La historia “oficial” de
Bolivia ha pretendido establecer los diferentes hechos ocurridos en los
periodos donde sucedieron momentos importantes para el devenir del país. Sin
embargo, existen todavía vacíos correspondientes a “las otras” historias
locales de un sinnúmero de sucesos que van más allá de esta versión oficial y
que lamentablemente fueron excluidos o minimizados por diferentes factores e
intereses de grupos de poder y elites constituidas y en constitución. Por
tanto, queda pendiente ir zanjando estos vacíos para tener una historia más
completa y desde diferentes actores que vayan más allá del presidencialismo o
las capitales, donde han quedado excluidos, por ejemplo, los pueblos indígenas
como protagonistas de las gestas en la historia de Bolivia y que en su momento
fueron representantes históricos fundamentales de la serie diacrónica en el
país.
En este sentido, el territorio
de los Chichas (comprendido en la actualidad por las provincias Nor Chichas,
Sud Chichas, Modesto Omiste y Sud Lípez) ha sido protagonista, en varios
momentos determinantes, para el devenir de la historia regional y nacional,
situación que viene desde tiempos precolombinos y que tomó mayor fuerza durante
la etapa independentista contra la opresión colonial. Así, con la llegada de
los españoles se comenzó con una fuerte resistencia a la dominación siendo los
Chichas uno de los pueblos más difíciles de doblegar por el régimen colonial,
que previamente fueron reconocidos con el estatus de Orejones dentro del
Imperio Incaico a raíz de esta cualidad guerrera y libertaria. Por tanto, ya
desde el año 1.551 se fueron generando levantamientos, en este caso contra el
español Valdivia; en 1.563 junto a Calchaquies, Omaguacas, Casavindos, Atacamas
y Chiriguanos se destruye la ciudad de Nieva (actualmente Jujuy); en 1.570 se
producen combates en Calcha, Toropalca y Cotagaita contra Luis de Fuentes y
Vargas; en 1.625 se produce una de las más grandes masacres en Chocaya donde se
exterminó a toda la población española y se vislumbró la bandera roja guerrera
de la Nación Chichas quedando como testigo el pueblo de Animas que debe su
nombre a este suceso y los lamentos que se escuchaban todavía mucho tiempo
después. Así, esta primera etapa de levantamientos indígenas concluyó en 1781,
junto al proceso de Tupac Amaru, al producirse un importante levantamiento en
Cotagaita y Tupiza donde se tuvo a protagonistas como Pedro de la Cruz Condori
y Luis Lasso de la Vega, quien se declaró Gobernador y Capitán General de la
Provincia de Chichas, no obstante ambos fueron ejecutados posteriormente, junto
a un número importante de insurrectos.
Años después, ante el
aplacamiento de la insurgencia indígena junto a su proyecto de país, emergieron
los levantamientos independentistas en distintos lugares del continente donde
se puede mencionar a Chuquisaca y La Paz en 1809 y Buenos Aires en 1810 donde
se creó la Junta Tuitiva de Buenos Aires en representación de las Provincia
Unidas del Río de La Plata presidida por Cornelio Saavedra (potosino).
Siguiendo esta línea cronológica, en los Chichas ocurriría el primer
enfrentamiento armado contra los realistas a partir de la integración de varios
actores que se sumaron para declarar el “Bautizo de Fuego” en el proceso
independentista del Alto Perú y la Primera Victoria Armada contra los ejércitos
realistas de la corona española dentro de la Batalla de Suipacha. No obstante,
antes de considerar lo acontecido en este lugar debemos ubicarnos en Cotagaita
un 27 de octubre de 1.810 donde se dio un combate entre las fuerzas realistas y
los patriotas con una victoria, temporal, de los primeros obligando a un
retroceso de los patriotas hasta Tupiza y luego a Suipacha de forma progresiva.
Sin embargo, esta fue parte de la estrategia para que el 6 de noviembre se
unifiquen, en los campos de Suipacha y Nazareno, los patriotas argentinos
(porteños, salteños y jujeños) con los patriotas tarijeños, cinteños y chicheños,
a la cabeza del Coronel Pedro Arraya. De esta manera, bajo una sola bandera, el
7 de noviembre de 1810, luego de un combate de cinco horas se pudo derrotar a
las tropas de Córdoba lográndose así la primera victoria armada dentro de los
15 años de lucha independentista en el Alto Perú. A raíz de este importante
hecho suscitado en Suipacha la Junta de Buenos Aires, el 28 de noviembre del
mismo año, otorga un reconocimiento a los beneméritos con la leyenda que dice
“La Patria a los Vencedores de Tupiza” (emblema que es escudo oficial del
municipio de Tupiza en la actualidad) además de que el himno argentino menciona
a la Batalla de Suipacha como un justo reconocimiento de esta victoria y la
hermandad entre los pueblos. Desde el punto de vista militar, esta batalla
también es considerada como el inicio de la Guerra de Guerrillas como
estrategia aplicada en otros lugares altoperuanos, replicando lo sucedido en
esta saga patriota.
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