Nuevamente Tupiza ha sido
escenario del Festival Internacional que, según algunas voces, comienza a
posicionarse como el más grande e importante del país y ahora tuvo su segunda
versión. A partir de este evento se generaron algunos episodios llamativos que
surgieron a partir de la presencia de diferentes grupos musicales provenientes
de diferentes regiones que pretenden tener una mirada integral de lo que es nuestro
país desde una perspectiva artística y musical. La cualidad cultural es una de
las características principales de nuestra región que luego de varios años ha
retomado una mayor actividad que atraiga la atención de los ojos de Bolivia y
el mundo gracias a este evento de magnitud que en su primera versión vino
precedida por el paso del Dakar, como una extraordinaria coincidencia y
programación estableciendo un ensamble de un enero turístico muy atractivo para
los viajes.
En esta segunda versión se
tuvo la presencia de grupos nacionales y algunos internacionales donde emergen
luces y sombras que se presentaron, principalmente en la segunda noche, ya que
en la primera la lluvia hizo su parte para inquietar el éxito completo, lo cual
no significó que este haya sido afectado en gran medida. Por otra parte los bloqueos
ocurridos en las vías que conectan a Tupiza con otras capitales fue causal para
tener contratiempos de las actuaciones y pese a ello todo el programa
establecido logró ser efectuado. Ya dentro de la segunda noche se pudo percibir
algunas reacciones colectivas que llaman la atención; en primer lugar a raíz de
la participación de los Awatiñas, donde se notó un marcado alejamiento de este
tipo de ritmos y culturas que nos remite a esa percepción regional que
construyó un muro imaginario con otras culturas del país, principalmente de la
parte andina. De igual manera, con la agrupación ecuatoriana Pueblo Nuevo se
percibió otro distanciamiento hacia un género musical ligado a la canción
social donde se incluyó temas como “Comandante Che Guevara” que por sí mismo
despierta afinidades y rechazos dependiendo de las posiciones y preferencias
político-ideológicas de cada persona cuyo efecto no se dejó esperar en nuestra
ciudad con una carga señorial entremezclada dentro de su identidad. Por lo
demás el consumo de bebidas alcohólicas fue otro factor que jugó en contra a lo
que se suma el mal uso del espacio donde se realizó el evento ya que el campo
de césped quedó en pésimas condiciones luego de la segunda noche. Sin embargo,
el Festival Internacional es uno de los mayores eventos culturales de los
últimos tiempos que deberán evitar este tipo de consecuencias negativas y que
los próximos años sigan considerando a Tupiza como el lugar de su realización
tomando mayores recaudos.
Con este marco, la capital
chicheña viene retomando la característica cultural que debe ser potenciada
desde otras vertientes donde seguramente se encuentra el teatro, gracias al
legado que tuvimos con la presencia de Nuevos Horizontes. No obstante, la
gestión cultural también es generada por propuestas independientes y
alternativas que brindan un necesario y fresco aire propositivo en la escena
cultural chicheña. Dentro de este ámbito se presentó la obra “Napoleón se fue a
marte” con una muestra innovadora y performativa de entender el arte y la
cultura como una manera integral y articuladora de música, teatro y danza de la
cual Iván Alfaro fue uno de los principales gestores con el apoyo de otros
artistas como ser Alejandro Ángelo que esta vez vienen a presentarnos un nuevo
tipo de espectáculos que siguen renovando e interpelando la gestión cultural de
nuestra tierra y sobre todo dando su aporte para que esta gestión no dependa
solamente de instituciones públicas o privadas. Con todo lo mencionado, la
potencialidad cultural debe tener una necesaria revolución para rescatar e
innovar este tipo de actividades con participación de los diferentes gestores
culturales que de una u otra forma brindan su aporte para que este cimiento de
la identidad chicheña se vea fortalecida y siga proponiendo, construyendo y
deconstruyendo nuestra forma de vernos y manifestarnos hacia otros espacios.