lunes, 7 de octubre de 2013

CAMINANDO POR LOS RECUERDOS DE CHAJRAHUASI

Tupiza representa una diversidad de aspectos dentro de los cuales su historia toma mayor fuerza. Sin embargo, la inexistencia de algunos lineamientos de preservación patrimonial hace que cada vez nos lamentemos más del deterioro de varios lugares pintorescos. De esta manera, uno de los espacios inmediatos ha significado Chajrahuasi en el cual la ex hacienda de Aramayo aparecía de forma misteriosa, desde las entrañas del cerro colorado, generando pensamientos, novedosos o recurrentes; donde este lugar fue testigo de una serie de vivencias para muchos de nosotros siendo referente principal para conversaciones y convocatorias. Con todo esto, cuando las personas han partido hacia otros destinos, ven pasar el tiempo entre recuerdos y nostalgias, tratando de no desarraigarse de una identidad que lucha al no encontrarse en su territorio originario. Así, emergen los diferentes espacios que generan esas remembranzas y por tanto el sentimiento de añoranza por volver a esos lugares para recrear vivencias pasadas, aunque sea en otras circunstancias. Tristemente, nada es estático y todo se trasforma; y de esta manera, hace algún tiempo, al caminar por esa ciudad sureña las impresiones recibidas inspiraron estas ingratas líneas:

“Al haber llegado a Tupiza, como siempre no encontré cambios significativos y, ya sea,  paseando o caminando por la ciudad, buscaba lugares que no me traigan ningún recuerdo, es decir, que hayan alterado la normalidad de ese “pueblito encantado”. Fue así que pasé gran parte de los primeros días de los esperados recesos de fin de año para volver a las entrañas (hablando en todo aspecto) que te vieron partir en busca del cambio de la rutina de vida, esto con diferentes fines y motivos, como lo hacemos gran parte de habitantes que nos alejamos para volver, o no, un día. La verdad es que lo que pasó ese día lluvioso, o por lo menos con amenazas de lluvia, fue algo raro ya que me puse a pensar desde hace cuánto tiempo no caminaba por este sector de la ciudad, o es que el “desarrollo y crecimiento” de las ciudades es tan rápido, pero en fin, era el sector que un día se denominó Chajrahuasi, el cual parecía una deconstrucción surrealista, ya que todo lo que conocía hace algunos (y no son muchos) años parecía que no existió, o es que tal vez por un fenómeno astronómico de alineación de planetas se había invertido.

            Era ese lugar en el cual un día solíamos jugar; ya sea, con la familia, amigos, compañeros, o cualquier conocido coyuntural con el cual el fin era compartir y divertirnos; ahora se convirtió en una especie de nueva ciudad o una ciudadela, llena de casas y construcciones que eliminaron todo el recuerdo que uno podría tener, y es que no pretendo comparar mis “pobres” recuerdos con los que suelo escuchar de las personas que pudieron conocer este lugar mucho tiempo antes que yo, pero cada quien es más rico o más pobre en recuerdos, y lo que debe ser importante, creo que, es el saberlos recordar. Lamentablemente no se supo elaborar un plan de urbanización organizado y sin atentar contra áreas verdes (gratuitas) y lugares de esparcimiento y, por qué no, contra los recuerdos de tantos otros románticos que al igual que yo a veces tratan de vivir de vez en cuando en una performance realista”.
(EpE, Cochabamba 2 de marzo de 2007)

No hay comentarios: