lunes, 22 de septiembre de 2014

CONSTRUYENDO UNA VISIÓN DE NACIÓN

Hasta la actualidad existe un importante número de trabajos realizados en torno a los Chichas; sin embargo, los mismos han sido realizados y proyectados desde temáticas diferenciadas y sobre todo segregadas desde una percepción integral y de totalidad como, ya sea, una región o, más aun, una Nación. Así, Tupiza ha sido una de las principales gestoras de estas iniciativas, ya sean, investigativas, literarias y otras dentro de las cuales se han identificado diferentes momentos o temas específicos para desarrollarlos a detalle donde destacan la fundación de Tupiza, Batalla de Suipacha, Alfredo Domínguez, Víctor Agustín Ugarte, Nuevos Horizontes entre muchos otros. No obstante, esta orientación ha ido trazando líneas de interés fortalecidas en detrimento de otros aspectos, características y sucesos ignorados y casi olvidados. Por otra parte, se ha producido un proceso de construcción identitaria en base a este tipo de pilares que otorgar un sentido al ser chicheño y chicheña, lo cual además ha implicado una apropiación de esta chicheñidad excluyendo a otros espacios y comunidades que también conforman los Chichas desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, por lo menos territorialmente pero, sin dejar de lado otros aspectos cualitativos importantes que son puestos en entredicho por pugnas regionales y locales de cada espacio en base a intereses, muchas veces, infundamentados.


Desde el punto de vista conceptual y discursivo, en estos últimos tiempos se ha producido un histórico avance en estos términos habiéndose logrado superar una visión señorial y excluyente que dio paso a la consideración de la posibilidad de una reconstitución de una Nación basada principalmente en esta identidad, antes mencionada, pero amplificada e incluyente. De esta manera, dentro del espacio propositivo se ha desarrollado una visión y perspectiva donde la segregación, diferencias y alejamientos habían calado hasta dañar el tejido social en los pobladores de todas las provincias chicheñas implantando una falsa idea de lejanía y negación mutua pese a contar con los mismos derroteros identitarios fundantes. Por otra parte, con estos avances se pretende trascender los límites imaginarios que nos encerraron dentro de la región sin que la identidad chicheña tenga un mayor renombre en espacios nacionales, teniendo como ejemplo a la misma Batalla de Suipacha, considerada como uno de los momentos más emblemáticos para nosotros pero, que es casi ignorada en otros espacios como ser la propia historia “oficial” de Bolivia. Al respecto, si bien se debe reconocer que Tupiza, como tal, ha logrado algunos reconocimientos en otros ámbitos, los mismos nuevamente recaen en ese localismo que deja de tener relevancia con el paso del tiempo, es decir que estos logros se van diluyendo entre el intento de fortalecer la identidad propia y su relacionamiento con otros grupos culturales del país que han logrado sentar presencia notable en espacios nacionales, ya sean culturales, históricos, políticos y sociales.


De esta manera, el proceso sociopolítico actual ha tenido, también, un rol fundamental en este potenciamiento y cambio de perspectiva donde se abre la oportunidad de tener un proyecto que supera el culturalismo y articula otros elementos como ser el histórico, político, económico, social, idiomático y otros para perfilarnos hacia la Reconstitucion de la Nación Chichas con miras de generar una capacidad autonómica. Bajo estos parámetros, hemos pasado por varios periodos históricos que partieron de una integralidad e integración de nuestros pueblos hasta una desmembración territorial que puso en riesgo la unidad cultural e identitaria y que pese a todas las influencias externas e internas logró permanecer con las características propias fuertes y solo sufrió modificaciones propias de cualquier proceso social pero que no perdió la raíz principal. Con todo lo trabajado hasta nuestros días se deberá seguir profundizando una propuesta bien estructurada e integral para poder entendernos como una Nación que esta vez requiere de avances institucionales y el respaldo mayoritario que legitime y avale este proyecto. Desde esta perspectiva las representaciones políticas con que se cuenten deben manifestar un respaldo comprometido con la Reconstitución de la Nación Chichas siendo los canales formales para profundizar este proceso en los ámbitos estatales de los diferentes niveles de gobierno. Con todo lo mencionado, esta reconstitución requiere de un trabajo complejo y participativo para que el mismo no recaiga en errores del pasado con diferencias superficiales que pueden truncar una visión histórica hacia la búsqueda de autodeterminación y administración propia desde nuestras necesidades y demandas centenarias.

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