Después de haber
transcurrido algún tiempo en la proyección de la Región Chichas rumbo al Censo
del 21 de noviembre, ha llegado el día en que esta campaña debe plasmarse en la
respuesta 29 de todos los pobladores que se adscriben a la identidad chicheña.
Queda muy claro que en el proceso histórico nos encontramos en uno de los
mejores momentos donde de forma normal esta iniciativa ha ido gestándose y
potenciando con la participación de diferentes sectores de la población que el
próximo miércoles sacarán a la luz el fruto logrado. En esta ocasión
simplemente debemos realizar el necesario proceso de la intraculturalidad donde
de manera masiva encontremos derroteros que proyecten nuestro futuro del cual
seamos los propios artífices porque la realidad se la conoce con la experiencia
y vivencia, en este caso, de los que pasamos un tiempo de este territorio
favorecido con los hechos de la historia, como muy pocos.
Ahora bien, la historia ha sido
escrita desde hace mucho tiempo atrás y la tenemos muy en lo profundo de cada
uno de nosotros pero este patrimonio es solo pretexto de seguir escribiendo las
crónicas que con el paso del tiempo estén presentes en otras instancias y
pensamientos donde las próximas generaciones revisen y conozcan lo que hayamos
podido escribir en este momento. Ha terminado el tiempo del rezago y por ello
la decisión queda en nuestras manos para poder ir apuntalando pieza a pieza los
andamios de lo que queremos llegar a ser a mediano y largo plazo. La identidad,
tradición y costumbres son más que simples recurrencias, muchas veces
sinsentido, y se convierten en factores determinantes que fortalecen los lazos
de los grupos ahí representados. Desde esta perspectiva, los Chichas cuentan
con un baluarte que se puede plasmar en la oportunidad que se había esperado.
Los fracasos y las victorias son parte de la vida pero mientras no se asume las
acciones son solo interrogantes que vagarán en nuestros pensamientos de forma
latente.
Después de muchos años, las fuerzas
se han canalizado para tener el primer encuentro del “ser chicheño” ahora
debemos ponerle el empeño necesario para concretar esta primera afirmación. El
debate queda pendiente, para luego ser retomado bajo nuevas circunstancias y
condiciones pero sin olvidar las características fundamentales de lo que fueron
y proyectan ser los pobladores de la Región Chichas. Por ahora el reto está
lanzado siendo el único antecedente de contar con una decisión tomada de forma
incluyente y participativa. Así, solo queda decir que para este 21 de noviembre
cada voto cuenta y suma en una sola voz que exclama “YO TAMBIÉN SOY CHICHEÑO”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario