e Intendencia de la Provincia de Potosí que data de 1791, donde se logra tener una delimitación territorial del Partido de Chichas y se menciona “El Partido de Chichas, llamado así desde el tiempo de la gentilidad en el Reino del Perú, tiene de largo, de Norte a Sur, cuarenta y ocho leguas, desde el arroyo de La Quiaca, que lo divide de la Provincia del Tucumán, hasta Quirve que confina con Porco; y de ancho, de Este a Oeste, cuarenta y cinco leguas, que son, desde tres leguas de Esmoraca para adelante que confina con el Partido de Lípez, hasta junto a Livilivi”. Entonces a partir de, solo, estos dos documentos históricos encontramos información relevante en cuanto a los que concierne los Chichas ya sea desde su extensión territorial y su reconocimiento como nación.


En la actualidad, luego de haber superado un periodo de oscurantismo en la región que pretendió sembrar división entre nuestros pueblos, se encuentran de igual forma documentos sugerentes que aportan en gran parte al proceso de Reconstitución de la Nación Chichas. En este marco, Villazón se constituye en parte importante del territorio chicheño, desde ser la puerta de ingreso al territorio chicheño ubicado en Bolivia a lo que se suma las comunidades que llevan consigo gran parte del legado de los chichas originarios, desde las costumbres, tradiciones o los sitios arqueológicos, dentro de un marco histórico y cultural, siendo descrita incluso como la continente de la esencia de la Nación Chichas. Por otra parte, en cuanto a delimitaciones territoriales, luego del proceso republicano, se tienen identificadas a tres provincias principales, dentro de territorio boliviano, que forman parte de los Chichas, siendo las mismas la Provincia Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste. Por otra parte quedan los Chichas circunscritos en la Argentina los cuales también vienen trabajando en el rescate de identidad originaria vinculada a los Chichas. A partir de lo mencionado, debemos decir que los tiempos de sentimiento divisionista y confrontacional han quedado en el olvido habiéndose asumido un nuevo horizonte común donde a partir de este tipo de respaldos concretos y rigurosos debemos continuar en la ampliación del espíritu de integración entre nuestros pueblos para en un mediano plazo lograr la Reconstitución de la Nación Chichas para lo cual el trabajo mancomunado entre todas las instituciones y organizaciones es fundamental, donde los municipios deberán ser las instancias representativas para potenciar este proceso como una gran responsabilidad histórica con su pueblo.

lunes, 15 de agosto de 2016

FUTBOL Y “LOS OTROS” DEPORTES

Los Juegos Olímpicos “Río 2016” que se vienen desarrollando en el país vecino del Brasil nos abren una serie de aristas para comentar y hasta conocer respecto del deporte en gran parte de sus disciplinas existentes alrededor del mundo. Como un aspecto ineludible, se encuentra la situación de estos “otros” deportes y su realidad actual en Bolivia, donde parecería existir una cultura de deporte como sinónimo de futbol, ante las otras disciplinas que quedan como prácticas secundarias y con mínima importancia, al menos en términos formales de competición. En este contexto, 1993 es el dato más cercano de un sentimiento de victoria y triunfo en torno al futbol nacional, donde la selección logró, solo, clasificar al Mundial de Futbol de Estados Unidos ’94, donde simplemente se fue a participar y, seguramente, ganar experiencia. Entonces, han sido muchos los debates, recurrentes eliminatoria tras eliminatoria, luego de que la selección queda muy lejos de la clasificación al mundial correspondiente y los comentaristas junto a analistas tratan de encontrar la respuesta para salir de esa crisis del futbol boliviano. Pero, en esa cultura coyunturalista tenemos que todo queda en el momento para después esperar la próxima derrota futbolera para retomar el debate y la polémica.

Pese a estas condiciones, gran parte de las y los bolivianos continuamos concentrados en el futbol como ese sinónimo de deporte, manteniendo al margen el gran número de disciplinas que bien podrían ser trabajadas en nuestro país con mejores resultados que los que nos deja el futbol. En la misma línea casi todos los auspicios y respaldos de instituciones públicas y privadas se agrupan en torno al futbol, lo que queda claro con la delegación mínima (12 deportistas en Río) que participa en los juegos olímpicos, anteriores y actuales, que llegan hasta esas instancias por esfuerzo propio y mínimos apoyos. Entonces, comparativamente, debemos ver lo que ocurre en diferentes instancias futbolísticas que comienzan en la Liga donde los equipos existentes cosechan grandes triunfos internos pero que casi nunca pueden reflejar en torneos internacionales, donde de la misma manera quedan desclasificados en instancias primarias. Por otra parte, es importante considerar algunas características de la cultura futbolera que encierra, entre otras cosas, aspectos como la discriminación, xenofobia, misoginia y homofobia siendo los estadios los escenarios donde este tipo de manifestaciones son expresadas sin mayor reparo y de forma masiva.


Entonces, es pertinente que se vayan abriendo espacios en diferentes instancias para poder trabajar en diferentes deportes, no como una forma periférica sino asumiendo la importancia que deberían tener en un marco más amplio de representación boliviana a nivel internacional y también permitir a las y los seguidores tener mayores opciones de disfrutar del deporte en su plenitud. Por otra parte, es seguro que nuestras y nuestros atletas nos brindarían mayores satisfacciones abriendo la propuesta en cuanto a disciplinas deportivas que ni siquiera requieren, en algunos casos, de infraestructuras especializadas, si es que este sería el argumento para no brindar el respaldo. Así, junto a voluntad política, mucho depende de ir cambiando nuestros imaginarios y perspectivas en cuanto al mundo deportivo para que las nuevas generaciones vayan conociendo, inicialmente, la gran variedad de disciplinas deportivas existentes, las cuales son omitidas de nuestro acervo descartando también las capacidades que, con seguridad, tienen hombres y mujeres de nuestro país para tener buenas representaciones en escenarios de encuentro mundial como el que ahora podemos disfrutar dentro de los Juegos Olímpicos Río 2016, con lo que además superemos el mero discurso de que el deporte (que se promueva) es salud.

lunes, 8 de agosto de 2016

HACEMOS NUESTRO AGOSTO

En Bolivia existe una frase de “hacer nuestro agosto”, obviamente resignificada desde su origen agrícola, que se aplica a hechos o situaciones caracterizadas por el desmán, caos o desorden sin freno; al menos entre sus principales significantes. No obstante agosto representa para el imaginario nacional boliviano, precedido por la historia, una serie de momentos significativos y de importancia para mujeres y hombres. En un primer momento nos adscribimos al 2 de agosto, anteriormente conocido como “día del indio” que denotaba la gran carga discriminatoria y racista de la sociedad, minoritaria, boliviana quienes a partir de la detentación de ciertos poderes, económicos y políticos, arrebatados junto a todo el proceso colonial y el posterior colonialismo interno hacían apología de las desigualdades estructurales. Sin embargo, según dictamina el proceso social de la historia, y sus representantes, esta denominación se fue modificando y resignificando a partir de las exigencias y demandas de los, mismos, pueblos indígenas originarios para asumir al 2 de agosto como el día del campesino y luego como día de la revolución agraria comunitaria, con lo cual se pretende deconstruir estas subjetividades enajenadas para entendernos y reencontrarnos entre bolivianos y bolivianas desde una perspectiva más horizontal.

