En ocasión de participar en la
Reunión Anual de InvestigaSur en la ciudad de Sucre, para exponer y hablar
sobre la Reconstitución de la Nación Chichas, en un evento académico que busca
potenciar la investigación en tres departamentos sureños del país: Chuquisaca,
Potosí y Tarija. Así como comentario correspondiente queda manifestar en
interesante punto de vista que se viene trabajando desde estos espacios para ir
deconstruyendo y cuestionando las identidades vigentes, en este caso el de la
tradición aristocrática sucrense como uno de los principales elementos que
otorgan la particularidad a la ciudad blanca. Con este tipo de inquietudes se
presenta una vertiente muy sugerente que nos muestra los otros rostros de esa
población que parece haber quedado, aunque sea de forma lírica, en esta
autoidentificación como una entidad muy ajena al resto de los bolivianos de
origen indígena sin que ello suponga necesariamente diferencias de tipo racial
o somáticas, sino simplemente imaginarias.
De esta
manera, al llegar a esta ciudad, posiblemente de forma muy prejuiciosa, se
comienza con una saga por identificar a este grupo poblacional de la estirpe ibérica
que debería saltar a la vista de forma casi inmediata para diferenciar la
exclusividad que se posee desde la época colonial y republicana. Sin embargo,
queda el sabor a poco al confirmar que esta herencia ha quedado solo en los
edificios históricos y en los discursos políticos regionales con un claro sesgo
en cuanto a la realidad nacional y lo acontecimientos de los últimos tiempos
que parecen haberse anquilosado en las añoranzas pasadas de una época de luz
como una réplica de la ilustración en una pequeña ciudad del tercer mundo. Así,
los pobladores de Sucre mantienen viva una tradición injustificada basada en
las diferencias raciales que se proyectan hacia otras líneas como ser la
identitaria como eje fundamental para entenderse a si mismos. De esta manera, nuevamente
nos encontramos con esa gran problemática nacional que deviene en los
regionalismos que buscan la diferencia, y sobre todo la negación, del otro lo
cual precisamente se manifestó en los sucesos de la Asamblea Constituyente del
año 2007.
Con lo mencionado,
esta vez pude recorrer un lugar central de este suceso al referirme a la
Calancha, un barrio periférico de Sucre que cobró mucha importancia dentro de
su historia, hasta la actualidad, luego de los enfrentamientos sucedidos en ese
espacio donde incluso se tuvo que lamentar la muerte de personas, por intereses
y móviles políticos seguramente muy ajenos a estas víctimas. En este lugar, se
ha construido una pequeña plazuela donde se encuentran monumentos de jóvenes (y
hasta escolares) en pie de lucha además de una gran mano abierta hacia el cielo
junto a una especie de tea, con lo cual se pretende condensar lo ocurrido hace
ya algunos años. A poca distancia de esta construcción, en dependencias del
Liceo Militar, se encuentra el Castillo o Principado de la Glorieta donde, ahora sí,
se puede identificar el legado europeo tratando de emular su arquitectura y
donde vivieron miembros de la familia real por algunas temporadas en lo que
fueron sus colonias. Posiblemente, este sea uno de los edificios más representativos
de este periodo el cual se proyecta hacia los habitantes de esta ciudad además
de las fincas, todavía existentes, donde se encuentra un refugio temporal
durante los fines de semana en construcciones de rasgos coloniales y
republicanos. Pese a todo lo mencionado, la historia ha sido superada y
continua en permanente avance, muy lejos de lo sucedido en Mohoza durante la
“Guerra federal” que tuvo como una de sus consecuencias el traslado de la sede
de gobierno hacia La Paz, y que casualmente nuevamente sale a la luz con el
desacierto de algún líder político. De esta manera, la ciudad de Sucre cuenta
con todas las cualidades para vivir en ella teniendo como único lastre las
ruinas de su aristocracia que simplemente parece existir en los pensamientos,
imaginarios y proyecciones inventadas y reinventadas en una supuesta identidad
sucrense que requiere urgentemente deconstruir este tipo de elementos para
poder seguir avanzando y proyectarse en el acontecer actual, mucho más al ser
la Capital de un Estado Plurinacional.