lunes, 14 de noviembre de 2016

GESTAS LIBERTARIAS EN LA NACIÓN CHICHAS II

Luego de esta primera victoria, sucedieron 15 largos años de enfrentamientos y batallas, que fluctuaron entre el triunfo y la derrota para los patriotas en todos los confines del Alto Perú. Sin embargo, la historia quiso que la lucha independentista retorne a territorio chicheño para que, esta vez, en los campos de Tumusla se lleve adelante la última victoria por la liberación del yugo español. Este hecho acaeció el 1° de abril de 1825 donde las tropas patriotas, a la cabeza del Coronel Carlos Medinacelli, lograron derrotar al último representante de la corona española, el General Pedro Antonio de Olañeta, proclamado Comandante en Jefe de los Ejércitos de Fernando VII. La batalla se extendió por más de cuatro horas, hasta que se logró la capitulación y muerte de Olañeta, marcándose así el final del régimen colonial, con un ciclo que comenzó y terminó en territorio chicheño como bastión fundamental de la independencia.

Dentro de este proceso histórico, ocurrido en los Chichas, también resulta importante considerar a la caballería chicheña que se fue constituyendo como uno de los ejes sobre los cuales pudo realizarse todas las gestas antes mencionadas. Así, este cuerpo de lucha comenzó a estructurarse a partir de la llegada del caballo hasta este territorio junto al proceso colonial. No obstante, se dio un proceso de apropiación y asimilación del caballo como elemento fundante de la identidad y las características del ser chicheño hasta nuestros días con su acompañamiento en una serie de faenas que pasan desde el productivo, identitario, cultural y, obviamente, el histórico guerrero. Entonces, nuevamente, en la actualidad la dupla jinete-caballo está presente, incluso, en documentos oficiales como símbolo representativo de los chichas e ícono central de la identidad regional. De igual manera, esta caballería se constituyó en un bastión de lucha y victoria desde la colonia y la República participando en batallas como la de Ingavi, la Guerra del Pacífico (con la importante victoria de la Batalla de Tambillo encabezada por el chicheño Rufino Carrasco) y la Guerra del Chaco.


Con lo expresado, queda manifiesto que la actual Bolivia ha sido construida por una serie de sucesos históricos que le permitieron conseguir la independencia, con acontecimientos locales que brindaron aportes fundantes en los procesos históricos, y que contrariamente fueron ocultados, minimizados o negados por la historia oficial, escrita desde una sola vereda y que sería muy enriquecida si se complementara con estos hechos ocurridos más allá de la visión de los que, en su momento, escribieron y escriben sesgos cronológicos dejando en el anonimato a hombres y mujeres presentes en varios momentos constitutivos conformando procesos que explican la historia y la formación social boliviana en la complejidad con que la conocemos hasta nuestros días. En base a lo antecedido, y gracias al espíritu libertario heredado hasta la actualidad, las provincias chicheñas van trabajando en un importante proyecto reconstitutivo de la Nación Chichas, teniendo como antecedente todo el aporte brindado a la independencia. En la actualidad, los hechos ocurridos en el proceso histórico quedan como un importante legado para entendernos como una Nación sustancial en la configuración boliviana a la cual se sigue aportando desde diferentes perspectivas y con proyecciones enmarcadas en ese horizonte de libertad e independencia desde la posición de una Nación Originaria para la integración territorial plurinacional.

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