Como un segundo momento para recordar, tenemos la fundación de la Escuela Ayllu de Warisata, donde resaltan nombres como los de Avelino Siñani y Elizardo Pérez, que seguramente habremos asimilado a la nueva Ley de la Educación N° 070. Y esta relación, que parte de lo nominal, no debe ser azarosa sino que dentro del actual régimen gubernamental se busca revolucionar a la sociedad boliviana a partir de lo democrático y cultural, donde estos lineamientos educativos son fundamentales para el proceso. No obstante, todavía se ve un letargo en estos intentos u objetivos trazados que en un mediano y largo plazo deberían reconfigurar la estructura social y la forma de interrelacionarse. Igualmente, la analogía entre escuela ayllu y el intento actual de revolución educativa permite rescatar la cualidad comunitaria de la Ley donde se modifique, desde las estrategias educativas y del proceso de enseñanza-aprendizaje herederas de la escuela bancaria donde existen profesores y alumnos (alumnus), las verdades acabadas y verticales para asumir desde ese papel de alumno o alumna. Pero la problemática educativa es más amplia y compleja por lo que deberá ser asumida con atención particular, siendo el reflejo y causal de muchas de las problemáticas que venimos arrastrando en nuestra sociedad hace bastante tiempo atrás.


Como una última arista, en este texto, debemos referirnos al tan mentado 6 de agosto, asumido como la fecha de independencia y fundación de la República de Bolívar en 1825, para llamarse posteriormente Bolivia, que desde su nacimiento ya estuvo inmersa en una serie de contradicciones y pugnas, tanto internas como externas. Entonces, nos acercamos al bicentenario de este Estado que luego de todo este tiempo, continúa con las problemáticas heredadas, con soluciones para algunas y con nuevos conflictos generados junto a contextos y coyunturas. En este sentido, viene el momento para cuestionarnos de forma frontal considerando los derroteros que seguimos en la búsqueda de mejores días para Bolivia, más allá de recordatorios, desfiles y civismos, superficialmente construidos y con cierta carga chauvinista. Entonces, la realidad nacional contemporánea es el producto de todo un proceso histórico y social, complejo desde sus inicios, que debe ser desentramado para entender a todo un país, que como muchos otros si no todos, pretende contar con mejores condiciones de vida para ésta y próximas generaciones. En este curso, los principales cambios efectivos que sucedieron durante todo este tiempo, fueron trabajados y gestados desde abajo por una gran variedad de sectores y movimientos sociales, donde los pueblos indígenas se constituyeron como sujetos protagónicos hasta nuestros tiempos. Así, hemos pasado las “fiestas patrias” y esperemos no haber hecho nuestro agosto, a la manera antes descrita, sino haber logrado alejarnos de estas simplezas adscritas como costumbres y tradiciones en torno a un sinsentido del pasado y del futuro, con una actualidad de solamente “pasar el día”, algunos entre la sobreviviencia y otros en la frivolidad, claro “haciendo su agosto”.

lunes, 25 de julio de 2016

LA NACIÓN CHICHAS Y SU DIALÉCTICA

Bajo el título de “Proceso dialéctico en el Nación Chichas”, Miguel Ángel Vargas Escalante, publicó un artículo dentro del libro “Rescate de la Nación Chichas” el año 2013, entre varios otros trabajos vinculados al proceso de Reconstitución de la Nación Chichas. A partir de este tipo de espacios Miguel comenzó con un trabajo permanente en este cometido mayor que involucra, no a individuos sino más bien, a toda una colectividad o comunidad perteneciente al milenario territorio chicheño. Así con todos estos aportes que, el mencionado investigador, realizó en este entramado quedan documentos y hechos tangibles e intangibles que dentro de un mediano o largo plazo serán evaluados respecto de los nuevos consensos o acuerdos que se tengan dentro de los Chichas, en el mejor de los casos, reconstituida como Nación.

Con lo antecedido, es preciso recordar, una vez más, y reflexionar sobre nuestros objetivos de vida, inmediatos y mediatos, en los cuales vamos encausándonos como compromisos personales que puedan tener algún beneficio a la sociedad más allá de trabajos remunerados bajo los cuales no adscribimos para cumplir determinadas funciones. Entonces conocemos que los Chichas pasaron por diferentes momentos sugerentes donde se planteó proyectos relevantes en la busqueda por consolidar el décimo departamento de Chichas o Chorolque que terminaron fracasando por una serie de factores e intereses. Así, nos preguntamos qué fue de los impulsores de dichos proyectos o iniciativas, quienes posiblemente fueron quedando en el olvido denotando la relatividad que tiene la vida y la historia en la memoria colectiva. En este sentido, los pequeños surcos que resulten del aporte y voluntad de muchas y muchos deberán concretarse en efectos más grandes en beneficio de las sociedades y comunidades para que no sean solo hechos aislados o puras buenas intenciones individuales.


Ahora, muchos años después, se levanta la propuesta de Reconstitución de la Nación Chichas con nuevos planteamientos cimentados en raíces concretas y reales aunque, posiblemente, con otros enfoques y perspectivas para continuar con los derroteros en la búsqueda de la autodeterminación histórica en nuestra región. Aquí es donde rescatamos la singular propuesta sobre la dialéctica de la Nación Chichas, pasando por sus tres etapas de tesis, antítesis y síntesis en periodos marcados de nuestra historia por los cuales debemos concurrir en momentos constitutivos del devenir de nuestro pueblo. Así, como expresa Miguel Vargas, ahora nos encontramos en el tiempo de la síntesis luego de haber superado esos quiebres y desencuentros complejos de los procesos coloniales para adentrarnos en un nuevo tiempo, que se conocería como la Reconstitución de la Nación Chichas ancestral pero en un estado superior. Entonces este proceso será consolidado por la integración de nuestro territorio y sus habitantes de manera mancomunada y hermanada. De esta manera, rendir un homenaje y reconocimiento a nuestro paisano Miguel Ángel, a casi un mes de su partida, quien al igual que muchos otros y otras trabajó para impulsar este proceso reconstitutivo. Contrariamente, el pasado 28 de junio en la jornada programada para la realización del Segundo Coloquio sobre la Nación Chichas, Freddy Tarcaya informó sobre el fallecimiento de Miguel Ángel, haciendo un justo homenaje en su memoria que quedará marcada en los aportes e investigaciones legadas en este tiempo de síntesis.

lunes, 11 de julio de 2016

LOS CHICHAS ARGENTINOS

En tiempos precolombinos y preincaicos, el territorio de los Chichas se extendía por muchos kilómetros abarcando a tres países, actuales, a decir de Chile, Argentina y Bolivia. No obstante, es pertinente reconstruir en detalle este territorio a partir de herramientas técnicas y especializadas vinculadas a la geografía y otras que nos brinden un recurso visual importante más allá de lo que conocemos con las referencias espaciales que tratan de hallar consensos en cuanto a lo que fue esta extensión. Como es conocido, junto a los procesos de división administrativa y política realizada en periodos coloniales y, sobre todo, republicanos, la Nación Chichas se vio reducida a territorios menores circunscritos en los tres países antes mencionados. Bajo la misma lógica, la reducción ubicada en la novel República de Bolivia con el paso del tiempo fue, otra vez, segregada (en varias provincias) junto a las consecuencias en cuestiones identitarias y culturales, que se arrastran hasta la actualidad en detrimento de la unidad e integración de la milenaria sociedad de mujeres y hombres chichas.

No obstante, los lazos de hermandad entre un pueblo proveniente de una misma raíz no se extinguió por completo y los procesos históricos e influencias culturales no anularon características y particularidades, más allá de los límites y fronteras nacionales o estatales. En este sentido, el pueblo de los chichas mantuvo vigentes muchos aspectos culturales similares con lugares ubicados en la Argentina, principalmente, lo cual permitió seguir intercambiando vivencias, costumbres y tradiciones con esos rasgos y continuidades culturales. Así, se puede percibir el uso de la caja y el erke, el canto de la copla, formas de hablar y comidas típicas, entre otras cosas, compartidas en este espacio entre Bolivia y Argentina. La historia y sus procesos, previos a la independencia, también fueron cooperados y protagonizados por guerrilleros provenientes de todo el territorio de los Chichas, que más allá de banderas particulares, establecieron al sentimiento de la independencia como horizonte y motivación de unidad junto a otros pueblos emancipados contra la opresión y sometimiento colonial centenario.

