lunes, 10 de febrero de 2014

DE ALIANZAS Y CONVERGENCIAS



Como se pudo percibir en esta gestión, y en otras anteriores, en los sectores de oposición se nota una gran división sobre todo cuando se trata de pugnar por espacios de poder, situación que ahora se produjo dentro de la Cámara de Senadores donde se acusa a dos representantes de Convergencia Nacional de haberse “vendido” al Movimiento Al Socialismo para obtener cargos dentro de la directiva. Así, salen a la luz aspectos de fondo que suelen presentarse en acuerdos poco sustanciales que solo buscan objetivos electorales sin contar con un programa concertado y bien estructurado en base a consensos fuertes. De esta manera, la práctica del cuoteo que se ha eliminado dentro de la nueva Ley Electoral se sigue reproduciendo en alianzas políticas como la realizada por Nueva Fuerza Republicana y Plan Progreso, liderizados por dos ex Prefectos que fueron revocados mediante el voto popular. Asimismo, dentro de esta Convergencia vinieron a ubicarse varios personajes de la política que han demostrado un enérgico rechazo hacia el proceso de cambio como principal argumento para su articulación.

            Con esta mención, podemos ubicarnos dentro de la gestión electoral actual donde se comienzan a perfilar diversas agrupaciones políticas y candidatos que pretenden llegar a ganar las elecciones nacionales de finales del 2014 para lo cual se hacen varias propuestas que no superan el simple objetivo de derrotar a Evo Morales, a como de lugar. De esta forma, escuchamos menciones que buscan conseguir un gran acuerdo político nacional donde se articulen todas las fuerzas políticas posibles y tener un todos contra el MAS y así poder vencer en las elecciones presidenciales. Bajo esta posición se encuentra Unidad Nacional que de manera sugerente lleva dentro de su sigla, nuevamente, el concepto de “unidad” que implícitamente propone este gran acuerdo nacional para concretar el objetivo electoral. Así, solo algunos candidatos se encuentran dentro de este lineamiento presentándose de forma independiente y trabajando propuestas alternativas a la del actual partido de gobierno que extrañamente platean el cambio de una u otra forma pretendiendo apropiarse de una agenda trabajada desde las organizaciones sociales y que fue abanderada por el MAS desde la victoria del 2005.

            El planteamiento, desde la oposición, del frente único seguramente se seguirá barajando como una posibilidad pero hasta donde se ha visto resulta poco productivo para el país que esta opción se concrete porque debemos remitirnos al antiguo sistema de partidos que encontró su final en este tipo de alianzas teniendo como caso extremo al último gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario. Recordemos que el año 2003 se dio fin a una etapa política en el país, lo cual dejó secuelas que hasta ahora viene saldando los partidos de la, actual, oposición; pese a que bajo el paraguas del MNR se cobijaron casi todos los partidos sin importar sus ideologías o posiciones de derecha o izquierda, si es que en algún caso la hayan tenido. Ya en ese momento se recurrió a esta estrategia de todos contra Evo con lo cual por única vez lograron su cometido pero esta victoria efímera fue correspondida con la movilización popular que eliminó de forma abrupta a todo este sistema de partidos y gran parte de sus representantes dando paso al denominado proceso de cambio vigente desde el 2005 dentro del gobierno formal y con un marcado apoyo y legitimidad desde esa gestión. Actualmente, resulta llamativo que la oposición siga haciendo este tipo de propuestas en la búsqueda del partido único donde con seguridad no se tendrá una solidez y simplemente se volverá a caer en acuerdos superficiales que sigan demostrando la incapacidad opositora de lograr estructurar una propuesta de país, alternativa, sólida y bien sustentada. 

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