lunes, 30 de julio de 2012

DE AUTÓNOMOS Y AUTONOMÍAS


Hace unos días se han recordado dos años de la promulgación del la Ley Marco de Autonomías bajo el amparo de la nueva Constitución Política del Estado.
En este sentido, existen algunos aspectos por considerar en cuanto al avance o no de este proceso en los diferentes niveles de gobierno o más bien la Entidades Territoriales Autónomas (ETAs). Entonces, primero debemos recapitular que en la estructura estatal boliviana se ha reconocido cuatro tipos de autonomías, la Departamental, Municipal, Regional y la Indígena Originario Campesina. Para cada una de las cuales se ha lanzado como primer reto, luego de la elección directa de sus autoridades, la elaboración de sus documentos fundamentales como son los Estatutos Autonómicos Departamentales y las Cartas Orgánicas. Sin embargo, parece que el proceso autonómico se ha concentrado en este trabajo como lo único por hacer pese a que ya nos encontramos en un régimen con autonomías en cuanto a la configuración estatal. De esta forma, desde una visión legalista se viene esperando la culminación de estos documentos para que luego de lo cual se concrete la autonomía como tal, aspecto por lo cual se sigue postergando este proceso.

            Sin embargo, más allá de este tipo de trabajo, obviamente necesarios, para la implementación autonómica dentro de la cultura política boliviana se mantienen algunos aspectos subjetivos en cuanto a la relación y responsabilidades de los niveles de gobierno en cuanto a las políticas a realizarse en beneficio de la sociedad civil. Así, seguimos siendo partícipes de la forma de entenderse a la administración de Estado como si el único responsable sería el gobierno central ante lo cual los otros niveles, o ETAs, quedan casi exentos de exigencias o responsabilidades ya que es la propia población la que vuelca su atención solo hacia el gobierno central. De esta forma, aquí se presenta otro de los obstáculos para el avance de las autonomías en el país, esta vez relacionado con otro sector determinante para esta situación como es la sociedad civil con un bajo perfil autonómico.

            Dentro del avance logrado por la elaboración de los estatutos autonómicos y las cartas orgánicas existen diferencias entre uno y otro, ya sean Departamentos o Municipios, lo cual está involucrando un proceso profundo de saneamiento de problemáticas como ser, entre las más importantes, las de territorio determinante en este proceso. Considerando así características diferenciadas entre los Departamentos, donde se requiere de un trabajo más detallado y complejo, y los Municipios que traen consigo otros problemas pero que deberían ser más fáciles de resolver en la construcción de sus cartas orgánicas. Inmerso en este panorama las, novedosas, autonomías indígenas originario campesinas (AIOCs) son las que parecen brindar más empeño en este proceso ya que son las que llevan la delantera en esta labor más allá de que no existen antecedentes a partir de los cuales se vaya realizando este trabajo respecto de la AIOC. De esta manera, se trata de avanzar en este paso de implementación de las autonomías entre los cambios de mentalidad para ir alejándonos de la visión centralista y las trabas legales y burocráticas que, parecerían, estar pretendiendo un lento avance de este proceso que adicionalmente representa un reto político para las ETAs, que en su mayoría son de la línea política del Movimiento Al Socialismo y por tanto lo que se plasme en estos documentos será fundamental, a partir de lo administrativo y la gestión, para el devenir del proceso de cambio a mediano y largo plazo.

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