9 de julio de 1816, se declara la Independencia de las Provincias del Río de la Plata, también denominadas provincias unidas en Sud América, donde el Congreso de Tucumán rompe todo vínculo o dependencia de la monarquía española. En este importante suceso también se tuvo la participación de un diputado por la provincia Chichas, junto a diputados de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, San Luis, San Juan, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, y del Alto Perú: Mizque y Charcas. Con todo este marco se pretendía unificar una sola patria que vincule a pueblos del Alto Perú relacionados en el proceso independentista, como la conocida Batalla de Suipacha de 1810, para el caso de los Chichas. No obstante el proyecto se fue debilitando por diversos factores y ahora conocemos la distribución espacial y territorial entre varios países independientes. Con lo antecedido, para la Nación Chichas, solo fue un hito más en el devenir histórico que nos permite leer un poco de la historia y los procesos culturales e identitarios que nos vinculan con otros estados, que son superados en el marco de un territorio ancestral que nos heredó una serie de cualidades propias. En la actualidad, seguimos vinculados a las y los Chichas argentinos con quienes compartimos y nos fortalecemos en el rescate de una identidad dispersada en el tiempo pero con una matriz común y vigente. En el día del Bicentenario de la Argentina, la Nación Chichas saluda fraternalmente a un país vecino en cual viven hermanos y hermanas chicheñas con quienes compartimos, antes y ahora, las vertientes de un pasado y un futuro común más allá de los límites imaginarios.

lunes, 4 de julio de 2016

SEGUNDO COLOQUIO SOBRE LA NACIÓN CHICHAS “APORTES E INVESTIGACIONES”


El Museo Nacional de Etnografía y Folklore MUSEF de la ciudad de La Paz fue el espacio, nuevamente, para la realización del Segundo Coloquio sobre la Nación Chichas “Aportes e Investigaciones” donde se tuvo la participación de cuatro investigadores que realizaron trabajos sobre los Chichas. En este marco, primero se tuvo la intervención de Marcos Michel hablando desde la arqueología y los procesos realizados en territorio chicheño en tiempos precolombinos y preincaicos, teniendo como eje espacial a Sama. Posteriormente se tuvo la intervención de María Elena Chambi, quien estuvo encargada de hablar de “Los Chichas en la Colonia” intervención enmarcada en la publicación de su libro del mismo nombre realizado hace algunos meses, donde se descubre  los procesos coloniales de relacionamiento entre originarios y los diferentes sectores de colonos donde destacan los curas y religiosos, cerrando con los levantamientos indígenas protagonizados por indios chicheños.

En tercer lugar se contó con la exposición sobre “Glorias de la Histórica Región de los Chichas en la Independencia” a cargo de Edgar Murillo quien manifestó algunos hechos destacados y relevantes de todo este periodo que inició con la Batalla de Suipacha en 1810 y culmina con Tumusla en los albores de la independencia, haciendo menciones de la caballería chicheña como una transversal en este tiempo. Por último estuvo presente Freddy Tarcaya hablando sobre “El Kunza idioma de la Nación Chichas”, que es considerado como uno de los trabajos de investigación más debeladores al rastrear el idioma de este territorio zanjando este vacío reducido a las toponimias y que poco a poco se reconstruyen en el denominado kunza.

