lunes, 23 de julio de 2012

TIPNIS Y CONSULTA PREVIA

Luego de lo acontecido hasta hace pocas semanas con la llegada, estadía y retorno, poco fructífero, de los marchistas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS); se apresta a realizarse la consulta previa en el marco de la Ley Nº 222 en este territorio. Es por ello, que continúa siendo un tema vigente que debe seguir generado análisis desde diferentes enfoques pero alejado de posicionamientos exacerbados y poco comprometidos realmente con esta causa, lo cual ha llevado a perder el horizonte del debate y el centro de la discusión. Como es sabido, desde diferentes frentes, se plantearon varios argumentos que en muchos de los casos tienen trasfondos e intereses que no se logran vislumbrar con lo que esta disputa cayó en el empantanamiento por parte de los dirigentes y representantes del gobierno; por lo que este conflicto se puede extender entre el tira y afloje de unos y otros.

            Sin embargo, una salida adecuada, y estratégica para el gobierno, parece encontrarse en la consulta previa a realizarse en próximos días donde participarán las 66 comunidades que habitan el TIPNIS. Es por ello que debemos considerar algunos detalles de esta consulta, que en última instancia otorga, a los directamente involucrados en esta situación de forma masiva, la decisión más conveniente desde la perspectiva y vivencia propia. Así, en primera instancia tomemos en cuenta que la consulta previa es aplicable solo en territorios indígenas donde existen recursos naturales no renovables y no así al tratarse de la construcción de obras de infraestructura, como ser la carretera (CPE Art. 30 parágrafo II numeral 15). Por lo que desde este punto de vista no se ingresaría en una figura de inconstitucionalidad. En contraparte, en la Constitución Política se menciona al derecho a la consulta en temas que pudieran afectar la calidad del medio ambiente (Art. 343), que nos lleva a otro nivel que supera a la población habitante del lugar por tratarse de un interés nacional como área protegida. Por otro lado, al tratarse de una consulta previa no se habla de algún tipo de encuesta con el uso de boletas, sino que es un proceso de diálogo en la búsqueda de los consensos dentro de todas las comunidades existentes en el TIPNIS.

            De esta forma, nos topamos con dos figuras que se han entrecruzado y distorsionado en el debate y la pugna; el tema ambiental y el de los derechos de los pueblos indígenas, donde al parecer se ha maximizado un tema político entre gobierno y pueblos indígenas alrededor del cual ha girado y gira el análisis. Entonces, en esta problemática, han intervenido sectores ambientalistas (en el menor de los casos) y opositores que extrañamente se convierten en pro derechos indígenas a los que anteriormente habían excluido totalmente; pero que ahora unen fuerzas bajo este tema para hacer frente al gobierno que tiene en frente uno de sus puntos débiles con el tema TIPNIS. Así, se ha llegado a una exacerbación política con este pretexto donde giran todos los sectores opositores sin importar otras diferencias. No obstante, lo que se debe profundizar es el debate ambiental el cual nos interpela a todos sin excepción porque esta problemática, para un pronunciamiento generalizado a nivel nacional, gira en torno al riesgo ambiental por la construcción de la carretera y que el tema de derechos indígenas quede en manos de los involucrados con su manifestación directa en la consulta. Por tanto, habrá que esperar este resultado y a partir de ello reconducir el debate, que de manera comprometida se aleje de lo político y retome lo medio ambiental.

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