Por muchos años el municipio de Tupiza estuvo cooptado
por los partidos tradicionales, posiblemente a raíz del imaginario sesgado de
la sociedad chicheña que se construía a partir de elementos erróneos que
pretendían mostrar una raíz señorial, donde lo indígena estaba totalmente
ajeno. De esta manera se conformó un fuerte lazo con representaciones como las
del MNR, ADN y MIR, en menor grado; de este proceso quedaron los resultados que
han demostrado una baja capacidad de gestión municipal pese a los avances
establecidos desde la Participación Popular y la descentralización. De esta
manera, se tuvo una secuencia de alcaldes y alcaldesas que solo apelaban al
partido y muchas veces a la cuestión del azar para ser electos sin que se haya
tenido un voto realmente comprometido e informado de las propuestas y
trayectorias. Por otra parte, el desencanto por este sistema de partidos y el
tipo de democracia, limitada simplemente al voto, generó un sentimiento de
dejadez en los electores que solo acudían a las urnas por una cuestión de la
obligatoriedad del voto.
Así, con la crisis política
y social que tomó fuerza desde el año 2000, un actor político fue cobrando
fuerza en el escenario nacional, el cual se denominó Movimiento Al Socialismo,
el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, que emergió con la
articulación de varios sectores y organizaciones sociales en el país con
demandas comunes de gran parte de la población. De esta manera, hasta el año
2005 junto a las elecciones generales, el MAS se constituyó como el partido más
representativo y legítimo, alcanzando más del 50 % como establecía la Constitución
para convertirse directamente en gobierno. Pese a esta situación hubo regiones
resistentes donde la, ahora, denominada ola azul no pudo llegar siendo espacios
de permanente pugna política. En el caso del municipio de Tupiza el proceso fue
gradual y se puede considerar como uno de estos espacios de conflicto; no
obstante esta situación se fue revirtiendo progresivamente y la aceptación se
aumentó hasta obtener victorias del nivel nacional y en la circunscripción. En
este sentido, en esta oportunidad se percibe que ha llegado el momento en que
el municipio también tendrá un cambio de rumbo ya que dentro de todos estos
años se cuenta con las mayores posibilidades de la victoria de este partido en
el municipio.
Con lo que suceda el próximo
29 de marzo emergerán nuevos planteamientos y proyecciones para el municipio,
donde muy posiblemente el MAS se constituya en el gobierno local, lo que
debería denotar un alto nivel de coordinación con la Gobernación y el Gobierno
nacional, principalmente en temas de proyectos y su ejecución. A partir de esta
llegada al Gobierno municipal el MAS estaría frente a un gran reto por delante
para mostrarse como la opción real a toda una línea política que fue
coparticipe de mantenernos en la postergación por décadas y décadas. Al
parecer, los partidos tradicionales y las agrupaciones ciudadanas, con
características alternativas, no pudieron responder a las necesidades y
demandas del pueblo chicheño es por eso que la carga histórica ahora da paso a
que esta vez el, anteriormente resistido, MAS logre la victoria como la ruta
casi natural de los derroteros políticos y democráticos en la región. El MAS ha
tenido que superar muchos obstáculos, sobre todo refiriéndonos al nivel local,
pero debe seguir construyendo una identidad propia que se arraigue en la visión
de toda nuestra comunidad chicheña haciendo realidad todos los anhelos latentes
desde mucho tiempo atrás.
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