La noche de Coloquio fue también la oportunidad para hacer un homenaje, en palabras de Freddy Tarcaya, en memoria de Miguel Vargas quien fue un importante impulsor de la reconstitución de la Nación Chichas y que ahora deja todo el aporte que había comenzado hace un tiempo con la propuesta de la “Dialéctica de la Nación Chichas”. Así, con la realización del Segundo Coloquio seguimos profundizando el debate y generación de ideas junto a líneas investigativas que permitan consolidar esta integración de saberes y cosmocimientos con el aporte de todas y todos. Sin duda, el proceso debe romper los simples eventos de discusión académica pero el aporte y las investigaciones que se puedan seguir realizando son pilares fundantes para la integración, reconocimiento y, hasta, el recuerdo de los que brindaron su trabajo en este proceso para que las próximas generaciones no ignoren lo avanzado y continúen la huella de los objetivos comunes de toda una nación en reconstitución.

lunes, 27 de junio de 2016

DEFENDER LA FAMILIA

La familia es considerada como la institución central de la sociedad o el núcleo de la misma a partir de la cual se estructura y genera relaciones de mayor complejidad, a decir de la sociedad. A partir de esta premisa, es necesario y urgente establecer algunos criterios a cerca de la realidad de las familias, en un contexto nacional o local, de la cual somos testigos y cómplices de muchas situaciones problemáticas. Entonces, una primera consideración está referida a la integridad de la familia como motivación para defender, a ultranza, la mantención de la unidad de esta institución. Como respuesta inmediata vamos a constatar que esto es una falsedad ya que por muchos siglos la lógica bajo la que se estableció la familia ha sido verticalista y autoritaria dentro de la cual se generan desigualdades entre hombres y mujeres como miembros de la misma, enmarcados en un sistema patriarcal y prácticas machistas. Por tanto, el hogar como lugar de reproducción familiar se convierte en el espacio doméstico el cual se mantiene ajeno a la situación pública en vinculación con el interés o bien público, al cual debe responder el Estado y otras instituciones relacionadas a lo público.

Un segundo aspecto está vinculado al muy añorado modelo de familia nuclear, también conocido como familia normal, del cual estamos tan alejados en realidad y más bien vivimos dentro de diferentes tipos de familias que complejizan esta perspectiva y lógica de lo que es una familia. Entonces, la mencionada familia nuclear ha sido afectada por una serie de situaciones problemáticas dentro de las cuales está el ejercicio de violencia, principalmente de hombres hacia mujeres y hacia niños y niñas, dentro de esta lógica desigual como una relación de poder. Entonces, debemos reconocer que en muchos de los casos, si no todos, la unidad familiar ha sido conservada bajo las secuelas de estas relaciones violentas que deben ser ocultadas por el qué dirán y la presión social ejercida por una estructura patriarcal cómplice de estos modelos familiares a lo largo de la historia. Así, cuando se apela a la liberación mediante un proceso de separación y/o divorcio, el aparato doble-moralista de la sociedad se encarga del hostigamiento, sobre todo, a las mujeres que deciden alejarse de estas condiciones de vida para buscar una mejor perspectiva para los hijos e hijas.


Es aquí, donde ingresan agentes institucionales como ser las iglesias que pretenden seguir conteniendo las relaciones conflictivas y violentas, además de otras consecuencias de la doble moral a la que nos hemos acostumbrado y, hasta, hemos naturalizado. Entonces apelar a la defensa de la unidad e integridad familiar es una falacia completa porque como vimos, muy brevemente, esta integridad ya se encuentra dañada y el único fundamento para su mantención es esa doble moral y un discurso muy enajenado y lejos de la realidad. Por tanto, es tiempo de replantear las estructuras familiares y los fundamentos sobre los cuales ha sido construida y modificada a lo largo del tiempo. Es cierto que la familia es un punto de partida para ir estructurando a cierto tipo de sociedad por lo cual ésta será el reflejo y resultado que se tenga en espacio doméstico, desde donde parten las relaciones desiguales mediante la distribución de labores dentro de casa. Entonces las relaciones entre espacio privado y público son inmediatas y consecuentes por lo cual la incidencia en los doméstico será primordial para tener cambios significativos en lo público. Por otra parte, las nuevas generaciones y un trabajo comprometido, mediante la educación, con el cambio de imaginarios vinculados a los roles de género son el punto de partida para logra tener cambios en un mediano y largo plazo; aquí deberemos intervenir en todos los espacios y en colaboración para deconstruir estas relaciones donde se minimiza lo femenino de forma simplona de hecho.

