lunes, 20 de julio de 2015

POTOSÍ COLONIAL…

Con las palabras que se encuentran en el título del presente artículo también comienza una estrofa del himno a Potosí lo cual denota diferentes aspectos del imaginario colectivo de esta capital. En primer lugar, nos encontramos frente al aferramiento de su población al denominado Cerro “Rico” de Potosí del cual entre leyendas, anécdotas e historia todos hemos escuchado en algún momento y que trae consigo una gran carga simbólica de explotación y abuso hacia los originarios de estas tierras frente a la colonia española. Con este emblema potosino tenemos un primer recurso que nos permita acercarnos hasta su realidad. De igual manera, la herencia colonial (precedida por sus emblemas igual de sugerentes) está muy presente en este espacio donde la identidad ha sido estructurada a partir de este supuesto orgullo del ser producto del periodo colonial del cual quedan una serie de edificios que se construyeron en ese tiempo de los cuales resalta la Casa de la Moneda, entre otros museos e iglesias. De esta manera, recorremos brevemente la “Villa Imperial” con el aire histórico que lleva consigo y con la necesidad de deconstruir y replantear su identidad.

Para complementar esta lógica, a solo unos kilómetros se encuentra Sucre (edificada en territorio de la Nación Charcas) donde se puede tener una gran similitud de esta herencia colonial aunque, también, con diferencias marcadas por sesgos discriminatorios que se tienen en este otro espacio. Así, al aspecto colonial se suma el carácter señorial que establece una desigualdad y diferenciación con el otro y la otra a partir de aspectos, esta vez, étnico raciales. En Sucre se construyó la primera universidad que terminó consolidando a la tradición de los doctorcitos de Charcas que llevan consigo el mito del ser culto lo cual lamentablemente recae en la exclusión y una supuesta superioridad hacia los y las pobladoras de otros lugares del país, mucho más si se trata de comunidades campesinas e indígenas. Pero esta solo es una especie de contraparte a lo dicho en Potosí al tratarse de dos pueblos muy ligados por el proceso histórico que fue configurando su formación social regional y que en el último tiempo ha comenzado a manifestar la consigna de “Potosí Federal”, sin mayor argumento que un sentido opositor encabezado por sectores reducidos de la capital potosina y muy alejada del sentimiento real de sus provincias y municipios.

Sin embargo, Potosí no solo trata de esa capital, antes mencionada, sino que está habitada por una serie de poblaciones y naciones originarias con características propias y lógicas contrarias al legado señorial. Así, desde el periodo republicano se fue ampliando un alejamiento con esta capital, esto a raíz de la poca atención y abandono hacia las provincias por parte de las autoridades de turno. De esta manera, incluso se elaboraron denominativos como el de “Pueblos olvidados del sur” en referencia a las provincias Nor Chichas, Sud Chichas y Modesto Omiste que asimismo generó proyecciones para constituir un décimo departamento denominado Chorolque o Chichas. No obstante, esta iniciativa no prosperó y hasta la actualidad se continúa con la división político administrativa constituida por 9 departamentos que se ha consolidado luego de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado. De igual manera, la carta magna actual ha permitido ampliar las competencias de las regiones y municipios a partir del reconocimiento de 4 tipos de autonomías que pueden significar un mayor desarrollo local para estos territorios alejados del ruido de las capitales. En la actualidad, las proyecciones son otras y se enmarcan en esta nueva constitución con interculturalidad, integración y descolonización, por eso, en este caso, se viene trabajando la autonomía en uno de estos territorios ancestrales y precolombinos ahora mediante la Reconstitución de la Nación Chichas.

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