lunes, 11 de enero de 2016

11 DE ENERO, LA BISAGRA ROTA

Cochabamba es considerada como la ciudad y el departamento corazón de Bolivia, esto fundado sobre todo por su ubicación geográficamente estratégica en el centro del país. En este sentido, resulta de gran importancia para la geopolítica interna, sobre todo en tiempos del proceso de cambio, como un espacio de definición de posiciones y fortalecimiento de las mismas enmarcadas en un complejo escenario político. En este contexto, el año 2005 se marcó un antes un después en la política nacional donde con el 53,7 % de votación Evo Morales, y el Movimiento Al Socialismo, gana las elecciones generales constituyéndose como Presidente constitucional de la República de Bolivia. A partir de este hecho se comienza con una serie de medidas que, en cierto modo, interpelan al orden establecido dentro del nivel político y económico cuestionando a los sectores privilegiados herederos del modelo neoliberal que se encontraba en crisis total, al igual que su sistema de partidos entre muchas otras cosas. Así, bajo este panorama se presenta un escenario lleno de conflictos que se agudizaban cada vez más con sectores opositores aliados a comités cívicos y otros grupos conservadores y reaccionarios que se oponían al cambio en las estructuras. De esta manera, se presentaron enfrentamientos en diferentes ciudades como ser Santa Cruz, Sucre y Cochabamba aumentando la tensión en el momento que se denominó empate catastrófico que tendría que devenir en una u otra salida, lamentablemente con el paso por los hechos de violencia desmedida.

Con un complejo panorama socio político en gran parte del país, Cochabamba no estuvo exenta de esta situación con lo cual luego de una polarización de fuerzas y ciertas manipulaciones políticas el 11 de enero de 2007 sucedieron los enfrentamientos que tuvieron como consecuencia la muerte de tres personas. En esta jornada, la capital del valle se vio divida, de forma imaginaria, en dos territorios que distinguían el norte y el sur cada uno con su carga simbólica y el sesgo político ideológico que fue causal de que el sentimiento discriminador emerja para salir a “defender a la ciudad” de la invasión de los campesinos. Con este tipo de condiciones establecidas se hizo público el sentimiento latente y, antes, encubierto de la sociedad vertical dentro de la cual se debería permanecer, situación que no fue tal y concurrió en el quiebre del orden establecido interpelando a los sectores conservadores y retrógradas de la sociedad cochabambina. No obstante, más allá del hecho, obviamente lamentable, queda la reflexión necesaria sobre varios aspectos concernientes a esta etapa histórica, no solo en Cochabamba sino, en toda Bolivia. 


Es importante poner en claro a la estructura establecida luego de la República con lo que se denomina como colonialismo interno el cual terminó verticalizando la sociedad boliviana con pequeños grupos de poder político y económico, donde gran parte de la población quedó segregada dentro de un orden establecido bajo el paraguas de la república y la democracia, que no terminó de incluir a todos y todas como verdaderas ciudadanas. Así tenemos también el proyecto nacionalista homogeneizador del ’52 que fracasó luego del intento de igualar a toda la población bajo parámetros errados y clasistas. Entonces lo sucedido el 11 de enero en Cochabamba, la ciudad considerada como integradora del país, devela estas relaciones desiguales y ocultas desde la creación de Bolivia a partir de lo cual se deberá repensar respecto de la identidad nacional, que parte de la ruptura de estas identidades regionales que no lograron engranarse y complementarse. Casi 10 años después, este tipo de problemas continúan irresueltos pese a los avances que se han tenido, pero se debe generar un cambio en varios niveles desde el individual y el colectivo para poder configurar una verdadera comunidad, en el marco actual, con características plurinacionales para que sobre todo no sigamos teniendo más 11s de enero con quiebres del tejidos social que solo logra afectar la convivencia colectiva.

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