domingo, 3 de junio de 2012

TUPICEÑOS Y CHICHEÑOS RUMBO AL CENSO 2012

La población de las, actuales, Provincias de Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste, principalmente, han adoptado diversas y diferentes identidades asumidas como propias dependiendo del momento histórico y pertenencia territorial o político administrativa. En ese marco fueron chicheños, tupiceños y bolivianos, en el actual contexto por pertenecer a unidades políticas específicas; sin embargo, desde este enfoque podríamos incluir otras adscripciones como ser la aymara y la colla que tienen menor aceptación pero que deberían ser consideradas en el proceso histórico. No obstante, la autoidentificación ha ido manteniendo y reconstituyendo una identidad propia y exclusiva que busca diferenciar a nuestra cultura de otros grupos, para este caso del resto del país. En este intento, se va fluctuando entre las categorías de chicheño, todavía en reconstrucción, y mayormente tupiceño con lo que anteriormente se cayó en el extremo etnocentrista o regionalista frente al entramado existente dentro del, actual, Estado Plurinacional de Bolivia.

    Contradictoriamente, esta identidad fortalecida por los oriundos del lugar va perdiendo esa fuerza cuando ingresa en el escenario de la interculturalidad donde existen otras pertenencias que opacan a las demás y mucho más si estas otras están disminuidas en cuanto al relacionamiento hacia fuera. Así, debemos considerar que la identidad chicheña ha quedado relegada, e incluso, ignorada por la historia boliviana e igualmente por las instituciones estatales y sus consiguientes gobiernos de turno. En este sentido, encontramos a otros grupos identitarios que han adquirido relevancia en este último tiempo a raíz del trabajo de fortalecimiento y manifestación realizada hacia el Estado, principalmente. Dentro de estos grupos encontramos a los afrobolivianos y los chaqueños que vienen concatenando este reconocimiento en políticas públicas y mayor desarrollo para sus regiones, lo que en última instancia es el objetivo de contar con estas características culturales e identitarias, más allá de un simple orgullo romántico legado desde el pasado.

    De esta manera, además de esclarecer la historia local desde adentro se debe potenciar un trabajo de proyección para que se realice el reconocimiento necesario a nivel histórico, en el ámbito nacional, y desde el Estado para que se realice una inclusión real que se concrete en proyectos de desarrollo para la región gestionados a partir de este aspecto cultural. Para esto, el presente año se desarrollará el Censo Nacional de Población y Vivienda donde dentro de la boleta se encontrará la pregunta sobre identificación étnica y entre las opciones existentes en esta variable, obviamente, no está la chicheña; pero si está presente la opción de “otro” para especificar la misma. Es dentro de esta opción en la que podemos exteriorizarnos como “chichas o chicheño” para que nuestra identidad esté expresada en datos estadísticos y demográficos reales que además servirán como un recuento del total de la población que se reconoce como tal. Para esto se debe coordinar con las instancias correspondientes como ser los Municipios y Subgobernaciones que a su vez amplíen este trabajo a toda la población que sume el número de población perteneciente a este grupo. Al concretarse esta situación se logrará una exteriorización a nivel cultural identitario lo cual es uno de los pasos en el trabajo de reconstitución como nación que implica y requiere de mayor profundidad pero que significa un avance en este proceso. Por lo demás, las historias locales son fundamentos importantes para este objetivo que sin embargo no pueden permanecer en errores como el cometido con el año de fundación de Tupiza adoptado hasta la actualidad con la necedad de recurrir en el mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tipnis¡¡ tipnis¡¡ viva el tipnis¡¡
viva el Tipnis¡¡
El censo otra mamada del MAS,...

Anónimo dijo...

Paceños que viven en La Paz y Alteños, acaso no son igual paceños?
El censo sera otro fraude de este pinche gobierno masista.