lunes, 9 de enero de 2012

POLÍTICA PARA EL 2012


Casi en la mitad del segundo mandato del gobierno del Presidente Evo Morales, y el Movimiento Al Socialismo (MAS), el escenario favorable a este proceso político se viene enfrentando a diferentes aspectos que, en algunos casos hasta, ponen en jaque a la actual gestión. No obstante, esto puede tomarse como parte del ejercicio del poder político y la gestión en un país complejo como es el nuestro. En este marco, estamos saliendo de un año, 2011, en que el actual gobierno tuvo que manejar conflictos agudos como ser el, más relevante, del TIPNIS donde confluyeron diferentes sectores sociales y pudieron aunar fuerzas en contra de la construcción de la carretera que pase por esta región pero que, también, terminó mezclando otros intereses. De esta manera se cerró una gestión donde el principal opositor fue la sociedad civil organizada, donde no obstante no se debe dejar de lado los mecanismos ocultos de la oposición política encubiertos en sectores sociales, para generar momentos de tensión.

            Toda esta situación, estuvo precedida, de manera negativa, por el denominado gasolinazo que a fines del 2011 puso en vilo nuevamente a parte de la población frente a las especulaciones de la aplicación de una medida similar. Así, se desarrolló un año en el que pareció haberse caído la etapa romántica de estabilidad y gobernabilidad en el país, situación que se presentó con una oposición política desparecida e incapaz de ejercer este tipo de presión para el oficialismo lo cual es lo más llamativo de la gestión pasada. Fue entonces donde se estableció un escenario con nuevos actores potenciados y fortalecidos para poder hacer frente a un gobierno muy fuerte en varios aspectos que solo hasta ahora pudo tener opositores con capacidad de convocatoria y fuerza en la lucha sostenible.

            De esta manera, comenzamos un nuevo año con retos para los diferentes actores de le escena política, incluyéndose la sociedad civil que se encuentra muy fortalecida por el proceso de inclusión y participación que se le ha otorgado en los últimos años para poder tener influencia en decisiones importantes del Estado. En este sentido, para el gobierno se presenta un período donde se tendrá que redireccionar el proceso hacia el encuentro con las organizaciones y sectores sociales para establecer, de nuevo, los pactos que le devuelvan la confianza y el respeto al “gobernar obedeciendo al pueblo”. Así, se debe tomar decisiones acertadas en beneficio de la población boliviana que además se va acercando hacia el censo nacional, postergado desde el 2010, donde se delimitarán otros elementos en la construcción del Estado Plurinacional. De igual forma, este año se deben definir las capacidades y limitaciones del oficialismo y la oposición en preparación hacia las elecciones generales del 2014, que requieren una construcción y trabajo serio desde ahora para poder tener propuestas bien estructuradas en los próximos comicios. Entonces, las tareas políticas para este año quedan establecidas para todos estos sujetos que pretendan convertirse en actores de los escenarios políticos en un futuro próximo, donde sin duda el proceso de cambio seguirá siendo el camino a seguir dentro del discurso hegemónico que se ha logrado instaurar desde hace algunos años atrás en el vocabulario sociopolítico de nuestro país.

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