Es llamativo el fenómeno sociopolítico que se lleva
adelante en Tupiza donde se realizan elecciones, mediante sufragio, para elegir
a los representantes del Comité Cívico a partir de lo cual se otorga cierto
nivel de legitimidad por el procedimiento que se sigue al respecto. Así,
posiblemente, este caso sea el único en todo el país donde se utiliza estos
procedimientos formales para elegir a las personas, hombres y mujeres,
representantes de la sociedad civil organizada, en este tipo de organismo. De
esta manera, hace algunos días se realizaron las elecciones que permiten tener
un nuevo grupo que debe velar por los intereses de la población, como parte del
control social establecido por ley a nivel nacional como uno de los mayores
avances de la democracia intercultural establecida en los últimos años.
Sin embargo, quedan para el análisis algunos elementos
y factores vinculados con los comités cívicos en general y Cocidepro Chichas en
particular. Primero, los comités cívicos a nivel nacional son sectores de la
población que con el paso del tiempo fueron perdiendo relevancia y
representatividad porque se asocian a grupos de elite y poder que precautelan
por intereses sectoriales, en detrimento de las mayorías que actualmente se ven
reflejadas en otro tipo de instancias u organizaciones sociales que lograron
articular estas demandas. En este sentido, dentro del último proceso político
del país, se fueron atrincherando grupos opositores dentro de los comités
cívicos que encontraron ahí otro espacio de fortalecimiento para hacer frente a
los cambios en la estructura social del país donde se pretendía generar
relaciones horizontales reduciendo privilegios de los grupos de poder herederos
del neoliberalismo. Desde esta perspectiva, se asocia al comité cívico con el
frente opositor vinculado a la denominada media luna donde el de Santa Cruz
tuvo una mayor relevancia en este marco a partir de lo cual, incluso, se
tuvieron que organizar comités cívicos populares para cambiar esta perspectiva
elitaria como una pugna de poder en esta instancia.
Para el caso del Comité Cívico de Desarrollo y
Progreso de los Chichas, encontramos otro tipo de características, que como se
mencionó al principio, solo en este caso particular cuenta, todavía, con cierto
nivel de legitimidad por su proceso eleccionario. Desde la otra vereda, en una
mayoría de los casos la cabeza de esta instancia fue atribuida a hombres lo
cual requiere de una reflexión respecto de las transversales de género y la
participación de las mujeres, en el marco de la paridad como sector importante
de la población. Por otra parte, Cocidepro Chichas no deberá traicionar el
legado de representar a las diferentes instituciones y ser un articulador
frente al Estado y su relacionamiento coherente, pertinente y alejado de la
confrontación politizada, como se suele hacer. Entonces, la capacidad de
generar conciliación con el gobierno local debe ser una premisa para garantizar
una gestión con gobernabilidad, sin dejar de lado el control social en el marco
de la normativa. Hace algunos años las gestiones dentro de esta instancia
fueron cayendo en una espiral dirigida a gestiones estériles donde solo se
tenía réditos personales como el posicionamiento de las cabezas para optar por
cargos públicos posteriormente. En esta perspectiva, habría que considerar de
forma comparativa, a nivel provincial y mucho más regional, el grado de legitimidad
con que se cuenta en relación con el total de población en el municipio y
también la percepción que tienen hombres y mujeres sobre esta instancia de
representación. En todo caso, el perfil y sentido de las organizaciones
sociales se fueron modificando con el tiempo donde los comités cívicos fueron
quedando al margen por sus procedimientos internos y su relacionamiento en el
marco de los intereses y pugnas de poder. En este sentido, se requiere de una
innovación de ideas y planteamientos que se puedan hacer desde esta instancia
para que sea prudente, todavía, la permanencia en el acontecer cívico-político
con lucidez y propuestas para el desarrollo de Los Chichas.
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