lunes, 17 de marzo de 2014

LA (RE)EMERGENCIA DE LAS NACIONES

Hace algunos días pude leer un artículo en el Periódico Pukara Nº 91 titulado “La Nación aymara: pasado presente y futuro” (Guillermo Vásquez), donde se hace una reafirmación de la existencia de una Nación Aymara, esto a partir de algunos elementos de análisis donde se incluyen aspectos históricos de la aseveración realizada. No obstante, dentro de este texto se habla nuevamente de la inclusión de los Chichas como un señorío aymara como parte de este pueblo en tiempos precolombinos y preincaicos. Así, nuevamente sale a la luz este aspecto cuestionado en referencia a la participación de los Chichas como parte de la estructura organizativa aymara. De esta manera se plantea este aspecto sujeto de debate donde, primero, se habla de los Chichas como un señorío aymara y, segundo, entender al pueblo aymara como una Nación. Bajo estos antecedentes, se presenta la disyuntiva respecto de la participación de los Chichas en una organización aymara y las aseveraciones desde líneas de investigación asociando a los primeros con la Confederación Qaraqara-Charka y otra que menciona una organización independiente denominada Confederación Chichas.

            A partir de lo mencionado, debemos retomar un nuevo debate respecto de lo que se entiende como Nación, todo ello a partir de características actuales que estén basadas en fundamentos históricos sin dejar de lado el rastro cronológico y el devenir de estos pueblos. Así, en la actualidad, Bolivia ha asumido la caracterización de Estado Plurinacional con lo cual las naciones precolombinas cuentan otro precedente para trabajar en procesos de reconstitución. Desde esta perspectiva, debemos hacer una nueva lectura de la Constitución Política del Estado que entre sus primeros artículos hace una mención de 36 naciones y pueblos indígena originarios de Bolivia; pero el aspecto fundamental de este punto es que no se hace un reconocimiento de los mismos como naciones como tal sino se hace mención de ellos solo como idiomas oficiales. En este sentido, habría que leer entre líneas el Artículo 5 referido expresamente al tema idiomático y no así a la estructura organizativa social ni política del Estado que genera una aceptación directa; como si estos idiomas que se mencionan serían directamente las 36 naciones existentes en Bolivia.

Con este enfoque, nos ubicamos nuevamente con el pueblo aymara que encierra dentro de sí a una variedad de naciones unificadas desde una característica idiomática; lo mismo que sucede con quechuas de entre los cuales, por ejemplo, ahora se diferencia la Nación Yampara. Con estos elementos, los Chichas vienen impulsando un proceso reconstitutivo como Nación a partir de una serie de argumentos que engranen una propuesta integral y no aventurada, solo por un determinada coyuntura generada en los últimos tiempos. En esta misma línea de análisis debemos seguir debatiendo sobre aspectos como el manifestado artículo de esta manera seguir profundizando en elementos organizativos de lo que se vaya proyectando en la actualidad. Asimismo, con seguridad se irá potenciando una re-emergencia de las naciones, originarias, que han existido y todavía existen en nuestro país con lo cual se siga avanzando en la consolidación de un verdadero Estado Plurinacional mediante el reconocimiento de naciones plenamente constituidas desde la herencia precolombina.

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