lunes, 22 de agosto de 2011

LA MARCHA DE LOS 21 AÑOS


El año 1990 se dio uno de los acontecimientos más importantes protagonizados por los pobladores de los pueblos de tierras bajas del país, es decir de los indígenas del oriente que marcharon para exigir temas vitales como el territorio y el reconocimiento del Estado. A raíz de esta marcha, que llegó hasta la Sede de Gobierno, se fue gestando e impulsando un devenir político aun más determinante como ser la Asamblea y el Proceso Constituyente. Este hecho, apoyado además por la población de comunidades y la ciudad, de una u otra forma fue causante del actual acontecer político social y económico que se vive en el país donde Evo Morales logró una victoria histórica en elecciones generales el año 2005, habiendo permanecido, casi intacto, en los procesos electorales posteriores encontrándose actualmente en su segunda gestión de gobierno.

            En este contexto se vino arrastrando una problemática que data de mucho tiempo atrás referida a la carretera que pase por el medio del Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure (TIPNIS) y que el actual gobierno se ha empeñado en ejecutar y concretar esta construcción. De esta manera, nos encontramos frente a una de las mayores contradicciones entre discurso y práctica, además de ser uno de los peores desaciertos políticos que puede cometer el Movimiento Al Socialismo ya que poco a poco se van volcando sectores en apoyo a los indígenas del TIPNIS y la causa que promueven. Así, se va construyendo un escenario problemático que puede llegar a constituirse en un conflicto donde se encuentren inmersos diferentes sectores además del riesgo de un enfrentamiento entre los mismos, como se viene manifestando, lo cual sería el peor escenario posible en el debate de la carretera del TIPNIS.

            Con estos elementos se viene realizando una marcha nuevamente, 11 años después, desde el oriente que se dirige hacia la sede de gobierno para hacer escuchar el reclamo y las voces de los que habitan esta región en riesgo de ser destruida por la incursión de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Con todo esto los indígenas de tierras bajas están avanzando cada día más para ser escuchados por el Presidente Evo Morales y que así se busque una alternativa al tramo II de la mencionada carretera. Dentro de este proyecto que pretende la integración y desarrollo se encuentran diversos problemas que van contra normativas internacionales como ser el respeto hacia la naturaleza sobre todo en este tiempo en que nos encontramos con el calentamiento global y el planeta en muy mala situación. Por otra parte, están los habitantes del TIPNIS que no fueron consultados para comenzar con la ejecución del proyecto con lo que se vulnera la propia Constitución Política. Entonces, debemos esperar que haya un encuentro y un diálogo entre las partes para que nuestro país no tenga que sufrir las consecuencias ambientales con la pérdida de un espacio natural tan diverso como este parque. Más allá de enfoques de desarrollo se encuentra la lucha por la vida y este debe ser el centro del debate sobre todo al existir vías alternas para esta construcción; de lo contrario esta situación podría arrastrar un gran movimiento contra el gobierno que puede tener sus secuelas en la aprobación y estabilidad del proceso político que se impulsa actualmente.

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