lunes, 13 de septiembre de 2010

LA FRONTERA DEL ALCOHOL

Entre las diversas instituciones que existen dentro de la sociedad, la doble AA tiene un valor extra ya que pretende convertirse en una oportunidad para las personas que cayeron en las garras del alcoholismo. Alcohólicos Anónimos debería estar presente en todas las latitudes del país ya que se enfrenta a esta problemática social que no hace ninguna distinción y se va acrecentando conforme transcurren los días. Además es rescatable la característica de ser una entidad que trabaja, en la mayoría de los casos, de manera independiente a lo que concierne el Estado, que a la vez hace que se requiera mayor esfuerzo para dar continuidad a este trabajo. En este sentido es que va este reconocimiento al Grupo Renacer de la ciudad de Tupiza que el pasado 9 de septiembre cumplió 20 años de trabajo el cual sirva como ejemplo para todos y que también se considere la siguiente reflexión.

            El alcohol se ha ido convirtiendo en algo cotidiano en nuestra sociedad volviéndose incluso como parte de la cultura que ve con normalidad su uso y abuso. Con esta situación se va perdiendo el sentido de alerta que merece esta problemática siendo más bien un símbolo de fiesta y alegría dentro de las tradiciones en el país. Así el alcohol está presente en todos los estratos sociales y no hace ninguna diferencia; con lo que Tupiza también es un lugar donde se ha generado esta forma para entender el compartimiento en el proceso de interacción social, ya sea dentro de eventos sociales o no. Por tanto, pocos son lo que se libren de tirar la primera piedra en cuanto se trata a este tema, ya que los pretextos no faltan para hacer presente a este peligroso compañero de las alegrías y las tristezas.

            Sin embargo, queda por hace una consideración más profunda al respecto ya que no se está entendiendo al alcohol en su magnitud real como una amenaza en la sociedad; porque tanto el alcohol como el tabaco son drogas permitidas y aceptadas tanto por el Estado y la población. Por este motivo hay que comprender que se hace una lucha incompleta e hipócrita contra las drogas ya que se sanciona a unas pero se permite que otras se encuentren presentes sin ninguna restricción más que los impuestos y las marcas. Por lo que estaría también hablándose de intereses económicos que manipulan el mercado de las drogas “legales” e ilegales, pese a que ambas sean drogas y aunque el alcohol sea uno de los que cobra mayores victimas en nuestro país, sin olvidarnos del tabaco. El Estado debería delinear esta situación y la población tendría que ver con el mismo recelo que las demás drogas al alcohol, aunque lamentablemente ocurrió lo contrario al asumirse como normal su consumo en todo espacio, ya sea público o privado. El alcohol se ha adentrado en los hogares y está haciendo mucho daño sin que nadie haga nada, hasta que los mismos involucrados se dan cuenta de su situación al convertirse en víctimas. Entre el compartimiento social de unas copas de bebida y el riesgo de convertirse en victima del alcohol hay un paso del que en la mayoría de los casos las personas no se dan cuenta, ni siquiera luego de haber cruzado esta frontera. Es ahí donde está el riesgo de seguir viendo de manera permisiva el consumo de alcohol haciendo a un lado la mirada cuando esta realidad está tan presente en el día a día de la población, siendo una amenaza permanente para todas las generaciones.