Una vez vencidos los plazos establecidos por el
Tribunal Supremo Electoral, la etapa preelectoral comienza su declive en cuanto
a campañas y expresiones de afinidad o respaldo político se refiere. Así, en el
desarrollo de esta semana seremos testigos de los últimos intentos de los y las
candidatas para convencer al electorado para emitir el voto en favor de un
color específico, lo que en sumatoria dará la victoria al que haya logrado el
mayor porcentaje de apoyo hasta el 29 de marzo. Así, de forma particular el
municipio de Tupiza cuenta esta vez con cinco candidatos pertenecientes a
partidos como el MAS (Movimiento Al Socialismo), MOP (Movimiento Originario
Popular), UN (Unidad Nacional), AS (Alianza Social) y MNR (Movimiento
Nacionalista Revolucionario). Así, más allá de las siglas, es importante
considerar otros aspectos determinantes a la hora de elegir a quién dar el voto
de confianza para llevar adelante la gestión municipal de la próxima gestión.
De esta manera, es siempre prioritario, sobre todo en una elección local, tener
elementos varios que nos permitan emitir el, tan necesario, voto informado que
nos otorga, entre otras cosas, corresponsabilidad de la gestión pública al
haber optado por uno u otro candidato o candidata de manera consciente.
Dentro
de la campaña realizada se ha percibido diferentes estrategias para hacer
conocer las propuestas presentadas y lograr convencer a los y las electoras
donde el MAS ha tenido además el respaldo de parte del Presidente Evo Morales
que se hizo presente en Tupiza para dar su voto de confianza al candidato Mario
Martínez fortaleciendo aún más la imagen que presenta en toda la campaña. No
obstante, también se pudo percibir una campaña austera realizada a pie y de
puerta en puerta siendo un principio sugerente para un posterior ejercicio de
la entidad ejecutiva municipal en Tupiza, con las dificultades que significa
representar a esta tienda política en un espacio resistente, pero que se ha
ampliado progresivamente en los últimos años. Los partidos contrarios al MAS
vienen realizando campañas muy reducidas que generan una posible falta de
información acerca de las propuestas que han trabajado en aprestos de las municipales
por lo cual sus candidaturas están mermadas por esta falta de mecanismos de
información además de la carencia de una base social orgánica y real. Desde el
lado negativo, se ha podido percibir que el sesgo discriminatorio y excluyente
de algunos sectores reducidos de la población siguen manteniendo vigente un
pensamiento arcaico donde la supuesta raíz señorial y ajena a lo indígena
genera expresiones como “tupiceño de pura
cepa” que solo hacen daño a nuestra identidad, esta vez con el pretexto político
electoral y que principalmente está dirigida en contra del MAS.
Así la “guerra sucia” no estuvo ajena y pudo
percibirse sobre todo en las redes sociales donde el intento de generación de
un debate recae en insultos, prejuicios y otros que impide propuestas
constructivas más allá de las siglas o colores políticos. Sin duda, como lo
dijimos antes, el principal sujeto de los prejuicios ha sido el partido
oficialista, que entre otras cosas nunca estuvo en el Gobierno Municipal de
Tupiza, pero aun así es objetivo de todas las críticas provenientes
principalmente de grupos reducidos que pretenden mantener vigentes pensamientos
regionalistas y cerrados negándose a ver una realidad tangible y cotidiana, que
es cimiento de nuestra identidad chicheña. Llega el tiempo final para la
reflexión y toma de decisiones, y esta vez el MAS se presenta como una de las
más legitimas candidaturas a la Alcaldía con aspectos muy valiosos de su
candidato (como la articulación urbano-rural, un programa integral y concreto,
además de la tendencia histórica creciente del voto a nivel municipal) para dar
ese viraje necesario dentro de nuestro municipio y como la alternativa esperada
tras el debacle de los partidos conservadores y los supuestamente alternos que
decían ser netamente tupiceños, lo cual no fue necesariamente el aval de una
gestión transparente y eficiente. El escenario local de Tupiza resulta muy
interesante ya que las manifestaciones de apoyo y militancia se ven
direccionadas al momento del sufragio donde se exterioriza el voto, todavía,
oculto que se devela el mismo día de las elecciones. Por ahora solo queda
esperar una madura y comprometida decisión de la ciudadanía con el municipio,
considerando antecedentes, propuestas y proyecciones presentadas por los y las
candidatas. Luego de las elecciones locales, los colores políticos serán
archivados y todos y todas nos pondremos de nuevo la camiseta azul grana a la
espera de que las decisiones asumidas nos brinden los resultados esperados y
que dentro de los próximos cinco años no lamentemos la mantención de un
municipio postergado. Estamos en una etapa donde la coyuntura local, regional,
departamental y nacional permiten optar por cambios reales y trascendentales
como la autonomía, donde la bandera roja de los Chichas estará vigilante viendo
a todos nuestros municipios y las decisiones que tomamos para verlos progresar
históricamente.
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