lunes, 23 de septiembre de 2013

LOS CHICHAS, DEBATE DE ACTUALIDAD*

Con el transcurso de la historia en nuestro país las condiciones se habían inclinado hacia ciertos grupos favorecidos o elites las cuales manejaron el poder. No obstante, las luchas sociales fueron una situación permanente que en el año 1952 lograron concretar algunas victorias y avances a favor de las mayorías. Paradójicamente este mismo proceso revolucionario significó el fortalecimiento de la homogeneización en el intento de constituir el Estado nacional, para derrotar a la rosca minero feudal, hasta entonces considerada la elite que manejaba el poder. Posteriormente, transcurrieron etapas difíciles como las dictaduras militares y el retorno a la democracia donde entró en vigencia el neoliberalismo que fue la contracara de la Revolución del ’52.

            Sin embargo, como la historia no se detiene, las luchas sociales vieron  emerger nuevos actores como ser los pueblos indígenas con planteamientos innovadores que superaban a los preceptos de izquierda o socialistas. En este sentido, se fue estableciendo un proceso constituyente que tuvo un momento determinante en la crisis del neoliberalismo y la destitución del, hasta entonces, Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Así fue posible la institución de la Asamblea Constituyente que tuvo un carácter muy participativo y que permitió lograr reformas urgentes frente al trance que se estaba viviendo. De esta forma, se había llegado al momento en que los pueblos encontrarían un espacio y un escenario favorable para la búsqueda de la autodeterminación, que en última instancia desembocó en la aplicación de cuatro tipos de autonomías: la Departamental, Municipal, Regional y la Indígena Originaria Campesina; las cuales funcionen dentro de un Estado Plurinacional, todavía en construcción. Dentro del nuevo marco constitucional y jurídico que se va cimentando en Bolivia, parecen haberse establecido las mejores condiciones para que en la actualidad se pueda discutir y plantear la posibilidad de hablar de una Nación Chichas que se proyecte a partir de algunos pilares específicos y reales en la práctica y que este intento no quede en la simple especulación o intento.

Entonces, el debate abierto sobre la plurinacionalidad reconocida por el Estado nos brinda un escenario óptimo porque las, anteriormente, culturas de nuestro país toman la categoría de naciones que interactúen desde esta perspectiva. Asimismo, la crítica a la visión occidental permite plantear nuevas categorías o reinterpretar las ya existentes desde una visión propia y fundamentada por las condiciones de nuestros pueblos, por ejemplo en la forma de entender el concepto de nación dentro de nuestro contexto.      Por otra parte, el proceso autonómico es un gran paraguas para poder fortalecernos como actores sociales y políticos actuales desde la identidad chicheña, esta vez asumida con la categoría de Nación. Así, nuevamente retomamos los tipos de autonomías vigentes en la Constitución Política donde las mismas pueden ser una opción de desarrollo para nuestra región una vez lograda la reconstitución de los Chichas. En este sentido, podríamos optar por ingresar dentro de la autonomía regional o la indígena para lo cual se deberá seguir un proceso desde diferentes instancias. Entonces, en la actualidad, las condiciones se inclinan a nuestro favor para poder trabajar en la recuperación de una Nación que todavía conserva elementos básicos para entenderse como tal, sentando presencia en la escena nacional que parece desarrollarse con otros actores y sujetos históricos

* Extracto del documento presentado para la XXVI Reunión Anual de Etnología; “Los Chichas, historia de una Nación”, La Paz 2012.

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