lunes, 10 de octubre de 2016

OCTUBRE Y SU CARGA HISTÓRICA

Al parecer el mes de octubre viene cargado de una serie de hechos históricos que cruzan con la política y la sociedad boliviana. Así, comenzando un breve recuento de los primeros días del mes, vamos a encontrarnos con el 9 de octubre donde Ernesto Guevara “el Che”, es capturado y posteriormente eliminado, noticia que sale a la luz en la mencionada fecha. En torno a esta situación se presentan una serie de connotaciones vinculadas con la revolución, y un revolucionario que obtuvo la victoria en Cuba para después tener las condiciones en contra al salir de la isla, dentro de unas situaciones que todavía se discuten como la posición que tomó la izquierda boliviana respecto de los planteamientos y objetivos de Guevara. Como bien sabemos, nuestro país había pasado por una revolución muy cercana que todavía estaba fresca en la memoria siendo otro factor de lo sucedido en 1967. No obstante, luego de este proceso revolucionario de abril de 1952 se vinieron una serie de golpes militares que cambiaron la perspectiva política y la calidad de vida de nuestra población.

En este marco, después de una sucesión de gobiernos de facto, en 1982 Hernán Siles Suazo asume la Presidencia un 10 de octubre marcando el retorno de la democracia que permanecería hasta la actualidad, con una serie de virajes como el ingreso del neoliberalismo, pero “en democracia”. Sin embargo, esta reconquista de los derechos tuvo un proceso previo de luchas desde diferentes espacios y con una serie de actores y actrices con un profundo compromiso con este espíritu democrático a largo plazo. Algunos años antes, dentro de un pequeño hálito democrático; durante el gobierno de Lidia Gueiler Tejada se decretó al 11 de octubre como del Día de la Mujer Boliviana, en reconocimiento del nacimiento de Adela Zamudio Ribero. A partir de este recordatorio podemos desarrollar una serie de elementos de análisis en torno a este pretexto de reconocer a las mujeres como parte determinante de nuestra sociedad con los aportes que realizan en el día a día y sobrepasan los roles socialmente impuestos, superando desigualdades como la doble y triple jornada laboral. Desde esta perspectiva el 11 de octubre se constituye como un momento para reflexionar respecto de lo que significa el empoderamiento de las mujeres y la lucha contra la violencia en todas sus formas.


“Cinco siglos igual”, dice una canción de León Gieco que se presenta como un sugerente resumen de lo ocurrido a partir del 12 de octubre de 1492 con el desencuentro provocado a la llegada de los colonizadores españoles a nuestras tierras del denominado Abya Yala. A partir de este quiebre estructural de nuestras naciones y sociedades se comienza a generar todo un proceso de imposiciones y sometimientos en todas las esferas desde la económica hasta la simbólica. Posteriormente, tuvimos que ingresar en un periodo de levantamientos insurgentes con objetivos independentistas que lograríamos recién para 1825, donde contradictoriamente comenzaría el tiempo de colonialismo interno a la espera de algún espacio más de lucha y reivindicaciones desde abajo. Así, hemos arribado hasta épocas contemporáneas, donde esta carga social e histórica cobró sus efectos generando un nuevo tiempo de levantamientos sociales, en este sentido junto a una profunda crisis estructural, y de partidos, se dio paso la denominada Guerra del gas, con una serie de factores causales donde se logra articular un gran movimiento nacional contra el gobierno de turno bajo la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada. En esta coyuntura, y con varios heridos y muertos en la lucha, el Presidente de la República escapa del país un 17 de octubre para dar paso a un nuevo proceso sociopolítico que cambiaría al Estado de manera estructural así como el relacionamiento entre la sociedad misma de manera sustancial. Con solo algunos hechos de octubre, vemos que durante este tiempo vamos recordando momentos determinantes y necesarios de conmemorar para seguir entendiéndonos como país a partir de las historias y así generar los nuevos derroteros de nuestras sociedades.

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