lunes, 4 de junio de 2018

TUPIZA, APORÍAS ENTRE EL 44 Y EL 83


Y no nos referimos a un lapso en el que ocurrió algún suceso en territorio tupiceño, sino que otra vez se desata un debate que quedó en el letargo por algún tiempo: ¿cuándo se fundó Tupiza? En los albores de 1974 sucedió un debate en torno a la fecha en que este lugar había sido “fundado” por lo españoles, apelando a una categoría muy poco aplicable a la realidad de una sociedad mucho más antigua que la utilización de tal apelativo vinculado a los procesos de sometimiento y colonización por parte de dichos personajes. En esta perspectiva se desencadenó un debate respecto de cuándo fue el momento de desencuentro entre españoles y Chichas originarios localizados en Tupiza, territorio ancestral de una Nación y habitado por mucho tiempo previo a este hecho. Así, se fueron barajando fechas como los finales de octubre de 1535, con la llegada de Diego de Almagro y su avanzada compuesta por Juan de Saavedra incluso antes de esta fecha, algunos meses después de Paria en el actual Departamento de Oruro. En contraposición estuvo junio de 1574 con el paso de Luis de Fuentes y Vargas que se constituyó en autoridad formal de este territorio, Corregidor de los Chichas, para tiempo después seguir hacia Tarija y fundar dicha población, exactamente un mes después (4 de julio de 1574).

Con estas consideraciones, entre 1535 y 1574 estamos hablando de una diferencia de 39 años, misma que no es una cifra menor. Bajo esta lógica, en el caso de asumir la “fundación” ocurrida en 1574, dejaríamos de lado el apelativo de ser la primer ciudad de, la actual, Bolivia fundada por españoles, con las connotaciones respectivas, ya sean positivas o negativas. Por otra parte, debemos considerar que, ni para 1535 ni 1574, no existe ninguna documentación específica que corrobore una supuesta fundación de este poblado preexistente a la llegada de los colonos. En este cometido, diferentes investigaciones han pretendido esclarecer de la mejor manera esta incertidumbre, otro motivo más que llevó a que se desencadene el debate en torno a la verdadera “fundación” española de Tupiza, que para el presente año nos llevaría a cumplir 444 o 483 años. Así, en las redes sociales ha surgido similar pregunta que incluso se vio reflejada en una publicidad del Gobierno Municipal de Tupiza, y otras instituciones, donde se cita los 444 aniversario (CDXLIV como se suele presentar), con los bemoles antes descritos que resultarían en una imprecisión del dato. No obstante, siguiendo un sentido lógico, tendríamos nuevas contradicciones al tratar de concatenar el “4 de junio” con 1535 ya que lo correcto sería, a fin de cuentas, conmemorar esta “fundación”, aproximadamente, el 31 de octubre de cada año (en concordancia con la fecha completa de 31 de octubre de 1535).

Con lo descrito, vamos en un contrasentido entre la historia fáctica y la costumbre, asumida desde hace apenas 44 años (1974), donde se conformó el Comité Pro IV Centenario y se comenzó con esta argumentación a partir de ciertos cálculos. Así, basados en revisión hemerográfica, previo a ese año (1974) no existe constancia de celebración alguna en un 4 de junio, sino la que comenzó en dicha gestión con la visita del Presidente de facto Hugo Banzer Suarez (1971-1978). Así hemos ido dando un paseo por datos históricos, todavía no comprobados, que nos permiten seguir entre la polémica y la especulación respecto de la “fundación” de Tupiza. Entendemos que existe una diferencia de 39 años entre un 1535 y 1574, lo cual repercute en antigüedad del poblado español además de cierto denominativo. Asimismo, en un sentido crítico de nuestra historia y siendo rigurosos con el análisis, debemos entender que la aceptación de alguna fecha de fundación española significa, también, aceptar el sometimiento del aguerrido pueblo chicheño, reduciendo una historia milenaria a solo unos cuantos cientos de años.

Tupiza, como parte fundamental de los Chichas, deviene de mucho tiempo atrás como un poblado organizado y estructurado sin ninguna necesidad de esperar la venia de opresores que nos otorguen la cualidad de existir. El desencuentro ocurrido, ya sea en 1535 o 1574, no es nada más que una ruptura en la línea de desarrollo propio como sociedad, constituyéndose un periodo de oscurantismo para la Nación Chichas. En este sentido, Alfredo Domínguez nos ha dejado, entre líneas, uno de los mejores datos para develar este debate diciendo “Los genios de la tierra / Lo han modelau / Con cerros colorados / A cada costau […] Y el silbo del Wichico / Ha colaborau / Pa’ llamarle Tupiza/Pueblito encatau”. Así, se apela a fuerzas superiores que fueron las creadoras/fundadoras de Tupiza; sentido similar que manifiesta Mario García en el libro “Tupiza… Leyenda y Poesía” (2001). Es igual de contundente el criterio de Iván Barrientos en el libro “Crónicas de Tupiza” (2012) donde expresa: “Tupiza, [y] su importancia va más allá de la Independencia o del Coloniaje. ‘Tupiza existe desde tiempo inmemorial. La fundación del 4 de junio es un mito”. En último caso, superando el sentido lírico o literario que se podría estar considerando en este momento, apelamos finalmente a fuentes formales u oficiales; a decir de la Carta Orgánica del Municipio de Tupiza, aprobada en grande y en detalle, donde a raíz de esta polémica innecesaria, se ha determinado anular la fundación de Tupiza y se reconoce el mes cívico aniversario a todo noviembre donde destacan el 7 de noviembre, la Batalla de Suipacha y primera victoria de los patriotas en el Alto Perú dentro de la Guerra de los 15 Años; además del 17 de noviembre como la fecha de Refundación de la Nación Chichas. Después de algún tiempo se reabre esta cuestión, que fluctúa entre los 44 o los 83, lo que amerita trabajos investigativos, aún más rigurosos, donde nuestras instituciones sean punta de lanza para dejar de asumir fechas e imprecisiones que solo generan contradicciones en nuestra historia regional incluyendo las mismas como datos oficiales. Por otra parte, es muy posible que, enmarcados y acostumbrados a la coyuntura, dentro de 17 años (es decir 2035), tengamos mucha gente afiliada y defensora de 1535 como la verdadera fundación de Tupiza, aprestándonos al V Centenario de existencia como principal motivación exacerbada. Con todo esto, parece que hemos hecho una apología de una “fundación” al dedicar, nuevamente, varios párrafos tratando de explicar algunas falacias de nuestra historia; en resumen, una aporía.

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