lunes, 20 de junio de 2016

ENCICLOPEDIA DE LOS CHICHAS


El territorio de Los Chichas cuenta con una data de varios miles de años, teniendo una historia registrada de memoria larga que solo llega hasta tiempos cercanos a la imposición del régimen colonial, es decir un aproximado de 500 años. Desde esta perspectiva la situación cronológica queda limitada a este corte en la historia a partir de una carencia en cuanto a estudios especializados dentro de la arqueología para lograr avanzar en profundidad de los Chichas originarios y precolombinos junto al legado que se pueda rescatar de este tiempo, donde tendríamos el mayor acercamiento a los que en verdad fueron los Chichas más allá de las influencias coloniales, llegando hasta lo que conocemos como la identidad contemporánea. Entonces tendríamos un sugerente punto de partida para rastrear estos orígenes milenarios y entender nuestra actualidad junto con las proyecciones que se puedan elaborar hacia el futuro. No obstante, existen algunos acercamientos realizados por algunos especialistas en la arqueología tanto nacionales e internacionales, donde destacan los investigadores argentinos.

Por otra parte, debemos considerar que la historia es solo un fragmento de lo que concierne a una sociedad y, mucho menos, una Nación, pero es un elemento sustancial y fundante. En este sentido, se hacen presentes aspectos como la cultura, que se utiliza a modo bandera y peculiaridad principal de los Chichas dentro de procesos intra e interculturales que nos llevan a conocer una identidad que se reproduce en base a una serie de vertientes e influencias en este proceso permanente de construcción y deconstrucción del ser chicheño o chicheña. Pero yendo aún más allá, tenemos una variedad llamativa de aristas por seguir investigando y profundizando para tener un panorama cronológico y contemporáneo de nuestra región y poder contar con un integralidad necesaria, en este caso de información y conocimiento de los Chichas.

Pero todo este proemio, nos lleva a considerar la necesidad de tener una Enciclopedia de los Chichas que encierre, justamente, todo lo antes mencionado y otros aportes más que superan a las ciencias sociales cubriendo otros espacios científicos y empíricos de las vivencias y contenidos perdidos o existentes en nuestro territorio. Entonces con este trabajo comenzaríamos a tener con una base informativa integral para todo el territorio rompiendo con localismos inventados por la colonia y la república retomando la integración social y territorial para chicheños y chicheñas. Asimismo, se establecerían lazos de unidad, que nos ayuden a comprender las líneas sucesivas y complementarias existentes en esta parte desde tiempos precoloniales y, todavía, vigentes hasta la actualidad aunque con otras formas y manifestaciones que conservan la peculiaridad identitaria. El devenir de los Chichas, ha sido trabajado, solamente, desde perspectivas históricas, culturales y sociales, con una serie de sesgos, posiblemente involuntarios, pero que afectan a la identidad y el cosmocimiento por lo tanto se requerirá del esfuerzo de todos los actores y actoras para tener, en primera instancia, un estudio desde todas las especialidades posibles y, después, ir armando aporte tras aporte la necesaria Enciclopedia de los Chichas.

lunes, 6 de junio de 2016

PRESENTACIÓN DEL LIBRO “LA MAGIA DE LA ALFARERÍA”



