lunes, 8 de noviembre de 2021

NACIÓN CHICHAS, TERRITORIO DE EMANCIPACIÓN


La historia de Bolivia ha sido construida desde una perspectiva que ha sesgado procesos históricos o por lo menos quitó el valor de ciertos hechos que ocurrieron más allá del eje troncal del país. En este sentido, la historia “oficial” ha pretendido invisibilizar a las otras historias locales que fueron determinantes, en este caso, para el proceso independentista de, la actual, Bolivia. Desde esta perspectiva el territorio chicheño estuvo vinculado a una serie de sucesos de gran baluarte para el proceso independentista en el Alto Perú vinculando a la población de toda esta región que en un primer momento luchaba por la autodeterminación y la independencia.
 

La ancestral Nación Chichas cuenta con una herencia guerrera histórica que se ha mantenido dentro de la identidad de su población por el transcurso del tiempo hasta nuestros días. Así, nos ubicamos en la época precolombina donde esta población no pudo ser sometida por ningún imperio, ni aymara o incaico, en su proceso de expansión hacia el sur. Posteriormente, el incario solo llegó a obtener acuerdos con los Chichas nombrándolos como Orejones pertenecientes a una casta por esta misma característica guerrera que proteja el territorio de los chiriguanos habitantes del Chaco tarijeño, como lo habían hecho desde mucho tiempo atrás. Dentro de la colonia se utilizaron otros mecanismos, los cuales solo consiguieron alianzas con las autoridades originarias para ampliar el territorio de colonización sin que ello constituya algún riesgo para la sociedad Chichas de ese momento. Así, este pueblo guerrero fue el impulsor principal para dirigirse hacia los valles del sureste y fundar, con población chicheña, lo que hoy constituye Tarija.

No obstante, el espíritu libertario y las ideas emancipatorias fueron profundizando y madurando para poder manifestarse en los momentos convenientes como ser la sublevación de marzo de 1781, donde se tuvo un intento de levantamiento junto a los que realizaban Tupac Amaru y Tupac Katari. Esta vez representados por Luis Laso de la Vega junto a Pedro de la Cruz Condori, como principales cabezas del motín en la villa de Tupiza mostrando además una alianza entre grupos sociales en contra del dominio español. No obstante, esta empresa no tuvo gran éxito y fue controlada por los realistas para seguir latente el sentimiento de los chicheños hacia la búsqueda de la eliminación colonial.

Tiempo después, se va a realizar la primera gran victoria armada de los Chichas en los campos de Suipacha un 7 de noviembre de 1810 a la cabeza de Pedro Arraya, la cual fue precedida por los hechos de Cotagaita, del 27 de octubre de 1810, donde la derrota patriota momentánea fue parte de una estrategia militar que lleve a los realistas hasta un fracaso militar certero en los campos de Suipacha logrando el “Bautizo de Fuego” y primera victoria armada de la guerra de los 15 años. Como muestra del espíritu de integración la Junta de Buenos Aires otorgó a los combatientes, mediante el Decreto del 28 de noviembre de 1810, un escudo con la leyenda “La Patria a los vencedores de Tupiza” que deberían llevar en el brazo derecho como una muestra de la valerosa y significativa victoria conseguida en los campos de Suipacha; emblema que en la actualidad es el escudo oficial de la ciudad de Tupiza como un recordatorio de lo sucedido en la región. Asimismo, esta batalla concretó la articulación de un ejército patriota integrado por argentinos, tarijeños, cinteños y chicheños, destacando la caballería chicheña en su estratégica participación en esta victoriosa saga.

Con lo manifestado, los acontecimientos libertarios y las acciones en el mismo sentido se fueron sumando, llegando hasta 1825 donde, entre el 31 de marzo y el 1º de abril, liderada por Carlos Medinacelli, se daría la Batalla de Tumusla en la actual Provincia Nor Chichas terminando así con el último realista representante de Fernando VII, luego de la derrota del Virrey La Serna con las Batallas de Ayacucho y Junín. Así, con lo sucedido en Tumusla, donde muere Pedro Antonio de Olañeta, se erradicó por completo el dominio español y todo vestigio posible sellando así la independencia Altoperuana. De esta manera, observamos que el territorio de los Chichas ha estado marcado en diferentes momentos por un carácter y un sentimiento libertario que queda plasmado en la identidad de las y los actuales habitantes de la ancestral Nación Chichas en una recurrente frase que denota contundente ¡Aquí nació la patria!