Otro de los comentarios, anecdóticos y para pesar nuestro, es la historia de que el gobierno boliviano había sufrido esta invasión por estar más atento a la celebración de los carnavales; haciendo mención del dicho: “Bolivia danzando, Chile avanzando”, conocido en el comentario colectivo. Sin embargo, esta situación sigue en debate donde gran parte de historiadores van cambiando y rectificando esta postura hacia un análisis más profundo y analítico de lo sucedido en ese momento que estuvo muy influenciado por las mismas condiciones de la época. Así, la comunicación entre las capitales y esa región extrema del país tenían condiciones deplorables, teniendo que recurrir a vías peruanas o chilenas para que alguna noticia llegue hasta la Paz, lo cual conllevaba un tiempo en el traslado de la información. De la misma manera se tuvo que recurrir a geoestrategia para que desde el gobierno nacional se pueda dar una respuesta efectiva a la ocupación chilena porque la guerra ya estaba dada de hecho sin tiempo para mayores estudios. Con estas y muchas otras condiciones se tuvo que decidir por las acciones inmediatas a tomarse; para lo cual también tuvo gran influencia la alianza con el Perú donde se encuentran aun más recovecos que influyeron en los causes para la pérdida del Litoral.
Actualmente, 133 años después de ser un país mediterráneo, seguimos en la búsqueda de recuperar este acceso soberano al mar para que por esta vía se tenga la traducción de mejores días para los bolivianos. No obstante este no es el único tema pendiente, sino que en el imaginario colectivo ha quedado esta secuela que, junto a otros factores, nos hace mirar con un cierto complejo habiéndose mellado la dignidad nacional, fundado en gran parte en la leyenda del carnaval y su relación con la pérdida territorial con Chile. De manera paralela, nos hemos acostumbrado a encontrar en la situación marítima uno de los pretextos para ubicar nuestras condiciones de vida pensando que con el regreso a la costa todo iría a mejorar. Desde el otro punto de vista, debemos profundizar nuestro análisis en cuanto a las causas de esta pérdida como ser la dejadez por parte de los gobierno de entonces por anexar y sentar presencia en ciertos espacios, dejados a su suerte sin que se tenga ninguna presencia estatal. De igual forma, es fundamental ir cambiando en las nuevas generaciones la perspectiva respecto de la Guerra del Pacífico para que se afronte esta situación de otra forma sin ningún victimismo que se arrastre históricamente que nos permita buscar nuevos polos de desarrollo y que se redignifique el ser nacional dentro de un nuevo contexto y coyuntura nacionales e internacionales.