lunes, 19 de octubre de 2015

TODOS CON LA ROJA…

Ha comenzado una nueva etapa dentro del fútbol y a nivel mundial los diferentes países vienen disputando partidos clasificatorios para Rusia 2018. Así nuevamente reaparecen los sentimientos nacionalistas bolivianos en miras de poder contar con un cupo en este encuentro internacional y ver a nuestra camiseta representando a todos los y las habitantes de Bolivia. Sin embargo, es importante considerar que para esta versión se tienen “novedades” sugerentes en varios ámbitos. Primero, y uno de los más esperados, es el cambio en la dirigencia del fútbol nacional lográndose algo que se venía pidiendo hace mucho tiempo como una necesidad que de un nuevo aire al fútbol boliviano. De igual manera, el ex mundialista Julio Cesar Baldivieso asumió la dirección técnica del equipo boliviano en el mismo derrotero de otorgar innovación en este ámbito del deporte. Como un tercer aspecto, tenemos la inclusión de la camiseta alterna de color rojo que ya debutó en el partido frente a Ecuador, recuperando este uniforme que se había propuesto algunos años atrás.

A hablar de fútbol, para los y las bolivianas no deja de estar presente el recuerdo entremezclado con el ansia de lo que se espera del nuevo equipo boliviano que se encuentra apuntando hacia el próximo mundial de fútbol. En este sentido, los reducidos logros y victorias alcanzadas por nuestra selección son siempre el antecedente utilizado para brindarnos una nueva esperanza de tener resultados positivos en cada partido de cada eliminatoria o campeonato internacional. Así, primero hablamos del campeonato logrado en 1963 donde se encontraban hombres como Víctor Agustín Ugarte que marcaron la memoria colectiva hasta nuestros días. Un segundo momento se encuentra en la clasificación al Mundial de Estados Unidos ’94, hace más de 20 años, que es algo más cercano a los que ahora son adultos y adultas; pero que para las nuevas generaciones es solo un logro que deben imaginar y del cual no formaron parte vivencial.


Con todo lo mencionado, pese a las dos derrotas sufridas en esta eliminatoria, es importante destacar la reacción que surgió con los cambios suscitados en el último tiempo. Nos referimos al apoyo brindado por parte del público asistente al partido de apertura en La Paz, donde luego de la derrota se alentó este nuevo tiempo que se espera traiga alegrías a la población boliviana. Entonces, este es un cambio que hace notar una reacción oportuna de respaldo a la selección dirigida por Baldivieso la cual deberá ser mayor al sentimiento derrotista de algunos comentaristas deportivos que cambian el discurso según miran los resultados. En referencia al color de la camiseta, el cambio es sugerente sumándose a la corriente de modificaciones sufridas en el fútbol boliviano. Pero como es sabido, más allá de estos hechos falta un camino de largo plazo para que el fútbol boliviano sea pretexto para fortalecer la identidad nacional entre las tan reducidas cosas que son capaces de generar unidad en nuestro país y que se trabaje en un mismo sentido. Y cuando llegue el partido como locales ante Chile resultaría muy interesante utilizar la camiseta alterna, mucho más en el contexto del proceso que se lleva en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a lo que deberá seguir una victoria teniendo una, nueva, victoria importante ante el país vecino, esta vez de forma simbólica y con juego en igualdad de condiciones que nos sirva como un buen presagió en cuanto a lo que ocurra con el acceso al mar con soberanía.

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