Dentro del proceso de
construcción de un Estado con autonomías, es fundamental para los Gobiernos
Municipales la construcción o elaboración de las Cartas Orgánicas, situación
que en muchos de los casos se ha retrasado algún tiempo. En este sentido el Municipio de Tupiza se
encuentra realizando importantes avances habiéndose logrado varias sesiones
para analizar y trabajar este documento, donde el mejor panorama se conforma
con la participación de la sociedad civil y sus principales organizaciones.
Así, hace algunas semanas, recibí, por gentileza de la Concejala Wendy Cabezas,
el anteproyecto de la Carta Orgánica Municipal de Tupiza donde en el paso de su
lectura se van encontrando elementos sugestivos, y uno que otro error
ortográfico y gramatical, que prefiero asignar a un problema de redacción, a
tiempo de esperar su corrección en este valioso documento. De esta manera, como
menciona la Concejala Victoria Garabito, para este próximo 18 está prevista una
nueva Cumbre para seguir avanzando en el análisis de la Carta.
En este cometido, el pasado 13 de
agosto en este mismo medio tuve la oportunidad de publicar un artículo bajo el
título de “Carta orgánica y disyuntiva histórica”; donde expresé varias ideas,
a manera de aportes, en esta elaboración colectiva de la Carta. Sin embargo en
ese momento bajo las circunstancias de ese momento solo quedaba la generación
de ideas dentro de un espacio abstracto (la hoja en blanco) donde el documento
en cuestión era, por lo menos en mi caso, solo una idea de lo que se buscaba
hacer como parte del proceso, casi obligatorio, de implementación de las
autonomías bajo los mandatos y lineamientos de la Ley Marco de Autonomías y
Descentralización. Así, se fueron rescatando los elementos más importantes que
podrían resultar para el Municipio en cuanto a lo que debería incluirse en esta
Carta Magna municipal. Tiempo después me encuentro frente a un trabajo
detallado de aspectos considerados e incluidos en la Carta Orgánica con las
características propias del Municipio. De esta manera, se pueden leer,
seguramente, ideas compartidas con un importante número de personas en cuanto a
las problemáticas históricas y sociales del territorio y que se tienen
presentes en el documento.
Primero, es determinante el
reconocimiento que se hace de la pertenencia a la Nación Chichas que cruza como
una transversal a lo largo de los Títulos, Capítulos y Artículos. De esta
manera se da un gran paso en lo que se denomina como Reconstitución de la
Nación Chichas que parte con la voluntad política de las autoridades en
diferentes espacios territoriales que fueron parte de la Gran Región de los
Chichas generándose un reencuentro fundamental entre los pueblos fraccionados
por la colonización y la República. Así nos encontramos con una descripción
detallada de varios elementos fundantes para entendernos como Nación que además
logra una articulación con el marco normativo actual de manera pertinente y muy
adecuada para nuestros propósitos de reivindicación histórica atenuando además
el problema del “reduccionismo cultural e
histórico”. Por otra parte, es
llamativa la creación del Mes Cívico Patriótico del Municipio Autónomo de
Tupiza de la Nación Chichas durante el mes de noviembre como una manera de
enaltecer la victoria de Suipacha como el mayor antecedente de los Chichas y
asumiendo, como la fecha cívica más importante del calendario regional, en
términos históricos. Por otra parte, ha quedado sin mención la polémica y
errónea fecha del 4 de junio de 1574 incluyendo más bien al 17 como la
Refundación de la Nación Chichas. De esta manera hacemos un recorrido por una
primera parte (identidad histórica) de la Carta Orgánica que deberá seguir
siendo socializada por las instancias pertinentes para el involucramiento de
toda la población dentro de este proceso de construcción inclusiva y
participativa dejando de lado el oscurantismo al que estábamos acostumbrados
hasta hace poco.
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