En la ciudad de La Paz, el pasado 2 de junio, se presentó un nuevo libro de la autora chicheña Nedda Ramírez Rivas bajo el título “La Magia de la Alfarería”. Esta es la segunda publicación enmarcada en la temática de la cerámica que fue antecedida por “Tierra, Aire, Agua, Fuego y Arte” presentada el mes de noviembre donde se hacía énfasis en la producción de cerámica en las comunidades del territorio chicheño, como ser Chagua y Berque principalmente. En este cometido, La Magia de la Alfarería se constituye en un sugerente manual técnico donde se prioriza la técnica del torno como una herramienta para producir la alfarería. Asimismo, en la misma jornada se inauguró la “Expo Retrospectiva de Caricaturas” de Juan de Dios Alfaro Ramírez un autor reconocido a nivel nacional en diferentes periódicos de importancia. En este marco se contó con la presencia de un importante número de visitantes que acompañaron este encuentro entre artistas chicheños.

CINE, CULTURAS E HISTORIAS

El pasado 27 de mayo, la ciudad de Tupiza fue engalanada con una de las proyecciones inaugurales de la película “Juana Azurduy de Padilla Guerrillera de la Patria Grande” abriendo, o tomando, nuevamente el histórico Cine Suipacha, con énfasis especial en la palabra guerrillera como un precedente atractivo para disfrutar de dicha película. Al respecto un primer apunte debe estar referido a la necesidad de reactivar de forma permanente los escenarios culturales ubicados en Tupiza como una manera de incentivar las propuestas que se vayan a concebir tanto desde propios y visitantes, como se vio en varios momentos con presentaciones teatrales. Así, la existencia y funcionamiento de un cine teatro es un eje que se encarga de activar el interés por trabajar diferentes géneros culturales muy necesarios para niños, niñas, adolescentes y jóvenes, principalmente, como una manera constructiva de utilizar el tiempo de ocio, mucho más al tener como una de las cualidades de la ciudad de Tupiza al nombramiento como Capital Cultural de la Juventud, otorgado hace varios años atrás.

De esta manera, una película tan necesaria fue presentada como una manera de reivindicar en el escenario nacional, e internacional, una etapa importante para nuestro, actual, país donde se desarrolló la guerra de guerrillas, con el protagonismo de una diversidad de habitantes del territorio altoperuano. Sin embargo en este caso, se distingue la participación de una mujer, Juana Azurduy, quien superando una serie de obstáculos contra su persona y, hasta, contra su maternidad, tuvo la capacidad de liderar grandes movimientos dentro de la guerra de los 15 años para lograr la independencia de un nuevo país. Desde este punto de vista, la película en cuestión es un reconocimiento necesario para estos guerrilleros y guerrilleras, dentro de las cuales también se encuentran la Heroínas de la Coronilla como otra faceta determinante en el devenir de nuestra historia y entender el aporte de las mujeres dentro del mismo.


En el mismo sentido, Tupiza y toda la región de Los Chichas, donde Juana Azurduy vivió, brindó aportes fundantes dentro de este proceso en el cual se gestaron movimientos y levantamientos dentro de un mismo objetivo y con una participación importante de los “indios”, más allá de las elites, que terminaron apropiándose de los réditos luego de los 15 años de emancipación. En este sentido, debemos recordar que las Batalla de Cotagaita y Suipacha de 1810 son entendidas como el bautizo de fuego en este periodo además de un posible comienzo de la guerra de guerrillas por la estrategia aplicada en esta primera victoria de los patriotas en el Alto Perú. Con lo acontecido, se generan los encuentros entre cultura e historia donde se cruzan otras transversales como el género que revalidan el trabajo fundamental de las mujeres en torno a la independencia que por lo general son invisibilizadas dentro de un sistema patriarcal que se limita a generar recordatorios simplistas en días concretos sin plantear una verdadera inclusión ya sea de mujeres, pueblos indígenas y otros actores y actoras que no responden a la lógica encargada de construir la historia desde los ganadores y a partir de intereses de sectores y clases poderosas a lo largo de la historia, supuestamente, oficial.