lunes, 5 de mayo de 2014

APOSTILLAS PARA UN ENCUENTRO*

A lo largo de la historia, que involucra una memoria corta y la, relativamente, larga los Chichas han desplegado una serie de líneas que se desarrollaron en su territorio ancestral. Sin embargo, con el paso de los ciclos históricos (precolombino, colonia, república y lo plurinacional) se han ido reduciendo y fragmentando las formas de entenderse a si mismos generándose procesos complejos que fluctúan entre la búsqueda de integración y a su vez una división como respuesta a factores externos e internos. Desde esta perspectiva, los Chichas se han sectorializado a pequeñas localías fortaleciendo identidades más pequeñas que han llegado a ser hasta contrarias a de los otros pueblos de una misma vertiente originaria. Así, en los últimos tiempos se fueron potenciados las identidades del tupiceño, villazoneño, cotagaiteño, atocheño y viticheño, entre otros; con lo cual no se tenía un mayor impacto en términos subjetivos, y mucho menos, en hechos concretos.

            Este proceso de separación y desintegración, fue impulsado principalmente dentro del modelo republicano en el intento de reorganizar administrativa y políticamente el espacio de la nueva República de Bolivia. De esta manera, se generaron mecanismos legales para ir segregando un territorio único y ancestral en diferentes momentos llegando a identificarse en la actualidad tres provincias: Nor Chichas (1863), Sud Chichas (1863) y Modesto Omiste (1958), principalmente. De esta forma se quiso cerrar un capitulo de integración y unidad territorial e identitaria con demarcaciones imaginarias en pos de lograr mejor administración y más desarrollo en estos lugares del sur de Bolivia, que de forma autocrítica e interpelatoria se denominaron los “Pueblos Olvidados del Sur” como un llamado a las autoridades de turno que mostraron una total dejadez por brindar respuestas a las mujeres y hombres habitantes de estas latitudes que heredaron la identidad de los legendarios Chichas.

            Junto a este decurso seguido dentro de un territorio segregado, se fueron madurando y retomando lineamientos políticos y discursivos determinantes para que este aislamiento geográfico sea reencaminado, pero esta vez en el marco y bajo los derroteros de su propia población que más allá de un espacio no pudo ser enajenado. De esta manera, la propia cronología de los Chichas nos han demostrado en varios episodios de la historia, formal y real, el espíritu combativo y libertario de sus habitantes, mujeres y varones, que enarbolaron la lucha por su autodeterminación y el respeto por las libertades de toda la comunidad. Así, nos encontramos con los levantamientos de indígenas y criollos que compartieron estas banderas de lucha por cientos de años: Incario, 1781, 1810-1825, Ingavi, el Pacífico, el Chaco y otros. De esta manera se fue conformando este alto espíritu de hermandad dentro de una fuerte identidad, que pervive hasta la actualidad, esta vez, bajo las banderas de la Reconstitución de la Nación Chichas.

*Extracto de la Introducción a la Ponencia preparada, por el autor,
para el IV Encuentro de la Nación Chichas.

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