lunes, 21 de enero de 2013

PLURINACIONALIDAD Y ESTADO



Actualmente, el debate respecto de la manera para entender a la plurinacionalidad va asumiendo mayores complejidades cuando se asocia con el Estado, es decir el Estado Plurinacional boliviano. Con esta articulación se realiza una interpelación a una construcción histórica trabajada por diversos pensadores, en diferentes épocas, muy ligados a la ciencia política que buscó elaborar una propuesta coherente frente a la necesidad del paso del estado de naturaleza hacia el estado de derecho sobre el cual se conciban los países y sus Estados. No obstante, debemos reconocer que toda la propuesta realizada fue planteada desde una realidad ubicada, geográficamente, en Europa y que posteriormente se fue aplicando en otros espacios como ser nuestro continente. Posiblemente, como en muchos otros casos similares, ahí se encuentra el origen de una contradicción entre un modelo aplicado como receta y que no pudo concatenar con la realidad específica de otras comunidades políticas.

            Avanzando y aterrizando en el caso boliviano, desde las concepciones de los grandes pensadores como René Zavaleta, nos ubicamos en la necesidad de responder a una sociedad abigarrada a la cual se debería tratar de entender o interpretar, desde sus cosmovisiones, para que así se vaya construyendo el marco jurídico y político que se vaya a constituir en su forma de Estado en concordancia con el contexto. Así, como queda claro los gobiernos de turno, desde la fundación de la república, no tuvieron esa visión que logre este objetivo y más bien se buscó responder a intereses individuales o de sectores minoritarios introduciendo a Bolivia en una condición que se conoce como colonialismo interno. De esta forma, entender al Estado y la nación, o más bien las naciones, en un relacionamiento fue quedando de lado a lo que se sumó una sociedad civil minimizada y con muy poco poder de participación y decisión. Bajo estas condiciones se fue siguiendo la línea histórica que mediante una sobrecarga social generaría una crisis del sistema, pero esta vez, desde abajo para poner en la encrucijada al Estado como máxima representación del modelo; para después buscar la construcción de “otro” Estado de forma participativa, incluyente y con una nueva perspectiva; en la medida posible para la democracia.

            De esta manera, han pasado solo algunos años desde lo ocurrido el 2003 y la Asamblea Constituyente , entre muchos otros aspectos que buscan delinear los caminos del Estado Plurinacional el cual parece irse construyendo con el paso del tiempo y sobre la marcha. Por todo ello, los primeros pasos de este nuevo modelo estatal han sido logrados pero queda por delante mucho por hacer donde se tenga una estructura coherente con la realidad nacional y sobre todo que no se aleje de ella hasta un punto de desconocimiento entre uno y otro. El proceso de cambio fue impulsado por sectores mayoritarios y representativos de la población boliviana y después canalizado por el actual gobierno donde no se pueden, todavía, dejar de lado los errores y falencias que básicamente se circunscriben al accionar de las personas como individuos que ocupan cierto cargo jerárquico y tienen la responsabilidad de tomar decisiones. Pese a estos incidentes, el Estado Plurinacional parece ser el mejor modelo construido de forma participativa entre sociedad política y civil lo cual es muy relevante en cuanto la legitimidad que tiene. Por otra parte, el debate sobre la nación y la plurinación en el marco de un Estado tiene que seguir generado el análisis y reflexión en diferentes instancias para que no haya el alejamiento de la realidad, y que de forma dialéctica sea más bien el punto de partida y de llegada de forma cíclica como es la cosmovisión de nuestros pueblos.

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