El Estado
Plurinacional de Bolivia se encuentra en un proceso de preparación rumbo a la
celebración del Bicentenario, que inicia con la firma de la declaración de
independencia en 1825 luego de la guerra de los 15 años donde se habían
movilizado una diversidad de grupos independentistas, bajo lógicas y banderas
de integración entre pueblos. En ese marco, el pueblo chicheño tuvo una
participación determinante en forma permanente habiendo destacado en momentos
emblemáticos como noviembre de 1810 y abril de 1825, entre muchos otros. En
este sentido, a nivel nacional e internacional, esta participación es
reconocida hasta nuestros días, pero recién se viene posicionando de manera
formal, por ejemplo, en los libros de la historia, la cual suele ser escrita
desde espacios de poder y en base a intereses de grupos determinados.
No obstante, si
nos retrotraemos a tiempos más antiguos, pre republicanos, resulta importante
identificar documentos y mapas donde los Chichas son identificados y descritos
con sus diferentes características y potencialidades en diferentes momentos de
la historia. Así, podemos encontrar la Guía
histórica, geográfica, física, política, civil y legal del gobierno e intendencia
de la Provincia de Potosí escrito por Pedro Vicente Cañete y Domínguez en 1791.
Aquí encontramos varios aspectos que hacen a la constitución de esta parte de
la provincia mencionada y como parte de la estructura colonial, con un fuerte
aporte a la minería de aquel tiempo. Pero en esta ocasión nos interesa
particularmente el tema territorial donde, en la noticia primera (De la
extensión y naturaleza del terreno de Chichas), se describe: “El Partido de
Chichas, llamado así desde el tiempo de la gentilidad en el Reino del Perú,
tiene de largo, de Norte a Sur, cuarenta y ocho leguas, desde el arroyo de La
Quiaca, que lo divide de la Provincia del Tucumán, hasta Quirve que confina con
Porco; y de ancho, de Este a Oeste, cuarenta y cinco leguas, que son, desde
tres leguas de Esmoraca para adelante que confina con el Partido de Lípez,
hasta junto a Livilivi, que está sujeto en lo civil a Chichas, y en lo
eclesiástico a Lípez, como anexo del Curato de San Pablo, que es de su distrito”.
Con este dato inicial, el documento señalado continúa siendo un importante
referente para contar con un detalle del espacio identificado como Chichas, y
que, contradictoriamente, llegada la independencia comenzó a ser segregada en
base a otros criterios e intereses del denominado colonialismo interno.
Ya entrada la
estructura republicana, se tuvo un primer documento elaborada con criterios
técnicos a decir del Informe sobre
Bolivia escrito por Joseph Pentland 1827, donde los Chichas aparecen dentro
del Departamento de Potosí y son mencionados en palabras cortas y pasajeras en
una breve descripción “en los distritos orientales de las provincias de Chichas
y Chayanta, cuyos valles descienden por debajo de los 10.000 pies, el clima se
vuelve templado y saludable, y el suelo rico en producciones agrícolas”.
Entonces con el advenimiento de la República de Bolivia, empieza el proceso de
escisión territorial interna, luego de una primera afectación con la división
de estados soberanos, quedando una parte en el norte argentino y la otra en
región atacameña de Chile. Así encontramos, primero al 26 de agosto de 1863
como la creación de la Provincia Sud Chichas y luego el 18 de septiembre de
1958 con la creación de la Provincia Modesto Omiste.
Con lo mencionado,
queda pendiente un trabajo del análisis de definición territorial de los
ancestrales y preincaicos Chichas que permita tener un panorama cabal del
alcance e influencias del espacio perteneciente a este pueblo de
características guerreras. Asimismo, y retomando el derrotero que no acerca al
bicentenario, debemos trabajar en base a criterios de reintegración territorial
que se basen en los datos antes mencionados y recuperando a lo correspondiente
a la Nación Chichas lo cual puede repercutir en los años posteriores en
términos de desarrollo sostenible e integral planificado desde el propio
territorio y con las y los actores llamados a esta labor. Así, el marco
constitucional y normativo actual, plurinacional, nos permite contar con
insumos como las autonomías las cuales pueden ser una estrategia de
rearticulación en diversos niveles, reconstituyendo la Nación Chichas que se
proyecte hacia el siguiente centenario en beneficio de las nuevas generaciones
y el propio territorio con todas sus potencialidades, respetando a la madre
tierra alejándonos de aspectos explotadores, consumistas y capitalistas.