lunes, 12 de diciembre de 2011

TIEMPO DE DIÁLOGO

En la última semana que pasó, se dieron los detalles finales en cuanto al Encuentro Plurinacional que se realizará desde el lunes 12 en la ciudad de Cochabamba, en el cual participarán diversas organizaciones sociales del país en un contacto directo con los representantes del gobierno. Con este hecho se presenta para el gobierno una oportunidad determinante para retomar el expresado “gobernar obedeciendo al pueblo” eliminando así lo que se conoce como la campana de cristal que ha llevado al Presidente Evo Morales a quedar aislado de la realidad diaria de la población boliviana y más bien encerrarse en una visión desde arriba sin llegar a comprender las necesidades reales que existen cotidianamente. Además se estará aplicando, posiblemente de manera inaugural, un mecanismo de gestión política mediante un diálogo que puede resultar uno de los escenarios más favorables en esta coyuntura.

            En este sentido, la posición asumida por la Central Obrera Boliviana (COB) donde no asistirá a esta reunión margina, de las decisiones o cuerdos a los que se puede llegar, a varios sectores que se ven representados por esta entidad matriz. Por lo que deriva  cuestionar el papel revolucionario que actualmente cumple la COB, que más bien parece haberse reducido a una posición salarialista velando por mantener los beneficios o las condiciones de vida con que cuentan respecto del Estado. Pero al mismo tiempo, posiblemente al igual que el gobierno que critican, se han apartado aun más de una lectura crítica de la realidad y del sistema en que se encuentra la sociedad boliviana en su conjunto, más allá de sus afiliados gremiales. No obstante, queda el tiempo para un mayor debate y búsqueda de acuerdos con el gobierno para que la COB participe en las próximas etapas de este encuentro, brindando aportes valiosos acreditados por la tradición histórica que llevan consigo en cuanto a las luchas sociales en diferentes momentos históricos del país. De esta manera, podrán recuperar el sentido revolucionario, esta vez no desde las trincheras de lucha sino desde la capacidad propositiva que converja con otras organizaciones en la búsqueda de grandes consensos nacionales, haciéndose participes activos de revolucionar la democracia boliviana.

            Después de los errores, políticos o no, cometidos por el gobierno sobre todo en el actual mandato se debe establecer un espacio más cordial y directo donde se puedan abordar los temas que en su momento provocaron conflictos sociales y que ahora se vayan  acordando respuestas en otras condiciones. Así, nuevamente vemos el aspecto positivo del conflicto al permitir que se busque formas de transformación del conflicto lo cual, en muchos casos, involucró a más de un sector social; además de que se interpeló al gobierno para establecer este escenario de reencuentro con las “bases” sociales que fueron fundantes del proceso de cambio. Posiblemente, aquí también se explica el denominativo de cumbre social donde los únicos representantes políticos serán los que se encuentran en gestión de gobierno en los diferentes niveles de Estado. Respectivamente se debe evitar la tergiversación característica de los políticos, y también los medios de comunicación, buscando empantanar el diálogo y por tanto no llegar a conclusiones tan acertadas, o mucho peor no tenerse conclusiones. De esta manera, nuestro país nuevamente establece una estrategia sugerente e innovadora en cuanto al ejercicio de la política en búsqueda de tener un acercamiento entre Estado y sociedad civil tan difícil desde la teoría política clásica y contemporánea que ahora se quiere eliminar, tal vez como parte también del proceso de cambio.

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